Desigualdad de acceso

Publication_year: 
1998
Anna Rose Bordon
Research Associate Action for Economic Reforms (ACTION)

Las estadísticas revelan que la pobreza absoluta ha declinado en el período comprendido entre 1985 y 1994 Sin embargo, la inequidad en Filipinas ha aumentado desde 1995. Una característica notoria de los intentos por aliviar la pobreza en este país, es la tendencia a que los beneficios caigan en las manos equivocadas.

Después del crecimiento económicorelativamente estable experimentado en los pasados cuatro años,las interrogantes para Filipinas deberían ser, en primertérmino, si este crecimiento ha hecho disminuir la pobreza y, ensegundo lugar, si el crecimiento ha sido parejamente distribuidoentre la población. Aunque estas preguntas pueden parecerredundantes, hay razones para hacer énfasis en sus rasgosdiferenciales. En tanto que la primera fue centro de recientesdebates sobre política (Banco Mundial, 1996, A National Strategyto Fight Poverty, 1990s), la segunda ha sido en su mayor parteignorada. Más aún, la pobreza relativa a menudo es consideradaun problema serio sólo en los países desarrollados; los paísesen vías de desarrollo están más preocupados con el nivel depobreza absoluta.

Una razón para distinguir entre la pobreza yla falta de equidad es el funcionamiento conflictivo de susrespectivos indicadores.. Esto es atribuido al cese de los ciclosde euforia por la prosperidad repentina que han azotado alas Filipinas. Sin embargo, los registros del gobierno no invitana alardear. Si bien la pobreza absoluta ha declinado y el índicede pobreza bajó pronunciadamente a 35,5% en 1994, el coeficientepara el ingreso promedio del 20% más rico y el 20% más pobreaumentó en el período 1988-1991 (ver Cuadro 1).

Técnicamente, pobreza y desigualdad sonconceptos diferentes. Es posible concebir una situación dondetoda la gente sea igualmente pobre. En ese caso, la políticadebería tener como meta el crecimiento económico. Cuando lapoblación se divide entre ricos y menos ricos, laredistribución se convierte en un objetivo más deseable. En lopaíses en vías de desarrollo, esta distinción se esfuma dadoque tanto la pobreza como la desigualdad se hacen presentes; lapobreza puede ser causada tanto por un mal funcionamientoeconómico como por una desigual distribución de la riqueza.

Cuadro 1. Estadísticas de pobreza ydesigualdad en Filipinas.

PERIODO

COEFICIENTE DE INGRESO PROMEDIO DEL 20% MAS ALTO AL MAS BAJO

INCIDENCIA DE LA POBREZA 1985

1985

9,96

44,2

1988

9,96

40,2

1991

11,29

39,9

1994

10,57

35,5

Fuente: Encuesta de ingreso y gasto porhogares

Los datos sustentan las conclusiones de losacadémicos de que la reducción de la pobreza (en términos deincidencia, profundidad y severidad) ha sido mayormente producidapor el crecimiento y no por la redistribución (Balisacan,1997). Se deriva de esto que los individuos de ingresoselevados han recibido una parte mayor de las ganancias fruto delcrecimento que aquellos grupos de ingresos bajos. Aunque algunosde los pobres han conseguido escapar de la pobreza, la inequidadha crecido.

Los programas para aliviar la pobreza a travésde la redistribución, en especial los esfuerzos pararedistribuir la tierra a través del Programa Comprensivo deReforma Agraria, no obstante lo mucho que le han costado a lasociedad, han tenido escaso efecto. Otro programa -un subsidio alarroz- está drenando millardos de los cofres nacionales, yendola mayoría de los beneficios a los hogares con ingreso medio.Esto refuerza la extendida sospecha de que el gobierno estáatendiendo poco la desigualdad.

Dado que el crecimiento económico ha conducidoa la reducción de la pobreza ¿deberíamos concentrarnos en elcrecimiento y olvidar los tan poco efectivos como costososprogramas de redistribución? Una mirada, sin embargo aldesempeño de los demás países asiáticos en cuanto areducción de la pobreza revela que Filipinas empalidece en lacomparación. Desde 1987 a 1993, varios estados de Sudasia y elPacífico han reducido la pobreza a un promedio de 1,6% por año;Filipinas ha promediado tan sólo 1,0% en el período comprendidoentre 1985 y 1994. Esto no debe sorprender ya que los estimadosde elasticidad de pobreza en este país tienden a ser bajos, yesto implica que la habilidad de la economía para transformar elcrecimento en reducción de la pobreza es débil (Balisacan yBacawag, 1997).

De esto se puede extrapolar que al individuopobre promedio le ha de llevar 15 años poder cruzar la línea depobreza. Y eso asumiendo que el PBI por persona crece a unpromedio de 3,2% cada año. (Balisacan and Bacawag, 1994).Una tasa de crecimiento del 5% podría acortar este lapso a 10años. De hecho, existe abrumadora evidencia de que, para lograruna rápida reducción de la pobreza, el crecimiento debe seracompañado por la redistribución.

Es de notar que la relación de U invertida(atribuida a Kuznets), entre crecimiento e inequidad queestablece que desde el inicio deben estar positivamentevinculadas puede no ser válida para Filipinas. Se puede alcanzarcrecimento con una menor desigualdad. El pensamiento imperanteindica que lo que en verdad importa no es el crecimiento sino lacalidad de éste.

Cuadro 2. Coeficiente Gini de Concentraciónpor Región.

REGION

1985

1988

1991

1994

FILIPINAS 0,4466 0,4446 0,4680 0,4507
NCR 0,4146 0,4258 0,4282 0,3967
CAR   0,3741 0,4372 0,4100
Región I 0,4011 0,3743 0,4039 0,3814
Región II 0,3856 0,3962 0,4172 0,4058
Región III 0,3992 0,3861 0,3986 0,3630
Región IV 0,4058 0,4034 0,4238 0,4016
Región V 0,3798 0,3876 0,3910 0,4116
Región VI 0,4499 0,4080 0,4031 0,4063
Región VII 0,4537 0,4602 0,4604 0,4417
Región VIII 0,3904 0,4041 0,4149 0,4198
Región IX 0,3947 0,4087 0,4057 0,3861
Región X 0,4539 0,4424 0,4380 0,4157
Región XI 0,3932 0,4019 0,4348 0,4114
Región XII 0,3709 0,3583 0,4050 0,4280
ARMM     0,3197 0,3125

Fuente: Autoridad Nacional en DesarrolloEconómico

El Cuadro 2 muestra estadísticas de pobrezabasadas en el ingreso para el país. Revela que la mayoría delos pobres residen en la Region Tagalok sureña (Region IV). Sinembargo, cuando la pobreza es medida en términos de poblacióntotal de hogares, Bicol (la Región V) y la Región Autónoma deMindanao (ARMM) encabezan la lista. Si bien la NCR no tiene losnúmeros más bajos de pobres en términos absolutos, sí tieneel más alto registro en término de porcentajes. En tanto lapobreza absoluta bajó a nivel nacional, algunas regiones (ARMM yCAR) experimentaron un crecimiento de la incidencia de la pobreza(ver cuadro 3)

Cuadro 3. Umbral anual de pobreza eIncidencia de la pobreza sobre las familias por región.Todas las áreas: 1985, 1988, 1991, 1994

Región

Umbrales anuales de pobreza per capita

Magnitud de familias pobres

Incidencia de familias pobres

 

1985

1988

1991

1994

1985

1988

1991

1994

1985

1988

1991

1994

                         
FILI
PINAS

3.744

4.777

7.302

8.885

4.355.052

4.230.484

4.780.865

4.531.170

44,2

40,2

39,9

35,5

                         
NCR

4.527

6.576

9.286

11.230

301.973

310.284

217.602

141.671

23,0

21,6

13,2

8,0

AONCR

3.617

4.489

6.982

8.509

4.053.079

3.920.200

4.563.263

4.389.499

47,5

43,1

44,2

39,9

Región
I

3.775

4.934

8.060

10.022

267.044

280.394

325.145

338.327

37,5

44,9

48,4

47,9

Región
II

3.448

4.573

7.035

8.316

174.844

177.072

211.839

185.708

37,8

40,4

43,3

35,5

Región III

3.895

5.242

8.173

9.757

264.811

304.313

371.817

321.212

27,7

29,3

31,1

25,2

Región
IV

3.794

4.832

8.075

9.537

524.839

527.360

612.213

514.527

40,3

41,1

37,9

29,7

Región V

3.434

4.144

6.385

8.319

404.751

402.522

452.777

483.954

60,5

54,5

55,0

55,1

Región VI

3.675

4.344

6.403

8.197

528.098

472.909

484.505

487.794

59,9

49,4

45,3

43,0

Región VII

3.305

3.711

5.585

6.425

449.760

388.571

377.448

311.889

57,4

46,8

41,7

32,7

Región VIII

3.283

3.818

5.138

6.444

334.751

292.953

264.906

262.859

59,0

48,9

40,1

37,9

Región
IX

3.521

3.793

6.351

7.074

268.872

208.710

238.022

227.259

54,3

38,7

49,7

44,7

Región
X

3.546

4.523

6.433

7.938

300.226

279.900

363.231

361.057

53,1

46,1

53,0

49,2

Región
XI

3.645

4.876

6.544

8.201

309.532

318.117

383.368

357.615

43,9

43,1

46,2

40,3

Región XII

3.673

4.147

7.321

8.971

225.551

177.807

209.458

216.275

51,7

36,1

57,0

54,7

CAR  

5.116

8.332

10.853

 

89.572

111.030

122.942

 

41,9

48,8

51,0

ARMM    

7.450

8.889

   

157.507

198.081

   

50,7

60,0

Fuente: Estudio sobre Ingreso y GastoFamiliar

Un estudio de las estadísticas de desigualdad,realizado por Balisacan y Bacawag (1994), sostiene que lasvariaciones en el ingreso, ya sea al interior de los sectores ,ya sea al interior de las localidades, dan cuenta deaproximadamente el 80% de la desigualdad, lo que significa que ladesigualdad en el interior de las regiones y localidades es mayorque la que se da entre ellas. Se requiere entonces un cambioradical de la política gubernamental, especialmente tomando encuenta las transferencias a los sectores poco privilegiados.

Dado que las actuales transferencias a lasdiversas regiones y localidades no están lograndosolucionar el problema de la falta de equidad, se está buscandouna mejor forma de intervención. Como se mencionó más arriba,en los países en desarrollo como Filipinas el problema de ladesigualdad es crítico dado que puede también ser una fuente depobreza. Si bien antiguo, un remedio confiable consiste enapuntar a las inversiones públicas más que a las transferenciasa regiones marginalizadas.

Se ha argumentado que es más sencillo enfocarsoluciones para la falta de servicios como educación, salud,etc. que enfocarlo en aspectos como el ingreso económico, dadoque la gente habrá de tender a no usar los servicios si no losnecesitan realmente. Más aún, es sabido que los bienes yservicios que se proveen de forma pública mejoran la respuestaen términos suministro, por parte de las zonas rezagadas orurales, al estímulo de cualquier demanda. Hay mucha literaturaque contiene evidencia empírica de que un mayor acceso a ciertosbienes públicos reduce en gran medida la desigualdad en elingreso y, en último término, la pobreza. Estos bienes yservicios incluyen educación primaria, atención primaria desalud e infraestructura básica como caminería, electricidad eirrigación. Como contraste, la desigualdad en el acceso a bienespúblicos esenciales (desigualdad de acceso) eleva lasprobabilidades de desigualdad en el ingreso económico. Elresultado, para los hogares carenciados, es un mayor aislamientocon respecto a los mercados, los cuales de otro modo hubierancompartido con ellos una parte del acrecido pastel económico.

De todos modos, la inexistencia de pobreza entérminos de ingreso monetario no implica bienestar en su sentidomás acabado. En verdad, si todos los bienes están basados en elmercado, un ingreso suficiente sólo trae consigo unaaproximación al bienestar. Aquí podemos asumir que una familiarural padece pobreza porque su ingreso es demasiado bajo. Sinembargo, en las ciudades, que poseen un sistema vial público,los hogares se encontrarán en mejor situación que aquellosrurales que tengan el mismo nivel de ingresos pero que carezcande un buen sistema vial. En otras palabras, los beneficios de losbienes y servicios públicos no sólo favorecen un crecimientodel ingreso o de una más eficiente asignación de recursos. Losbeneficios directos son también positivos.

Al igual que su efecto sobre la pobreza, elcrecimiento económico que se realiza sin una directaintervención del gobierno puede mejorar la distribución deservicios sociales. Sin embargo, la política del gobierno haceposible que un país con escaso crecimiento económico alcancemejores indicadores de desarrollo humano. Por ejemplo, Sen vamás allá y aboga por conseguir indicadores que estén basados,más que en el ingreso, en la aptitud. Estos incluyen tomar enconsideración el grado de alfabetismo, mortalidad y morbilidad-indicadores que son afectados por el acceso a bienes y servicios

públicos. Si bien el Indice de DesarrolloHumano y el recientemente creado enfoque Mínimo de NecesidadesBásicas (MBN) han intentado hacerlo, los beneficios directosprovistos por estos bienes y servicios que son financiados deforma pública son rara vez totalmente capturados por elestándar de los indicadores de pobreza.

Acceso a la educación

Anteriormente reconocida por tener una de lasciudadanías mejor educadas de Asia, Filipinas ha visto decaer enlos últimos años el nivel educativo de su población. Aunquelos cocientes de alfabetismo básico y funcional se mantienenelevados, las estadísticas muestran que muchos niños noterminan su educación primaria. Del 91,1% que ingresa en laescuela primaria, sólo el 67,5% la completa. Las cifras depermanencia en la educación secundaria son mejores, pero elcoeficiente de participación es mucho más pequeño. Del 61,2%que ingresa a la escuela secundaria, el 75,9% se gradúa. Loscoeficientes de supervivencia de una generación para educaciónprimaria y secundara del período 1994-1995 han empeorado.

Cuadro 4. Indicadores de Educación (enporcentaje)

INDICADORES

1994

1995

Tasa de alfabetización básica

95

95,8

Tasa de alfabetización funcional

83,8

83,9

Tasa de participación    
Elemental

87,1

91,1

Secundaria

59,7

61,2

Tasa de supervivencia de una generación    
Elemental

69,7

67,5

Secundaria

77,2

75,9

Nivel de rendimiento    
Elemental

43,6

45,6

Secundaria

38,9

40,9

Fuente: Autoridad Nacional de DesarrolloEconómico

¿Qué factores entraron en juego para que sehaya deteriorado el panorama? La respuesta más común es lamezquina asignación, por parte del gobierno, en la educación.Sin embargo, se ha vuelto evidente, no sólo en Filipinas sinotambién en la mayoría de los países en vías de desarrollo,que añadir fondos al patrón en boga de gasto educativo noreduce ni la inequidad ni la pobreza. La inclinación a lasáreas urbanas y la educación de nivel terciario subsidia a laclase media en vez de a la baja. Más que proveer coberturauniversal para las áreas urbanas y las instituciones terciarias,el gobierno debería entonces apuntar sus subsidios a las clasesbajas.

La ventaja en favor de los centros urbanos esclara. El Estudio Demográfico Nacional muestra que el númeromedio de años de permanencia en instituciones de enseñanza dela población masculina es sólo de 6,1 en las áreas rurales, sise lo compara con el 8,1 en las áreas urbanas. Las disparidadesson más evidentes cuando se mira a la cifra promedio de años enlas diferentes regiones. Manila Metro, la capital, tiene unacifra promedio de 10,2 años. El resto de las regiones varía enel espectro del 5,5 al 6,9. En las áreas rurales, el 56,9% delos muchachos sostienen que han llegado, como máximo, acompletar la educación primaria, en tanto que un 9,7% carece porcompleto de educación. Para las áreas urbanas, las cifras son38,8% y 6% respectivamente.

Las estadísticas de inscripción escolartambién muestran porcentajes más elevados en la población,tanto masculina como femenina, proveniente de hogares urbanos.Esto es válido para el grupo comprendido entre las edades de 6 y15 años. La matrícula escolar urbana se encuentra en una cifracercana al 80,8% para el grupo comprendido entre los 6 y los 10años, en tanto que en las áreas rurales la cifra es de sólo un75,3%.

La situación de desigualdad tiende a empeoraren las instituciones de educación terciaria apoyadas por elEstado. Estas instituciones rara vez ponen barreras paramatricularse basadas en el ingreso monetario. Los requisitosgeneralmente incluyen desempeño académico y costos deoportunidad de la educación. Estos son requisitos que a losestudiantes provenientes de grupos de bajo ingreso económico lesresultan difíciles de llenar. De este modo, los subsidios aestas instituciones se convierten en transferencias para lasclases media y alta. Se podría mejorar tanto la eficiencia comola equidad si el gobierno retirara su apoyo a talesinstituciones, con excepción a la relativa a becas paraestudiantes meritorios, programas de investigación yequipamiento. Los recursos así liberados podrían ser vueltos acanalizar en instituciones de enseñanza primaria y secundaria.Esta es la única vía para incrementar el acceso de los pobres ala educación superior.

Sin embargo, las estadísticas de educación nomuestran todo el cuadro. De acuerdo al Anuario de Estadísticasde Filipinas, la Región Nacional Capital tiene el más bajonúmero de escuelas primarias públicas. Esto parece implicar quela mayoría del gasto gubernamental en educación se concentrafuera de la capital. Con todo, el número de escuelas primariasgubernamentales es más bajo en la Región Capital Nacionalporque el estándar de vida más alto permite que los padresenvíen sus niños a escuelas privadas. Es de común conocimientoque, aunque las escuelas públicas son gratuitas en Filipìnas,la mala calidad de la educación desestimula a los padres paraque enviar a sus hijos. La baja calidad de la educación en lasescuelas públicas inhibe el avance de los niños dotados peropobres, dado que casi siempre se ven relegados por los niñosricos en los competitivos exámenes de ingreso a la educaciónsuperior.

Acceso a la salud

También las prioridades son erróneas en loque respecta a la salud. De acuerdo a la matriz que se muestramás abajo, todos (gobierno, Medicare, seguros personalizados desalud y las familias) gastan más en los servicios de saludpersonalizados que en los públicos. Lo sorprendente es que lohaga el gobierno cuando su prioridad debería ser la provisiónde servicios de salud pública. Esto ha sido a menudo citado comouna explicación de por qué se ha refrenado el declive a largoplazo de las enfermedades infecto-contagiosas.(Solon, 1997)

Cuadro 5

 

Gobierno

Medicare

Seguros privados

Familia

TOTAL

Salud 
pública

10

0

0

0

10

Salud 
personal

25

7

3

35

80

Adminis-
tración

5

3

2

0

10

TOTAL

40

10

5

35

100

Fuente: Solon (1997)

La desubicación de la prioridad se refleja enotros datos descriptivos. El Estudio Demográfico Nacional de1993 reporta que entre los nacimientos de los últimos cincoaños, sólo el 28% tuvo lugar en centros asistenciales. Elrestante 72% tuvo lugar en hogares. Esto implica que una vastaproporción de partos de alto riesgo no recibió atenciónmédica. Más aún, los partos en centros asistenciales se dieronmayormente en Manila Metro (68%), y el menor porcentaje en ValleCagayano, Bicol o Mindanao Occidental (11%).

La distancia con respecto a un local deasistencia médica es correlativa al uso de servicios,particularmente los vinculados a salud materna e infantil. Estotambién es válido para los niños que han recibido vacunación.Los datos referentes a la distancia con respecto al centro desalud materna e infantil más cercano muestran que la mayoría delos niños de entre 1 y 4 años viven a una distancia que estáentre los 1 y 9 quilómetros de un centro de salud. Un númeroconsiderable vive incluso más lejos, entre 10 y 15 quilómetros.

Acceso a Electricidad y Caminos

Los datos relativos a la electrificación delos hogares muestran que el 65% cuenta con electricidad (verCuadro 6). Los hogares rurales están en desventaja porque másde la mitad de ellos no tiene acceso a la energía eléctrica. Elacceso desigual a los caminos también existe. De acuerdo alBanco Mundial (1996), el 50% de los habitantes de los barangays(una ciudad está compuesta por barangays) carecen de caminos queresistan todos los climas, en tanto que el 40% de los caminosprovinciales y el 50% de los de los barangays deben serreconstruidos o, de lo contrario, abandonados. La ausencia deelectricidad y caminos no sólo afecta a los hogares, seadirecta, sea indirectamente, sino que disminuye su capacidad paraaumentar su ingreso. La ausencia de caminos y de electricidadcontribuye a que se vea aumentado, para los hogares rurales, elcosto de las transacciones. Estos costos fuerzan a los granjerosa contentarse con un cultivo de subsistencia, aislándose de losmercados y volviendo dificultoso el empleo de solucionesvinculadas al mercado para aliviar la pobreza.

Cuadro 6. Acceso a la electricidad

ELECTRICIDAD URBANA RURAL TOTAL
83,7 46,4 65,4
No 16,1 53,3 34,4
Faltan 0,2 0,3 0,2
TOTAL 100 100 100

Fuente: Estudio Demográfico Nacional, 1993.

Los caminos y la electricidad pueden tener unefecto positivo en industrias no-agrícolas. Losestudios sobre los efectos producidos por el cambio tecnológicoen areas rurales revelan que la presencia de industriasno-agrícolas mejora en gran medida el multiplicador de ingresosiniciado por la nueva tecnología agrícola. Estas industriasfortifican los vínculos de consumo -sirviendo a la demandaincrementada de aquellos que tienen mayores ingresos resultantesde la tecnología. Bautista (1997) utiliza una matriz decontabilidad social para descomponer el crecimiento rural durantela era de la Revolución Verde. Encontró que los servicios y elprocesamiento de alimentos tenían los mayores efectos en elingreso. Estas son industrias no-agrícolas que son estimuladaspor la disponibilidad de caminos y electricidad.

La propiedad de la tierra

La reforma agraria en Filipinas está todavíaen camino después de 30 años de implementación. El actualPrograma Comprehensivo de Reforma Agraria (CARP), provisto paraun plazo de 10 años, fue iniciado por la administración Aquinoen 1986. Los resultados han sido frustrantes, especialmenteporque la administración puso al CARP como centro de su programade alivio a la pobreza.

Por más que la desigualdad en la propiedad dela tierra es un asunto que todavía necesita ser abordado, dadoque está estrechamente vinculado a la pobreza rural, existenotros problemas que no deberían ser ignorados. Por ejemplo, laadministración Aquino no puso atención sobre el desarrollo deinfraestructuras, un área que podría haber elevado tanto elcrecimiento como la equidad.

Baaliscan (1996) registra que sólo el 32% dela tierra prevista para ser distribuida más allá de 1994 lo hasido. Entre tanto, los precios de la tierra se están elevando,inflando los estimados para el costo total del proyecto.

El Banco Mundial (1996) sugirió que elgobierno abandonara el CARP, pero esto provocó protestas, tantopor parte de agencias del gobierno como de organizaciones nogubernamentales. Sin embargo, la sugerencia del Banco Mundialtiene algún sentido. El CARP ha sido ineficaz, tanto en laredistribución de la tierra como en la reducción de la pobreza.Se cuentan historias acerca de que algunos de los beneficiariosde tierras ni siquiera eran granjeros, lo que revela severosproblemas de incentivación. Una implementación inepta hallevado incertidumbre a las áreas rurales, lo que ha conducido aconversiones prematuras y desaliento en las inversiones.

Estos problemas se vieron agravados por lasdistorsionantes políticas macroeconómicas del gobierno. Lossubsidios y las altas tarifas han incrementado artificialmente elprecio de la tierra y le han hecho difícil el reembolso a lospropietarios. Una tasa de intercambio sobrevaluada desestimula lainversión en industria y agricultura y favorece a los bienesraíces. Para peor, el CARP le ha costado al gobierno miles demillones de pesos -la mayoría de los cuales hubieran estadomejor gastados en educación primaria, salud, caminos entre losmercados y las granjas y electricidad.

Sin duda, todavía es necesaria laredistribución de la tierra. El gobierno, sin embargo, tendráque revisar el CARP, tomando en consideración los mecanismos deincentivo, la capacidad burocrática (especialmente en lorelativo a los títulos de propiedad) y las políticaspresupuestales y macroeconómicas.

La Respuesta Del Gobierno

En la Agenda de Reforma Social (SRA)está elepítome de la respuesta del gobierno. Aunque es antes que nadaun programa anti-pobreza, tiene características que subrayan eldeseo de redistribuir la riqueza. De todos modos, estos sontodavía puntos débiles. Actualmente, el SRA ha llegado arecabar la participación de organizaciones no gubernamentales, adescentralizar los procesos de toma de decisiones, y a abrirotras vías para combatir la pobreza (además de estrategias dereforma agraria, proyectos de infraestructura e inversiones decapital humano). Desafortunadamente, el SRA todavía padece porla negligencia de las restricciones presupuestales y por su pocapuntería al elegir los beneficiarios. En realidad, con tanserias fallas, no es posible evitar el preguntarse si, una vezmás, no se estarán desperdiciando fondos más que valiosos enun programa que traerá consigo sólo mínimas mejoras para elproblema de la desigualdad y la pobreza.

Una característica notoria de los intentospor aliviar la pobreza en este país es la tendencia a que losbeneficios caigan en las manos equivocadas. No sólo quedasin resolver el problema de la pobreza; la desigualdad crece. LaAgenda de Reforma Social ha tratado de cambiar esto alidentificar 20 provincias prioritarias y seis áreas deconvergencia. Ejemplo de lo último lo constituyen la reformaagraria y las comunidades de pesca. Sin embargo, los granjeros yla gente de la pesca son grupos largamente heterogéneos. Algunosestán peor que otros. La experiencia en otros países hamostrado, de hecho, que la estrategia de apuntar a regiones tieneescaso impacto en el alivio de la pobreza. Esto se verificaparticularmente si las diferencias de estándar de vida dentro delas distintas regiones son mayores que las que existen entre lasregiones, como ocurre en Filipinas. De hecho, las transferenciasdirectas a las comunidades agrícolas pueden ayudar a aquellosque están marginalmente empobrecidos pero cuentan con acceso amercados y caminos, pero no pueden ayudar a quienes son pobres yestán por fuera de la economía formal.

Dicho brevemente, no alcanza con dar apoyogeneralizado a algunos sectores, especialmente cuando elpresupuesto es limitado. Sería mejor que el gobierno seconcentrara en acrecentar la productividad agrícola realizandomejoras en infraestructura o tecnología. Como se mencionara másarriba, una orientación basada en el ingreso está más expuestaa pérdidas que el suministro público de servicios.

Actualmente se está desarrollando unaevaluación rápida, utilizando el método de Necesidades MásBásicas (MBN), con el fin de encontrar blancos másespecíficos. De todos modos, se abre la duda de si los fondosresultarán suficientes para alcanzar una cobertura total y unmonitoreo consistente, o si el método es lo suficientementeriguroso como para excluir factores subjetivos que prejuiciaríanlos resultados.

Como ocurriera con los programas de reformaagraria del pasado, la estrategia anti-pobreza de la Agenda deReforma Social le presta poca atención a las restriccionespresupuestales. No hay modo de excederse al enfatizar laimportancia de un presupuesto realista. Existen muchos asuntosque requieren atención en Filipinas. Subestimar un presupuestopuede significar que los fondos disponibles se desplieguen condemasiada extensión como para producir efecto.

El reconocimiento de que los fondos son escasosobliga al gobierno a ser más eficiente. Los fondos públicos soncostosos; estos deben ser empleados en proyectos que tengan elmás alto retorno neto en términos de alivio de la pobreza.Después de todo, hay varias maneras de atacar el problema.

Los estudios muestran que la inversión eninfraestructura y capital humano habrá de conducir a una mayorreducción en la incidencia de la pobreza que los subsidios alcrédito y al precio del arroz. Más aún, habrá de costarmenos. Al presente, el dinero presupuestado para caminos,educación primaria y salud es todavía insuficiente; aún peor,este dinero a menudo es, o mal asignado o mal entregado por elgobierno.

Además, en la medida en que el gobiernofuncione de manera más eficiente, el pasaje del PaqueteComprehensivo de Reforma Impositiva habrá de volverse máscompulsivo, no sólo para asegurar la estabilidad del crecimiento(porque el crecimiento económico es también un requisitonecesario, si bien insuficiente, para el alivio de la pobreza)sino también para permitirle al gobierno llevar a cabo programasde alivio de la pobreza sin riesgo de déficit.

El principal implementador de la Agenda deReforma Social es la unidad de gobierno local (LGU). De todosmodos, la implementación del programa ha sido enlentecida por lafalta de entusiasmo de la mayoría de las autoridades locales,falta de entusiasmo que habría que achacar a la carencia deincentivos y fondos. El gobierno nacional debe diseñar unmecanismo de incentivos que pueda ser edificado dentro de laAgenda de Reforma Social, no sólo para inspirar a lasautoridades a emprender el programa, sino para generar rentas.Además, en la medida en que la Agenda de Reforma Social seasencilla y poco ambigua, facilitaría y adelantaría laimplementación por parte de la unidad de gobierno local. Esto nosólo minimizaría los problemas de corrupción e información:sería administrativamente más barato. Actualmente, laestructura de la Agenda de Reforma Social contemplainterrelaciones con muchas instituciones (por ejemplo, intra-LGU,inter-LGU, gobierno nacional y redes, gobierno nacional y LGU,etc.)que apenas tienen una diferenciación clara de tareas.

Existe hoy en día una tendencia por parte delgobierno a implementar por separado las políticas de crecimientoy las de equidad, aceptando el principio de promover crecimientono equitativo y compensar con programas. Esto refleja laconcepción de que la equidad y los objetivos de eficiencia sonirreconciliables. Si bien esto puede ser cierto, existensuficientes debilidades en las economías de países endesarrollo como Filipinas para permitir que la eficienciaconverja con la equidad. Ciertas áreas remotas del país, porejemplo, recibirían muy poco beneficio de un programa decrédito subsidiado, ya sea porque hay pocos mercados cercanos asus productos agrícolas, ya sea por la baja productividad. Lapolítica adecuada consistiría en invertir ampliamente eninfraestructura y tecnología para elevar, a la vez laproducción total y el bienestar nacional. Las inversiones eneducación primaria y atención de salud primaria también handemostrado contribuir al crecimiento económico y la equidad.

En los países en vías de desarrollo,'pobreza' a menudo quiere decir incapacidad para alcanzar unnivel de ingresos que permita a los hogares adquirir susnecesidades básicas. Lo que a menudo se olvida es la disparidaden la distribución, no sólo de los ingresos sino también delos bienes y servicios públicos. La primera preocupación,pobreza de ingresos, puede ser resuelta por el solo crecimientoeconómico, si bien a un ritmo más lento. En caso de que lacantidad y la calidad se junten en el crecimiento económico delos próximos años, la pobreza no habría de empeorar. Lasegunda preocupación, el acceso poco equitativo, tendrá que serabordada directamente a través de programas de redistribución.Un buen comienzo sería igualar el acceso a bienes y serviciospúblicamente suministrados. Esto no sólo precipitaría elcrecimiento; también abordaría las aspiraciones de la sociedada la equidad y la capacidad.

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