Mejoras y exclusiones

Publication_year: 
2000
Bjorg Sandkjaer
ForUM — Norwegian Forum for Environment and Development

A finales de los años 90, Noruega experimentó reformas que afectaron a las políticas de educación, atención médica, redistribución y empleo. El sistema legal incorporó las Convenciones de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos y sobre Derechos Sociales, Económicos y Culturales. A pesar de estos acontecimientos positivos, las desigualdades sociales persisten. El pais adoptó un plan para cancelar la deuda externa que se le debe, pero la lucha moral para aumentar la financiación de la erradicación de la pobreza y para financiar el sistema multilateral sufrió un fuerte golpe. En los últimos 10 años, Noruega redujo significativamente su porcentaje de la ayuda para el desarrollo en el exterior de 1,13% a 0,86% del PNB, a pesar de la prosperidad de la economía nacional. Las razones estructurales y económicas de la desigualdad y la distribución desigual a nivel nacional e internacional no se atienden ni se debaten. Aunque se tocan los puntos planteados en la CMDS y en la conferencia de Beijing, rara vez se hacen referencias a estas conferencias o a los compromisos que en ellas se asumieron.

Redistribución equitativa

El gobierno de coalición formado en 1997 por tres partidos de centro fue el primer gobierno en los últimos tiempos en reconocer lo que sabían las ONG y lo que revelaron las investigaciones: la pobreza existe en Noruega. Aunque la mayoría de la gente disfruta de prosperidad económica, el crecimiento de la riqueza derivada del petróleo no se distribuyó equitativamente. El ingreso promedio aumentó, pero la mayor parte del incremento se destinó a los sectores de mayores ingresos. El gobierno reconoce este problema y publicó el Informe Gubernamental sobre la Redistribución Equitativa en 1999.

En los últimos años tuvo lugar una importante reforma del sistema de salud pública. Se desmantelaron instituciones de atención y “escuelas públicas” a nivel nacional, con el objetivo de brindar atención y educación a nivel comunitario. Se adoptó un enfoque nuevo, “orientado al usuario” y potenciador. El sistema educativo se reestructuró y se está aplicando un plan de “aprendizaje vitalicio”. Las reformas son encomiables y están basadas, en gran parte, en el discurso de los derechos. Las ONG y otros grupos interesados fueron consultados a lo largo del proceso de formulación de las políticas.

El empleo es considerado la clave de la inclusión social, pero no se trata de un pase mágico que retire a los individuos y familias de la pobreza crónica. La pobreza de ciertos grupos está vinculada a la exclusión del mercado de trabajo, pero aún está por verse si las nuevas medidas tendrán éxito allí donde fracasó el desarrollado estado de bienestar noruego: en llegar a los bolsillos de la pobreza crónica entre los grupos de pensionistas, discapacitados, inmigrantes, desempleados de largo plazo y familias con hijos pequeños. El marco económico orientado al crecimiento al que se adhieren estas reformas no condujo a la distribución equitativa, y este marco sigue sin ser discutido. La desigualdad en la salud asociada a la exclusión social va en aumento a pesar de las reformas. La diferencia en la esperanza de vida de las personas que viven en zonas ricas y aquéllas de zonas pobres de la capital, Oslo, asciende ahora a la asombrosa cifra de 12 años.

En lo que tiene que ver con la equidad de género, formalmente, a través de políticas y leyes, Noruega avanzó mucho en el camino hacia la igualdad. Pero a pesar de estos marcos formales, sólo una pequeña fracción de los ejecutivos de las compañías son mujeres, el ingreso promedio de los hombres es superior al de ellas y, aunque la mayoría de los estudiantes de enseñanza superior son mujeres, la gran mayoría de los profesores son hombres. Esto revela la continua existencia de “techos de cristal” que impiden el ascenso de las mujeres.

Integración social

La integración social se encuentra en el centro de varias políticas estatales lanzadas a fines de los años 90. Los grupos a los cuales se dirigen especialmente estas políticas son los inmigrantes y los refugiados, los desempleados de largo plazo, los discapacitados y la gente con problemas de salud mental. Se aplicaron planes estatales de acción para estos últimos dos grupos. Mediante éstos, se están aplicando proyectos para reducir las barreras a su plena participación en la vida social y económica. Sin embargo, la gente que vive con VIH/Sida o con tuberculosis, es estigmatizada. Se enfrentan a los prejuicios y la ignorancia del sector de la salud y de la población en general. No basta la información para eliminar ese estigma. Se debe trabajar para atacar las conductas que impiden las políticas de implementación o de integración.

En la década de 1990 el pueblo sami obtuvo mayor reconocimiento a través de instituciones como el parlamento y el consejo de iglesias samis. No obstante, los samis se enfrentan al Estado en temas como el del derecho sobre la tierra, y exigen acciones políticas para que se les concedan y respeten sus derechos.

Multiculturalismo

Noruega tiene una historia relativamente breve de inmigración de países fuera de Europa y de América del Norte. Las fronteras nacionales han estado cerradas a la población no nórdica desde 1975, con la excepción de la inmigración con fines de trabajo procedente de la Unión Europea en la segunda mitad de los años 90. Las políticas de refugio y asilo han sido y siguen siendo muy restrictivas. Severas críticas se dirigieron contra la interpretación que hace el gobierno de la detención, el lento trámite de las solicitudes de asilo y el tratamiento que reciben los aspirantes a asilo menores de edad. El gobierno respondió a algunas de estas críticas, reconoció que existen problemas e intenta rectificarlos. De todas maneras, el marco político general sigue siendo restrictivo.

Mientras crece la cifra de inmigrantes nacidos en el exterior, el gobierno, la sociedad civil y la sociedad en general tienen el desafío de habilitar un ambiente de solidaridad y multiculturalismo. Este no ha sido un proceso sin obstáculos a nivel institucional, pero las denuncias de racismo en la policía y en otras instituciones del sector público se tomaron seriamente. Se aplicaron medidas para combatirlo, pero varias iniciativas de ciudadanos y ONG señalan que las prácticas racistas y discriminatorias aún persisten. Las minorías étnicas tienen ingresos más bajos, estado de salud inferior y viviendas de menor calidad que el resto de la población. La exclusión es especialmente destacada en los mercados de trabajo y de vivienda, los que resultan de difícil acceso para los inmigrantes. Parecería que existe la voluntad de tomar medidas para rectificar esta situación en el mercado de trabajo, pero el de la vivienda sigue vedado a los inmigrantes. Un marco legal que no sea discriminatorio es esencial para garantizar la igualdad de derechos para todos.

Seguridad

Redefiniendo el concepto de seguridad, Canadá y Noruega lanzaron la iniciativa de la “seguridad humana”. Como los conflictos armados provocan inestabilidad social, degradación ambiental y violaciones de los derechos humanos y desvían el dinero público del gasto para la salud, la educación y los servicios sociales, las cuestiones de la paz y la seguridad son fundamentales para habilitar un ambiente que permita el desarrollo social. Lamentablemente, la iniciativa de seguridad humana no se refleja en la política militar ni de defensa noruegas.

Asistencia al desarrollo y doble discurso

Noruega dirige su asistencia al desarrollo en el exterior a los más pobres entre los pobres y se concentra en el alivio de la pobreza, la salud y la educación. La mayoría de los países que reciben asistencia noruega se encuentran en África subsahariana. Esta también es la principal zona para la cual se tomaron en cuenta los resultados de la CMDS a la hora de formular la política. Además de implementar sus propias políticas sobre estos temas, Noruega propone en los foros internacionales cancelar la deuda externa y adoptar la iniciativa 20/20, que liberaría recursos para el desarrollo social.

Aunque el trabajo que el país hace en este campo es encombiable, las compañías noruegas, algunas de propiedad parcial o total del Estado, participaron en proyectos en varios países que contrastaron directamente con las políticas perseguidas a través de la asistencia al desarrollo y en los foros internacionales. El recientemente establecido Fondo Noruego del Petróleo garantizará beneficios sociales a la población envejecida, pero sólo una pequeña fracción (inferior a 0,5%) de las inversiones del fondo están condicionadas y estas se refieren a medidas ambientales. No las limitan las condiciones sociales o de derechos humanos. Esto revela la falta de voluntad para enfrentar el actual marco económico neoliberal internacional, que beneficia a países como Noruega a costa de los países del Sur. Noruega no enfrentó las agresivas políticas del capital especulativo de las trasnacionales y de las grandes compañías en los foros internacionales, y por lo tanto no apoyó a las economías vulnerables del Sur. La política exterior del país no brinda la debida atención a los efectos antisociales del neoliberalismo y las exigencias de los ajustes estructurales. A través de su papel en el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio y el Fondo Monetario Internacional, Noruega fomenta el modelo neoliberal en el Tercer Mundo a un grado que sería inaceptable dentro de sus propias fronteras. Las ONG noruegas encuentran que esto es lamentable.