África oriental: Pastores para derrotar al hambre

Zona pastoril de Etiopía. (Photo:
Petterik Wiggers/Hollandse Hoogte.)

Fuente: Afronline

El Instituto Internacional de Investigación en Ganadería (ILRI) recomendó a los gobiernos de África oriental, donde la hambruna amenaza a 12 millones de personas, invertir en la cría pastoril, modalidad de explotación considerada retrógrada porque alienta el nomadismo, a pesar de ser la opción más económica y eficiente  para producir alimentos en las tierras áridas de la región.

Se trata de una de las conclusiones de expertos del ILRI tras evaluar la sequía que afectó a Kenia en 2008 y 2009. El informe al respecto sugiere que recurrir a la movilidad del ganado tiene más sentido que los cultivos en muchos de los territorios áridos y semiáridos que constituyen 80% de la superficie de África oriental.

Ayudar a los pastores y a sus comunidades por adelantado ayudará a toda la población a afrontar la próxima sequía, según los expertos del ILRI.

El cultivo de vegetales resulta una idea poco realista sin una irrigación intensiva, más aun en áreas donde el agua es muy escasa.

Muchos de los 70 millones de habitantes de las tierras áridas de la región se dedican a la ganadería pastoril. La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de África Oriental (IGAD) estimó que sus rebaños representan más de 90 por ciento de la carne consumida por los siete países del bloque (Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán, Uganda y Yibuti).

“Las tierras áridas del Cuerno de África [el área de la región más afectada por la sequía] son demasiado grandes como para ignorar”, dijo Jan de Leeuw,, uno de los autores del informe del ILRI. El caso de Kenia es paradigmático, “con sólo 20 por ciento de su tierra arable y con una población creciente”, agregó.

“El país no puede continuar ignorando sus tierras áridas. Algunos de los peores impactos de la sequía pudieron haberse evitado si los sistemas ganaderos de esas áreas hubieran estado bien regulados”, evaluó De Leeuw.

La mejor forma es asegurar el acceso de los hatos a las pasturas y corrientes de agua en la estación seca, lo cual resulta difícil por falta de caminos, conflictos por la tierra y la presión demográfica. El segundo problema identificado por los pastores después de éste fue la falta de una infraestructura de mercados donde ofrecer su producción.

Por lo tanto, las agencias gubernamentales que transporten grandes cantidades de pienso a las áreas áridas es una opción mucho menos eficaz que  durante las sequías que organizar la faena del superávit de ganado en el terreno y pagarles a los pastores por la carne, dándosela, a su vez, a las comunidades locales.

Los autores comentaron que la inversión en carreteras, acceso a la información y el pago a los pastores por la conservación de las especies vegetales y animales locales, entre otros servicios ambientales, podrá parecer cara en primera instancia, pero a la larga ayudará a estabilizar a las comunidades y a combatir las hambrunas

“Lo mejor es invertir en sistemas que apoyen el modo de vida pastoril más que ignorarlos y esperar que se asienten”, dijo De Leeuw. “Estas inversiones son riesgosas, pero esas áreas suministran a la población de África oriental la mayor parte de las proteínas que ingiere.”

Más información
Informe del ILRI, en inglés: http://bit.ly/pu3UPO