El alivio de la deuda aumenta la deuda

Publication_year: 
2001
Rehema Kerefu Sameji
Women’s Legal Aid Centre (WLAC)

El ministro de finanzas informó que el 21% del presupuesto nacional de USD 1.750 millones para el año fiscal 2000/2001 se destinará a pagar la deuda externa. Esta cifra es casi equivalente al total del gasto público para la educación, la salud, el agua, la agricultura y la infraestructura vial. Irónicamente, el pago anual del servicio de la deuda es más elevado después de la reducción de la deuda por el HIPC que durante los años 90.

La pobreza en Tanzania

La reducción de la pobreza ha sido uno de los objetivos principales del gobierno desde la independencia en 1964. En 1999, el gobierno formuló la Estrategia Nacional de Erradicación de la Pobreza. La estrategia busca reducir la pobreza en un 58% para el 2010 y lograr la erradicación total para el 2025.

A pesar de avances considerables, la pobreza sigue siendo un problema grave. Tanzania ocupa el séptimo lugar en el mundo en pobreza. Muchos tanzanios hoy están desmoralizados por su bajo nivel de vida. El ingreso promedio no alcanza para satisfacer las necesidades básicas.

Las encuestas revelan que el 50% de la población es pobre y que el 36% sufre pobreza extrema. En 1995 la línea de la pobreza se calculaba en TZS 73.877 por año (USD 127,37). Más del 50% de la población percibe ingresos por debajo de la línea de pobreza. La desnutrición –especialmente en el caso de los niños–, las enfermedades y la mala educación siguen siendo problemas graves. Una investigación realizada en 1995 halló que el 70% de la población en los centros urbanos de Dar es Salaam, Arusha y Mbeya vivía en asentamientos irregulares. En Mwanza la cifra correspondía al 40% de la población. Más mujeres que hombres son pobres y la pobreza incide más en el medio rural que en el urbano.

Retrocesos en la alfabetización

Un signo de la pobreza en el país son los bajos niveles de alfabetización y de la aptitud para el cálculo numérico. Se estima que la alfabetización actual es de 68%, cuando en los años 90 se había logrado el 90%. Esto constituye una tendencia negativa y una pérdida de conquistas anteriores. Entre las familias de bajos ingresos, la tasa de alfabetización es del 59%, la cual es 9% inferior al promedio nacional. La matrícula escolar bruta en primaria es del 77,8% (1996), frente al 90% de los años 90.

Suministro insuficiente de agua potable

La disponibilidad de agua limpia y potable y de servicios de saneamiento es un indicador básico del desarrollo humano. El agua no está al alcance de la mayoría de la población. Sólo cerca del 11% de los hogares tienen agua a su alcance. Cerca del 38% deben caminar un máximo de 15 minutos para llegar a una fuente de agua, 27% deben caminar un máximo de 30 minutos y el resto deben caminar aún más. Las mujeres y las niñas son las más perjudicadas por la falta de agua porque son ellas las que deben acarrearla, por razones culturales y tradicionales. 

El ajuste en la salud: partos en la puerta de los hospitales

El sector de la salud fue muy perjudicado por los PAE. El gasto público destinado a la salud disminuyó y la infraestructura médica se deterioró. La salud, considerada como un derecho básico para todos, ahora se convirtió en un producto sólo accesible para quienes lo pueden pagar. Según el Resumen Estadístico de la Salud (1997), existe un centro de salud por cada 7.321 habitantes, una cama de hospital por cada 1.000 y un médico por cada 23.188 personas. Aproximadamente el 30% de la población vive a más de cinco kilómetros del centro de salud más cercano. Aquellos que no pueden pagar dependen de la caridad o no reciben atención médica. Por ejemplo, se han denunciado varios casos en los que mujeres embarazadas debieron dar a luz fuera de las salas de maternidad públicas porque no tenían el dinero para pagar los servicios de maternidad.

La desigualdad entre países

La esperanza de vida promedio al nacer es de 50 años, en comparación con un promedio de 77 años en los países desarrollados. La mortalidad de los lactantes corresponde a 96 por cada 1.000 nacidos vivos, en comparación con 7 en los países desarrollados. La mortalidad de los niños y niñas menores de cinco años equivale a 158 por cada 1.000 nacidos vivos y la mortalidad materna es de 200-400 por cada 100 mil nacidos vivos. Las cifras comparables para los países desarrollados: mortalidad de niños menores de cinco años es de 9 por cada 1.000 y la mortalidad materna es de 95 por cada 100 mil nacidos vivos.

Alta incidencia de la desnutrición

Muchas personas padecen desnutrición y nutrición insuficiente. Muchos son afectados por deficiencias de micronutrientes debido al analfabetismo nutricional, sobre todo con respecto al consumo de frutas y verduras y a la planificación inadecuada de dietas basadas en cereales. Según la Encuesta Demográfica de la Salud (1996), la desnutrición entre los niños menores de cinco años revela que la incidencia de la cortedad de talla es del 43,4%, la de bajo peso es del 30,6% y la de emaciación es del 7,2%. La desnutrición entre los adultos, especialmente la materna, está generalizada. Un indicador de la desnutrición materna es la alta incidencia de bajo peso al nacer.

Desempleo juvenil

Las malas condiciones de vida en el área rural empujan a los jóvenes al medio urbano, donde la mayoría padece el desempleo. La tasa de desempleo del 30% entre los jóvenes refleja, en parte, la incapacidad de la economía para crear suficientes oportunidades de empleo para la creciente población. Asimismo, el medio rural no ha sido capaz de generar oportunidades de empleo e incentivos para retener a los jóvenes una vez que concluyen la educación primaria. El creciente problema de los niños de la calle es otra manifestación del agravamiento de la pobreza.

Mujeres: mucho trabajo y poco ingreso

Las mujeres son más pobres que los hombres a pesar del importante lugar que ocupan en las actividades productivas y reproductivas. Las mujeres son remuneradas inadecuadamente por su labor, y las barreras tradicionales y culturales aún impiden su acceso a la tierra y otro tipo de propiedades. Aunque las mujeres aportan la mayor parte de la mano de obra en las actividades productivas, tienen poco acceso al ingreso generado ya que los hombres siguen dominando el proceso de decisión dentro del hogar y en todos los niveles.

Crecimiento económico y erradicación de la pobreza

Un estudio de 1999 estimó que la economía debería crecer en promedio de 3,8% a 4,8% por año hasta el 2015 para reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la extrema pobreza. El objetivo más ambicioso del gobierno es reducir la extrema pobreza a menos de la mitad para el 2010 hasta eliminarla en el 2025. El crecimiento económico en los últimos años alcanzó el nivel especificado, pero el país sigue siendo vulnerable a factores negativos exógenos resultantes de elementos climáticos y de cambios en los mercados mundiales. Tanzania probablemente experimente dichos elementos negativos hasta el 2015. Eso significa que el crecimiento en los años normales debería ser aun mayor, posiblemente hasta un 6%. De esta manera, alcanzar las metas para reducir la pobreza será todo un desafío.

El impacto de los programas de ajuste estructural

El FMI y el Banco Mundial han financiado los programas de ajuste estructural (PAE) durante casi 15 años. El ingreso per cápita y los indicadores básicos de bienestar humano han decaído durante este lapso. Hoy el ingreso per cápita no es superior al de 40 años atrás. Los indicadores básicos de bienestar humano (por ejemplo, mortalidad infantil, nutrición, vivienda, matrícula escolar primaria y alfabetismo) también decayeron en comparación con los niveles de los años 70 y principios de los 80.

El gobierno es cada vez más dependiente de la ayuda externa. Los donantes y acreedores externos proporcionan el 80% de su presupuesto anual de desarrollo, de aproximadamente USD 900 millones por año. Debido a esta dependencia, el gobierno tiene poco peso en las negociaciones con el FMI y el Banco Mundial. Representantes del gobierno afirman que las instituciones financieras han socavado su capacidad y autonomía.

En la primera mitad del 2000, el FMI y el Banco Mundial adoptaron varias decisiones importantes para Tanzania, entre ellas:

Varios funcionarios de gobierno participaron en estas decisiones. La sociedad civil no fue informada al respecto y no participó en debate alguno sobre los planes del FMI o el Banco Mundial, aunque serán los tanzanios quienes carguen con el doble peso de la deuda y de las condicionalidades.

La estrategia de tres años de los préstamos del Banco Mundial, descrita en la Estrategia de Ayuda por País podría duplicar los préstamos del Banco Mundial. Este programa de préstamos acelerados (en respuesta a la fuerte presión sobre el Banco Mundial para que acelerara los préstamos a los países pobres) contribuirá con un incremento de casi USD 1.000 millones en la deuda externa del país, incluso después de la reducción de la misma.

El ministro de finanzas informó que el 21% del presupuesto nacional de USD 1.750 millones para el año fiscal 2000/2001 se destinará a pagar la deuda externa. Esta cifra es casi equivalente al total del gasto público para la educación, la salud, el agua, la agricultura y la infraestructura vial. Irónicamente, el pago anual del servicio de la deuda es más elevado después de la reducción de la deuda por el HIPC que durante los años 90.

Los PAE no han involucrado ni beneficiado a la mayoría de la población. Sólo una pequeña minoría de empresarios salieron ganando.

Recomendaciones

Referencias

Informe de Cooperación para el Desarrollo PNUD -Tanzania 1997, 1998 y 1999.

República Unida de Tanzania. Comisión de Planificación. The Economic Survey 1999. Junio del 2000.

República Unida de Tanzania, Oficina del Vicepresidente. The Poverty Eradication Department Report of June 2000.

República Unida de Tanzania. Composite Development, Goal for the Tanzania Development Vision 2025.