“El futuro que queremos” sin derechos sexuales ni reproductivos

Gro Harlem Brundtland. (Foto:
Mark Garten/ONU)

Organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres manifestaron su profunda desilusión respecto de “El futuro que queremos”, documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Rio2012) celebrada la semana pasada en Brasil, informó la agencia de noticias Inter Press Service (IPS). “La omisión de los derechos reproductivos” en el texto es “lamentable” y “un retroceso en relación con acuerdos previos”, dijo la ex primera ministra noruega Gro Harlem Bruntland.

Para las activistas que asistieron a la Conferencia, resulta inevitable la comparación con la Agenda 21, aprobada en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 también en Rio de Janeiro, según Thalif Deen, jefe de la corresponsalía en IPS en la sede de la ONU en Nueva York.

Anita Nayar, de la organización Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN, por sus siglas en inglés), con sede en Manila, recordó que la Agenda 21 contenía unas 170 referencias a las cuestiones de género y un capítulo entero sobre las mujeres.

En cambio, “El futuro que queremos” incluye apenas unas 50, que fueron atenuadas y usadas como elementos de negociación por parte de los representantes gubernamentales, declaró Nayar.

“No se trata simplemente de mencionar las cuestiones de género, sino de la clara falta de voluntad exhibida por algunos estados para acordar acciones concretas, así como de un debilitamiento general de los compromisos internacionalmente acordados sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres”, agregó.

Según la activista, la omisión específica de los derechos sexuales y reproductivos fue flagrante.

Por su parte, Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra de Noruega y presidenta de la comisión que lleva su nombre y que definió hace 25 años el desarrollo sustentable como se lo concibe en la actualidad, advirtió que “la declaración de Río2012 no hace lo suficiente para ubicar a la humanidad en un sendero sustentable, décadas después de haberse acordado que esto es esencial, tanto para las personas como para el planeta”.

“Yo entiendo la frustración que hay en Río hoy”, agregó Bruntland en un comunicado publicado el jueves 21. “Es lamentable la omisión de los derechos reproductivos, que es un retroceso en relación con acuerdos previos. Sin embargo, con este texto imperfecto, tenemos que avanzar. No hay alternativa”, añadió.

Las reacciones de organizaciones de la sociedad civil fueron mayoritariamente negativas.

“La economía verde simplemente refuerza el actual modelo de desarrollo, basado sobre la producción y el consumo excesivos. Se promueven los mismos mecanismos financieros que causaron múltiples crisis desde 2008”, sin tener en cuenta los impactos negativos sobre los derechos y el sustento de las mujeres, explicó, por su parte, la uruguaya Nicole Bidegain, de la Oficina de Género y Educación del Consejo Internacional para la Educación de Personas Adultas (ICAE).

Monica Novillo, de la boliviana Coordinadora de la Mujer, expresó: “Vine a Río2012 con altas expectativas de que los gobiernos agregaran la histórica resolución sobre salud y derechos sexuales y reproductivos para jóvenes y adolescentes, adoptada en la 45 Comisión de Población y Desarrollo”.

Como Brasil desempeñó un rol clave en el acuerdo que concluyó con la declaración final, “yo esperaba que defendiera fuertemente estos derechos fundamentales en Río2012, contra una minoría de gobiernos conservadores”, dijo.

Aunque en Río+20 se reafirmaron las agendas de El Cairo y Beijing sobre población y mujeres, es tiempo de que estos acuerdos se implementen plenamente, agregó.

Gita Sen, de DAWN, lamentó que la cumbre prácticamente haya enterrado los derechos reproductivos.

“En este documento queda muy claro que hay una continua guerra contra los derechos humanos de las mujeres, lanzada por la Santa Sede (el Vaticano) junto con algunos gobiernos muy conservadores”, dijo a IPS.

Fuente
Inter Press Service: http://bit.ly/MCG0x9