Brasil: Regalías mineras a debate en un "petit comité"

Mina a cielo abierto de la empresa
Vale. (Foto: Agência Vale)

Fuente: Inesc

El aporte económico de las compañías mineras a los países donde operan y el destino de esos fondos debería interesarle a toda la sociedad, en especial a los movimientos y organizaciones que luchan por los derechos sociales y ambientales. Pero en Brasil éste no parece ser un asunto prioritario y el debate se restringe a expertos en ámbitos gubernamentales, según Alessandra Cardoso, asesora del Instituto de Estudios Socioeconómicos (Inesc, uno de los puntos focales de Social Watch en este país).

Empresas mineras firmaron con el gobierno de Perú, segundo productor mundial de cobre y zinc y primero de plata, un acuerdo por el cobro de un impuesto sobre el lucro excepcional de estas compañías, según informó la publicación brasileña Valor Econômico la semana pasada. Se prevé una recaudación de 1.100 millones de dólares, poco más de la mitad de lo que pretendía la administración. Para las empresas mineras extranjeras, entre ellas Valle y Votorantin Metales, el acuerdo representó cierto alivio, pues esperaban verse obligados a desembolsar mucho más, en parte por el aumento de la cotización internacional de los metales.

Pero en un artículo publicado en el sitio de Inesc en Internet, Cardoso evaluó que la medida es relevante para la regulación del sector y un avance hacia la vinculación de estos aportes al financiamiento de gastos sociales orientados a la reducción de la pobreza, en la que están sumergidos casi la mitad de los 30 millones de habitantes de Perú.

En el seminario "Alternativas al Extractivismo", celebrado en Lima este año, el economista peruano Javier Iguiñiz señaló que el modelo de desarrollo económico del gobierno del entonces presidente Alan García de su país depende de la explotación desmedida de recursos naturales, y que debe reemplazarse con otro modelo que beneficie a la mayoría de la población.

La actividad extractiva debe cooperar mucho más con impuestos, divisas y tecnología, que, a su vez deben utilizarse no solo en la ciudad, como es habitual, si no también en áreas rurales y para apoyar a empresas pequeñas y microempresas.

Los peruanos "somos muy pocos considerados con el uso de los recursos y en compartirlos con nuestra misma sociedad”, lo cual constituye un caso de “egoísmo en cuanto a la distribución" de esos bienes, concluyó Iguiñiz.

En cuanto al panorama brasileño, según Cardoso, "infelizmente, el debate sobre el retorno a la sociedad" de las ganancias de las firmas mineras "no parece ser todavía un tema prioritario. Durante la campaña electoral, la entonces candidata a la presidencia Dilma Roussef se comprometió a revisar el marco regulatorio del sector minero, que incluiría un aumento de las regalías", que en este país son "de las más bajas del mundo".

"Pasados ocho meses de gobierno, el asunto parece restringido a un 'petit comité'", agregó la experta. "Por un lado, las empresas mineras hacen un cabildeo pesado para mantener sin cambios las reglas del juego y preservar sus estratosféricos lucros, y, por el otro, el gobierno sigue titubeando políticamente y sin una presión social que le exija una postura más firme. Es en este escenario que el prometido proyecto de ley de Compensación por la Exploración de los Recursos Minerales hasta ahora no está encaminado en el Congreso" legislativo, sostuvo la asesora de Inesc.

Según Cardoso, existe un "debate público", pero "bien selecto", en la Secretaría de Geología, Minas y Transformación Mineral del Ministerio de Minas y Energía, hacia un "nuevo modelo" que implicaría "una distribución más justa de la riqueza producida por la minería, así como estimular el desarrollo de las regiones productoras".

"Esta cuestión y esta disputa deberían interesar a toda la sociedad, en especial a los movimientos y organizaciones que luchan por los derechos sociales y ambientales", justo en tiempos en que el lucro minero se multiplica: el aumento de las ganancias entre enero y junio de este año fue 131,4% mayor al del mismo periodo de 2010. "Pero no es un avance sólo elevar las regalías, sino que también es preciso rediscutir su distribución y su función: cómo se reparte entre las entidades de la federación, cuáles son las prioridades para la aplicación de estos recursos y cómo se le da más transparencia y se garantiza el control social sobre la aplicación de esos fondos."

"De no ser así, estaremos como hoy, viendo cómo se concentran estos recursos en pocos municipios y se aplican sin transparencia ni compromisos o garantía (de respeto de) los derechos" de las comunidades, consideró Cardoso.

"El contexto social y político de Perú, donde se discute la regulación del sector concentrando la atención en el retorno de esta riqueza con objetivos concretos como la reducción de la pobreza, resulta una oportunidad óptima para que nosotros discutamos también aquí las condiciones sobre las qe permitiremos que nuestras riquezas naturales sean explotadas. Vincular este debate al aun más amplio sobre la necesidad de elevar la inversión social y para la preservación del ambiente y de nuestra enorme biodiversidad es una oportunidad que estamos dejando pasar", concluyó la experta.

 

Más información

Plan para aumentar regalías por minería recibe críticas: http://bit.ly/pI99pZ

América Latina: El extractivismo, una ilusión de desarrollo: http://bit.ly/qw18Br