Czech Republic

A principios de 2009, el Gobierno checo reconoció que el país no escaparía a los efectos de la crisis financiera global, tal como había intentado convencer previamente a sus ciudadanos. Sin embargo, no tomó medidas para proteger a los más vulnerables de los efectos perjudiciales. En la escena política se percibe un flagrante aumento de la corrupción, mientras que la sociedad está profundamente afectada por la inequidad, la discriminación, el racismo y la segregación. La exportación de armas está en alza, en contradicción con los objetivos de la política exterior oficial de apoyo a los derechos humanos, al desarrollo y la asistencia con ayuda humanitaria.
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JEDINÁ CESTA ZE SOUČASNÉ EKOLOGICKÉ A EKONOMICKÉ KRIZE JE INVESTOVAT DO LIDÍ
El año pasado el presidente Vaclav Klaus proclamó que el país estaba viviendo un muy buen momento, con “fe en el presente”. Aquella euforia se está evaporando ahora que la economía comienza a mostrar signos de debilidad. La reforma de las finanzas públicas, como la rebaja de impuestos para los más ricos y el aumento del impuesto al valor agregado de los artículos básicos, han creado nuevas cargas para los pobres. Para algunos grupos marginados, como el de los romaníes, la situación se ha vuelto tan difícil que han empezado a emigrar. Un ascpecto positivo es que el país ha hecho algún progreso – aunque insuficiente — para disminuir la brecha de género.
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