El comienzo de la apertura

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2002
Sabika Al-Najjar
Bahrain Human Rights Society

En el año 2001 se experimentó el inicio de reformas políticas por primera vez en la historia moderna de Bahrein. En el área socioeconómica, sin embargo, no existe aún un plan de desarrollo, ni una clara línea de pobreza. La erradicación de la pobreza exigirá una estrategia social viable que incluya un plan de seguridad social, un salario mínimo y la creación de empleos. El desempleo sigue amenazando la estabilidad política nacional.

En el año 2001 se experimentó el inicio de reformas políticas por primera vez en la historia moderna de Bahrein. Estas reformas se resumen a continuación:

El emir formó dos comités supremos. Uno está encargado de activar la Carta Nacional, que fue aceptada por 98,4% del voto en un referéndum; al otro le corresponde revisar las leyes y disposiciones vigentes, y redactar nuevas. Pasó un año desde la creación de ambos comités, pero el público no fue informado de sus avances.

En el sector socioeconómico, el gobierno anunció en varias ocasiones su intención de introducir cambios sustanciales dirigidos a mejorar el nivel de vida y crear un ambiente favorable para las inversiones nacionales y extranjeras, con el fin de crear más empleos. Cabe señalar que el desempleo fue la principal causa de los disturbios e inestabilidad política de los años 90. No obstante, no existe un organismo público de planeamiento y el país nunca contó con un plan de desarrollo. En cambio, cada ministerio tiene su plan a corto plazo y ad hoc. Indudablemente, esta situación impide el progreso del país y obstaculiza las gestiones para usar racionalmente los recursos financieros y humanos.

Sin una línea de pobreza clara

Es difícil saber el número de personas en situación de pobreza en el país porque no existe una línea de pobreza clara. De hecho, el término “personas pobres” se evita la mayoría de las veces en toda la literatura oficial. En cambio, se emplean los términos “familias necesitadas” y “personas de bajos ingresos”. En 1968, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales asignó BHD 3.696.807[1] (aproximadamente USD 1.393.696) para distribuirse entre aproximadamente 10.681 familias e individuos necesitados. Además, el emir dispuso fondos para huérfanos y viudas necesitadas, pero la cifra exacta no se conoce. En ocasión del Día Nacional, el 16 de diciembre, también decidió asignar a las familias necesitadas 30% del ingreso de uno de los principales complejos comerciales pertenecientes al Estado. No se anunció mecanismo alguno para la distribución de ese dinero.

La erradicación de la pobreza exigirá una estrategia social viable que incluya un plan de seguridad social, un salario mínimo, la creación de empleos y el apoyo a más personas –especialmente mujeres– para que inicien pequeñas empresas. También debe fijarse la línea de pobreza.

Desempleo, la bomba oculta

Algunos miembros del Consejo Asesor estimaron que en 2001 había 25 mil desempleados en Bahrein, mientras el censo de población que se realizó en abril del mismo año calculó la cifra en 16.965 personas desempleadas.

El desempleo fue la principal causa de inestabilidad política en los años 90. Desde entonces, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales hizo algunas gestiones para crear empleos en el sector privado. Se consiguió un éxito parcial, pero el desempleo sigue siendo una bomba oculta que amenaza la seguridad del país. En respuesta, el gobierno declaró un plan ad hoc de creación de empleos, capacitación de la juventud en empleos vitales para el mercado y asistencia financiera durante seis meses para los desempleados.

Una estrategia viable para resolver el problema de desempleo debería incluir los puntos a continuación:

Integración social

El emir prometió poner fin al problema de los ciudadanos sin Estado (quienes no son titulares de pasaportes de Bahrein) para fines de diciembre de 2001. Más de 8 mil personas fueron naturalizadas, entre ellas muchos extranjeros que cumplen tareas en el ejército y las fuerzas de seguridad. La mayoría proviene de Yemen, Siria, Jordania, Sudán, Pakistán y Baluchistán.

Aún se limita el empleo de chiítas en el ejército y las fuerzas de seguridad. Además, según reglas no publicadas, los ciudadanos no pueden tener propiedades o alojamientos en algunas ciudades, como Riffaa, donde reside la mayoría de los miembros de la familia real, a menos que obtengan el permiso de la Corte del emir. La Sociedad de Derechos Humanos de Bahrein considera esta situación una violación de derechos humanos y pide que se le ponga fin.

Derecho al voto para la mujer en 2001

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales es responsable de los asuntos de la mujer en el gobierno. El ministerio no tiene un plan nacional para poner en práctica los planes de acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer ni de la Cumbre Social. Recientemente, el Consejo Asesor y el Gabinete de Ministros acordaron en principio firmar la Convención para la Eliminación de todas Formas de Discriminación contra la Mujer.

Las mujeres sufren por la ausencia de derecho civil de familia. Con frecuencia se violan sus derechos en asuntos de matrimonio, divorcio y custodia de los hijos. Asimismo, las mujeres no tienen el derecho a beneficiarse del plan de viviendas estatal, salvo en el caso de divorcio o muerte del esposo, y entonces sólo con dificultades. En los casos en que la mujer se casa con un extranjero, su esposo e hijos no pueden obtener la nacionalidad de Bahrein. Las mujeres también padecen discriminación en el trabajo, sus salarios y matriculación en la Universidad de Bahrein.

Las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 2001, y se espera que participen en la elección de los Consejos Municipales y la Asamblea Nacional. El puesto más alto alcanzado por una mujer en el gobierno es de Subsecretaria Asistente.

En octubre de 2001 el emir ordenó la creación del Consejo Supremo de Mujeres con el fin de elaborar un plan de acción para el progreso de la mujer. El Consejo será responsable de monitorear la evolución de las mujeres en los sectores público y privado y de proponer cambios en las leyes y disposiciones. Además del Consejo, a principios del próximo año se creará un Sindicato de Mujeres.

Gasto social, salud y educación

El gasto social en 2000 llegó al 26,6% del gasto total del gobierno. No se publicaron cifras relativas al gasto del ejército y las fuerzas de seguridad, pero se cree que absorben una gran parte del presupuesto del Estado.

La enseñanza no es obligatoria, pero es gratuita hasta el nivel secundario. Por esta razón, la matrícula en las escuelas tanto para niñas como varones es casi idéntica. El sistema educativo necesita cambiar para satisfacer las necesidades del mercado de trabajo. Los programas educativos deben modificarse para eliminar estereotipos negativos de la mujer, e incorporarse principios como derechos humanos y equidad de género. La tecnología moderna debe aplicarse en todos los niveles de la enseñanza.

Las tarifas universitarias bajaron considerablemente. Esto permitió que los estudiantes de familias de bajos ingresos continúen su educación superior. Dos universidades nuevas están en construcción: una para derecho y la otra sólo para mujeres. Se espera que esta última fomente el estudio de las mujeres de Arabia Saudita y otros países del Golfo, además de jóvenes de Bahrein procedentes de familias conservadoras. Por otra parte, inaugurar una universidad sólo para mujeres reforzará la segregación social de los sexos y privará a las mujeres de algunas especializaciones académicas. Las universidades femeninas normalmente están limitadas a estudios tradicionales que, aunque menos necesarios en el mercado de trabajo, se creen los más adecuados para las jóvenes. Por lo tanto, las egresadas de universidades femeninas tendrán menos posibilidades de conseguir trabajo.

La tasa de analfabetismo representó 12,3% en 2001. El gobierno no pudo erradicar el analfabetismo para el año 2000, como había anunciado en distintas ocasiones. La naturalización de miles de extranjeros analfabetos o que no hablan árabe fue el principal factor de este fracaso.

Sociedad civil

Los partidos políticos siguen prohibidos en Bahrein. Sin embargo, el emir hizo saber que no se opondrá a la formación de partidos políticos si la Asamblea Nacional está de acuerdo.

Desde que llegó al poder, el emir garantizó la democracia y la libertad. Todas las organizaciones políticas opositoras que funcionaban desde el exilio instalaron sus sociedades políticas para prepararse para las próximas elecciones, aguardando el día que el gobierno les permita formar partidos políticos. Se crearon cientos de sociedades civiles nuevas: femeninas, benéficas, una sociedad de transparencia, la Sociedad de Derechos Humanos de Bahrein, y otras. Las leyes que regulan la creación y las actividades de las sociedades civiles aún están bajo consideración de un comité especial. Se espera que esta ley le otorgue cierto grado de libertad de movimiento a las sociedades sociales y las empodere para ser socias eficaces del desarrollo social.

Nota:

[1] USD 1= BHD 0.377