Aportes de Social Watch a la Comision Stiglitz sobre Reformas al Sistema Financiero y Economico

Social Watch es una red de coaliciones ciudadanas en más de 70 países que monitorea los compromisos de los gobiernos y las organizaciones internacionales referidos a la erradicación de la pobreza y el logro de la igualdad de género. Social Watch ha venido informando sobre la temática del desarrollo cada año desde 1995, y en ese proceso hemos abordado frecuentemente los temas relacionados con las finanzas mundiales y su gobernanza. En particular, el informe 2006 de Social Watch se titulaba: “Arquitectura imposible: por qué la estructura financiera no le sirve a los pobres y cómo rediseñarla para la equidad y el desarrollo”. El informe 2008 titulado “La única llave” examina la relación entre los derechos humanos y las reglas económicas (y la desregulación) que trajo la globalización. Social Watch participó activamente tanto en la conferencia de Monterrey en 2002 sobre Financiación para el Desarrollo como en la conferencia de seguimiento de Doha en 2008.

A partir de esa experiencia y de la evidencia proveniente de los grupos de base, el Secretariado de Social Watch formuló las siguientes

10 medidas para combatir la recesión mundial y rescatar a los pobres

  1. Invertir en la gente
    Los paquetes de estímulo anticíclicos para reactivar la economía deberían invertir al mismo tiempo en recursos humanos, mejorando la infraestructura educativa y de salud y la provisión de servicios esenciales como agua potable, saneamiento y electricidad.
  2. Promover los derechos humanos
    Los derechos humanos, incluyendo la igualdad de género, el pleno empleo y el trabajo decente, y los medios necesarios para lograr la “dignidad para todos y todas”, no deberían mencionarse sólo en el preámbulo de los acuerdos internacionales, sino que deberían establecerse mecanismos que aseguren el cumplimiento y que obliguen a las corporaciones globales y organizaciones internacionales a hacerse responsables por sus compromisos de derechos humanos. Este incluye impedir que el espacio de política nacional sea erosionado por las condicionalidades políticas que socavan los mecanismos democráticos de gobernanza como la supervisión parlamentaria. La falta de monitoreo y de regulación por parte de las autoridades responsables es una de las causas principales de la actual crisis financiera.
  3. Economía verde
    Reconstruir una economía verde global que respete y proteja nuestros bienes mundiales comunes, que prevenga un mayor calentamiento global y asegure un ambiente sustentable, seguro y limpio para las futuras generaciones. En este contexto, la introducción de un impuesto a las emisiones de carbón puede ser una medida eficiente no sólo para combatir el calentamiento global sino también para compensar a los países en desarrollo por las asimetrías adicionales provocadas por el aumento de los subsidios y el proteccionismo de los países desarrollados.
  4. Comercio
    Las medidas de liberalización y desregulación de los servicios financieros incluidas en los acuerdos comerciales y de inversión bilaterales y multilaterales deben ser revisadas. La ronda de negociaciones comerciales de Doha debería separar los acuerdos sobre servicios financieros del paquete de “emprendimiento único”, de modo que cualquier ganancia para los países en desarrollo en el acceso a los mercados no se vea socavada por una mayor vulnerabilidad introducida al ser obligados a entregar el control sobre los mecanismos claves de control financiero y monitoreo.

    Todas las negociaciones comerciales vigentes tanto a nivel multilateral como bilateral deben dejarse en suspenso hasta que se implementen las protecciones necesarias para resguardar al sistema financiero de futuros choques, y hasta que se logre un mejor entendimiento de los vínculos entre la política comercial y la estabilidad financiera actual. Tanto los tratados comerciales bilaterales como multilaterales (GATS) que piden la desregulación de los servicios financieros y la eliminación de los requisitos de desempeño para las inversiones extranjeras deberían ser negociados nuevamente.

  5. Detener las fugas: Controlar los flujos de capital
    Deben introducirse nuevamente medidas de control de capital, como los requisitos de depósito para desalentar a inversionistas especulativos de corto plazo como parte de las herramientas disponibles para gobiernos a fin de evitar fugas de capitales y ataques especulativos. La fiscalización de las transacciones financieras internacionales, en la forma de un Impuesto a las Transacciones Monetarias o Financieras puede ayudar a generar los recursos necesarios para “rescatar a los pobres”. Además, son necesarias medidas políticas coordinadas para permitir controlar actividades ilegales que generan pobreza, desde el lavado de dinero y la evasión fiscal hasta la transferencia de precios del comercio entre empresas y la corrupción.
  6. Nacionalizar los bancos
    Las instituciones financieras que “fracasan demasiado” y desempeñan un papel tan vital para la verdadera economía que merecen ser mantenidas en actividad con el dinero de los contribuyentes, mientras el Estado se arriesga a garantizar los depósitos, deberían de hecho estar bajo estricta supervisión gubernamental, con límites impuestos a las compensaciones de los ejecutivos y a las liquidaciones de dividendos. Los accionistas que exigen que se socialicen las pérdidas no tienen ninguna autoridad moral para privatizar las eventuales ganancias y esas instituciones, por tanto, deberían estar sujetas a las reglas de transparencia y responsabilidad de otros servicios estatales.
  7. Cooperación fiscal
    Deben clausurarse las jurisdicciones secretas, el sistema bancario sombra y los centros financieros offshore (OFC por su sigla en inglés) como forma de eliminar la evasión fiscal transnacional y la fuga de capitales y limitar el alcance de futuras evasiones fiscales, a fin de movilizar los muy necesarios recursos para el desarrollo sustentable. Para comenzar, debe desarrollarse una sólida regulación de las transferencias bancarias a los OFC. En última instancia, es necesaria una organización fiscal internacional bajo los auspicios de las Naciones Unidas para el control democrático de los impuestos, es decir, para combatir la competencia fiscal, la evasión fiscal y la fuga de capitales corrupta. Para comenzar, el Comité de Asuntos Fiscales de Naciones Unidas debería ser mejorado considerablemente.
  8. Reforma de las IFI
    La estructura de las IFI debería replantearse para reflejar el equilibrio actual del poder económico y político en el sistema global. Además, deberían implementarse mecanismos de capacitación técnica para asegurar una participación más eficaz de los PMA en los procesos de decisión en cuanto a las IFI tanto a nivel nacional como multilateral. El mandato de las IFI debería ser reducido a su objetivo original de ser los garantes de un sistema económico y financiero estable, sin inmiscuirse en el espacio político de los países en desarrollo, sobre todo en cuanto a políticas sociales, laborales y ambientales.
  9. Mecanismo para la deuda
    Establecer un proceso internacionalmente aplicable, transparente, imparcial e integral para resolver crisis de deuda, para juzgar qué deuda no es sustentable o legítima y asegurar que las obligaciones internacionales de derechos humanos toman precedencia frente al servicio de la deuda. Además, establecer pautas para que los préstamos sean responsables, democráticos y justos, y que promuevan el desarrollo sustentable y equitativo.
  10. Negociaciones inclusivas
    Las negociaciones para una nueva arquitectura financiera y económica internacional deben ser totalmente inclusivas, por lo tanto las Naciones Unidas deben estar en el centro de ellas, con el objetivo de introducir una arquitectura financiera equitativa y sustentable a fin de permitir una representación democrática fuerte y la participación de los países en desarrollo en la toma de decisiones – incluso iguales derechos de votación. También deberían permitirse las opiniones de la sociedad civil durante el proceso de negociación. El G-20 y G-8 no son los foros legítimos para resolver la crisis financiera.