Cambiar las cabezas para salvar al planeta
Published on Thu, 2011-03-17 12:46
Por Roberto Bissio
Después de décadas atacando a los gobiernos, ambientalistas, economistas, feministas y activistas sociales de todo el mundo están lanzando un llamado a fortalecer los Estados como la única manera de salvar el planeta, amenazado por crisis en el clima, el agua, los alimentos… y las finanzas. Antes que formular el habitual “llamado a la acción” y reclamar “hechos y no palabras”, dieciséis miembros del autoconvocado Grupo de Reflexión sobre perspectivas del desarrollo global formularon el lunes 7 de marzo un llamado a “cambiar la manera de pensar” sobre los temas del ambiente y la economía. El llamado tiene como destinatarios iniciales a los negociadores que están “Después de treinta años de fortalecimiento del poder de los inversores y de las grandes corporaciones a través de la desregulación, la liberalización comercial y financiera, los recortes y exenciones de impuestos, y el debilitamiento del papel del Estado, y después de la crisis financiera impulsada por el mercado, los principios y valores de la Declaración de Río (1992) y la Declaración del Milenio (2000), aprobados por los jefes de Estado y de gobierno, están amenazados y necesitan urgentemente ser restablecidos”, sostienen los firmantes. Estos principios incluyen los derechos humanos, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la diversidad, el respeto de la naturaleza y la responsabilidad común pero diferenciada de los Estados, pobres o ricos. “Los intereses empresariales no promueven estos principios y valores”. El segundo punto del documento recomienda “tomar en serio la equidad”, ya que las políticas de los últimos treinta años -o sea, desde la revolución “Las fuerzas desenfrenadas del mercado”, sostiene el llamado, “han favorecido Rescatar la naturaleza es la tercera y última de las demandas del breve llamado, lo cual sería urgente “después de más de sesenta años de calentamiento global, pérdida de la biodiversidad, desertificación, agotamiento de la vida marina y de los bosques, una crisis del agua que se acelera y muchas otras catástrofes ecológicas”. El punto de partida, en este caso, son los años cincuenta, cuando la generación del baby boom disparó el consumo de los recursos no renovables del planeta. La crisis del medio ambiente disparada por este consumo desenfrenado de los afluentes, “está afectando a los pobres mucho más que a los ricos”. Los firmantes no adhieren a las ideas malthusianas sobre el agotamiento de los recursos y sostienen, en cambio, que “existen soluciones basadas en el conocimiento, incluyendo tecnologías para restaurar los sistemas naturales y reducir drásticamente las presiones sobre el clima y el medio ambiente, mejorando al mismo tiempo el bienestar humano”. Una “economía verde” es alcanzable, argumentan, pero debe estar integrada “en un concepto holístico de la sustentabilidad”. Lo que necesitamos, concluyen, “es un cambio de estilo de vida”. Para lograrlo, “la Cumbre de Río 2012 debe reafirmar al Estado como el actor indispensable que establece el marco legal, hace cumplir las normas de equidad y los derechos humanos, y fomenta el pensamiento ecológico a largo plazo, basado en la legitimidad democrática”. * Director del Instituto del Tercer Mundo (ITeM). Firmantes del llamado El texto completo del documento está disponible en www.choike.org.
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