La violencia insustentable

Publication_year: 
2012
Summary: 
El principal obstáculo para que el país alcance un desarrollo sustentable es la violencia que impera en casi cada capa de su estructura social, tanto urbana como rural. Una imparable oleada de crímenes azota Honduras, y especialmente a las hondureñas, convirtiendo al país en el de mayor tasa de asesinatos en el mundo. La solución a otros problemas como la degradación medioambiental, la inequidad económica, los bajos rendimientos educativos o el escaso acceso a servicios de salud deben y deberán ser subordinados a la pacificación social del país. Since the majority of victims are women, a gender-sensitive approach is imperative.

Centro de Estudios de la Mujer-Honduras
Mercedes Elena Flores
Cristina Urbina

El principal obstáculo para que el país alcance un desarrollo sustentable es la violencia que impera en casi cada capa de su estructura social, tanto urbana como rural. Una imparable oleada de crímenes azota Honduras, y especialmente a las hondureñas, convirtiendo al país en el de mayor tasa de asesinatos en el mundo. La solución a otros problemas como la degradación medioambiental, la inequidad económica, los bajos rendimientos educativos o el escaso acceso a servicios de salud deben y deberán ser subordinados a la pacificación social del país.

 

Dentro de los desafíos que enfrenta Honduras en la actualidad, el principal y más notorio es el alto grado de violencia en que vive sumergida su sociedad, reflejado en la lista de ítems que se espera reducir para el 2038 “a nivel promedio internacional”. Según un informe de la PNUD , en el conjunto de países centroamericanos la tasa de asesinatos es de 44 por cada 100.000 habitantes, 11 veces el promedio mundial de cuatro por cada 100.000. En 2010, la tasa de asesinatos en Honduras fue de 77,5 cada 100.000 habitantes. Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa considerada normal es de nueve homicidios cada 100.000 personas, pudiendo considerarse epidemia a partir de los 10 .

La violencia, endémica en el país, se ha visto exacerbada tras el  golpe de Estado de junio de 2009. Cuando el quiebre institucional, activistas de género de seis países de América reunidas en el denominado Observatorio Feminista constataron en Tegucigalpa la “participación masiva de las mujeres en movilizaciones” contra el gobierno de facto, en las que muchas participantes resultaron “abusadas sexualmente” por miembros del ejército y que numerosas manifestantes fueron “golpeadas con toletes en diversas partes del cuerpo, especialmente en bustos y glúteos” y “agredidas verbalmente” con insultos como “putas, vayan a su casa”.

En algunos casos, las frecuentes intimidaciones llevaron a mujeres a alejarse de sus familias “para proteger a sus hijos y evitar allanamientos en sus casas”, sobre todo en los departamentos de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Al mismo tiempo, se registró un “recrudecimiento del femicidio”, al constatarse, sólo en el mes de julio siguiente al golpe de Estado, el asesinato de 51 mujeres, cuando la ya grave estadística histórica marcaba un promedio de uno por día

La situación persistió más allá de las cuestionadas elecciones del 29 de noviembre, que sentaron en el sillón presidencial a Porfirio Lobo Sosa. La coalición de organizaciones Feministas en Resistencia aseguró el 16 de mayo de 2010 que “ha recrudecido la violencia en contra del goce pleno de los derechos tutelados [tanto] por las instituciones internacionales como por nuestra Constitución” . Un año después del golpe de Estado, el CEM-H ratificó la persistencia de los abusos y contabilizó siete asesinatos de mujeres movilizadas contra la dictadura .

Un país ensangrentado

Para alcanzar un futuro de desarrollo sostenible, ya sea dentro de tres décadas o más, el primer desafío de los hondureños es detener la masacre y el odio entre ellos mismos. En enero de 2010 una comisión gubernamental produjo un extenso documento destinado al Congreso Nacional, titulado Visión de País 2010-2038 y Plan de Nación 2010-2022. En el mismo se identifican varios puntos problemáticos de cara a la búsqueda de un futuro de desarrollo sustentable. Los altos valores de la pobreza extrema, los bajos rendimientos escolares, el desempleo y la informalidad, la alta vulnerabilidad a las catástrofes naturales, son algunos de los elementos que necesitarían vigorosas políticas a largo plazo para ser corregidos. Si bien el informe es valiente y sincero al identificar los problemas y exponer sus cifras, y realista al marcarse metas a mediano y largo plazo, su visión del final del proceso, resumida en párrafos esperanzados como: “Para el año 2022, la política sobre seguridad habrá transformado el sistema de seguridad en Honduras, incidiendo en una reducción de la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes, la tasa de homicidios asociados a robo, la tasa de crímenes relacionados con narcotráfico, la tasa de delitos sexuales y la tasa de muertes por accidentes de tránsito todas al nivel promedio internacional. La conflictividad social se habrá reducido también en un 75% como producto de la consolidación de los procesos de participación ciudadana y el progreso de las condiciones económicas y sociales del país, las cuales incidirán en las causas generadoras y facilitadoras de la delincuencia. Honduras habrá alcanzado niveles de seguridad ciudadana que se traducirán en paz, sana convivencia y en ambiente propicio para la inversión nacional y extranjera” , suena más a expresión de deseos que a meta concreta.

El comisionado gubernamental de Derechos Humanos, Ramón Custodio, declaró que “Honduras registró entre el 2005 y el 2010, la muerte violenta de 24.674 personas, de las cuales 19.640 (80%) fueron víctimas de las armas de fuego” .
La violencia en el país es múltiple en causas y víctimas. Son frecuentes los casos de violencia entre pandillas (maras), conocidas por el extremo salvajismo de sus enfrentamientos. La decapitación, una de las formas de violencia que utilizan las maras, "se ha vuelto muy común ya que antes era extraordinariamente rara, lo cual indica que nos estamos acostumbrando cada día más a actos de irrespeto al cuerpo humano", dijo Custodio .

También se han multiplicado en los últimos años los casos de violencia contra comunidades campesinas. Entre enero de 2010 y principios de octubre de 2011, fueron asesinadas 40 personas  vinculadas a las organizaciones campesinas de la región del valle del Bajo Aguán .

El rostro femenino de un país insostenible

 

No hay ninguna esperanza en un país con un grado de violencia semejante, y dentro de la problemática general, la violencia de género alcanza niveles aberrantes, particularmente contra la mujer, aunque también se ha registrado un alarmante aumento de los casos de violencia contra ciudadanos transexuales, según denuncias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONG Human Rights Watch .

El feminicidio viene en aumento en Honduras. Entre 2003 y 2010 lo sufrieron 1.464 víctimas. Las mujeres de entre 15 y 29 años representan 44% de las asesinadas. Solo en 2010 se registraron más de 300 casos, de los cuales en apenas 22 hubo condena judicial (7,3%) . De un total de 944 muertes intencionales de mujeres entre 2008 a 2010, la Justicia ha dictado únicamente 61 sentencias (6,4%) . El cuerpo de las mujeres se ha convertido en un objeto sobre el cual hombres violentos demuestran su poder y ejercen venganza amparados en la impunidad, sin que se apliquen medidas de seguridad y de justicia por parte del Gobierno.

Sumado a esto, la situación de la mujer hondureña muestra serias desventajas en todos los campos. Las mujeres constituyen 51,7% de los 7.869.089 habitantes de Honduras y 41% de su población económicamente activa, además de concentrar 91,1% del trabajo doméstico en las familias. Por distintos motivos, es menor el desempleo abierto femenino (3,7%) que el masculino (4%) . La desocupación se concentra entre los más jóvenes: 52,6% de los 101.296 desempleados del país son menores de 24 años .

Las crisis económicas que se han sucedido desde finales del siglo XX obligaron a miles de hombres y mujeres a migrar dentro del país o al extranjero en busca de mejores condiciones de vida y de dinero para enviar a sus familias en sus lugares de origen . Como consecuencia de este fenómeno, sumado a la desintegración de las familias y de la violencia doméstica e intrafamiliar, cuatro de cada diez hogares hondureños son encabezados por una mujer. Y 40% de esos hogares sufren pobreza extrema, en contraste con 35% de los que tienen jefatura masculina .

Antes del golpe de Estado de 2009, Honduras pasaba por un lento proceso de reducción de la pobreza, la cual afectaba en 2005 a 63,7% de los hogares y en mayo de 2009, a 58,8%. Las mujeres de entre 20 y 59 años corren más riesgo de ser pobres, en especial las de áreas rurales, donde sufren tal condición 68,5% de ellas. Para cumplir el Objetivo de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio en 2015, el plazo indicado, la pobreza en Honduras debería reducirse 3,6 puntos porcentuales anuales y la pobreza extrema, 1,6 puntos.

La economía hondureña se sustenta en buena medida por las remesas enviadas por los emigrantes a sus familias, que representan 21% del PIB, superando los ingresos por exportaciones, maquilas y turismo. Son, asimismo, la principal fuente de sustento para muchos hogares.

Discriminación laboral

El mercado de trabajo femenino se caracteriza por el carácter temporal de los empleos y el bajo ingreso, sin que exista una política de Estado efectiva orientada a la erradicación de la discriminación laboral hacia las mujeres.

En las maquilas (zonas francas de procesamiento de exportaciones), las mujeres trabajan en condiciones precarias y de gran explotación. La mayoría de los empleados son mujeres jóvenes, de 17 a 25 años de edad. En los últimos tres años, las maquilas han sufrido sistemáticas reducciones de personal. La crisis financiera internacional iniciada en 2008 impactó en los establecimientos textiles y de vestimenta del sector, cuyas exportaciones se redujeron 10%. Al mismo tiempo, la crisis política postergó cuantiosas inversiones ya previstas, lo cual golpeó también a la mano de obra femenina .

El parlamento también aprobó la creación de “regiones especiales de desarrollo” o “ciudades modelo”, que, de hecho, constituyen una continuidad profundizada de los paraísos fiscales, donde la fuerza laboral femenina será depredada, tal como sucede en la maquila .

Las mujeres constituyen el grueso del sector laboral informal, en el que se ven privadas de todo beneficio social. Su presencia es también abrumadoramente mayoritaria en sectores como los servicios sociales, personales y el doméstico. En general, estos trabajos insumen más de las ocho horas de trabajo reglamentarias, y son frecuentes en ellos los riesgos de seguridad y de salud, los bajos salarios y la contratación temporal. En contraste, el mercado laboral masculino cuenta con empleos más seguros y mejor remunerados.

Educación, justicia y salud en rojo

De los mayores de 15 años, 15,6% son analfabetos, 15,8% de los hombres y 15,5% de las mujeres. La situación de la enseñanza ha mejorado en los últimos años, si bien persisten enormes dificultades como los elevados gastos para transporte, uniformes y útiles escolares. Las mujeres pasan en promedio 7,1 años en el sistema educativo, frente a los 6,8 años de los hombres. Mientras, la tasa de repitencia de ellas es de 8,8% y la de ellos 12,3%.

Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia ha registrado en los últimos periodos un promedio de 20.000 denuncias anuales de violencia doméstica. Las mujeres de 19 a 30 años de edad son la mayor parte de las víctimas (41,5%). Las agresiones están presentes en todos los estratos sociales. Los patrones culturales que le asignan a estos casos de violencia el carácter de “problemas internos de pareja” dificultan las denuncias.

Las altas tasas de morbilidad femenina dejan en evidencia las carencias de los servicios de salud a cargo de atender sus ciclos reproductivos y su sexualidad. La tasa de mortalidad materna asciende a 110 por cada 100.000 niños nacidos vivos, según datos de UNICEF recopilados por la CEPAL . Según estas estadísticas, apenas 66,9% de los partos fueron atendidos en 2006 por personal sanitario especializado. La situación merece urgente atención en un país donde 38% de las adolescentes de 19 años ya eran madres en 2001.

El acceso a los recursos

La desigualdad en el acceso a la tenencia de la tierra y a los ingresos que ésta genera es una evidencia más de discriminación contra la mujer hondureña, que carece de reconocimiento a su propiedad y, en consecuencia, al crédito para convertirla en productiva. Esto coarta su autonomía y su capacidad de tomar decisiones o de incidir siquiera en las que se toman en su hogar.

En 2010 hubo algunos avances en la titulación de propiedades de haciendas. Entre febrero y agosto las autoridades emitieron 1.487 títulos de propiedad independiente, de los cuales apenas menos de un tercio (482) correspondieron a campesinas. Al mismo tiempo, mujeres recibieron 150 títulos de propiedad agraria (28.40%), mientras los hombres recibieron 528 (71.60%). Como carecen de acceso y control de los recursos productivos, la mayoría de las mujeres no son contempladas al solicitar crédito.

Dificultades similares se presentan en la propiedad de la vivienda. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), el área urbana presentaba en 2004 el mayor porcentaje de viviendas alquiladas (86.2%) . Las migraciones del campo a la ciudad provocaron un crecimiento explosivo de las construcciones deficientes en San Pedro Sula y Tegucigalpa se debe a la migración del campo a la ciudad. La población que vive en tugurios de estas dos ciudades pasó de 900.000 en 1990 a 1.283.843 en 2010, según el Instituto Nacional de Estadística.

Por lo general, las viviendas no reúnen condiciones mínimas y constituyen un peligro para las familias, por el tipo de materiales que utilizan y la incidencia de los fenómenos climatológicos que propician deslizamientos, inundaciones y destrucción de las construcciones. La tasa de hacinamiento es de 19,6 para el quintil de menores ingresos y se va reduciendo significativamente hasta llegar a 1,5 en el quintil superior.

PNUD. Informe sobre desarrollo humano para América Central 2009-2010. Ver: <www.pnud.org.gt>.

OMS. Informe mundial sobre la violencia y la salud: resumen. Ver: <www.who.int>.

Observatorio Feminista, Semana de los Derechos Humanos de las Mujeres en Honduras, comunicado de prensa, Tegucigalpa, 20 de agosto de 2009, en www.cemh.org.hn

Observatorio Feminista, op cit.

Feministas en Resistencia, “Ante el agravamiento de la represión en Honduras”, 16 de mayo de 2010, en www.cemh.org.hn.

CEM-H, Pronunciamiento público: A un año del golpe de Estado las mujeres seguimos resistiendo, Tegucigalpa, 28 de junio de 2010, en www.cemh.org.hn

Op. Cit.

El Informador. “Violencia en Honduras ha alcanzado niveles de epidemia. Derechos Humanos”. <www.informador.com.mx>

La vía campesina. “Honduras: Violencia extrema contra comunidades campesinas en el Bajo Aguán” <viacampesina.org/>.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “CIDH observa con profunda preocupación asesinatos de integrantes de la comunidad transgénero en Honduras”. <www.cidh.org/Comunicados/Spanish/2011/4-11sp.htm>.

Human Rights Watch. “Se Exhorta al Presidente Porfirio Lobo Sosa Investigar Muertes Recientes de Mujeres Trangénero en Honduras”. <www.hrw.org>.

CEM-H, Día de la Mujer Hondureña: Más que una celebración exigimos una patria libre, comunicado de prensa, Tegucigalpa, 25 de enero de 2011.

Fuente: Estadísticas de las Unidades de Delitos contra la Vida de las Mujeres, de la Fiscalía Especial de la Mujer. 2010.

Programa de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía, Programa Operativo País Prioritario Honduras 2010-2011, Tegucigalpa, 2010.

Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. EPHPM, INE. Mayo 2009

  El promedio de remesas familiares es de 313.50 dólares mensuales, una reducción de 1.0 puntos porcentuales respecto de igual mes de 2009 (Informe del Banco Central de Honduras, agosto 2010).

Programa de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía, op cit.

El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y  la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), informan que desde 2008 a septiembre 2009, había una pérdida de casi 120,000 empleos por la crítica situación financiera internacional, el incremento al salario mínimo y la crisis política interna del 2009. Estiman que la crisis política ha ocasionado pérdidas totales por 14,000 millones de lempiras, con pérdidas diarias de 439,0 millones de lempiras, por las 65 marchas y bloqueos de carreteras y los 32 toques de queda realizados. Economía hondureña 2009 y perspectivas 2010 .Datos y percepciones. UPE/PNUD.

CEM-H, Día de la Mujer Hondureña: Más que una celebración exigimos una patria libre, comunicado de prensa, Tegucigalpa, 25 de enero de 2011.

Base de Datos y Publicaciones Estadísticas de CEPAL, en websie.eclac.cl.

Objetivos de Desarrollo del Milenio. Honduras 2010. Tercer informe de país.

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