Mayor inversión en desarrollo y avances de género

Youcef Benabdallah
Asociación para el Desarrollo Social El-Amel

Favorecido por la suba de los precios del petróleo, el Gobierno incrementó la inversión social, logrando avances como una importante reducción de la pobreza. A su vez, las argelinas marcan cada vez más presencia en espacios tradicionalmente ocupados por los varones.

Tras el Plan de Apoyo a la Reactivación Económica 2000-2004 (PSRE, por su sigla en francés), el Gobierno se dispone a entregar al Plan Complementario de Apoyo al Crecimiento Económico 2005-2009 (PCSCE) unos USD 55.000 millones, un monto considerable para un país como Argelia.

Los indicadores sociales deberían experimentar un fuerte progreso, dado que este presupuesto destina 25,5 % a vivienda y medio ambiente, 15,8% a desarrollo humano (Ley de Finanzas de 2005) y 22,7% a infraestructura.

Objetivo alcanzado

Según estimaciones realizadas por el Comisariado General de Planificación y Prospectiva, la proporción de población que vive con menos de USD 1 diario pasó de 1,9% en 1998 a 0,8% en 2000, esto significa que el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad antes de 2015 el número de personas viviendo con menos de USD 1 diario ya ha sido alcanzado. El porcentaje de pobreza pasó de 3,6% en 1988 a 5,7% en 1995, para disminuir a 3,1% en 2000 y a 1,6% en 2004. En términos absolutos, la cantidad de pobres de esta categoría de población pasó de 1,6 millones en 1995 a 605.112 en 2003, es decir una reducción de más de 62%.
 

Tabla 1. Incidencia de la pobreza y la pobreza alimentaria (1988-2004)

 

1988

1995

2000

2004

Incidencia (%) línea de pobreza alimentaria

3,6

5,7

3,1

1,6

Incidencia (%) línea de pobreza general

8,1

14,1

12,1

6,8

Fuente: Comisariado General de Planificación y Prospectiva.

Malnutrición infantil

Según el Consejo Nacional Económico y Social (CNES), la malnutrición en menores de cinco años, medida por la insuficiencia ponderal, avanzó sensiblemente, pasando de 9,2% en 1992 a 10,4% en 2002. Esta involución es un alerta en sí mismo, sumándole el hecho de que parece paradójica pues va a contracorriente de las demás evoluciones. El CNES está preocupado por la inflación que afecta a la canasta familiar y en particular al precio de la leche. El poder adquisitivo del salario mínimo nacional bajó, y el porcentaje del mismo necesario para comprar un litro de leche pasó de 0,16% en 1992 a 0,3% en 2002.

Beneficios del petróleo

En una visión global, estos resultados deben ser apreciados dentro de una coyuntura económica muy favorable por el espectacular aumento del precio del barril de petróleo. Los ingresos excepcionales del Estado han permitido implementar el PSRE que, según el CNES, culminó con la creación de 728.000 empleos, 63% de ellos, permanentes[1]. Esta misma fuente indica que la creación de empleo parece haber respondido favorablemente a la preocupación por el equilibrio regional, ya que el índice “empleos creados por mil habitantes” ha sido favorable para las regiones del sur, seguidas de los altiplanos. Si bien las subvenciones del Estado a políticas de empleo solo representan 0,4% del PBI – frente a cifras de 3% a 5,5% del PBI en los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico – los fondos destinados a estos programas se duplicaron entre 1997 y 2002[2].

También se dispuso un incremento de 25% del salario mínimo a partir de enero de 2004, lo que permitió mejorar el poder adquisitivo. A esto se agrega la intervención cada vez mayor del Estado en el ingreso bruto de los hogares. Estas transferencias pasaron de 16,2% en 1996 a 20,3% en 2000 y 23% en 2004. En junio de 2006, el Estado otorgó un presupuesto de más de DZD 100.000 millones (USD 1,4 millones) para mejorar el régimen de indemnización de los asalariados de la función pública. Esto permitirá elevar el salario público mínimo en 15% aproximadamente. El aumento del salario mínimo es uno de los puntos a tratarse en una reunión tripartita en septiembre de este año.

Otro de los avances logrados fue un programa de construcción de un millón de viviendas, en el marco del Plan de Apoyo a la Reactivación Económica, ya implementado en gran parte. La tasa de ocupación por vivienda pasó de 7 personas a 5,5 entre 1999 y 2004. Debería alcanzar 5 en 2009, luego de la construcción de otro millón de viviendas prevista en el PCSCE.

El progreso de las mujeres

El crecimiento más significativo de la tasa de actividad es la de la mano de obra femenina. Según el Censo General de Población y Vivienda, la tasa de actividad femenina pasó de 1,8% en 1966 a 9,6% en 1998. El Banco Mundial estimó en 27% la tasa de actividad femenina en 2001[3]. Sin embargo, la tasa de desempleo femenino aumentó de 9% en 1992 a 15% en 2003 y a 18,1% en 2004. 

Profesiones socialmente aceptadas 

Este ingreso masivo de las mujeres al mercado laboral en la última década se debe en parte a que la dinámica del sector informal atrajo a más mujeres al mercado de trabajo, y al aumento del nivel educativo de éstas. Paradójicamente, la mujer argelina parece estar más presente en los puestos de trabajo que requieren más competencias y diploma, excluyendo los puestos políticos. Algunos ramos de actividad socialmente considerados apropiados y prestigiosos para las mujeres ya se han feminizado o están en vía de ello. El principal ejemplo es el área de la salud. En la rama farmacéutica, por ejemplo, las mujeres representan 74% de los profesionales, 71% de los cirujano-dentistas, 52% de los médicos, 53% de los médicos especialistas y 55% de los residentes.

Limitada participación política

El número de parlamentarias pasó de 14 a 24 en las elecciones de 2002, representando solo 6,6% de los legisladores. Una cifra nada despreciable de mujeres ha sido nombrada en puestos clave de la administración durante 2004, por ejemplo en el seno del cuerpo diplomático y del aparato judicial. Sin embargo, estas evoluciones muy favorables no pueden disimular que la proporción de las mujeres en la representación política sigue siendo ínfima.

En el área de la microempresa, las mujeres se vinculan más a las profesiones liberales, donde alcanzaron una presencia de 39% en 2003. Ese año dirigían cerca de 25% de las microempresas del sector servicios y cerca de 21% de las del sector industrial, y empezaban a tallar en ramas de actividad tradicionalmente reservadas a los hombres, como agricultura, mantenimiento, transporte y construcción, obras públicas e hidráulicas.

Más niñas escolarizadas

Los esfuerzos hechos por el Estado para lograr una educación obligatoria y gratuita tuvieron como resultado una escolarización casi total de los niños de 6 a 12 años. La tasa de escolarización cae abruptamente en la franja entre 16 y 19 años, en que la desescolarización de los varones aumenta. Mientras tanto, la proporción de profesores por alumno en la enseñanza primaria y media sigue siendo bastante baja.

La fuerte presencia de la mujer en la escuela y en la universidad es una señal fuerte y objetiva de una reestructuración del sistema de género en el mediano plazo. La escolarización de las niñas es hoy una tendencia firme en Argelia. Las desigualdades entre los sexos ya no existen en el ciclo secundario. La tasa de escolarización de las niñas de 6 a 15 años evoluciona positivamente y más rápido que la de los varones. Como consecuencia, hubo un retroceso de la discriminación que afecta a las niñas de esta franja etaria, 91,87 de las cuales estaban escolarizadas por cada 100 varones en 2002, frente a solo 81 en 1990-1991 y 87,8 en 1999-2000. En 2006, la tasa de aprobación del bachillerato de las jóvenes fue de 62%, mientras que la tasa general fue de 52%.

En 2002, La tasa de analfabetismo en los mayores de 10 años ascendía a 26,5%, con una importante diferencia entre los medios urbano y rural (20,1% y 35,7%, respectivamente), y por sexo (13,5% en los hombres y 26,6% en las mujeres de las ciudades y 24,6% y 47% respectivamente, en el medio rural).

El Gobierno trazó una estrategia para alfabetizar entre 150.000 y 200.000 personas por año, con el objetivo de reducir a la mitad la tasa de analfabetismo de la población total antes de 2013. Asimismo, la Oficina Nacional de Alfabetización inició en colaboración con UNICEF un proyecto piloto que prioriza a las mujeres.

Enfermedades transmisibles, mortalidad infantil

En la década de 1980, Argelia entró en una fase de transición demográfica, experimentando una reducción de la mortalidad y una importante disminución del número de nacimientos. Este fenómeno va acompañado de una transición epidemiológica, caracterizada por una disminución de las enfermedades transmisibles endémicas y de las enfermedades controlables por vacunación, así como por la aparición de nuevas patologías vinculadas sobre todo al alargamiento de la esperanza de vida. Sin embargo, pese a su disminución, las enfermedades transmisibles se mantienen en un nivel preocupante.

Datos de una encuesta realizada en 2002 por el Proyecto Pan Árabe para la Salud Familiar (PAPFAM) sitúan la tasa de mortalidad infantil en 38,8 por mil, con una diferencia importante entre medio urbano (35 por mil) y rural.

Tabla 2. Situación de la salud infantil (datos por 1.000 nacidos vivos)

Indicadores

1990

1991

2000

2002

ODM 2015

Tasa de mortalidad infantil

46,8

44,9

36,9

34,7

15,6

Tasa de mortalidad de menores de cinco años

54,6

52,7

43,1

40,0

18,2

Dada la lentitud de los progresos alcanzados, parece difícil llegar a lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados para 2015. Según la encuesta, la probabilidad de deceso en niños menores de 5 años cuya madre es analfabeta, es cuatro veces más alta que la de de aquellos menores cuyas madres tienen estudios secundarios y superiores. Asimismo, el riesgo de deceso antes del año asciende casi al doble de los niños nacidos en una casa tradicional que el de los niños nacidos en edificios de apartamentos.

En materia de prevención, el programa de vacunación cubre a más de nueve niños de cada 10, en todos los tipos de vacunas. Los niños de 12 a 23 meses con todas las vacunas representan 88,9%, con una diferencia notable entre el medio urbano (91,2%) y el rural (86,1%). Por otro lado, la investigación indica que 97,1% de los niños nacidos durante los cinco años previos a la investigación poseían un carné de vacunación. Estos resultados demuestran que el sistema de salud pública tiene dos desafíos por delante: el de la calidad y el de la equidad. Un programa de lucha contra la mortalidad infantil se hizo cargo en 1985 de la vacunación contra el sarampión. La investigación del PAPFAM revela que en 2002 90,6% de los niños estaban vacunados contra el sarampión ese año, frente a 85,7% en 1992.

Conclusión

La experiencia de la reversión de los logros en derechos económicos y sociales registrados en el período 1986-1999 impone hoy la necesidad de integrar la satisfacción de estos derechos en un proceso de desarrollo sustentable y de procurar que exista un reparto equitativo de los frutos de este desarrollo. Los ingresos del petróleo significan 70% de los ingresos del Estado. Estos recursos pueden ser efímeros, de allí la necesidad de encontrar la forma de utilizarlos para garantizar la producción de recursos duraderos a largo plazo. El desarrollo sustentable supone la movilización de recursos perennes. Esto es determinante para amortiguar las consecuencias económicas y sociales ligadas a la apertura al exterior concretada en 2005, tras la entrada en vigencia del acuerdo de asociación con la UE en septiembre y una vez se haya ingresado a la Organización Mundial del Comercio.

[1] <www.cnes.dz/cnesdoc/plein25/conjt12004.doc>.

[2] Estas cifras corresponden al Programa de Empleos Asalariados de Iniciativa Local, el Programa Laboral de Mano de Obra Intensiva de Utilidad Pública, el Contrato Pre-Empleo y el Mecanismo de Actividad de Interés General.

[3] <http://publications.worldbank.org/WDI>.