Egipto: En general, las elecciones transcurrieron en paz

Emblema del Proyecto Rakeeb

La tercera ronda de las elecciones en Egipto fue un ejercicio democrático, con escasos episodios de violencia e intimidación. La principal irregularidad fue una generalizada actividad proselitista en los locales de votación, que en algunos casos derivó en hechos de violencia esporádica. También se impidió el trabajo de observadores, según el Proyecto Rakeeb, creado por dos organizaciones de la sociedad civil. 

La metodología del Proyecto Rakeeb, denominada “tabulación paralela de votos” y diseñada por la Asociación Egipcia para el Fortalecimiento de la Participación Comunitaria (EACPE, punto focal de Social Watch) y la Asociación Egipcia para la Diseminación y Desarrollo de la Concienciación Legal, combina principios de estadística y tecnologías informáticas de avanzada con las mejores prácticas de observación electoral de todo el mundo.

Para las tres rondas de las primeras elecciones parlamentarias desde la Revolución del año pasado, el Proyecto desplegó 1.267 observadores en todo Egipto. Para la tercera vuelta, fueron 383 los ciudadanos que participaron en el programa, distribuidos en las tres gobernaciones donde se desarrolló la votación.

Los objetivos del emprendimiento fueron evaluar la justicia y transparencia de las elecciones y fortalecer la participación ciudadana en los procesos políticos.

Los informes elevados por los observadores al Proyecto Rakeeb permitieron concluir que las elecciones fueron un ejercicio democrático significativo y que se desarrollaron en paz durante los dos días en que transcurrieron, con relativamente pocos incidentes de violencia o intimidación.

Las principales irregularidades reportadas fueron la persistencia generalizada de actividad proselitista dentro de los puestos de votación y en sus alrededores, la cual derivó en casos esporádicos de violencia con participación de miembros y simpatizantes de diversos partidos, y la negativa del acceso impuesta por funcionarios de seguridad a observadores que contaban con acreditación de las autoridades electorales.

Los observadores del Proyecto Rakeeb constataron 98 incidentes de actividad proselitista, la mayoría de ellos atribuidos a los movimientos Libertad y Justicia, otros al sector Nour, y en menor medida a los partidos Al-Wasat, Bloque Egipcio, Partido Nacional Egipcio, Unión Egipcio-Árabe, Libertad, Wafd y a simpatizantes y representantes de candidatos independientes.

Los conflictos se tornaron violentos en los distritos de Dakhaliya, Qalyubia, Matrouh, South Sinai y Qena, pero en pocas ocasiones.

Los observadores notaron que, al contrario de lo sucedido en la segunda vuelta de diciembre, los funcionarios de seguridad y electorales fueron omisos en su misión de impedir la actividad proselitista, prohibida en jornadas de votación.

También preocupa al Proyecto Rakeeb que a 44 de sus observadores se les hubiera impedido el acceso a los puestos de votación o fueran expulsados de los locales a pesar de contar con autorización. Un funcionario de seguridad del distrito de Dakhaliya, incluso, amenazó con arrestar a uno de ellos.

Esta actitud viola las regulaciones electorales, el Código de Conducta del Consejo Nacional para los Derechos Humanos y los principios internacionales más aceptados de observación electoral, además de socavar la integridad del proceso de votación, advirtió el Proyecto en su informe final.

En los dos días, se constató que los funcionarios electorales no marcaron los dedos de los votantes con tinta indeleble para impedir el doble sufragio, presencia de funcionarios armados en los puestos de votación (lo cual aumenta la posibilidad de intimidación) y la ausencia de algunos ciudadanos con derecho a voto en los padrones.

Menos frecuente fue la falta de sello en las urnas, de sello y firma en las hojas de votación y la falta de garantías del secreto del voto, entre otras irregularidades.

Más información
Proyectot Rakeeb (en inglés): http://bit.ly/w0Z2Jk

Fuente
EACPE (en inglés): http://bit.ly/wuSg1j