En aumento: fobia a romaníes y fascismo

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2008
Matyas Benyik
ATTAC HUNGARY

Dieciocho años después de la adopción de la democracia electoral y de una economía de mercado, aún se siguen violando los derechos sociales y económicos, al tiempo que se han generalizado la desigualdad y la discriminación. La creación de leyes e instituciones democráticas ha aparejado un aumento de la conciencia de los derechos humanos, que ha dado lugar a algunas medidas legislativas y otros logros. Sin embargo, en tanto la discriminación en contra de las minorías étnicas sigue muy arraigada, la discriminación en contra de las minorías sexuales se vuelve más ostensible

Hungría ha ratificado la mayoría de los principales instrumentos internacionales de la lucha contra la discriminación y forma parte, además, del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. La legislación antidiscriminatoria del país era contradictoria y dispersa, por lo que hace poco se realizó una reforma a fondo, a fin de adecuarla al acervo normativo comunitario antidiscriminatorio de la Comisión Europea.

En 1997 el Gobierno adoptó el primer programa para la integración social de los romaníes. El debate público acerca de la discriminación llevó a la adopción de una ley antidiscriminatoria de amplio alcance a fines de 2003. La Ley de Igualdad de Trato (LIT), que cubre los cinco fundamentos de las directivas de la Comisión Europea, entró en vigor el 27 de enero de 2004. La Autoridad para la Igualdad de Trato comenzó a funcionar en febrero de 2005, con el cometido de combatir todas las formas de discriminación; ya se ha ocupado de varios cientos de casos. Sin embargo, siguen dándose infinidad de abusos encubiertos y la LIT no llega a cumplirse en toda su extensión.

Hungría ha llevado a cabo la transición hacia el capitalismo y la democracia con más “éxito” que gran parte de sus vecinos, pero las mayorías no han resultado beneficiadas. Para la mayor parte de los húngaros, la economía de mercado ha significado desempleo, jubilación involuntaria y pérdida de una forma segura de ganarse la vida. Alrededor de 1,5 millones de personas perdieron su trabajo y el desempleo es la principal causa de la pobreza. Cerca de 60% de la población está peor que antes. Entre los grupos más afectados se encuentran los trabajadores no calificados, las poblaciones de pequeñas ciudades y pueblos, las familias con hijos y los romaníes. Además de ser los grupos más golpeados por la transición económica, las minorías, sobre todo los romaníes, se han convertido en los chivos expiatorios al experimentar la mayoría de los húngaros una fuerte caída en el estándar de vida.

La discriminación contra los romaníes

El pueblo romaní constituye alrededor de 7% de la población (unas 700 mil personas). A pesar de los esfuerzos legislativos y los programas de integración, la discriminación en educación, empleo, salud, vivienda y acceso a bienes y servicios, sigue estando muy arraigada. De hecho, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha expresado su preocupación por la prevalencia de actitudes discriminatorias y xenofóbicas. Los niños romaníes son estigmatizados, excluidos y empobrecidos. El Comité expresó también su preocupación ante la segregación arbitraria de estos niños en instituciones o clases especiales. En regiones con población predominantemente romaní, el acceso a la educación preescolar es limitado y la incidencia de la pobreza es alta. La enorme mayoría de los romaníes vive en forma precaria en guetos sociales, carece de acceso al agua y a la electricidad y sufre desnutrición, cuando no hambre. Su situación desesperante es consecuencia de la discriminación racial generalizada y de la transición a la economía de mercado.

Salud y educación de los romaníes

Se estima que la expectativa de vida de los romaníes está 10 años por debajo del promedio nacional. Entre los factores que contribuyen a la mala salud de las mujeres se incluyen los siguientes:

En el pasado se han realizado prácticas atroces, como la esterilización forzosa de las mujeres romaníes. La legislación húngara no obliga a obtener en todos los casos el consentimiento con conocimiento de causa para la esterilización.

Las previsiones constitucionales de la Hungría postcomunista otorgaron importantes poderes autónomos a las autoridades municipales en áreas como la educación, lo que ha frustrado los esfuerzos del Gobierno para lograr la conformidad general con las políticas nacionales de desegregación de las escuelas y mejorar la situación educativa de los romaníes. En especial, las mujeres tienen niveles educativos desproporcionadamente bajos, no sólo en comparación con la población mayoritaria sino también con los varones romaníes.

Los niños y niñas romaníes sufren el acoso verbal y físico de sus compañeros de clase. Los docentes rara vez castigan tales comportamientos, aun cuando los padres romaníes los denuncian. La combinación de los factores de pobreza, actitudes patriarcales y partos tempranos siguen teniendo un impacto negativo en el número total de años de asistencia a la escuela de niñas y jóvenes romaníes.

Asimismo, la segregación escolar por etnias en aulas o escuelas separadas ha ido en aumento en los últimos años.

Empleo

La tasa global de empleo es baja (56,7% en 2007) y la de desempleo va en aumento (más de 8% en enero de 2008) [1] . Entre los romaníes las tasas de desempleo son mucho más elevadas. El Departamento para las Minorías Nacionales y Étnicas informa de tasas de 90% a 100% en regiones especialmente desfavorecidas. Las mujeres romaníes, por su parte, sufren tasas de desempleo sumamente altas en comparación con las de los hombres y la población mayoritaria.

Progresos recientes

En los últimos años los abusos a los derechos humanos se han hecho públicos con cada vez mayor frecuencia. Además, la implementación de la LIT ha dado lugar a cambios en la carga de la prueba en muchos casos de discriminación (con anterioridad, el sistema sólo se aplicaba en el ámbito de las leyes laborales). A pesar de que la LIT se aplica a todos los casos de discriminación, la legislación restringe fuertemente los criterios de aplicación. La protección que proporciona la LIT es ampliada por el Código Civil y una serie de leyes adicionales (por ejemplo, la de protección al consumidor, la ley de supervisión laboral, etc.).

En abril de 2006 el Primer Ministro Ferenc Gyurcsány y su coalición liberal-socialista ganaron las elecciones y accedieron nuevamente al poder. Aunque este Gobierno se ha desempeñado mucho mejor que sus predecesores en la promoción del diálogo civil y las consultas sobre discriminación, su decisión de desmantelar el actual enfoque pro-romaní , en favor de una política más general para atender a los “grupos desfavorecidos”, podría obstaculizar los avances alcanzados en el tema romaní. Son necesarias medidas para asegurar la participación política plena y eficaz de este grupo minoritario. Una clave para hacer cumplir sus derechos sería promover la inclusión en las entidades electorales y administrativas y aumentar su representación en la administración pública [2] .

La mujer y la violencia doméstica

Según un informe publicado en 2007 por Amnistía Internacional [3] , 28% de más de 1.000 mujeres encuestadas informaron haber sido golpeadas y más de 7% dijeron haber sido forzadas por su pareja a mantener relaciones sexuales [4] . Dos tercios de los crímenes sexuales son cometidos por individuos conocidos por las víctimas. Pocos son enjuiciados por sus crímenes. Según el informe, las leyes sobre violación deben ser reformadas en forma urgente. El Código Penal define la violación y otros crímenes de violencia sexual como “crímenes contra el matrimonio, la familia, la juventud y la moral sexual”; no tiene en cuenta a la víctima y fomenta el silencio. Además, el Código establece que en la violación debe haber violencia o amenaza de daño físico, lo que hace necesario que la víctima pruebe que resistió físicamente al atacante, o que la persona que cometió la violación amenazó su vida o integridad física en forma directa. Los prejuicios generalizados hacen que sea difícil obtener justicia, ya que a menudo las jóvenes y mujeres violadas sufren el descreimiento y la estigmatización.

Muchos de los casos sencillamente desaparecen del proceso legal y ni siquiera llegan a tribunales. La policía puede no identificar al atacante, o la víctima u otros testigos pueden decidir retirar sus declaraciones o no presentar cargos. La situación es aún peor entre las mujeres romaníes; más de las dos quintas partes han padecido violencia doméstica, o la padecen en la actualidad, pero la víctima sólo busca la ayuda de la policía en uno de cada cinco casos y la policía responde con eficacia en apenas uno de cada siete. La violencia contra la mujer es generalizada, dentro y fuera de la comunidad romaní.

Las romaníes rara vez buscan la ayuda de instituciones que atienden la discriminación, ya que apenas tienen representación en las entidades autónomas de la minoría romaní y ninguna en las que representan a la mujer en general. Aunque algunas han logrado ingresar al sector público, la mayoría se emplea dentro de la comunidad romaní.

Las escasas de denuncias se pueden atribuir a la falta de destrezas y capacitación de los investigadores policíacos, la falta de apoyo oficial y servicios que se ofrecen a las víctimas, la legislación defectuosa y los prejuicios sociales generalizados que padecen las denunciantes. Sólo los casos más notorios, en los que la víctima ha sido herida de gravedad, llegan a los tribunales. Entre los que sí llegan, la tasa de condena es de más de 50%, una de las más altas de Europa.

La mujer y el empleo

Una investigación [5] de 2006 mostró que la tasa de empleo femenino permanece inmóvil y que la de desempleo va en aumento. A pesar de la normativa que combate cualquier tipo de discriminación por cualquier motivo, las mujeres reciben menores sueldos y, cuando ingresan o reingresan al mercado laboral, tienen perspectivas de trayectoria profesional más modestas que las de los hombres.

Desde 1993 la tasa de empleo de las romaníes no supera 15% [6] . Los datos estadísticos más recientes muestran un descenso mayor, debido a cambios desfavorables en la normativa jubilatoria y la baja participación en el empleo público.

El tráfico humano

Hungría es un país primordialmente de tránsito en el tráfico humano, aunque en menor grado es también un destino para mujeres de países vecinos y país origen de traficadas. Las mujeres son transportadas a través de Hungría con fines de explotación sexual comercial en Austria, Eslovenia, Alemania, España, los Países Bajos, Italia, Francia y Estados Unidos.

Aunque el Gobierno cumple enteramente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas y ha demostrado sostenido compromiso por combatirla, Hungría fue designado país de tránsito de nivel 1 y en menor grado, país origen y destino en el Informe 2007 sobre Trata de Personas. Desde entonces el Gobierno ha introducido nuevas medidas para la aplicación de la normativa y la policía ha mejorado sus esfuerzos para identificar y atender a las víctimas [7] .

Fascismo y antisemitismo en aumento

Hungría es, en la actualidad, el país más xenofóbico de Europa Oriental, incluso más que los países balcánicos [8] . Junto con el triunfo del pensamiento liberal, han proliferado las asociaciones nacionalistas y neonazis (por ejemplo, Sangre y Honor). Aunque los partidos de corte nazista no gozan de apoyo generalizado, el surgimiento de organizaciones paramilitares constituye una verdadera amenaza para judíos, romaníes y homosexuales. Es aterrador ver a los neonazis marchar por las calles de Budapest enarbolando banderas Arpad inspiradas en la cruz gamada y ostentando símbolos similares a los de la era nazi. Jobbik, un partido de extrema derecha, antisemita y homofóbico que, formó un grupo paramilitar llamado Magyar Garda (Guardia Húngara), compuesto de unos pocos cientos de jóvenes extremistas.

En respuesta a la presión ejercida por algunas ONG y las comunidades judías y romaníes, el Primer Ministro solicitó a los fiscales que estén muy atentos a esta agrupación extremista. “El establecimiento de Magyar Garda constituye una amenaza a nuestros valores comunes más importantes: el respeto por la dignidad humana, el derecho a vivir libres de miedo y el respeto por las culturas, orígenes étnicos y visión del mundo de los demás”, afirmó.

Se están preparando medidas legales para proscribir a la Magyar Garda, de modo que es posible que la organización sea disuelta en breve. Sin embargo, la lucha antifascista, si ha de imponerse, también requiere que se produzcan cambios en las políticas sociales y económicas, ya que la austeridad de las medidas neoliberales constituye un campo fértil para las tendencias fascistas.

Uso excesivo de la fuerza y malos tratos

En septiembre de 2006 se produjeron enfrentamientos entre la policía y grupos de protesta, después de que el Primer Ministro admitió haber mentido durante la campaña electoral. La pasividad de la policía en esa ocasión dio lugar a una serie de ataques.

En octubre hubo enfrentamientos entre grupos ultranacionalistas y de extrema derecha y la policía durante la conmemoración de la revolución de 1956; la policía hizo uso de fuerza excesiva durante la represión, mediante el uso de balas de goma, cañones de agua y gases lacrimógenos. Los manifestantes detenidos fueron golpeados y a algunos de ellos se les negó el acceso inmediato a un abogado.

Estas violaciones a los derechos humanos fueron muy criticadas por los partidos de oposición y activistas de la sociedad civil [9] . Asimismo, se han denunciado incidentes en los que la policía ha usado fuerza excesiva contra sospechosos, en particular romaníes. También ha habido repetidos alegatos de intromisión del Gobierno en decisiones editoriales y de personal en los medios de comunicación estatales. En septiembre de 2007 se pintaron leyendas antisemitas en una exposición ambulante conmemorativa del Holocausto en las afueras de Budapest.


 


[1] Departamento Central de Estadística Húngaro (2008). Empleo y desempleo noviembre 2007 - enero 2008.

[2] Observaciones del Centro Europeo para los Derechos de los romaníes respecto de Hungría, para su presentación ante la CEDAW en su 39ª sesión (agosto de 2007).

[3] Amnistía Internacional (2007). Hungría. Un clamor ignorado. La falta de protección a las mujeres frente a la violación y la violencia sexual en el hogar.

[4] Tóth, O. (1999). “Violencia Doméstica, Centro de Investigación Social TÁRKI, en Amnistía Internacional, 2007, op. cit.

[5] Koncz, K. (2006). Perdiendo el paso: la mujer húngara y el empleo, en Statisztikai Szemle, julio de 2006, p. 651-674.

[6] Ibid.

[7] Departamento de Estado de Estados Unidos, Informe 2007 sobre Trata de Personas, junio de 2007.

[8] Wallace, C. (1999). Xenophobia in Post-Communist Europe. Studies in Public Policy: 323. Glasgow: Universidad de Stratchclyde, Centre for the Study of Public Policy. En: Hagan, M. (2003). Human Rights Melodrama, p. 2-3.

[9] Federación Internacional de Helsinki, Informe 2007, Human Rights in the OSCE Region, Hungría, p. 82-85.