Especulaciones jugosas

Foto: Alliance Sud

Numerosos gobiernos, instituciones financieras y economistas continúan afirmando que toda especulación sobre los productos agrícolas es "buena" y no tiene consecuencias sobre la fluctuación de precios. En realidad, la idea de que puedan existir “especulaciones buenas” sobre las materias primas murió en 2000, escribió Peter Niggli, director de Alliance Sud (punto focal de Social Watch en Suiza), en un comentario publicado en GLOBAL+, revista especializada en globalización y relaciones Norte-Sur.

El banco alemán Landesbank Berlin renunció en septiembre a invertir en el comercio especulativo de bienes agrícolas. Este es el cuarto banco de su país en retirarse de esa actividad. El cambio responde a una campaña de los consumidores. El Deutsche Bank, hoy bajo presión, todavía vacila. La insitutución aún quiere verificar primero si existe un vínculo efectivo entre la especulación y las fluctuaciones en el precio de los alimentos.

Según el Banco Mundial, una nueva crisis alimentaria amenaza con desatarse a fines de este año y en 2013, la tercera desde el ciclo 2007-2008. Las crisis, signadas por escaladas de precios han hundido a millones de personas en el hambre. Las causas son materia de controversia a nivel internacional.

En el primer plano resaltan los efectos negativos del cambio climático sobre los cultivos, el aumento del uso de cultivos alimentarios para la destilación de biocombustibles y la especulación relativa al comercio agrícola en los mercados financieros.

La controversia pronto llegará a Suiza. La Juventud Socialista (JS) ha puesto en marcha una iniciativa popular contra la especulación en los productos alimenticios. El proyecto tiene el propósito de prohibir las inversiones en instrumentos financieros relacionados con los productos agrícolas y alimenticios. Sin embargo, se permitirá la "especulación buena", es decir, el negocio tradicional utilizado para asegurar las entregas eludiendo las variaciones en los precios y los caprichos de las cosechas.

Numerosos gobiernos, instituciones financieras y economistas continúan afirmando que toda especulación sobre los productos agrícolas es "buena", sin consecuencias sobre la fluctuación de precios. En realidad, la idea de “especulaciones buenas” sobre las materias primas murió en 2000. Así es que Estados Unidos desreguló los mercados a futuros y el resto del Occidente lo imitó.

Antes, los productores y procesadores controlaban 80 por ciento de las transacciones en los mercados a futuros. Hoy es todo lo contrario: 80 por ciento del mercado está dominado por especuladores financieros. Como consecuencia, la relación entre los productos reales y nominales valores financieros se invierte.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha demostrado recientemente que –debido al peso de la especulación– los precios de las materias primas han sufrido por años las mismas tendencias de los mercados financieros. En otras palabras, los precios perdieron su relación con la oferta y la demanda.

Radio DRS de Suiza preguntó pidió a algunos bancos de este país si querían seguir el ejemplo de las instituciones financieras alemanas. La UBS, Credit Suisse y el Banco Cantonal de Zúrich respondieron que no: quieren seguir ofreciendo tierras de cultivo como inversiones.

Admiten, sin embargo, "estar al tanto de la cuestión y el debate político". El grado de conocimiento sobre la cuestión dependerá de la iniciativa de la Juventud Socialista y de sus clientes, así como de la curiosidad del público de saber más

Fuente
Alliance Sud (en francés): http://bit.ly/RwJId4