Futuro tenebroso

Publication_year: 
2012
Summary: 
Los modelos prospectivos coinciden en predecir un futuro tenebroso para el país. El avance del desierto, la pérdida de bosques, el aumento de la pobreza y el subempleo son algunas de las amenazas que pesan sobre la población. El desarrollo sustentable está lejos de ser una realidad en el país, ya que no existe ninguna política de desarrollo ni concertación entre los diversos organismos del Gobierno a la hora de encargarse de la situación. Dada la ausencia de planes y políticas, es fácil avizorar que lo peor está por venir.

Grupo de Acción por la Paz y Educación para la Transformación (GAPAFOT)
Pastor Clotaire Rodonne Siribi

Los modelos prospectivos coinciden en predecir un futuro tenebroso para el país. El avance del desierto, la pérdida de bosques, el aumento de la pobreza y el subempleo son algunas de las amenazas que pesan sobre la población. El desarrollo sustentable está lejos de ser una realidad en el país, ya que no existe ninguna política de desarrollo ni concertación entre los diversos organismos del Gobierno a la hora de encargarse de la situación. Dada la ausencia de planes y políticas, es fácil avizorar que lo peor está por venir.

La economía de la República Centroafricana se basa fundamentalmente en el sector agrícola, que emplea alrededor del 68% de la población activa y representó en 2005-2006 el 54% del Producto bruto interno (PIB)[1]. De las 15 millones de hectáreas potencialmente cultivables, menos de dos millones se cultivan, lo que representa 3,2% del territorio nacional[2]. El potencial de 16 millones de hectáreas de pradera también es subexplotado, contando actualmente con 2,9 millones de cabezas de ganado bovino cuando su potencial es de cinco millones[3]. A pesar de que una parte de la producción agrícola está destinada a la exportación (algodón, café y tabaco), el sector sigue siendo mayormente de subsistencia.
Los métodos de cultivo tradicionales se apoyan en técnicas de cremación que contribuyen a la erosión del suelo y la deforestación[4]. El sistema dominante es el de los policultivos semiitinerantes,  método de alternancia de cultivos que asocian el algodón, la mandioca y los cereales en la zona de sabana, el café y la mandioca en la zona selvática y los cereales en la zona del Sahel. La actividad agrícola en el medio rural, a pesar de las condiciones agroecológicas favorables de que dispone, tiene rendimientos muy bajos.

En base a leña

El análisis del proceso de urbanización y de la situación de las mayores ciudades de la RCA pone en evidencia una serie de importantes desafíos en relación al uso de los recursos medioambientales y humanos. El uso de leña, para cerca del 90% del consumo energético destinado a cocinar, está contribuyendo a los procesos de desertificación. La urbanización y la concentración de la población en las ciudades y alrededor de ellas, por ejemplo, acarrean problemas medioambientales tales como el desbrozamiento agrícola y la utilización de tierras para fines inmobiliarios, la construcción de viviendas de manera anárquica, la concentración de contaminantes, la degradación de los suelos y la alteración del régimen hidrogeológico, la sabanización y la predesertificación. La leña es el recurso energético más empleado en el país para el calefacción en el 91,7% de los hogares de la capital, Bangui, donde es usada en prácticamente todos los hogares pobres (96%); los ricos combinan la leña (84,5%) con el carbón (10,5%) y el gas (2,5%). Entre 750 y 1400 toneladas de leña son quemadas diariamente sólo en Bangui, lo que representa 280.000 a 500.000 toneladas anuales.

Desafíos ambientales

La contaminación del agua, la desertificación y la pérdida de biodiversidad son los problemas medioambientales más acuciantes que enfrenta el país. En las regiones del norte, noreste y este, en el pasado notorias por su producción agrícola, las sequías son ahora frecuentes y el agotamiento de las reservas hídricas subterráneas cada vez más evidente, ocasionando un retroceso importante en su productividad[5]. La erosión de los suelos (República Centroafricana se encuentra, junto a Zaire y Nigeria, entre los países africanos con suelos más severamente erosionados[6]) y la depredación de las selvas y bosques por los agricultores y los cortadores de leña van de la mano con los procesos de desertificación y deforestación. En el presente, el país pierde  alrededor de 29.600 ha de selva tropical.

En cuanto la pérdida de biodiversidad, el país tiene una larga tradición de amenaza a la población de elefantes, por ejemplo. Hacia la mitad de la década de 1990 se estimó que el 90% de los elefantes que vivían en el territorio habían sido exterminados en los últimos treinta años, y de hecho un 85% de esa matanza era posterior a 1985. Actualmente la caza de elefantes está prohibida, pero la cacería ilegal sigue amenazando a la especie, así como también al rinoceronte negro y al rinoceronte de labio cuadrado o rinoceronte blanco.

Urbanización y pobreza

El mito de la ciudad como fuente de mejores ingresos y de seguridad es relativamente reciente en la RCA (cuya tasa de urbanización anual fue estimada para el período 2010-2015 en un 2,5%[7]), y ha sido vinculado a factores como una taza de natalidad elevada, un drástico éxodo rural, traslados de refugiados por los conflictos y la inestabilidad, tanto doméstica como de los países vecinos (Congo, Sudán, Chad), que incide sobre el aumento del número de pobres en las zonas urbanas. Además, las condiciones de vida en las ciudades están muy lejos de ofrecer bienestar y cobertura de las necesidades básicas. Por ejemplo, en algunos barrios de Bangui, los residentes sólo tienen electricidad cuatro días a la semana y el acceso al agua potable es en extremo limitado[8].

De acuerdo al Censo General de Población y Vivienda de 2003, el 62,7% de la población vive bajo la línea de pobreza. A su vez, un 60% de la población urbana es pobre, del mismo modo que un 72% de los habitantes de zonas rurales [9].

Puesto que el crecimiento de la población de Bangui está vinculado a los flujos migratorios de origen rural, la estructuración del paisaje y de los modos de utilización de los espacios urbanos son desafíos clave para la futura delimitación zonal y el desarrollo de la ciudad.
A pesar de que  la taza de desempleo es apenas del 2%, un 64% de las nuevas oportunidades de trabajo se da en actividades con muy mala remuneración, como ser agricultura a pequeña escala y el sector informal; de hecho, sólo un 10% de los empleos pertenecen al sector formal [10]. La pobreza urbana es particularmente severa entre quienes trabajan en la agricultura y la pesca.

Lo peor está por venir

Estos problemas que hemos señalado no parecen tener solución dado el presente estado de cosas. No hay planificación alguna a largo plazo, ni medios, ni vocación para enfrentar los desafíos más acuciantes, ni política de desarrollo alguna y los ministerios, sean el de agricultura o el de medio ambiente, intervienen cada uno por su lado sin concertación alguna.

De mantenerse las tendencias reconocibles, los bosques retrocederán, la sabanización avanzará y continuará el proceso de erosión de los suelos, que traerá aparejado un mayor riesgo de inundaciones, al tiempo que alejará a la población de sus primeras fuentes de recursos, sea la tierra cultivable o la leña. Asimismo, es de esperar que se produzcan conflictos en las zonas urbanas y periurbanas por el uso de la tierra para fines inmobiliarios o para la producción.

A largo plazo cabe esperar aumento en los precios de la leña y los productos agrícolas, un drástico agravamiento de la pobreza urbana y periurbana y, especialmente, el incremento de las temperaturas medias y de la incidencia de sequías predicho por los modelos vigentes de cambio climático. Esto traerá aparejado un notorio aumento de los procesos de desertificación, lo cual retroalimentará las catástrofes de estos escenarios a corto y mediano plazo.

[1] Banco Mundial, Agricultura. <datos.bancomundial.org/indicador/NV.AGR.TOTL.ZS>.

[2]  ITeM, Guía del mundo, “República Centroafricana: Indicadores”, <www.guiadelmundo.org.uy/cd/countries/caf/Indicators.html>.

[3] Ndewana, Jean Jacques, Panorama general de la RCA, <www.mijarc.org/uploads/media/MIJARCNoticias2-06.pdf>.

[4] Mongbay.com, Central African Republic, <rainforests.mongabay.com/20car.htm>.

[5]“Central African Republic – Environment”,en Nations Encyclopedia, <www.nationsencyclopedia.com/Africa/Central-African-Republic-ENVIRONMENT.html>.

[6] FAO, Land and environmental degradation and desertification in Africa, <www.fao.org/docrep/X5318E/x5318e02.htm>.

[7] <en.worldstat.info/Africa/List_of_countries_by_Rate_of_urbanization>; Indexmundi, Central African Republic Urbanization, www.indexmundi.com/central_african_republic/urbanization.html>.

[8] Social Watch, “República Centroafricana: Reducir la pobreza, un objetivo muy distante”, en Primero la gente, informe 2009, (Montevideo: ITEM, 2009), p. 146.

[9] Social Watch, “Múltiples obstáculos, ritmo lento”, en Después de la caída, informe 2010, (Montevideo: ITEM, 2010), p. 154.

[10] Ibid.

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