Egipto-Túnez: el plan occidental de ayuda financiera podría desviar los objetivos de la revolución

Manifestantes en la plaza Tahrir

Fuentes: Counter Balance (en inglés), ANND (en árabe)

Un grupo de 67 organizaciones de la sociedad civil pertenecientes a 12 países árabes expresaron su preocupación respecto a que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos apoyaron paquetes de ayuda financiera para Túnez y Egipto, en razón de que este apoyo podría dañar el proceso de transición democrática y desviar sus revoluciones económicas y sociales de los objetivos de justicia.

"El cambio democrático que persiguen los pueblos de la región no está siendo servido por el incremento en ayuda que viene ligada a condicionalidades políticas, la ulterior liberalización del comercio y la inversión, la desregulación, y las recetas ortodoxas que han contribuido a las injusticias que enfrentan los pueblos de Túnez y Egipto", señaló Kinda Mohamadieh, directora de programas en la Red de ONG Árabes para el Desarrollo.

"Estas condicionalidades no deberían ser reforzadas a través de diversas formas de asociación y paquetes de ayuda promovidas en nombre de apoyar la democracia. El camino hacia el desarrollo de cada país debe ser decidido por su propio pueblo a través de los procesos constitucionales y el diálogo nacional", agregó Mohamadieh.

La declaración fue firmada además por otros centros de coordinación de Social Watch en la región como la Tunisian Association for Human Rights (Asociación Tunecina de Derechos Humanos), la Egyptian Association for Community Participation Enhancement (Asociación Egipcia para el Mejoramiento de la Participación Comunitaria), la Human Rights Information and Training Center [Información sobre Derechos Humanos y Centro de Formación] (Yemen), la Jordanian Women's Union (Unión de Mujeres de Jordania), el National Civic Forum [Foro Cívico Nacional] (Sudán), el Espace Associatif [Espacio Asociativo] (Marruecos), la Palestinian NGO Network (Red de ONG Palestinas) y la Iraqi Al- Amal Association (Asociación Iraquí Al-Amal). 

"Los gobiernos occidentales tienden a confundir la transición hacia la democracia con una transición a la liberalización debido a que sirve a sus intereses, y no necesariamente a los intereses de los pueblos que pretenden apoyar", explicó Caterina Amicucci, de Counter Balance (Contrapeso), una coalición europea de desarrollo y medio ambiente no gubernamental que apoya la declaración.

"El Banco Europeo de Inversiones, por ejemplo, – que estará prestando la mayor parte del dinero de la UE – ha estado activo en la región durante 30 años sin resultados tangibles en el desarrollo de los pueblos. Este Banco ha sido criticado por su falta de transparencia y por centrarse en proyectos sobre combustibles fósiles", agregó Amicucci.

El grupo G8 de los países más desarrollados se reunieron en mayo de este año convocando al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a otros bancos multilaterales de desarrollo, apuntando principalmente al Banco Europeo de Inversiones (EIB, por sus siglas en inglés), al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (EBRD, por sus siglas en inglés) y al Banco Mundial a ofrecer "apoyo ... para fortalecer la gobernanza y estimular el clima de negocios" en los países post-revolucionarios del norte de África y Oriente Medio.

La Cumbre del G8 anunció que los bancos multilaterales de desarrollo podrían proporcionar más de 20 mil millones de dólares a Egipto y Túnez para el período 2011-2013. A lo largo de este período, los países del G-8 ofrecen un paquete de "profundos y abarcadores acuerdos de libre comercio e inversiones" para acompañar sus esfuerzos. La UE podría ofrecer un extra de 1.240 millones de euros a la ayuda prevista de 5.700 millones de euros para sus vecinos del sur y del este.

El presidente de la Comisión Europea, Barroso, señaló que la ayuda no fue suficiente para responder a los desafíos socio-económicos en la vecindad de la UE y que "nosotros (la UE) necesitamos hacer más para impulsar el crecimiento y el empleo ... realizando esfuerzos para acelerar acuerdos de libre comercio, concesiones específicas e instalaciones de inversión inteligente".

De acuerdo con el comunicado emitido por los 67 grupos, las instituciones financieras internacionales que ahora patrocinan el paquete de ayuda han sido las que sistemáticamente han promovido modelos económicos injustos que llevaron al empobrecimiento y la marginación de muchos en el norte de África y el Medio Oriente – y contra los cuales se levantan los movimientos pro-democráticos.

Por ejemplo, hasta septiembre de 2010, el FMI continuaba alabando "la buena gestión macroeconómica y las reformas estructurales en la última década" en Túnez e incluso exigió más de lo mismo para "contener el gasto público en salarios y alimentos y subsidios al combustible." Esos mismos modelos económicos ahora están siendo promovidos a través de las condicionalidades asociadas al nuevo paquete de ayuda.

De los 1.870 millones de euros prestados por el EIB a Egipto, entre 2006 y 2010, el 92% estaba dirigido a proyectos de energía – y las cuatro quintas partes de éste estaban dirigidas a promover los combustibles fósiles. De los 1.800 millones de euros prestados a Túnez durante el mismo período, la mitad se destinó a proyectos de energía, y el 10% se invirtió en infraestructura para transportar gas a Italia.

Si Occidente realmente desea apoyar a los movimientos democráticos en la región, los 67 grupos argumentan que podrían empezar a ayudar con: la completa eliminación de las condicionalidades políticas de la ayuda dirigida a apoyar las revoluciones de los pueblos en la región, garantizando que ésta esté dirigida a servir a las prioridades del desarrollo nacional resultantes de los procesos participativos y democráticos, la evaluación de los anteriores préstamos de bancos de desarrollo en la región, garantizar la total transparencia de cualquier nueva ayuda, realizar auditorías para las deudas contraídas por ex dictadores y cancelar deuda detestable, y permitir la evaluación y renegociación del comercio internacional y de otros compromisos económicos firmados por gobiernos anteriores.

Más información
Lea la declaración  (en inglés)