Se necesita más

Publication_year: 
2010
Summary: 
La crisis financiera mundial le ha impuesto una carga adicional a Indonesia, que ya enfrentaba problemas tales como una gran deuda externa, corrupción y políticas macroeconómicas que no se han traducido en pasos concretos para erradicar la pobreza. Los más castigados han sido los trabajadores, ya que las empresas despiden empleados como primera opción para salvar sus activos. La sociedad civil insiste en que el Gobierno deberá tomar medidas estratégicas para integrar la erradicación de la pobreza al presupuesto nacional.

Social Watch Indonesia
M. Firdaus (ASPPUK)
Wahyu Susilo (INFID)
Nani Zulminarni (PEKKA)

La crisis financiera mundial le ha impuesto una carga adicional a Indonesia, que ya enfrentaba problemas tales como una gran deuda externa, corrupción y políticas macroeconómicas que no se han traducido en pasos concretos para erradicar la pobreza. Los más castigados han sido los trabajadores, ya que las empresas despiden empleados como primera opción para salvar sus activos. La sociedad civil insiste en que el Gobierno deberá tomar medidas estratégicas para integrar la erradicación de la pobreza al presupuesto nacional.

Indonesia tuvo un mejor desempeño que sus vecinos durante la recesión global, pero el país todavía está sufriendo el impacto de la crisis financiera que sacudió la economía mundial a mediados de 2008. Además, a pesar de que el Banco Central estimó un crecimiento del 5,6% para 2010 y de hasta el 6,5% para 2011, el anuncio de varias decisiones sobre políticas parece reflejar la preocupación del Gobierno. Estas decisiones, que tenían el objetivo de brindar cierta seguridad a los actores económicos y a los inversores, no lograron el impacto deseado y, en cambio, generaron incertidumbre sobre la economía del país.

Una de las razones por las que el país tuvo mejor desempeño que sus vecinos es que depende menos de las exportaciones. Sin embargo, muchos sectores – como las plantaciones de caucho y palma, las industrias de la madera y el mueble, la minería, las manufacturas (especialmente textiles y vestimenta), la industria automotriz, la electrónica y la artesanía – se vieron severamente afectados. El Instituto de Investigación SMERU, que registró los diferentes grados de impacto en 2009, ha observado que la crisis afectó más a las personas con menores ingresos[1]. La inestabilidad del mercado laboral llevó a una reducción de los niveles de salarios y a un aumento de los empleos informales. Las mujeres han sufrido más el deterioro de los ingresos y el recorte de empleos que los hombres: por ejemplo, muchas mujeres ya se han quedado sin empleo en las industrias de la artesanía y el mueble en Lombok Barat y Jepara. La situación podría empeorar si la industria de la vestimenta se derrumba, ya que la mayoría de los trabajadores en este sector son mujeres[2] .

Otro obstáculo para la erradicación de la pobreza

Antes del impacto de la crisis mundial, el Gobierno había aumentado su presupuesto para erradicación de la pobreza de Rp 51 billones (USD 5.500 millones) en 2007 a Rp 58 billones (USD 6.300 millones) en 2009[3] . Por desgracia, los resultados no se corresponden con el tamaño del presupuesto: la pobreza se redujo en menos del 2%.

El porcentaje de personas que viven por debajo del umbral de pobreza (del total de unos 230 millones de habitantes) ha fluctuado: 15,97% en 2005, 17,75% en 2006, 16,58% en 2007, 15% en 2008 y 14,5% en 2009[4] .

Los objetivos del Gobierno para reducir el índice de pobreza eran del 9,5% en 2005, 8,9% en 2006, 7,9% en 2007 y 6,6% en 2008[5] . El objetivo inicial de 8,2% en 2009 fue posteriormente ajustado a 12%-14% pero el índice real de pobreza era aún más elevado[6] .

Los programas de erradicación de la pobreza de muchas instituciones de gobierno en el ámbito nacional y local no podrán solucionar este problema sin una reforma de la burocracia y una mayor dosis de voluntad política.

Al mismo tiempo, los efectos de la crisis mundial hacen más difícil reducir la pobreza ya que Indonesia enfrenta problemas tales como una importante deuda externa, corrupción y una falta de coherencia entre la política macroeconómica por un lado y las medidas concretas para reducir la pobreza por otro.

En agosto de 2009, el Banco de Indonesia informó que la deuda externa del país había alcanzado los USD 165.000 millones[7] . Las estadísticas del presupuesto emitidas por el Ministerio de Finazas muestran que el rubro para pagos de la deuda externa es mayor que el destinado a educación o salud: se asignaron USD 10.400 millones para pagos de la deuda externa e intereses en 2009 mientras que solo se destinaron USD 9.000 millones a la educación y USD 1.700 millones a la salud[8] .

El impacto en los trabajadores

Recientes controversias sobre favoritismo del Gobierno han servido como recordatorio de que en tiempos de crisis son los trabajadores y no los poderosos quienes cargan con los costos. Las empresas recurren al despido de trabajadores para salvar sus activos, algo que apoyan las políticas del Gobierno[9] . Además de los 250.000 empleos que se perdieron a partir de septiembre de 2008, la Organización Internacional del Trabajo estimó que 170.000 trabajadores indonesios fueron despedidos en 2009 como resultado de la crisis financiera mundial. El año pasado se estimó que el índice de desempleo en Indonesia era del 8% e iba en aumento[10] .

Por ejemplo, se concedió un tratamiento especial a Bumi Resources, la mayor empresa minera de Indonesia, cuando el valor de las acciones de la empresa cayó significativamente y muchas voces del Gobierno insistieron en intervenir para salvarla. Su accionista principal es PT Bakrie & Brothers Tbk, una sociedad encabezada por Aburizal Bakrie, que también es presidente del partido Golkar (integrante de la coalición de gobierno).

La crisis financiera también es una amenaza para los trabajadores indonesios migrantes pues ha llevado a los países donde residen a emplear más trabajadores locales. La Confederación de Gremiales de Trabajadores de Indonesia advirtió que se esperaba que unos 300.000 trabajadores migrantes volvieran al país para fines de 2009 después de ser despedidos en países receptores como Corea del Sur y Malasia[11] .

El Gobierno tuvo la expectativa equivocada de que las remesas enviadas desde el exterior por los trabajadores migrantes pudieran constituir una fuente alternativa de renta durante la crisis. Algunos analistas y encargados de elaborar políticas llegaron a sostener que el Gobierno debería tratar de incrementar el número de personas que percibían ingresos en el exterior para que las remesas ayudaran a reducir la volatilidad de la rupia indonesia[12] . El Gobierno estimaba que las remesas de los trabajadores en el exterior llegarían en 2010 a unos USD 10.000 millones[13] .

Los ODM en Indonesia

Hace poco el Instituto Nacional para Planificación del Desarrollo admitió que Indonesia no alcanzaría los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015, en especial los referidos a tasa de mortalidad materna, VIH y medio ambiente[14] . Según el PNUD – Indonesia:[15]

  • Más de 35 millones de personas - o un 15,4% de la población - viven por debajo de la línea nacional de pobreza.
  • La proporción de la población con acceso sostenible a agua potable y saneamiento no ha aumentado de manera significativa.
  • Más del 30% de las personas que viven en zonas urbanas y del 50% en zonas rurales carecen de acceso a una red de agua potable.
  • La tasa nacional de mortalidad materna de 307 por cada 100.000 nacidos vivos sigue siendo una de las más altas del Sureste Asiático.
  • Las infecciones por VIH y sida están aumentando notablemente en todo el país, siendo de especial preocupación Papúa y las zonas urbanas de alto riesgo.
  • Aproximadamente el 95% de los niños y niñas se matricula en la escuela primaria pero sólo el 81% ingresa en secundaria.
  • Entre 1997 y 2000 Indonesia perdió 3,5 millones de hectáreas de bosques por año.

Más esfuerzos para combatir la pobreza

Además del aumento en la partida presupuestal y los estímulos fiscales, el Gobierno ha tomado algunas medidas para reducir la pobreza, tales como la Ley 40 2004 sobre el Sistema Nacional de Seguridad Social[16] . El propósito de esta ley es proporcionarle seguridad social a todos los ciudadanos, no sólo a los que están inscriptos como pobres en la Oficina Nacional de Estadísticas. Establece cinco programas nacionales de seguridad social que abarcan: seguro de salud, seguro por accidente de trabajo, pensiones a la vejez, seguro de pensiones y seguro de vida. La ley prevé que se instaure un mecanismo para recaudar fondos con aportes obligatorios para garantizar que todos los ciudadanos puedan satisfacer sus necesidades básicas, entre ellas el acceso a la atención médica. Sin embargo, el Gobierno ha aplicado una sola norma, sobre procedimientos y organización de la Comisión de Seguro Social, mientras otros aspectos importantes – como el establecimiento de la Oficina de Administración del Seguro Social para la aplicación de la ley – han sido ignorados. Por lo tanto, el antiguo sistema de seguros continúa funcionando sin cambios.

En 2009 y 2010 la pobreza se redujo muy lentamente, sin que esto conlleve mejoras en el desarrollo humano. El Informe sobre Desarrollo Humano 2009 del PNUD[17] considera a Indonesia como un país con varios problemas, en el que se registra un empeoramiento en la calidad de vida de la población. Su ubicación en el Índice de Desarrollo Humano ha caído del lugar 107 en 2005 al 111 en 2009, por debajo de Filipinas (105) y Palestina (110).

Es necesario que el Gobierno tome medidas estratégicas para enfrentar esta situación. En primer lugar, debe integrar la erradicación de la pobreza al presupuesto nacional, apoyar los esfuerzos en este sentido de las organizaciones de la sociedad civil, y evitar los programas poco eficaces y superpuestos. En segundo lugar, las reformas gubernamentales deben incluir la erradicación de la corrupción y el establecimiento de la buena gobernanza. Para promover un desarrollo sostenible es fundamental que exista un plan estratégico para reducir la deuda y que se hagan esfuerzos para evitar el nuevo endeudamiento.

[1] SMERU, “Monitoring the Socioeconomic Impact of the Global Financial Crisis in Indonesia”. Disponible en: <www.smeru.or.id/crisismonitoring_reportintro.php?id=4>.

[2] Ibid.

[3] Dian Kuswandini, “Fixing poverty: In numbers we trust?”, The Jakarta Post, 27 de diciembre de 2008.

[4] Instituto Nacional para Planificación del Desarrollo, Indonesia MDGs Report 2009, Jakarta.

[5] Tempo, 26 de octubre de 2008.

[6] Dian Kuswandini, op. cit.

[7] Wahyu Susilo, “5 years to Millennium Development Goals deadline”, GCAP-SENCA, 29 de octubre de 2009. Disponible en: <www.gcap-senca.net/index.php?option=com_content&task=view&id=208&Itemid=1>.

[8] Ibid.

[9] Ames Gross and Andrew Connor, “Indonesia in the Global Financial Crisis: What HR Managers Need to Know”, Pacific Bridge, marzo de 2009. Disponible en: <www.pacificbridge.com/publication.asp?id=127>.

[10] Ibid.

[11] Hera Diani, “Future Looks Bleak for Laid-Off Indonesian Workers”, The Irrawaddy, 19 de noviembre de 2009. Disponible en: <www.irrawaddy.org/article.php?art_id=17254>.

[12] Reuters, “Indonesian Migrant Workers Expected to Send More Money Home in 2010”, The Jakarta Globe, 30 de octubre de 2009.

[13] Ibid.

[14] “RI to miss MDGs target”, The Jakarta Post, 20 de abril de 2010.

[15] Ver: <www.undp.or.id/mdg/>.

[16] Disponible en: <www.sjsn.menkokesra.go.id/dokumen/publikasi/buku_reformasi_sjsn_eng.pdf>.

[17] UNDP, Human Development Report, New York, 2009. Disponible en: <www.hdr.undp.org/en/reports/global/hdr2009/>.

AttachmentSize
indonesia2010_esp.pdf214.83 KB
Region: 
left