CAMBOYA

Publication_year: 
2009
Summary: 
Después de dos décadas de guerras, Camboya está reconstruyendo las instituciones del Estado. El crecimiento económico ha sido alto, pero el país necesita una gran inversión en recursos humanos, especialmente en áreas como educación y salud. La crisis económica mundial está teniendo efectos devastadores, poniendo en riesgo la realización de algunos programas nacionales de desarrollo. Algunas ONG defienden los derechos de los pueblos indígenas, quienes se encuentran en riesgo debido a las concesiones de tierras del Gobierno para plantaciones e infraestructura de desarrollo. Otras ONG exigen mayor transparencia presupuestaria.

CAMBOYA

Redirigir el crecimiento económico

SILAKA
Gender and Development of Cambodia
COMFREL
NICFEC
NGO Committee on CEDAW
Te NGO Forum
CEDAC
Thida C. Khus

Después de dos décadas de guerras, Camboya está reconstruyendo las instituciones del Estado. El crecimiento económico ha sido alto, pero el país necesita una gran inversión en recursos humanos, especialmente en áreas como educación y salud. La crisis económica mundial está teniendo efectos devastadores, poniendo en riesgo la realización de algunos programas nacionales de desarrollo. Algunas ONG defienden los derechos de los pueblos indígenas, quienes se encuentran en riesgo debido a las concesiones de tierras del Gobierno  para plantaciones e infraestructura de desarrollo. Otras ONG exigen mayor transparencia presupuestaria.

Entre 1997 y 2007 Camboya tuvo un crecimiento económico promedio de 9,5% anual, con un aumento de dos dígitos en los años 2005-2007. Aunque el producto interno bruto (PIB) continuó creciendo rápidamente durante la primera mitad de 2008, en los últimos meses del año la economía recibió el impacto del colapso mundial. El mercado inmobiliario local se vino abajo, y las exportaciones de vestimenta y el turismo extranjero disminuyeron, arrastrando el crecimiento de 2008 que cayó a 5,5%. Para 2009 el Gobierno había previsto un aumento de 6% del PIB, pero las instituciones internacionales son mucho más pesimistas acerca de las perspectivas del país. El Banco Asiático de Desarrollo anticipa un crecimiento de 2,5%; el Fondo Monetario Internacional un magro 0,5%; el Banco Mundial pronostica una contracción de 1%.

La economía nacional depende mayormente del turismo, las exportaciones de vestimenta, la construcción y la agricultura, todas industrias extremadamente vulnerables  a la crisis mundial. Las industrias de servicios, especialmente el turismo, son la principal fuente de ingresos, pero se espera que la reciente caída del número de visitantes extranjeros – en enero de 2009 2% respecto al año anterior – empeore en el correr de los próximos dos o tres años1.

Camboya también depende de las remesas de los trabajadores en el exterior, principalmente en Tailandia, Malasia y Corea del Sur. A partir del primer trimestre de 2009, Tailandia y Malasia cancelaron todas las importaciones de trabajo, y Corea rebajó la cuota de trabajadores camboyanos a 1.000 para 2009, 25% menos que la tasa de 20082. El empleo también cayó drásticamente en la industria de la vestimenta. En marzo de 2009, habían desaparecido 51.000 puestos de trabajo de un total de 400.000. Más del 90% de los trabajadores despedidos son mujeres provenientes de comunidades rurales, que por lo general envían la mayor parte de sus ingresos a su casa para mantener a sus hermanos y hermanas en la escuela. Las fábricas de vestimenta están operando a sólo 40-50% de su capacidad, y más de 80 fábricas ya cerraron sus puertas definitivamente. El Gobierno otorgó incentives generosos para los fabricantes de vestimenta a fin de mantener funcionando el negocio, pero no ha brindado suficiente apoyo a los trabajadores de la industria. Imposibilitados de sobrevivir con un salario mínimo demasiado escaso para cubrir sus necesidades, muchos de ellos han comenzado a volver a sus granjas.

 

En la primera mitad de 2008 los precios de los alimentos y del petróleo se dispararon, acelerando la suba del índice de precios al consumo (IPC) de 13,7% en enero de 2008 a 25,7% en mayo. Sin embargo, los precios de los bienes básicos cayeron en la segunda mitad del año y la inflación del IPC acompañó lentamente, ubicándose en 13,5% en diciembre.

El incremento repentino de los precios mundiales del arroz proporcionó una excelente ganancia a los comerciantes que contaban con arroz superavitario, pero afectó profundamente la seguridad alimentaria del 31% de la población3 – casi 4 millones de personas que no producen suficiente arroz como para cubrir sus propias necesidades4. Las personas que viven en torno al Tonle Sap, el lago más grande del país, son especialmente vulnerables porque ya se habían endeudado para lograr llegar a fin de mes. En 2008 tuvieron que vender sus activos productivos y sacar a los niños de la escuela para ponerlos a trabajar. El Gobierno respondió con un programa alimentario de emergencia por un monto de USD 40 millones para ayudar a las poblaciones vulnerables de esas provincias.

Los precios inmobiliarios se fueron a las nubes de 2005 a 2008. El Gobierno respondió con un aumento de las tasas de seguridad bancaria, de 8% a 16% (que más tarde redujo a 12% cuando la crisis financiera mundial comenzó a hacerse sentir) e introdujo medidas monetarias para desalentar a los bancos a otorgar ampliaciones de crédito para el desarrollo de propiedades. Desde 2008 los negocios inmobiliarios en Phnom Penh se han venido a pique, y ya están 30%-40% por debajo de su pico de 2008, causando graves pérdidas a los inversores5.
 
En comparación con las instituciones financieras de otras partes de la región y de Occidente, los bancos camboyanos parecen estar funcionando bastante bien. Sus tasas de interés oscilan entre 3% y 7%, dependiendo del monto y la duración de la inversión. Sin embargo, algunos economistas expresaron su preocupación acerca de los préstamos con bajo desempeño (los que están cercanos a la cesación de pagos), que alcanzan el 3,4% en Camboya, comparados con el 5,7% en el Pacífico asiático y el 1,8% en los países desarrollados6, como también por lo inadecuado de la infraestructura para ampliar el crédito a los negocios agrícolas.

Desafíos al desarrollo humano

A pesar del progreso socioeconómico reciente, Camboya sigue siendo uno de los países más pobres de Asia. Durante la década finalizada en 2007, la tasa nacional de pobreza disminuyó levemente, de 34,8% a 30,1%, pero dados los altos y crecientes niveles de desigualdad y vulnerabilidad, es probable que las crisis alimentaria y energética de 2008 hayan atrasado los esfuerzos para aliviar la pobreza.

Debido a la debilidad de los servicios de salud pública, incluso las familias de medios modestos pueden caer en la pobreza cuando uno de sus integrantes se enferma. El Gobierno introdujo varios programas para brindar atención médica gratuita para las familias pobres, pero éstos tienden a ser inadecuados y poco confiables. Los responsables de las políticas han considerado diversas opciones de redes de seguridad para la población en general, pero ninguna de ellas se ha implementado aún.

Otros indicadores de desarrollo son angustiantes, especialmente la tasa de mortalidad materna. Según la Encuesta de Demografía y Salud de Camboya se ha mantenido estancada en un nivel alto: de 432 por 10.000 nacidos vivos en 2000 a 472 por 10.000 en 2005. Cinco mujeres por día mueren al dar a luz, el mismo número de hace nueve años. El Dr. Te Kuy Seang, Secretario de Estado del Ministerio de Salud, declara que su oficina no tiene fondos para implementar su plan de aumentar en 300 el número de parteras, que se agregarían a las actuales 3.000, y construir centros de atención para madres embarazadas en las comunidades rurales.

Las niñas aún sufren discriminación, tanto en sus familias como en el sistema de educación pública. En 2007, representaban el 47% de la matrícula de enseñanza primaria, el 46% del ciclo básico de enseñanza secundaria, el 40% de la enseñanza secundaria superior y sólo el 35% de la educación terciaria. A fin de encarar esta desigualdad, el Gobierno y las organizaciones internacionales han introducido programas para brindar comidas en la escuela, internado gratuito, becas y otros incentivos para las niñas. Sin embargo, estos programas todavía no han alcanzado a toda la población.

Con la tasa de crecimiento proyectada para 2009 la probabilidad de recaudar suficientes ingresos para financiar los programas sociales planificados parece muy limitada. Por diversas razones, que van desde desastres naturales a políticas agrícolas inadecuadas, tanto la distribución de los alimentos como el acceso a ellos se está convirtiendo en un problema para una porción importante y creciente de la población. El Gobierno está proporcionando alimentos al Programa Mundial de Alimentos, que actualmente asiste a más de un millón de camboyanos. Asimismo, está modificando el presupuesto actual para aumentar la asignación al Banco de Desarrollo Rural destinada a créditos granjeros. No obstante, hasta ahora ha brindado muy poca información sobre cuánto dinero se destinará a tal efecto y de qué forma asegurará que se beneficien los más necesitados.

Las comunidades indígenas y el trabajo de las ONG

Las concesiones de tierras del Gobierno para las plantaciones de caucho usurparon las tierras ancestrales de las comunidades indígenas de Stung Treng, Rattanakiri y Mondulkiri. A pesar de la aprobación de una ley comunal en 2001, ninguna de estas comunidades logró registrar sus tierras comunales. Esta confiscación viola su derecho a su única fuente de supervivencia e identidad. También existen planes para instalar plantas hidroeléctricas que amenazan el sustento de muchas comunidades indígenas en todo el país. No se consultó a las comunidades locales respecto de la mayoría de estos planes. Las ONG locales y las organizaciones internacionales están trabajando con estas comunidades para ayudarlos a conocer sus derechos y la legislación respecto de la propiedad de sus tierras.

Mientras algunas organizaciones de la sociedad civil están brindando información para proteger a las poblaciones vulnerables, otras monitorean la apropiación de tierras de las comunidades rurales que violan los derechos humanos. Algunas ONG monitorean el presupuesto nacional, identificando discrepancias entre las prioridades políticas y las correspondientes asignaciones, y están exigiendo más transparencia. Otras se concentran en capacitar a las organizaciones de la sociedad civil para promover la participación de los ciudadanos en la gobernanza local y nacional. Un grupo de organizaciones de la sociedad civil reclama que el petróleo, el gas y la minería se administren de forma tal que aseguren la transparencia de los ingresos y la sustentabilidad para las futuras generaciones.

Camboya todavía está reconstruyendo sus instituciones económicas y políticas, que fueron destruidas por dos décadas de guerra. El país alcanzó un alto crecimiento económico pero no logró diversificar las inversiones económicas o hacer las inversiones urgentes necesarias para mejorar los servicios de educación y salud. A pesar del lento avance en la reducción de la pobreza, la falta de transparencia de las decisiones políticas y la mala administración de los asuntos del Estado siguen siendo motivos de preocupación.

1 Tith Chinda, Director General del Ministerio de Turismo, 12 de marzo de 2009.

2 Ministerio de Trabajo y Oficios, entrevista en la radio Asia Libre, 7 de abril de 2009.

3 Chan Sophal. “Impact of High Food Prices in Cambodia”. Annual Development Review 2008-09.

4 En las nueve aldeas estudiadas por el Instituto Camboyano de Recursos del Desarrollo entre 2001 y 2004, hasta 65% de los hogares no cultivaba suficiente arroz para su propio consumo.

5 Realidad Camboyana. Seng Bunna, Bunna Reality, 20 de marzo de 2009.

6  Ibid.

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