Acuerdo de París adoptado con “correcciones”

El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático se aprobó finalmente la noche del sábado 12 de diciembre, después de cuatro años de trabajosas negociaciones y dos horas finales de maniobras e incertidumbre.

La adopción del Acuerdo fue celebrada como "histórica" por el canciller francés, Laurent Fabius, quien presidió las negociaciones, así como por varios países que intervinieron en la sesión plenaria final.

Sin embargo, la forma en que se adoptó el Acuerdo en las últimas dos horas, empañó un proceso negociador, que hasta entonces se consideraba como ejemplar. Después del fiasco de 2009 en Copenhague, donde la presidencia danesa de la conferencia llevó las negociaciones al colapso por intentar imponer a todos un acuerdo alcanzado a puerta cerrada entre algunos países, la presidencia francesa buscó en París compromisos entre las posiciones polarizadas de los países desarrollados y en desarrollo. Los puntos más polémicos eran sobre las formas en que la “diferenciación” (entre países ricos y pobres) debía ser reflejado en el acuerdo, así como sobre la financiación y la ambición (en relación con el objetivo de temperatura).

El llamado “Comité de París” que debía negociar los últimos detalles sesionó hasta el mediodía del sábado y a las 13:30 un proyecto de acuerdo fue distribuido a todas las delegaciones. El presidente francés, Francois Hollande y el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, estuvieron presentes e hicieron discursos en esta reunión del mediodía, en lo que parecía como un esfuerzo para convencer a todas las Partes a adoptar el acuerdo sin más cambios.

Hubo aplausos atronadores en la sala de conferencias, incluso antes de que los diplomáticos leyeran el texto y el plenario de la conferencia fue convocado para las 17;30 para su aprobación final. Sin embargo, sin motivo aparente, el inicio de la reunión comenzó a demorarse.

Circularon rumores de que Estados Unidos objetaba el artículo 4.4 del borrador, donde en lo relativo a "mitigación" se decía: "Las Partes que son países desarrollados deberán (“shall” en inglés) seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de las emisiones para el conjunto de la economía. Las Partes que son países en desarrollo deberían (“should” en inglés) seguir aumentando sus esfuerzos de mitigación, y se las alienta a que, con el tiempo, adopten metas de reducción o limitación de las emisiones para el conjunto de la economía, a la luz de las
diferentes circunstancias nacionales.”

Los EE.UU. Querían reemplazar la palabra "deberán" en la primera línea del artículo por la palabra "deberían", de modo que los países desarrollados y en desarrollo fueran tratados de una manera legalmente igual. Pero en vez de plantear esta objeción púbicamente en la sesión plenaria, la solicitud estadounidense fue aceptada por la Presidencia como una más entre otras pequeñas "correcciones técnicas" anunciadas por la Secretaría.

Este procedimiento no fue visto con buenos ojos por los países en desarrollo, pero esto no se expresó durante el plenario ante el estado de ánimo entusiasta y jubiloso en la sala con aplausos atronadores y ovación de pie por la adopción del Acuerdo.

El profesor Gurdial Singh Nijar, portavoz de los Países en Desarrollo Afines (LMDC), explicó a la Red del Tercer Mundo (TWN) que en la mañana del 12 de diciembre, cuando el LMDC se reunió con Fabius, éste les explicó cómo el texto contemplaba un poco el reclamo de los LMDC sobre la necesidad de diferenciar las obligaciones entre los países desarrollados y en desarrollo. Fabius presentó oralmente a los diplomáticos del grupo de “afines” el contenido del artículo 4.4 antes de la 'corrección técnica'.

"El texto era un poco complicado, pero equilibrado y sentimos que se respetaban nuestras líneas rojas y podíamos aprobarlo y así lo hizo tambien el Grupo de los 77 y China", dijo Nijar. “Cuando fuimos a la sala, nos quedamos impactados al descubrir que los Estados Unidos se oponían al artículo 4.4 con este agrumento increíble de que era 'un error'. La Unión Europea se acercó a preguntar si podíamos cambiar el futuro afirmativo 'shall' por el condicional 'should' ('deberían' en vez de 'deberán' en español). Cuando les preguntamos por qué, respondieron que los estadounidenses habían dicho que la palabra 'shall' no seria aprobada por el Congreso. Dijimos que ya habiamos hecho tantas cosas para satisfacer a los Estados Unidos y que todo se estaba diluyendo y que en este caso la diferenciación entre desarrollados y en desarrollo era nuestra línea roja. Dijimos que era un problema interno de Estados Unidos sus relaciones con el Congreso y ellos tienen que resolverlo Finalmente aceptamos que si los Estados Unidos planteaban su problema en la plenaria lo discutiríamos. La reunión estaba detenida por esto y se comenzaba a sugerir que nostors éramos los responsables de que no culminara el proceso. Dijimos 'no'. Estábamos dispuestos a aprobar el borrador que se había distribuido. Si alguien tenía alguna objeción con el texto, deben plantear la cuestión y la presidencia debe ver cómo resolverlo y nosotros estábamos dispuestos a participar en cualquier resolución, pero hasta ese momento la delegación de Estados Unidos nunca había planteado (oficialmente) este problema...
De repente, la reunión fue convocada y el Acuerdo de París fue declarado aprobado por consenso sin ninguna discusión. Luego Fabius, desde la Presidencia, pidió a la Secretaría que leyera los errores de redacción y los aplausos comenzaron. Nicaragua pidió la palabra y gritó para ser escuchada pero fue ignorada. El martillo bajó y su voz se perdió en el aplauso. "

Tras la adopción del Acuerdo, varios países hablaron, incluyendo Nicaragua. El diplomático nicaragüense Paul Oquist expresó su sorpresa de que la Presidencia no reconociera a su país, a pesar de que él pidió la palabra antes de la adopción del Acuerdo.

Oquist dijo que "el acuerdo debilita el multilateralismo, en particular para los países pequeños. Yo no tenía la intención de bloquear el acuerdo, sino más bien a trabajar para mejorarlo. Quería hacer sugerencias sobre algunos temas que tienen que ser corregidos para que avance la humanidad. Yo quería explicar por qué no podemos apoyar el consenso ", dijo.

Nicaragua apoyó el objetivo de limitar el futuro aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados. Oquist dijo que las contribuciones determinadas a nivel nacional anunciadas hasta ahora conducen al mundo a 55 gigatoneladas (Gt) de emisiones en 2030, en lugar del máximo de 40 Gt necesario para alcanzar la meta de 2 grados C. "Tenemos que ir más allá, porque el nivel de ambición actual resulta en un mundo que se calienta 3 grados C," dijo.

Oquist también recomendó la supresión del párrafo 52 de la decisión, según el cual “el artículo 8 del Acuerdo (relativo a pérdidas y daños) no implica ni da lugar a ninguna forma de responsabilidad jurídica o indemnización " Esta cláusula fue introducida por los Estados Unidos como un quid pro quo, sin el cual no aceptaría una meción a 'pérdidas y daños' en el Acuerdo de París.

"Esto significa -dijo Oquist- legar 3 grados de aumento de la temperatura a nuestros nietos y privarlos de la posibilidad de pedir una compensación a los otros países que causaron el daño".

El presidente Fabius prometió simplemente incluir las palabras de Nicaragua en el informe de la Conferencia.

La ministra sudafricana de Medio Ambiente, Edna Molewa dijo que el texto no es perfecto, pero que “representa una base sólida desde la que podemos lanzar nuestra acción mejorada con renovada determinación”. Se debe reconocer que el Acuerdo de París crea nuevas obligaciones legales a los países en desarrollo que no tenían antes, dijo.

"Una vez más, se nos ha pedido a los países en desarrollo que tomemos esta responsabilidad sin compromisos firmes de proveer el apoyo que nos permita contribuir nuestra parte justa. Para que nuestros esfuerzos para combatir el cambio climático tengan éxito, es fundamental que los países desarrollados aumenten significativamente la ambición de sus acciones y aseguren que las mejoradas acciones de los países en desarrollo cuenten con el apoyo adecuado", dijo la ministra sudafricana.

El ministro indio de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático, Prakash Javadekar, dijo que el Acuerdo de París reconoce los imperativos de desarrollo de la India y otros países en desarrollo y apoya su derecho al desarrollo y sus esfuerzos por armonizar el desarrollo con el medio ambiente, al tiempo que se protegen los intereses de los más vulnerables.

Agregó que el acuerdo reconoce de manera inequívoca el imperativo de la justicia climática, y se ha basado en los principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas (CBDR). El acuerdo también reconoce la importancia de los estilos de vida sostenibles y los patrones de consumo sostenible, agregó.

El ministro dijo que el acuerdo diferencia entre las acciones de los países desarrollados y en desarrollo. "La India ha dicho consistentemente que el camino hacia la ambición climática debe ser pavimentado con equidad. Estoy feliz de que el Acuerdo ha reconocido esto", dijo Javadekar.

Agregó que el acuerdo podría haber sido más ambicioso. "Compartimos la preocupación de varios amigos que este Acuerdo no nos pone en el camino para evitar el aumento de temperatura por debajo de 2 grados y que las acciones de los países desarrollados están muy por debajo de sus responsabilidades históricas y acciones justas pero en el espíritu de lograr un compromiso estuvimos de acuerdo", dijo Javadekar.

El viceministro de la Comisión de Desarrollo y Reforma de Estado de China, Xie Zhenhua, celebró la aprobación del Acuerdo de París. Reconoció que “el acuerdo no es perfecto y algunas áreas necesitan mejoras”. No obstante, dijo, esto “no nos impide dar el paso histórico hacia adelante”.

"El Acuerdo de París que hemos logrado hoy es un acuerdo justo y equitativo, integral y equilibrado, muy ambicioso, duradero y eficaz, con carácter jurídicamente vinculante. Refleja una señal fuerte y positiva de que el mundo va a lograr bajas emisiones de carbono, el desarrollo verde y el desarrollo sostenible ", añadió.

"Me gustaría hacer hincapié en la necesidad de que los países desarrollados cumplan sus compromisos en la prestación de las finanzas, la transferencia de tecnología y la creación de capacidad para establecer un esfuerzo sólido para las acciones de mejora a partir de 2020 ", dijo el ministro Xie.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que el Acuerdo de París "es una tremenda victoria y traza un nuevo camino". Dijo que "ayudará al mundo a prepararse para los impactos del cambio climático que ya están aquí y también para aquellos que sabemos que vienen de manera inevitable. Llegamos a un acuerdo que, si se aplica a nivel mundial, nos ayudará a la transición a una economía global de energía limpia y evitará las peores consecuencias devastadoras del cambio climático".

Kerry dijo que "estamos enviando un mensaje crítico al mercado mundial. Muchos de nosotros sabemos que no serán los gobiernos quienes realmente tomen las decisiones y desarrollen los productos, o las nuevas tecnologías ... será el genio de el espíritu americano; serán las empresas desencadenadas porque 196 naciones están diciendo a los negocios globales que tenemos que avanzar en esta dirección que creará la investigación y desarrollo y los próximos productos que vendrán y cambiarán nuestras vidas", agregó .

La Unión Europea señaló que el Acuerdo es una verdadera proeza de la Presidencia de la conferencia en el logro de un frágil equilibrio. Dijo que se trata de un acuerdo histórico y añadió que Europa está firmemente comprometida con sus compromisos financieros y pronta a traducir el Acuerdo en acciones concretas para transformar las sociedades.

Por Meena Raman y Hilary Chiew, con aportes de Indrajit Bose.

Fuente: SUNS #8156 south-north development monitor.