Terror, pobreza, crisis y terremotos

Association El Amel pour le Développement Social

Argelia experimenta una pobreza creciente y generalizada, así como frecuentes atentados terroristas. Los desastres naturales (sequías, terremotos e inundaciones) también azotan al país. En conjunto, constituyen las principales amenazas a la seguridad humana. Una serie de reformas económicas y la crisis política desatada a principios de la década de 1990 sólo agravaron la situación.

La seguridad humana es el principal objetivo de todas las políticas dirigidas al desarrollo social y económico. No obstante, la crisis sociopolítica de la última década representa una amenaza real para el desarrollo humano y la seguridad humana.

Tres factores se destacan como obstáculos para la seguridad humana en Argelia: terrorismo, pobreza y desastres naturales.

La seguridad pública y la amenaza terrorista

Las actividades terroristas comenzaron a principios de la década de 1990. Desde entonces, la falta de seguridad pública ha sido el principal obstáculo para alcanzar la seguridad humana. A pesar de que la Policía y las fuerzas de seguridad realizaron esfuerzos para proteger la vida de las personas y la propiedad pública y privada, miles de argelinos han muerto en los últimos 10 años. No hay acuerdo sobre el número exacto de víctimas directas del terrorismo, pero es evidente que, aunque en distinto grado, la oleada de asesinatos terroristas repercutió en todos los sectores sociales y regiones del país con las siguientes consecuencias:

·      Una gran cantidad de personas muy calificadas (escritores, docentes, periodistas, médicos y artistas) debieron exiliarse por sentirse amenazados.

·      En los lugares de las masacres se produjo un éxodo de productores agrícolas hacia las ciudades y sus periferias. Como resultado, las tierras y los bienes fueron abandonados y las condiciones de vida en las zonas urbanas se deterioraron.

·      La tensión social se exacerbó, al igual que los reclamos colectivos en casi todas las regiones del país. Las manifestaciones y los disturbios que atentan contra el orden público son comunes. En algunas regiones, la situación de desorden generalizado lleva a que muchas personas teman por su seguridad.

Las dimensiones de la pobreza

La pobreza se ha convertido en una característica permanente de la sociedad argelina, alcanzando al 20% de la población (6,3 millones). La magnitud de la misma la convirtió en un problema político acuciante.

El 8% de los argelinos vivía por debajo de la línea de pobreza en 1988. Ese porcentaje ascendió al 14% en 1995. Las personas que vivían en la pobreza extrema, que representaban el 3% de la población en 1988, aumentaron al 6% en 1995. La proporción de población en riesgo de caer en la pobreza ante un posible cambio en sus condiciones de vida, que era del 12,2% en 1988, ascendió al 22% en 1995.

Causas estructurales

El período de creciente terror y pobreza coincidió con las reformas económicas, en el contexto de las cuales se adoptaron ajustes estructurales indicados por las instituciones de Bretton Woods. También se realizaron reformas políticas que fracasaron con la anulación de las elecciones y la crisis política que comenzó a principios de la década de 1990.[1]

La violencia y la crisis política y económica amenazaron la seguridad humana y dieron pie a las contradicciones: mientras los pobres se empobrecían cada vez más, surgía una nueva clase de personas enriquecidas por la crisis y la clase media fue desapareciendo paulatinamente. Mientras las empresas estatales zozobraban, y varias incluso cerraron, los bancos y las empresas privadas florecían en medio de sospechas de corrupción y falta de transparencia.

Todas estas circunstancias, sumadas a la incompetencia institucional y a la burocracia excesiva, desalentaron la producción, la inversión rentable y el empleo. Por consiguiente, el desarrollo económico se frenó durante varios años. La desregulación del mercado laboral acentuó la ya grave situación de desempleo, existe una crisis de vivienda, se redujeron los servicios de salud, aparecieron enfermedades y epidemias, hay escasez de agua potable y se deterioró el ambiente.

Desempleo

El programa de ajuste estructural generó un deterioro considerable en la situación laboral en los últimos 10 años. Se perdieron 400.000 empleos y creció el sector informal de la economía. Un total de 2.339.450 personas está sin trabajo, de las cuales el 37,79% son productores agrícolas (884.110 personas). La tasa de desempleo asciende al 26%.

Consumo

El consumo y el gasto promedio en los hogares experimentaron cambios importantes de 1988 a 2000. Según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas, en 2000 las familias gastaron USD 22.400 millones, un promedio de USD 4.938 por hogar, y USD 745 por persona. En 1988, el gasto total era de USD 4.027 millones, un promedio de USD 132 por persona. Por lo tanto, el gasto promedio por persona se multiplicó por un factor de 5,6 en 12 años.[2]

En el mismo período, la diferencia en el poder adquisitivo entre las familias ricas y pobres también siguió en aumento: el 20% más pobre acumulaba sólo el 7,5% del gasto total, frente al 43,2% del 20% más rico.

Salud

Aunque la población recibe atención sanitaria pública y gratuita, ahora las familias más vulnerables tienen menos acceso a la atención médica, por diversas razones. El alto costo de los medicamentos y el que algunos no sean cubiertos por los sistemas de seguro médico provocó la caída en la compra de medicamentos. Entre otros factores que contribuyen a restringir el acceso de estas familias a la atención médica están la mala situación de clínicas y hospitales, los equipos obsoletos, la falta de mantenimiento, la frecuente falta de medicinas y, especialmente en el medio rural, la distancia a los centros de salud.

Los indicadores para el año 2000 muestran que el 80% de las madres recibió atención prenatal durante el embarazo, y que el 86% de ellas recibió esa atención en instituciones de salud pública. El 97% de los niños fue vacunado. En las ciudades, el 92% de los niños entre 12 y 23 meses fue vacunado, mientras que en las zonas rurales, fue vacunado sólo el 86%.

Vivienda

Según el Censo General de Población de 1998, existían 5.021.000 viviendas, de las cuales 4.102.000 (81,64%) estaban ocupadas. Aunque el número de viviendas ocupadas aumentó, el crecimiento demográfico fue aún mayor. Por consiguiente, el índice promedio de ocupación pasó de 7,14 personas por hogar en 1998 a 8,6 personas por hogar en 2001.[3]

Además, casi 3,7 millones de personas viven en viviendas insalubres, o sea prácticamente el 12% de la población. Esta elevada proporción de viviendas inadecuadas y la ausencia de zonas recreativas para niños, como parques públicos, indican un medio de vida deteriorado.

Educación

La asistencia a la escuela de niños entre 6 y 14 años asciende al 94%. El nivel educativo entre las personas que recibieron algún tipo de enseñanza se distribuye de la siguiente forma: el 39% asistió a escuela primaria, el 35% a escuela intermedia, el 19% a escuela secundaria y el 6,5% recibió una educación universitaria.

La tasa de analfabetismo sigue siendo alta, a pesar de los esfuerzos del gobierno y la sociedad civil. En 1998, el 32% de la población era analfabeta, porcentaje que descendió al 23% en 2002. El analfabetismo es mayor en el medio rural (31%) que en los centros urbanos (18%). También es mayor en mujeres (30%) que en hombres (18%), y es particularmente elevado en las mujeres campesinas (40%) frente a las mujeres urbanas (23%).

La asistencia y el rendimiento educativos y los años de enseñanza recibidos son todos factores de diferenciación social. Los hijos de familias campesinas tienen dificultades para concluir el ciclo escolar de varios años. Diferencias adicionales entre la ciudad y el medio rural, y entre ricos y pobres, significan una desventaja para estos niños cuando salen a buscar trabajo. En esta situación, los más desamparados son los más pobres, especialmente las niñas pobres que viven en el medio rural.

Desastres naturales: sequías e inundaciones

Los siguientes tipos de desastres naturales afectaron con especial fuerza a Argelia:

Sequía y desertización

Argelia padeció 10 años de una sequía que provocó graves pérdidas en las cosechas y aumentó los costos de la producción agrícola. En consecuencia, hubo que importar más alimentos. El gasto en importaciones de alimentos asciende casi USD 2.000 millones, y representa un alto porcentaje de los ingresos generados por las exportaciones. Estos fondos podrían haber sido utilizados en productos importados de mayor utilidad económica, como repuestos y equipos necesarios para la producción, o para pagar nuevas políticas de desarrollo y reducir el desempleo.

El 90% de la población vive en apenas el 12% de la superficie del país. Ante la ausencia de políticas ambientales adecuadas, la superficie de tierras cultivables se redujo por la erosión, la sequía y factores demográficos o derivados del desarrollo. Aumentó el territorio no cultivable: el desierto está invadiendo rápidamente las tierras agrícolas.

Inundaciones

A la sequía le sucedieron fuertes lluvias en diversas partes del país que causaron graves inundaciones y grandes pérdidas de vida y propiedad. Las peores consecuencias de las inundaciones de 2001 las padeció la ciudad de Argel, especialmente en el distrito de Bab El Oued. Cientos de personas murieron, muchas más fueron declaradas desaparecidas, vecindarios enteros quedaron enterrados y hubo considerables daños materiales.

Terremotos

El norte de Argelia, la parte más densamente poblada, es una zona de frecuente actividad sísmica. Sólo el último terremoto, ocurrido el 21 de mayo de 2003, causó la muerte a 2.500 personas y dejó a 30 mil familias sin hogar. Las autoridades siguen buscándoles vivienda, aunque sean las más precarias. Muchas familias perdieron sus viviendas, pero no existe información actualizada acerca de su situación.

Necesidades sociales

La sociedad argelina tiene muchas necesidades urgentes.

Con todo lo que la población ha sufrido a manos de los terroristas, garantizar la seguridad de personas y bienes debe tener prioridad entre las necesidades sociales. La sociedad exige mejores resultados a las fuerzas de seguridad.

La pobreza es un fenómeno social complejo y como tal exige una acción sostenida, dirigida a mejorar la situación actual pero también planificada a largo plazo. Sobre este asunto, y también con respecto a la educación, distintos sectores sociales expresaron distintos reclamos:

·      Revisar, actualizar y reestructurar la distribución de las prestaciones de la seguridad social, en coordinación con la sociedad civil, y con las asociaciones locales en particular.

·      Contener el desempleo fomentando la práctica de contratos de capacitación, principalmente para los jóvenes egresados universitarios, para que puedan contribuir a los ingresos de sus familias y adquirir experiencia profesional.

·      Promover microempresas entre los jóvenes facilitándoles el acceso a préstamos bancarios y simplificando la burocracia administrativa.

·      Aumentar los salarios, especialmente los de los trabajadores del sector público que son responsables de servicios prioritarios, como la salud y la educación (incluida la educación superior), para incrementar su poder adquisitivo y mejorar su nivel de vida.

·      Mejorar la calidad de la vivienda e implementar programas de vivienda de costo accesible para la mayoría de la población; obligar a las empresas inmobiliarias, los bancos y demás instituciones de ahorro a respetar las obligaciones y compromisos contraidos con sus clientes; impedir que las cuestiones electorales determinen la distribución de viviendas.[4]

·      Garantizar la educación gratuita y obligatoria, especialmente para los niños y las niñas de las familias más necesitadas y de zonas remotas, donde a menudo deben realizar una ardua labor física para sobrevivir. Separar la educación del ámbito político.

Finalmente, con respecto a los desastres naturales y sus consecuencias, la sociedad civil exhorta a realizar lo siguiente:

·      Más ayuda para las víctimas del terremoto del 21 de mayo de 2003 y para todas las víctimas de los demás desastres (inundaciones, sequías, etc.) sucedidos en distintas regiones del país.

·      Abordar los problemas ambientales incluyéndolos en los programas de desarrollo socioeconómico del país, así como en los programas educativos. Fomentar una mayor preocupación por los problemas ambientales en los distintos sectores de la sociedad.

·      Combatir actividades y prácticas que causan daños graves al ambiente, que se incrementan continuamente y son una amenaza para los grandes centros poblados; integrar a la población en las medidas para generar conciencia ambiental.

Referencias

Conseil National Économique et Social (CNES), Rapport sur le Développement Humain, Argelia, 2002.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Rapport Arabe sur le Développement Humain 2002, 2002.

Centre National d'Études et d'Analyses pour la planification (CENEAP), Enquête sur les Résultats de l’Ajustement Structurel en Algérie, Argelia, 2000.

Notas:

[1] “En las elecciones de diciembre de 1991 el abstencionismo llegó al 40% de los (…) habilitados para votar. Los resultados de la primera ronda, para la renovación de 430 escaños del Parlamento, dieron la victoria al FIS [Frente Islámico de Salvación], que obtuvo 188 bancas. (…) El presidente Chadli Benjedid renunció presionado por militares y políticos temerosos de una victoria del FIS y se instaló en el poder un Alto Consejo de Seguridad integrado por tres militares y el primer ministro. (…) En febrero, el Alto Consejo de Estado proclamó el estado de emergencia en todo el país por el plazo de un año. El ejército era contrario a toda posibilidad de compartir el poder con el FIS. En marzo de 1992 el FIS fue ilegalizado.” Desde entonces, los activistas islámicos recurrieron a la violencia y el terror. Ver Instituto del Tercer Mundo. Guía del Mundo. El mundo visto desde el Sur. 2003-2004. Montevideo: ITeM - IEPALA - Fundación Santa María, 2003.
[2] Office National des Statistiques (ONS). Enquête sur la Consommation en Algérie, Argelia, 2000.
[3] Office National des Statistiques (ONS). Résultats du Recensement Général de Population. Argelia, 1998.
[4] “Muchos argelinos aseguran que alcaldes locales y otros funcionarios corruptos distribuyen regularmente viviendas entre familiares y amigos - acusaciones que generaron disturbios fuera de las oficinas municipales en Argel”.www.miami.com/mld/miamiherald/2002/08/11/news/world/3839094.htm