La prosperidad pasó de largo

“Los números duros demuestran que la prosperidad no se derrama”, dijo Roberto Bissio, coordinador de Social Watch, en el lanzamiento del Índice de Capacidades Básicas (ICB) desarrollado por esta red de organizaciones no gubernamentales. “Solía ser de sentido común afirmar que el crecimiento económico beneficia a los pobres, que ‘con la marea subirán todos los barcos, grandes o pequeños’, o que ‘el pastel tiene que crecer primero para poder repartirlo luego’”, agregó. Pero las cifras presentadas por Social Watch hoy, en vísperas de de los días internacionales de lucha contra el hambre (el domingo 16) y la pobreza (el lunes 17), parecen demostrar lo contrario.

Los avances en educación, salud y nutrición ya eran demasiado lentos en la época en que la economía mundial crecía aceleradamente. “Y ahora las personas y los países más vulnerables sufrirán desproporcionadamente las consecuencias de un nuevo estancamiento”, explicó Bissio en el lanzamiento en Países Bajos del Índice de Capacidades Básicas (ICB) desarrollado por Social Watch para evaluar la dimensión de la pobreza y que emplea indicadores sociales, sin usar el ingreso por persona como patrón.

El promedio mundial del ingreso por persona se más que duplicó entre 1990 y 2011, y el Banco Mundial asegura que el porcentaje de la población que vive con menos de un dólar diario (o U$S 1,25 ajustado a la inflación) se redujo a la mitad entre 1980 y 2005. Sin embargo, los indicadores de mortalidad infantil, partos atendidos por personal capacitado y educación primaria ponderados en el ICB muestran un enlentecimiento de los avances durante los años de prosperidad que siguieron al 2000 respecto de la década anterior.

El índice utiliza las cifras más recientes disponibles, por lo que no capta el impacto total de la crisis económica y financiera que comenzó en 2008, pues los indicadores sociales se recopilan y publican con mayor lentitud que los económicos. Sin embargo, organizaciones integrantes de la red Social Watch ya han constatado en sus países que los sectores más vulnerables de la población mundial son los que llevan la carga más pesada de la crisis.  

 

Descargar (versión pdf)        Gráfico: Social Watch

 

“La inequidad económica explica por qué unos pocos se apropian de las ganancias durante el ‘boom’. La concentración de poder que deriva de esta inequidad asegura la socialización de las pérdidas durante la crisis, ampliando aun más la brecha”, dijo Bissio.  

Los países que encabezan la lista ordenada de acuerdo con el ICB este año son Japón, Noruega, Holanda, Suiza e Islandia. Los peor ubicados son todos africanos: Chad, Sierra Leona, Níger, Somalia y Guinea Bissau. En 2000, el ICB más bajo correspondió a Afganistán, pero la falta de estadísticas confiables impidió que Social Watch evaluara la situación de ese país este año.
Por región, los números para América Latina, Asia Oriental, y Medio Oriente y África Septentrional muestran un significativo enlentecimiento al compararse la primera década del siglo XXI con la anterior. La variación en Europa y América del Norte, donde se encuentran buena parte de las economías industrializadas, ha sido marginal en los últimos 20 años, pero el ICB  en esas regiones ya está muy cerca del máximo (teórico) de 100 puntos.

Un dato positivo es que África Subsahariana, partiendo de niveles muy bajos, registró incrementos del ICB ligeramente más elevados en el periodo 2000-2011 que en la década anterior.

Entre 1990 y 2011, la cantidad de países en situación crítica ha disminuido de 42 en 1990 a solo 28 en 2011. Benín, Camerún, Eritrea, Ghana, Kenia, Malawi, Ruanda, Tanzania y Togo (en África Subsahariana); Guatemala (América Latina); Djibouti, Egipto, Marruecos y Yemen (Medio Oriente y África Septentrional); Laos y Myanmar (Asia Oriental); y Bhután e India (Asia Meridional) pasaron del nivel “crítico” al nivel “muy bajo”.

La cantidad de países con ICB de nivel “medio” pasó de 44 en 1990 a 52 en 2011. Los que ascendieron a ese nivel son, entre otros: Argelia, Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Siria y Túnez (Medio Oriente y África Septentrional); Azerbaiyán; Tayikistán, Maldivas y Vietnam (Asia Central, Meridional y Oriental); y Belice, Brasil, Colombia, El Salvador, México, Paraguay, Perú y Suriname (América Latina). El Salvador registró en este grupo el mayor aumento del ICB: 17 puntos en el período. En contraste, países como Ucrania, Bosnia y Herzegovina, y Tailandia han bajado de un ICB aceptable a uno de nivel medio.

Diecinueve países tuvieron un ICB bajo en 2011. Bolivia, Honduras y Nicaragua (en América Latina), y Cabo Verde, Zimbabwe y Swazilandia (en África Subsahariana), por ejemplo, lograron pasar de un ICB muy bajo o crítico a un nivel bajo. En este grupo de países con ICB de nivel bajo, Bhután en Asia Meridional tuvo el mayor aumento, de 28 puntos, que lo llevó de un nivel crítico a uno bajo.

El ICB se basa sobre las capacidades básicas indispensables para la supervivencia y la dignidad de las personas y pondera indicadores básicos utilizados para medir los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Milenio: la mortalidad de menores de cinco años, la proporción de partos que atiende personal especializado, y una combinación de la matrícula en la enseñanza primaria, la proporción de niños que llegan a quinto grado y la alfabetización de adultos.

Vínculos a más informacíón

Índice de Capacidades Básicas 2011 (en formato pdf)
Índice de Capacidades Básicas 2011 (en formato xls)
Evolución del ICB de 1990 a 2011: cada vez más lento
Una década perdida
Nivel de ICB por región, 1990, 2000 y 2011

Vea el ICB en un mapa interactivo