Financiar los sistemas de protección social para todos

El compromiso internacional es explícito y ambicioso: "Poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos, incluidos niveles mínimos, y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los vulnerables" (meta 3 del ODS 1). Los sistemas de protección social comprenden planes contributivos y no contributivos para los niños, las personas en edad activa y la tercera edad como, por ejemplo, las subvenciones para la infancia, el seguro médico o los programas de pensiones. Los niveles mínimos de protección social proporcionan al menos un nivel básico de seguridad de ingresos y acceso a los servicios de salud para todos los residentes y para todas las principales contingencias a lo largo de la vida, tal como se define en la Recomendación de la OIT sobre los pisos de protección social de 2012 (n.º 202). La protección social es un instrumento clave para erradicar la pobreza y proporcionar a las personas acceso a oportunidades para llevar a cabo una vida autónoma y digna. Los sistemas nacionales de protección social también pueden contribuir al logro de otros ODS, como la seguridad alimentaria, la buena salud, el trabajo digno, la igualdad de género, la reducción de las desigualdades y la cohesión de las comunidades.

El objetivo de protección social es ambicioso, ya que existe una gran brecha entre el compromiso y la situación actual. El Informe Mundial sobre la Protección Social 2017-2019 de la OIT muestra que solo el 29 por ciento de la población mundial está cubierta por una protección social adecuada.2 Sin embargo, además de los países que ya cuentan con sistemas completos de protección social, muchos otros países podrían permitirse completar al menos sus Pisos de Protección Social (PPS).

Fuente: Informe Spotlight 2018 sobre Desarrollo Sustentable.