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PARA LA PRENSA COMUNICADO DE PRENSA - La riqueza económica no asegura el bienestar humano COMUNICADO DE PRENSA - La prosperidad pasó de largo COMUNICADO DE PRENSA - Una década perdida en la lucha contra la pobreza COMUNICADO DE PRENSA - Unos pocos virtuosos: Limpios y dignos |
Con emisiones de dióxido de carbono de 3 toneladas per cápita por año, Costa Rica y Uruguay han logrado reducir su mortalidad infantil al mismo nivel que un país que emite veinte toneladas al año: Estados Unidos. Al mismo tiempo, y con el mismo nivel de emisiones que Noruega, Sudáfrica tiene indicadores sociales similares a los de Indonesia, que consume cinco veces menos combustibles fósiles.
El concepto de que la erradicación de la pobreza y el logro de la dignidad básica para todos exigen un modelo de desarrollo que destruya el medio ambiente es erróneo. Hace veinte años, los líderes del mundo reunidos en Río en la Cumbre de la Tierra afirmaron eso mismo al declarar que “las causas principales de que continúe el deterioro del medio ambiente mundial son los patrones insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados […] que agravan la pobreza y las disparidades”.
Entre 1990 y 2000 el índice mundial de capacidades básicas mejoró cinco puntos (de 79 a 84) en tanto las emisiones mundiales per cápita de CO2 en realidad disminuyeron de 4,3 a 4,1 toneladas. En la primera década del siglo XXI, las emisiones mundiales de CO2 aumentaron a 4,6 toneladas per cápita pero los indicadores sociales solo subieron 3 puntos. A pesar del compromiso expreso con la erradicación de la pobreza y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el año 2000 marcó un punto de inflexión a peor: el progreso social se desaceleró al tiempo que se aceleró la destrucción del medio ambiente.
El Índice de Capacidades Básicas fue desarrollado por Social Watch como una forma alternativa de monitorear la situación de la pobreza en el mundo. La mayoría de los métodos disponibles para medir la pobreza se basan en la premisa de esta se trata de un fenómeno monetario y miden, por ejemplo, cuántas personas viven con un ingreso inferior a un dólar por día.
El ICB es una forma alternativa y no monetaria de medir la pobreza y el bienestar, basada en capacidades básicas indispensables para la supervivencia y la dignidad de las personas. Los indicadores que componen el ICB están entre los más básicos de los que se usan para medir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). (1) la capacidad de tener una alimentación adecuada; (2) la capacidad de reproducirse de forma saludable y segura; (3) y la capacidad de ser una persona educada e informada. El índice se calcula como el promedio de tres indicadores: 1) la mortalidad de los niños menores de cinco años, 2) la salud reproductiva o materno-infantil (que se mide por el número de partos atendidos por personal especializado), y 3) la educación (que se mide con una combinación de la matrícula en la enseñanza primaria, la proporción de niños que llegan a quinto grado y la tasa de alfabetización de adultos).
Todos los indicadores se expresan en porcentajes y van de 0 a 100. La mortalidad de los menores de cinco años, que se suele expresar como el número de muertes por cada mil niños nacidos vivos, se expresa como 100 menos ese valor. De manera que, por ejemplo, 20 muertes por mil es el 2% y, cuando se lo resta de 100, da un valor del índice básico de 98. De esta manera, el valor máximo de la mortalidad infantil es teóricamente 100: eso significaría que todos los niños nacidos vivos sobreviven hasta los cinco años. La salud reproductiva tiene el valor máximo de 100 cuando todas las mujeres que dan a luz son atendidas por personal médico especializado. De la misma manera, el indicador de educación marca 100 cuando todos los niños en edad escolar están matriculados en la escuela y todos reciben cinco años de enseñanza. Luego se hace un promedio de estos tres indicadores, de manera que valor total del índice varíe entre 0% y 100%.
El ICB para 2011
Los países con un ICB de nivel aceptable han alcanzado un grado razonable de desarrollo humano y, en principio, han alcanzado las metas de los ODM mucho antes de la fecha límite 2015. Los países con un ICB de nivel medio han logrado cierto grado de impulso para abordar los problemas clave del desarrollo humano y tienen una buena posibilidad de alcanzar las metas de los ODM para 2015. Los países con un ICB bajo todavía luchan por brindar los servicios básicos a sus ciudadanos y es probable que no logren las metas de los ODM para 2015. Los países con niveles de ICB muy bajo y crítico no podrán alcanzar las metas de los ODM. La mayoría de esos países, especialmente los que tienen un ICB crítico, padecen penurias económicas, descontento social o guerras. Algunos recién salen de un conflicto armado y están haciendo la transición hacia la normalidad en lo que refiere al funcionamiento del gobierno y los servicios públicos
El ICB mundial progresó entre 1990 y 2011, aunque en general el ritmo de progreso entre 2000 y 2011 es menor que entre 1990 y 2000. En 1990 el valor promedio del ICB (ponderado por la población) para los países con datos disponibles fue de 79,4. En 2000 el ICB aumentó 4,9 puntos para llegar a 84,3. El ICB aumentó a 87,1 en 2011, pero con un incremento menor: 2,8 puntos, que es menos que el incremento en la década anterior.
Evolución del ICB Mundial, 1990-2011
Año |
1990 |
Variación |
2000 |
Variación |
2011 |
Valor del ICB |
79,4 |
4,9 |
84,3 |
2,8 |
87,1 |
Al observar las tendencias regionales se constata que en los últimos 20 años, de 1990 a 2011, más países han alcanzado los niveles básico y medio del ICB. En el mismo período, el número de países con ICB de nivel crítico ha disminuido de 42 países en 1990 a solo 28 en 2011. Algunos de estos países progresaron al siguiente nivel, en tanto algunos pocos han logrado subir dos niveles.
El número de países con ICB de nivel medio aumentó de 44 en 1990 a 52 en 2011. Los países que han mejorado de un nivel de ICB bajo o muy bajo a medio son, entre otros: Argelia, Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Siria y Túnez (Medio Oriente y Norte de África); Azerbaiyán; Tayikistán, Maldivas y Vietnam (Asia Central, Meridional y Oriental); y Belice, Brasil, Colombia, El Salvador, México, Paraguay, Perú y Suriname (América Latina). El Salvador registró el mayor aumento del ICB del grupo, con un incremento de 17 puntos en el período de 1990 a 2011. En cambio, países como Ucrania, Bosnia y Herzegovina, y Tailandia han bajado de un ICB aceptable a uno de nivel medio.
Diecinueve (19) países tuvieron un ICB bajo en 2011. Países como Bolivia, Honduras y Nicaragua en América Latina, y Cabo Verde, Zimbabwe y Swazilandia en África Subsahariana lograron pasar de un ICB muy bajo o crítico a un nivel bajo. En este grupo de países con ICB de nivel bajo, Bhután en Asia Meridional tuvo el mayor aumento, de 28 puntos, que lo llevó de un nivel crítico a uno bajo.
El número de países en la lista con ICB crítico ha disminuido desde 1990, a 28 en 2011. Países como Benín, Camerún, Eritrea, Ghana, Kenia, Malawi, Rwanda, Tanzania y Togo en África Subsahariana; Guatemala en América Latina; Djibouti, Egipto, Marruecos y Yemen en Medio Oriente y Norte de África; Laos y Myanmar en Asia Oriental; y Bhután e India en Asia Meridional han logrado superar sus anteriores niveles críticos del ICB. Sin embargo, el número de países en la lista crítica sigue siendo importante, especialmente si se piensa que muchos países pobres que no cuentan con un sistema confiable de recopilación de datos, lo que indica un mal funcionamiento de sus instituciones, muy probablemente tendrían niveles de ICB críticos.
Gráfico: Social Watch
Por región, la tendencia también refleja la desaceleración mundial en el aumento del nivel de ICB. La variación del ICB en Europa y América del Norte ha sido marginal en los últimos veinte años. Para América Latina y el Caribe, Asia Oriental y el Pacífico, y Medio Oriente y Norte de África, la comparación con la década anterior muestra una marcada desaceleración del progreso del ICB en el período de 2000 a 2011.
Como signo positivo, las regiones de Asia Central, Asia Meridional y África Subsahariana tuvieron aumentos un poco mayores de su ICB en el período 2000-2011 que en la década anterior. A pesar del mayor impulso de los países más pobres de África Subsahariana y Asia Meridional, debe mencionarse que en estas dos regiones se registraron los ICB más bajos. Ambas regiones estuvieron inicialmente en niveles muy bajos, y deberán acelerar su avance aún más para lograr niveles medianos y aceptables en la próxima década. Asia Meridional progresa más rápido que África Subsahariana.
El índice de mortalidad infantil tiene los valores más elevados en todos los países y regiones. Los índices de salud reproductiva y educación tienen valores semejantes que son bastante menores que el de mortalidad infantil. A nivel mundial, el valor promedio ponderado por la población del índice de mortalidad infantil se calcula en 95,7. En cambio, el valor correspondiente para la educación es 78,5; y para la salud reproductiva, 75,7. Eso significa que se necesitan mayores esfuerzos para enfrentar las brechas y mejorar considerablemente la educación y la salud reproductiva.
El Cuadro muestra los valores promedio de los indicadores que componen el ICB para los años 1990, 2000 y 2011 y por región, ponderados por la población.
Cuadro 1. El ICB según los indicadores que lo componen
Notas:
1) Todos los valores están ponderados por la población
2) Puede haber algunas discrepancias en los valores promedio de los indicadores que componen el ICB debido al proceso de ajuste utilizado para corregir distorsiones por falta de datos, especialmente para el año 1990
Debe señalarse que las tendencias mundiales en los últimos veinte años de los tres indicadores que componen el ICB muestran un patrón similar de aumentos de 1990 a 2000 y a 2011. Sin embargo, y reflejando el mismo comportamiento que el ICB, el avance es más lento en el período 2000 a 2011 que en la década anterior. Esto significa que hay una marcada desaceleración del progreso de los países a partir de 2000. Esto se observa en la mayoría de las regiones, lo que indica una tendencia de desaceleración bastante constante a lo largo de la última década.
Progreso social y daño ambiental
El Índice de Capacidades Básicas y las emisiones de C02
África Subsahariana |
América Latina y el Caribe |
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Medio Oriente y N. de África |
Unión Europea
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Asia Oriental y el Pacífico
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Asia Meridional
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América del Norte
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China
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Mundo
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El eje vertical muestra la situación del ICB (mortalidad infantil, educación primaria, partos asistidos), que tiene un valor máximo de 100. El eje horizontal muestra las emisiones de CO2 per cápita en toneladas equivalentes de carbón. |
Para calcular el Índice de Capacidades Básicas se utilizan los siguientes indicadores:
1. Tasa de mortalidad de los menores de cinco años. La tasa de mortalidad de los menores de 5 años se define como la probabilidad de un niño nacido en un año o en un período específico de morir antes de cumplir los 5 años, si está sujeto a las tasas de mortalidad específicas para la edad en ese período, es decir, una probabilidad de morir que se deriva de una tabla de expectativa de vida y que se expresa como una tasa por 1000 nacidos vivos (Estadísticas sanitarias y sistemas de información sanitaria de la Organización Mundial de la Salud, en <www.who.int/healthinfo/statistics/indunder5mortality/en/>). Expresamos este indicador restando x/1000 a 100, donde x es el número de muertes de menores de 5 por 1000 nacidos vivos.
Los datos para este indicador se obtuvieron de UNICEF, Estado Mundial de la Infancia 2011.
2. Partos atendidos por personal médico especializado. Se define como el porcentaje de partos de nacidos vivos atendidos por personal especializado en un período dado de tiempo. Los datos para este indicador se obtuvieron principalmente de la Base de Datos del Observatorio Mundial de la Salud (Organización Mundial de la Salud), y en el caso de los países para los que no hay datos de la OMS disponibles, del sitio web oficial de la ONU para los indicadores de los ODM y UNdata 2003-2008 (<data.un.org/Data.aspx?q=births+attended+by+skilled+personnel&d=SOWC&f=inID%3a21>). Se imputaron datos para los países del primer mundo (como Alemania, Noruega, EE. UU., etc.) para los que no hay información disponible en las fuentes mencionadas.
3. Educación. El indicador de salud se compone de tres subindicadores:
a. Tasa de alfabetización de adultos. La tasa de alfabetización de adultos es el porcentaje de la población de más de 15 años que es capaz escribir y leer, con entendimiento, una proposición breve y sencilla sobre su vida cotidiana. Se calcula dividiendo el número de personas (de 15+ años) que saben leer y escribir por el grupo etario correspondiente de la población y multiplicando el resultado por 100 (Instituto de Estadística de UNESCO, Glosario, <glossary.uis.unesco.org/glossary/en/home>).
b. Tasa neta de matrícula en Primaria (TNM). Se define como el número de alumnos del grupo etario correspondiente que están matriculados, expresado como porcentaje de la población total de ese grupo etario, lo que se calcula dividiendo el número de alumnos (o estudiantes) matriculados que tienen la edad oficial para el nivel primario por la población del mismo grupo etario y multiplicando el resultado por 100 (Instituto de Estadística de UNESCO, Glosario, <glossary.uis.unesco.org/glossary/en/home>).
c. Tasa de supervivencia al quinto grado. Es el porcentaje de una cohorte de alumnos matriculados en el primer grado de un nivel o ciclo de educación dado, durante un año escolar dado, que se espera que alcancen el quinto grado (Instituto de Estadística de UNESCO, Glosario, <glossary.uis.unesco.org/glossary/en/home>).
La fuente principal de estos subindicadores es el centro de datos del Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) en <stats.uis.unesco.org/unesco/TableViewer/document.aspx?ReportId=136&IF_Language=eng&BR_Topic=0>,. Los primeros datos disponibles de 1990 a 1995 se usaron para 1990, los datos disponibles de 1998 a 2002 se usaron para 2000, y los últimos datos disponibles de 2005 a 2011 se usaron para el año 2011. Los datos para 1990 se obtuvieron principalmente del Informe de Seguimiento Mundial (GMR) 2010 y la base de datos del Banco Mundial, pues solo había datos del UIS a partir de 1999, a excepción del indicador de la tasa de alfabetización de adultos. Los datos que no estaban disponibles en el UIS y el GMR se obtuvieron de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL): el Anuario Estadístico para América Latina y el Caribe, <www.eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/7/42167/P42167.xml&xsl=/deype/tpl-i/p9f.xsl&base=/tpl-i/top-bottom.xslt>, y de la División de Estadística de las Naciones Unidas, <unstats.un.org/unsd/demographic/products/indwm/tab5e.htm>. Dado que faltan muchos datos para el indicador de la tasa de supervivencia hasta quinto grado, para los países sin datos se consideró la tasa de supervivencia hasta el último grado de la enseñanza primaria (que también se obtuvo del UIS).
Los datos para cada subindicador fueron re-escalados de 0 a 100 utilizando la siguiente fórmula que se tomó del Informe de Desarrollo Humano (HDR). Después de hacer un re-escalamiento de todos los valores de cada subindicador, se computa el indicador de educación haciendo un promedio de los tres subindicadores ajustados, si hay valores para los tres, o tomando el promedio de dos, si falta el valor de uno. No se atribuye ningún valor si falta más de un subindicador.
También se hizo el re-escalamiento de los otros dos indicadores: la tasa de mortalidad de los menores de 5 años y la salud materna. El valor bruto del ICB se calcula tomando el promedio de los valores re-escalados de los tres indicadores, si hay valores para los tres, y del promedio de dos indicadores, si solo hay valores para dos de ellos. No se atribuye ningún valor si falta más de un indicador.
Luego se hace el “re-escalamiento inverso” de los valores del índice expresados de 0 a 100 para ubicarlos en el rango original de valores del ICB de manera que sea posible compararlos con los ICB calculados anteriormente.