Deforestación y desarrollo sustentable

Publication_year: 
2012
Summary: 
La economía del país está creciendo desde 2000, pero la pobreza sigue siendo un problema acuciante y la expectativa de vida permanece muy baja. Aunque el Gobierno ha demostrado cierta preocupación por los desafíos ambientales, los planes aplicados carecen de coordinación y no han logrado sensibilizar al público sobre la erosión del suelo, la pérdida de biomasa, el cambio climático y la deforestación. En los últimos 20 años el país ha perdido el 6,3% de sus bosques. Los altos niveles de pobreza y la falta de fuentes de sustento alternativas exacerban la degradación ambiental por la dependencia de los pobres de los recursos naturales. Ha llegado el momento de que el Gobierno adopte políticas más adecuadas y fortalezca la coordinación en el sector del medio ambiente.

Women for Change
Lumba Siyanga
Lucy Muyoyeta

La economía del país está creciendo desde 2000, pero la pobreza sigue siendo un problema acuciante y la expectativa de vida permanece muy baja. Aunque el Gobierno ha demostrado cierta preocupación por los desafíos ambientales, los planes aplicados carecen de coordinación y no han logrado sensibilizar al público sobre la erosión del suelo, la pérdida de biomasa, el cambio climático y la deforestación. En los últimos 20 años el país ha perdido el 6,3% de sus bosques. Los altos niveles de pobreza y la falta de fuentes de sustento alternativas exacerban la degradación ambiental por la dependencia de los pobres los recursos naturales. Ha llegado el momento de que el Gobierno adopte políticas más adecuadas y fortalezca la coordinación en el sector del medio ambiente.

De 2000 en adelante Zambia tuvo un vigoroso crecimiento económico a una tasa promedio del 5% por año[1] . Los niveles de pobreza descendieron del 68% en 2004 al 64% en 2006, pero el 53% de la población permaneció en la pobreza extrema, que es más frecuente en los hogares encabezados por mujeres. La población rural es predominantemente pobre, con una tasa general de pobreza del 78%[2] . Los niveles de pobreza extrema también son elevados en las zonas rurales (donde se encuentran las dos terceras partes de los que viven en la pobreza extrema) y en los hogares con menos educación formal. De hecho, los hogares encabezados por personas sin educación formal tienen una incidencia de pobreza del 81% y el 70% de ellos vive en la pobreza extrema[3] .

Todavía se le hace difícil al país que todos tengan acceso a la educación, especialmente a nivel superior y terciario. En 2004 solo el 11% de la población logró completar la enseñanza secundaria superior. Este problema es más agudo en el caso de mujeres y niñas: en 2006 solo el 8,6% de las mujeres había completado la enseñanza secundaria superior[4] . Además, aunque la educación terciaria es fundamental para el desarrollo económico de largo plazo, así como para fortalecer la democracia y alcanzar la cohesión social, solo el 2% de la población había terminado el bachillerato o un grado superior[5] .

A pesar de varias medidas y programas del Gobierno para mejorar la calidad de vida, la salud de la población - un factor esencial para el bienestar social y económico - enfrenta dificultades. Hay una alta prevalencia de enfermedades infecciosas, incluso una tasa de VIH del 13,5% entre los adultos, y la expectativa de vida al nacer es de 52,36 años[6] .

El desarrollo sustentable y los problemas ambientales

Desde 2006 el Gobierno ha tenido como objetivo el garantizar la sustentabilidad ambiental: revertir el daño al medio ambiente, conservar los procesos biológicos fundamentales y asegurar el uso sustentable de los recursos naturales. Sin embargo una serie de factores limitan la posibilidad de alcanzar este objetivo, entre los cuales:

  • Los problemas de coordinación.
  • La falta de políticas integrales sobre los asuntos ambientales.
  • La poca sensibilidad pública sobre los asuntos ambientales.
  • Un marco legal inadecuado y la falta de aplicación de la Ley de Bosques de 1999.
  • Las asignaciones presupuestarias e inversiones insuficientes.
  • La poca conservación de la diversidad biológica y la limitada participación regional.
  • La inadecuada transversalización de las cuestiones del ambiente y el cambio climático en las políticas y programas de otros sectores.
  • Las demoras en la aplicación de la Política Nacional sobre el Medio Ambiente para reducir los conflictos vinculados al uso de la tierra (incluso los que se dan entre humanos y animales).

También debe abordarse el problema del cambio climático. Su principal indicador local es la modificación de los patrones de temperatura y precipitaciones. La constante tendencia a la suba de las temperaturas que puede verse en las marcas medias para 1961-2000, por ejemplo, ha tenido varios efectos negativos, entre los cuales la disminución del rendimiento de los cultivos y el mayor riesgo de transmisión de malaria en altitudes más elevadas. Esto último es especialmente importante en Zambia, donde la malaria representa el 47% de la cifra anual de muertes[7] .

No es fácil evaluar el impacto de las temperaturas más altas sobre las precipitaciones, especialmente porque el país sufre periódicamente el fenómeno de El Niño, cuya complejidad escapa al alcance de los modelos climáticos actuales. Sin embargo, el Programa Nacional de Acción para la Adaptación (PNAA) informó que en el correr de los dos últimos decenios las sequías y las inundaciones se habían vuelto más frecuentes, más intensas y de mayor magnitud[8] .

En términos de biodiversidad, según las cifras del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación, Zambia tiene 1.234 especies conocidas de anfibios, aves, mamíferos y reptiles. De estas, el 1,5% son endémicas y el 1,9% se encuentran en peligro. El país también alberga por lo menos 4.747 especies de plantas vasculares, de las cuales el 4,4% son endémicas[9] .

La biomasa del país (encima y debajo del suelo) se calcula en 5,6 mil millones de toneladas, con unas 434 millones toneladas más de biomasa de madera muerta, lo que da una estimación total de biomasa de 6 mil millones de toneladas. De esto, unas 2,8 mil millones de toneladas de carbono están almacenadas en los bosques. Por lo tanto los bosques contienen una cantidad importante (el 90%) de la biomasa aérea total del país.

La deforestación y sus impactos

En los últimos 40 años los bosques se han visto mermados por el aumento de la población, los imperativos económicos, la producción de carbón vegetal, la demanda de más tierras agrícolas y los incendios incontrolados. La tasa de deforestación que durante décadas se calculó era de unas 300.000 hectáreas por año llegó en 2008 a 800.000 hectáreas por año[10] . Entre 1990 y 2010 Zambia perdió aproximadamente el 6,3% de su cubierta forestal o unas 3.332.000 hectáreas [11] .

La explotación comercial de las maderas autóctonas comenzó durante la tercera década del siglo XX. El aumento de las actividades de minería y construcción también contribuye mucho a la deforestación. Para alimentar una población en crecimiento se ha generalizado la práctica de la agricultura de corta y quema. También está aumentando la explotación forestal. Los bosques de madera dura de las praderas occidentales, que estaban razonablemente bien conservados, han sufrido mucha presión en los últimos años[12] .

Los hogares y las industrias son importantes consumidores de recursos forestales. El principal producto comercial de los bosques autóctonos es el carbón vegetal para cocinar: el 27% de los hogares de Zambia lo utiliza como su principal fuente de energía, en tanto el 56% usa leña. El 16% de los hogares usa electricidad para cocinar y el 19,3% la usa como su principal fuente de iluminación. La industria del carbón vegetal emplea unas 50.000 personas en zonas rurales y urbanas[13] .

Los bosques son una importante fuente de sustento para las comunidades rurales. En particular, los hogares más pobres muestran una mayor dependencia (del 44%) de la leña que los que tienen ingresos mayores. La demanda de leña aumenta en forma exponencial mientras que en algunas zonas la escasez es notoria. Los hogares más pobres también dependen más de las plantas silvestres para usos medicinales y alimentación. Los productos del bosque también sirven como pasturas y para materiales de construcción como postes y paja para techos. La mayoría de los bosques se gestionan según los modos tradicionales, sin planes formales: el 41% se gestiona de forma tradicional; el 36% no tiene un plan de gestión conocido; y solo el 23% tiene planes de gestión formales (parques nacionales y reservas forestales).

Tanto los hombres como las mujeres desempeñan un papel decisivo en la gestión de los recursos naturales del país, pero la relación de las mujeres con el medio ambiente es fundamental para su vida cotidiana pues son las responsables de conseguir el agua para uso doméstico y el combustible para cocinar. Como recolectoras y usuarias de diversos productos del bosque, entre los cuales la paja para los techos, las mujeres tienen un papel fundamental en la gestión de los recursos forestales. Los altos niveles de pobreza y la falta de fuentes de sustento alternativas, especialmente en las zonas rurales, exacerban la degradación ambiental por la dependencia de los pobres en los recursos naturales para poder subsistir.

La destrucción de los bosques está llevando a la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y biomasa, la disminución de las provisiones de agua, la reducción de la productividad agrícola y la degradación del medio ambiente. También hay efectos negativos generalizados sobre la seguridad alimentaria, la provisión de fuentes de energía y el bienestar social. Las tierras de las comunidades indígenas y administradas según sus costumbres están cada vez más degradadas y deforestadas porque son donde hay más presión para darles usos alternativos. El uso de carbón vegetal y leña no solo daña el  medio ambiente sino que también es malo para la salud de las personas[14] .

El país no puede permitirse seguir perdiendo bosques al ritmo actual, entre otras razones por su importancia para la captación de carbono, que ayuda a mitigar el cambio climático.

Políticas y programas clave

En 1991 se creó el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales como institución principal de la gestión ambiental. Posteriormente para enfrentar los desafíos del sector se adoptó la Estrategia Nacional de Conservación, la Política Nacional sobre el Medio Ambiente (2007), el Plan Nacional de Acción para el Medio Ambiente, el Plan Nacional de Acción de Zambia para la Biodiversidad, la Política Forestal de 1998,  el Plan de Acción Forestal de Zambia y la Ley Forestal de 1999.

Para enfrentar la destrucción de la capa de ozono, el Gobierno promulgó el Documento Legal n.º 27 de 2001 y el país firmó y ratificó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, para preparar posteriormente un plan nacional de acción en 2002.

Entre 2006 y 2010 Zambia también implementó su Quinto Plan Nacional de Desarrollo (FNDP, por sus siglas en inglés), entre cuyos objetivos principales estaba la promoción de la gestión sustentable de los bosques a través de la participación del sector privado y la sociedad civil en la gestión de los recursos forestales. En esa época se iniciaron varias actividades relacionadas con los asuntos forestales, pero en un análisis final fue difícil observar avances por falta de datos e información. El único indicador disponible - la tasa de deforestación - mostró que los objetivos del FNDP en ese tema no se lograron plenamente. De hecho, está claro que el ritmo de destrucción de los bosques se ha acelerado.

Además, resultan inadecuados los incentivos macroeconómicos para impulsar la gestión sustentable de los recursos naturales y los desincentivos para desestimular los patrones de consumo no sustentables.

Conclusiones y recomendaciones

El desarrollo no puede ser sostenido en un medio ambiente que se deteriora, y no se puede proteger el medio ambiente cuando el crecimiento económico no toma en cuenta el costo de la destrucción ambiental. Los altos niveles de pobreza, al acceso limitado a derechos fundamentales como la educación y la salud, y la persistente degradación de los bosques significan que el desarrollo sustentable está en peligro en Zambia a pesar del gran crecimiento económico.

Por lo tanto, la Coalición Nacional de Social Watch en Zambia recomienda lo siguiente:

  • Para garantizar una gestión sustentable de los bosques, la mitigación del cambio climático o la adaptación al mismo, Zambia debe reconocer la importancia de la tenencia y propiedad de la tierra, especialmente con respecto a las tierras ocupadas por las comunidades indígenas, que representan casi los dos tercios de los bosques.
  • El Gobierno debe aprobar cuanto antes la nueva redacción de la política forestal y la posterior enmienda de la Ley Forestal de 1999.
  • Al revisar las políticas, leyes o programas existentes o al desarrollar los nuevos, se debe fortalecer la transversalización de género para garantizar que ni hombres ni mujeres se vean afectados negativamente y que se beneficien en forma equitativa.
  • Es necesario fortalecer la coordinación del sector ambiental y transversalizar los asuntos ambientales en todos  los sectores.
  • El Gobierno y otros interesados clave deben lanzar campañas masivas de educación pública sobre el medio ambiente.

 

[1] Imani Development International Ltd, 2007 Update Survey of Non Tariff Barriers to Trade: Zambia, Regional Trade Facilitation Programme, (julio de 2007).

[2] allAfrica.com, Zambia: Poverty Levels Go Down, (20 de noviembre de 2009), <allafrica.com/stories/200911200074.html>.

[3] Ibíd.

[4] R. Siaciwena y F. Lubinda, The Role of Open and Distance Learning in the Implementation of the Right to Education in Zambia, The International Review of Research in Open and Distance Learning, (febrero de 2008),  <www.irrodl.org/index.php/irrodl/article/view/481/995>.

[5] Ibíd.

[6] CIA, The World Factbook, Zambia, (mayo de 2011), <www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/za.html>.

[7] IRIN, “Zambia: Decreasing Cases Cause for Optimism”, en In Depth: Killer Number One – The Fight Against Malaria, (enero de 2006), <www.irinnews.org>.

[8] Ministerio de Turismo, Medio Ambiente y Recursos Naturales, “Formulation of the National Adaptation Programme of Action on Climate Change”, Gobierno de Zambia, UNDP Zambia y Global Environment Facility, (septiembre de 2007), <www.preventionweb.net>.

[9] Mongabay.com, Zambia Forest Information and Data, (2010), <rainforests.mongabay.com/deforestation/2000/Zambia.htm>.

[10] Comisión Europea, “Governance Profile – Zambia”, (2008),  <www.acp-programming.eu>.

[11] Mongabay.com, op. cit.

[12] Ibíd.

[13] Banco Mundial, Delivering Modern Energy Services for Urban Africa - Status, Trends and Opportunities for Commercially Sustainable Interventions, (2003),   <info.worldbank.org>.

[14] Civil Society for Poverty Reduction (CSPR), The Path Away from Poverty: An Easy Look at Zambia’s Poverty Reduction Strategy Paper 2002–2004, <www.sarpn.org.za/documents/d0000280/index.php>.

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