Estimado/a líder - Roberto Bissio. Secretariado Internacional de Social Watch

Publication_year: 
2010
INFORME ANUAL: 
Yes

Estimado/a líder:

Sabemos que Usted es una persona muy atareada y que la presente carta puede estar llegando a Sus Manos cuando se esté preparando para ir a Nueva York a participar de la Cumbre de Naciones Unidas que revisará los objetivos mínimos de desarrollo social que Usted y Sus Colegas se comprometieron a cumplir para el año 2015.

Aún así, conscientes de cuán ocupado/a está Usted, estimado/a Líder, nos atrevemos a pedirle que continúe leyendo, primero porque es bueno que gobernantes compasivos como Su Excelencia tengan a bien escuchar de vez en cuando la voz de sus gobernados, y segundo porque puede ayudarle a Usted a no caer en la tentación de cantar victoria allí donde no la hay.

¿Recuerda que uno de Sus Colegas dijo “Misión cumplida” hace ocho años? ¿Y que luego la guerra que aseguró haber ganado siguió y que el candidato que se animó a decir que la invasión había sido un error ganó las siguientes elecciones por abrumadora mayoría? Sí,  por supuesto, nadie está pensando en poner un cartel en Su Espalda que diga “¡objetivos alcanzados!” cuando sea Su Turno de hablar ante la Asamblea General, pero muchos formadores de opinión quieren que Usted sume su voz a la teoría  del “vaso medio lleno” o aquellas que dicen que “estamos muy cerca” por lo que se sentirá Usted tentado a sostener que basta un esfuerzo extra sobre el final para lograr en los próximos cinco años el objetivo de erradicar la pobreza, tarea que, en realidad, jamás comenzó en momento alguno de los últimos diez años.

Este informe le ayudará a Usted a pensar dos veces. La opinión pública y la prensa tienen buena memoria, Su Excelencia, y para complicar aún más las cosas, todos y todas podemos leer en Internet la Declaración del Milenio, en la que hace diez años 189 líderes mundiales como Usted se comprometieron a no escatimar esfuerzo alguno “para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la que en la actualidad están sometidos más de 1.000 millones de seres humanos” y acordaron reducir esa proporción a la mitad para el año 2015.

Tal como ya le deben haber advertido sus asesores, en 2008 uno de sus ministros firmó el Plan de Acción de Accra que afirma que “1.400 millones de personas – en su mayoría, mujeres y niñas – siguen viviendo en la pobreza extrema” y el Banco Mundial, que es la fuente de esas cifras (y que mantiene la falsa ilusión de que la pobreza se puede describir únicamente en base al ingreso, cuando todos sabemos que es compleja y multidimensional), ese mismo Banco Mundial, ha estimado en enero de este año que “otros 64 millones de personas vivirán en pobreza extrema para 2010 debido a la crisis”. Tendrá Usted que desafiar sus habilidades matemáticas para tratar de explicar a la prensa cómo es posible que 1.500 millones de personas que viven hoy en la extrema pobreza puedan ser consideradas en vías de reducir "más de mil millones" a la mitad.

De hecho, el asunto ni siquiera es si el mundo puede alcanzar o no los objetivos de aquí a cinco años. Los ODM nunca fueron concebidos como planificación de objetivos sino que siguen siendo compromisos políticos realizados por líderes como Usted para definir públicamente prioridades. Son valiosos porque se pueden utilizar como puntos de referencia para evaluar el progreso. Y numerosos análisis muestran que el progreso en los indicadores sociales, de hecho, ¡ha disminuido desde el año 2000 en vez de acelerarse!

No es que dudemos de Su capacidad para abordar y convencer al público, por supuesto. A falta de ese atributo, Usted no hubiera sido elegido por Su Pueblo (si no ha sido Usted elegido por voto popular, por favor corríjanos y pediremos de forma pública las disculpas correspondientes). Pero incluso para un orador tan elocuente como Su Excelencia, será difícil sostener que “no se ha escatimado esfuerzo alguno” en la lucha contra la pobreza cuando los gastos militares a nivel mundial del año pasado superaron en quince veces el total de la ayuda recibida por los países en desarrollo y fueron 49% mayores a los gastos en el año 2000, fecha en que Sus Colegas prometieron “establecer una paz justa y duradera en todo el mundo”.

Además de evitarle a Usted cometer el vergonzante error de clamar victoria allí donde no la hay, la lectura de esta decimoquinta edición del informe anual de Social Watch lo/a ayudará a mantenerse en sintonía con las preocupaciones y el sentir de Sus ciudadanos y ciudadanas. Este informe es, de hecho, el resultado de un proceso de abajo hacia arriba. No es una opinión encargada a consultores sino las conclusiones de cientos de organizaciones y movimientos sociales que trabajan todo el año sobre temas de desarrollo social. El objetivo de contribuir a este esfuerzo es, precisamente, llamar la atención de los Líderes como Usted hacia las cuestiones que les preocupan y ayudar a Usted a cumplir sus promesas y diseñar políticas más equitativas, con sensibilidad de género y a favor de los pobres.

Cada una de las coaliciones de Social Watch determinó sus prioridades y temas para escribir su informe nacional y cada una buscó sus propios fondos y definió cómo consultar con las bases para reunir evidencias y así validar sus resultados. No les faltó coraje a la hora de criticarlo a Usted y a Su Gobierno, a las políticas vigentes, a las élites poderosas de su país o a los sistemas de gobernanza cada vez que creyeron necesario. Esperamos que Usted esté de acuerdo con nosotros en que la expresión de voces críticas ayuda a fortalecer los procesos democráticos. Pero aún cuando los informes encuentran que todavía se puede (y debe) mejorar mucho bajo Su Liderazgo, también sabemos que hay otros 191 líderes que comparten la cuota de responsabilidad con Usted y, por tanto, en promedio, sólo el 0,5% de la culpa le corresponde a Usted en lo personal.

Colectivamente, sin embargo, cuando Usted y Sus Colegas se reúnan en la Asamblea General de las Naciones Unidas, tendrá Usted toda la responsabilidad por sus actos, así como por sus omisiones, ya que no existe mecanismo mundial de gobernanza con mayor autoridad. Sí, sabemos que algunos organismos especializados y otras organizaciones están a cargo de las finanzas o el comercio y que tienen sus propios procesos de toma de decisiones, pero, ¿quién se sienta en sus respectivas asambleas, sino los ministros que Usted eligió y que están a su cargo?

Sabemos que Su capacidad de atención es escasa y que Usted tiene muchas cosas que atender. Puede Usted sostener que Sí, que la pobreza es una prioridad para Usted y que la igualdad de derechos para las mujeres es una causa a la que Usted y su pareja se han comprometido, cualquiera sea su respectivo género. De hecho, nunca hemos encontrado Líder alguno que adoptara una posición contraria y defendiera la pobreza, la esclavitud o negara la educación a las niñas. Pero hay otras urgencias que requieren Su tiempo e incluso si Usted ha leído esta carta hasta aquí puede sentirse tentado a no leer el informe completo y tal vez alguno/a de sus asesores/as lea el resumen y le transmita algunos puntos clave. Si sigue Usted leyendo estas líneas podrá ahorrarse incluso ese esfuerzo. El mensaje final que surge de este informe es simple: al igual que todo el mundo entiende que es necesario cumplir las promesas realizadas y que es justo que se las recuerden a Usted, ciudadanos y ciudadanas de todas partes adhieren al principio de "los contaminadores pagan". Quienes crearon el problema deben pagar por la limpieza y los daños que causaron. Y eso es válido tanto para los derrames de petróleo, el cambio climático o la crisis financiera.

Si se aplican los principios básicos de la justicia, se pueden encontrar los recursos para crear el "mundo más pacífico, más próspero y más justo" que todos Ustedes los Líderes nos prometieron hace una década. Podemos incluso ser tolerantes con Su Vergonzoso Retraso en esa tarea, al igual que esperamos que Usted sea tolerante con algunas de las frases impacientes y acaso irrespetuosas incluidas en este informe. Como puede Usted comprender, después de una década de ver que las palabras no coinciden con las acciones, algunos esperamos que Usted "se ponga a patear traseros", si me perdona la expresión. De hecho, es ésta una tarea que Usted debería acometer. Cuanto antes, mejor. Nos comprometemos a aplaudir fuerte.

Respetuosamente le saluda,

Roberto Bissio,

en nombre de Social Watch

Pd: Cualquier ayuda que pueda Usted necesitar para encontrar el lugar exacto en dónde patear, por favor siga leyendo este informe.

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