El culto por el secreto: amenaza a derechos civiles y económicos

Publication_year: 
2008
Mageswari Sangaralingam
Asociación de Consumidores de Penang

Aunque frecuentemente se presenta a Malasia como uno de los países en desarrollo con más altas conquistas sociales y económicas, el creciente descontento refleja serias preocupaciones respecto a la corrupción, el aumento de la criminalidad, la escalada de precios de los alimentos, la progresiva desigualdad, el deterioro de la calidad y sustentabilidad del medio ambiente. El Gobierno debe descontraer su cultura del secreto si el país quiere generar la apertura, responsabilidad y transparencia necesarias para la participación de la ciudadnía en el desarrollo económico

Malasia celebró el 50 Aniversario de la Independencia el 31de agosto de 2007 con gran ceremonia, celebrando las conquistas del desarrollo que incluyen un sistema de salud de primer orden, una tasa de alfabetización de 88,7%, cobertura de suministro de agua de 95% y cobertura de electricidad de 93%. Los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema y proporcionar servicios sociales y comunitarios son considerados de los mejores entre los países en desarrollo. A pesar de esto, el final de 2007 fue testigo de notorios disturbios, incluyendo concentraciones de protesta de amplios sectores de la sociedad, reflejando la reducción de libertades civiles así como la pobreza y marginalización en curso, especialmente entre las poblaciones rurales e indígenas.

Se restringen las libertades civiles

La Constitución Federal de Malasia reconoce el derecho a la libertad de palabra y de expresión, aunque no especifica cómo se protegerán estos derechos. Si bien el país se enorgullece de practicar la democracia, los derechos de sus ciudadanos se ven restringidos por leyes como la Ley de Seguridad Interna, la Ley de Secreto Oficial de 1972 y la Ley de Imprentas y Publicaciones de 1984. Estas dos últimas restringen la libertad de palabra y expresión, la primera sometiendo los asuntos de administración pública a las leyes de confidencialidad; la segunda mediante el requerimiento de reautorización anual que mantiene a los medios en constante alerta para no ofender al Gobierno.

Los principales medios de comunicación son controlados por partidos políticos alineados con el Gobierno y practican la autocensura siempre que un asunto se considera controversial. En 2007 el puesto de Malasia en el índice de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras cayó 32 lugares al número 124 (SUARAM Kommunikasi 2007). Asimismo se vigilan muy de cerca las fuentes de noticias alternativas y los blogs en línea.

La reticencia del Gobierno a proporcionar acceso público a la información relativa a las negociaciones en curso sobre libre comercio, concretamente el Tratado de Libre Comercio (TLC) Malasia-Estados Unidos de América, es particularmente descorazonadora dado que los asuntos de mayor interés público terminan siendo negociados en el mayor secreto.

La libertad de reunión sufrió serios reveses en 2007. El 10 de noviembre de 2007 una concentración masiva organizada por la Coalición para Elecciones Transparentes e Imparciales, integrada por 70 grupos de la sociedad civil y partidos políticos, se congregó en Kuala Lumpur para exigir elecciones libres y equitativas. Unos días después, el 25 de noviembre, el Frente de Acción para los Derechos de los Hindúes (HINDRAF, en inglés) organizó una concentración a la que asistieron por lo menos 20 mil manifestantes, mayoritariamente indios, exigiendo igualdad de derechos sociales y económicos (SUARAM Kommunikasi 2007). En ambas concentraciones, la policía utilizó gas lacrimógeno y cañones de agua cargados con químicos para dispersar a los manifestantes y muchos de ellos fueron detenidos sin proceso. Cinco organizadores de la concentración de HINDRAF han estado detenidos desde diciembre de 2007 en virtud de la Ley de Seguridad Interna, que permite el confinamiento por tiempo indefinido sin cargos o juicio.

Aunque se esperaba que el establecimiento de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia en 2000 mejorara la situación de los derechos humanos, los críticos la ven como un organismo sin poder, instituido con el propósito de enmascarar el deficiente historial del Gobierno en derechos humanos, distrayendo la atención de las continuas violaciones de los derechos civiles (Suara Rakyat Malasia 2007). Sus mayores falencias residen en la falta de transparencia en la elección de los comisionados, un mandato limitado y falta de autonomía estructural, el Gobierno hace caso omiso a sus recomendaciones y asesoramiento, y una lenta respuesta a las presuntas violaciones. Muchas de sus recomendaciones no han sido informadas y permanecen en los estantes del Parlamento (Suara Rakyat Malaysia 2007).

Pobreza y disparidad

De acuerdo a estadísticas oficiales, la pobreza en Malasia descendió desde 8,5% en 1995 a 5,7% en 2004. Sin embargo, esto no muestra las considerables diferencias entre regiones y entre áreas urbanas y rurales. En particular, hay alta incidencia de pobreza entre los pueblos indígenas, especialmente las minorías de Malasia del Este (UPE 2006), quienes encuentran su consuetudinaria posesión de tierras, ya de por sí endeble, cada vez más amenazada. Por ejemplo, el futuro de aproximadamente 150.000 Orang Asli (comunidades indígenas formadas por alrededor de 18 grupos étnicos) en Malasia Peninsular es poco prometedor debido a la pérdida de tierra y medios de subsistencia resultantes de la desforestación, del desalojo repentino para hacer lugar a proyectos de desarrollo e insignificante compensación en dinero. Además, la disparidad del ingreso rural-urbano continúa en aumento. El Noveno Plan de Malasia informó que la  pobreza era cinco veces mayor en las áreas rurales que en las urbanas (UPE 2006).

CUADRO 1. Malasia: estadísticas clave

 

2007

Población (en millones)

27,17

Tasa bruta de natalidad (por mil)

17,6e

Tasa bruta de mortalidad (por mil)

4,4e

Tasa de mortalidad infantil (por mil)

6,7e

Expectativa de vida (hombres)

71,9

Expectativa de vida (mujeres)

76,4

Tasa de alfabetización en adultos (%)

88,7

Tasa de desempleo (%)

3,1

Tasa de crecimiento del PBI (%)

6,7

Índice de Desarrollo Humano (2005)

0,811

e = estimado

Fuente: Departamento de Estadísticas de Malasia, <www.statistics.gov.my>.

La brecha entre ricos y pobres también ha aumentado. El coeficiente nacional Gini se desbarrancó desde 0,442 en 1990 a 0,462 en 2004, a medida que la proporción de ingreso del 40% inferior declinó de 14,5% en 1990 a 13,5% en 2004, mientras que la proporción de ingreso del 20% superior aumentó desde 50% en 1990 a 51,2% en 2004 (UPE 2006). Evidentemente, la Nueva Política Económica no ha beneficiado cabalmente a la mayoría pobre, mientras que un pequeño grupo acumula riqueza a través de contratos para mega-proyectos y otras concesiones gubernamentales.

En el curso de 2006-2008, el Gobierno estableció cinco corredores económicos regionales, cubriendo las regiones norte, este y sur de Malasia Peninsular, y uno en Sabah y otro en Sarawak, destinados a abordar el desequilibrio socio-económico (Tesoro de Malasia 2007). Los planes de desarrollo se prepararon en colaboración con el sector privado únicamente, sin audiencias públicas, y es por lo tanto más posible que beneficien al sector corporativo que a los pobres.

Por ejemplo, el Plan Integral para la Región del Corredor Económico Norte (NCER, en inglés), que comprende los estados de Kedah, Perlis, Penang y norte de Perak, fue lanzado el 30 de julio de 2007. Diseñado por un conglomerado local, Sime Darby Berhard, el plan está enfocado en servicios, agricultura, fabricación e infraestructura. La primera fase pretende echar los cimientos asegurando inversores ancla y construyendo infraestructura prioritaria.

La puesta en marcha del plan detallado NCER será asignada a un organismo de implementación, a saber, la Agencia de Implementación del Corredor Norte, que tiene la potestad de llevar adelante o realizar cualquier actividad comercial o empresa con fines de lucro sujeto a la aprobación del Gobierno Federal. El plan incluye una cláusula obligando al secreto en las reuniones de autoridades en tanto que no pueden entablarse acciones contra el mismo o sus miembros por actos realizados de buena fe.

Dada la falta de participación pública, tanto en el desarrollo del plan como de los proyectos a ser implementados, la pregunta es si el mismo y los otros corredores económicos regionales pueden incentivar el crecimiento económico y aumentar los ingresos de la gente en un futuro razonable, o simplemente beneficiar al sector privado. Entretanto, el precio exorbitante de los productos agrícolas ha beneficiado al sector agrícola de Malasia, incluyendo a los campesinos y pequeños agricultores vinculados a la producción de aceite de palma o caucho, mientras que el costo de vida ha subido junto con el precio de los productos básicos e insumos agrícolas, limitando de este modo las ganancias para la mayoría de las personas.

También existe preocupación porque la afluencia de importaciones más baratas que surgen de la globalización y de la liberalización del comercio pueda afectar la economía rural. La competencia incrementada de las importaciones puede causar dificultades a los agricultores locales dado que los niveles del arancel consolidado tienen que ser reducidos con el transcurso del tiempo, mientras que los subsidios agrícolas serán progresivamente disminuidos, reduciendo drásticamente el ingreso de cientos de miles de campesinos y pequeños agricultores.

Liberalización del comercio

Los Tratados de Libre Comercio [1] entre países desarrollados y en desarrollo habitualmente requieren que estos últimos contraigan obligaciones OMC-plus, que incluyen regulación de la inversión y procedimientos de gobierno tradicionalmente objetados por los países en desarrollo. Cuando Malasia y los Estados Unidos comenzaron la primera ronda de conversaciones sobre un TLC bilateral en 2006, los ciudadanos malayos cuestionaron que el acuerdo causaría más daño que beneficio. La Coalición sobre el TLC Malasia-EUA, un grupo heterogéneo que incluye personas afectadas por HIV y SIDA, consumidores, trabajadores, agricultores, activistas de la salud y de los derechos humanos, expresó preocupación por que el alcance de las negociaciones tendría impactos significativos sobre lo siguiente:

Al movimiento de sociedad civil le preocupa particularmente que se estén tomando decisiones sin consulta alguna con el público. Un ejemplo es el TLC Japón-Malasia, concertado bajo un manto de silencio, cuyos detalles aparecieron en el sitio web oficial del Gobierno sólo después de firmado.

En el caso del TLC Malasia-EUA, en 2007, se dio sólo una semana a los ministros del gabinete para expedirse sobre 58 asuntos polémicos para que pudieran concluirse las negociaciones dentro de la vigencia del procedimiento de vía rápida del Gobierno de los Estados Unidos. Las negociaciones llegaron a un estancamiento por desacuerdo sobre varios de estos asuntos y se pospusieron las negociaciones formales hasta comienzos de 2008.

La experiencia de países que han firmado TLC bilaterales ha demostrado derivaciones de gran repercusión para las personas comunes a medida que el espacio para configurar el desarrollo sostenible se reduce. Una afluencia de importaciones causada por la liberalización del mercado puede desplazar a los productos locales, reduciendo el nivel de vida de los agricultores y firmas locales afectados. Los fabricantes y agricultores también tendrán que anticipar pérdidas de negocio cuando se eliminen los aranceles protectores.

Un grupo que representa a personas con HIV y SIDA está muy preocupado porque los medicamentos antirretrovirales se tornarían aún menos costeables luego de la firma del tratado. Casi todas las patentes registradas en Malasia son de propiedad extranjera; por lo tanto, cualquier iniciativa para hacer más estrictas las leyes de patentes como resultado de un TLC Malasia-EUA podría beneficiar a las compañías extranjeras a expensas de las compañías locales y de los consumidores. Habitualmente un TLC de EUA impone más patentes sobre los medicamentos. Es así que se prevé el monopolio y aumento de precio de las drogas antirretrovirales.

Las protestas anti-TLC lograron asegurar que no se firmara el TLC Malasia-EUA antes del vencimiento de la potestad de vía rápida en 2007. A medida que se reinician las negociaciones, las organizaciones de la sociedad civil continúan presionando al Gobierno para que no siga adelante con el TLC [2] .

Referencias

UPE (Unidad de Planeamiento Económico) (2006). “Noveno Plan de Malasia 2006-2010”. Oficina del Primer Ministro. Putrajaya.

SUARAM Kommunikasi (2007). “Informe sobre Derechos Civiles y Políticos en Malasia 2007, Visión General”. SUARAM. Petaling Jaya.

Suara Rakyat Malaysia (2007). “Malasia: ¿Empoderamiento desde dentro? Informe de monitoreo sobre el desempeño de las instituciones nacionales de derechos humanos para la 12a. Asamblea Anual del Foro Asia-Pacífico de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos”. Sydney, Australia. 24-27 de setiembre de 2007.

Tesoro de Malasia (2007). “Informe Económico 2007-2008”. Ministerio de Finanzas. Putrajaya.


 


[1] Por más información sobre las implicaciones de los TLC en la sociedad malaya, ver: <www.ftamalaysia.org>.

[2] En las elecciones generales de 2008, los ciudadanos expresaron su descontento denegando al Barisan Nasional (Frente Nacional), la alianza política gobernante desde la independencia, una mayoría de dos tercios. Cinco de trece estados se encuentran actualmente bajo el gobierno de la oposición, en comparación con tan Sólo uno luego de las elecciones de 2004.