EGIPTO

Publication_year: 
2009
Summary: 
La crisis en el precio de los alimentos de 2008 reveló que, debido a décadas de desatención a la agricultura, el país carece de soberanía alimentaria. Ahora, la economía egipcia comienza a sentir los impactos de la crisis global. La caída de las remesas y el regreso de emigrados amenazan a un mercado laboral mal preparado para absorberlos. El Gobierno promueve algunas medidas para alentar la inversión y reactivar la economía. Aunque muy tardías, queda por verse si estas medidas alcanzan a generar el estímulo necesario antes de que el desempleo y la falta de seguridad alimentaria lleven a un malestar social generalizado.

Una economía vulnerable

The Egyptian Association for Community Participation Enhancement (EACPE)1.
Afaf Marei

La crisis en el precio de los alimentos de 2008 reveló que, debido a décadas de desatención a la agricultura, el país carece de soberanía alimentaria. Ahora, la economía egipcia comienza a sentir los impactos de la crisis global. La caída de las remesas y el regreso de emigrados amenazan a un mercado laboral mal preparado para absorberlos. El Gobierno promueve algunas medidas para alentar la inversión y reactivar la economía. Aunque muy tardías, queda por verse si estas medidas alcanzan a generar el estímulo necesario antes de que el desempleo y la falta de seguridad alimentaria lleven a un malestar social generalizado.

Aunque la economía egipcia había venido creciendo rápidamente en el último quinquenio, el hecho de que el país importe dos terceras partes de sus alimentos lo volvió vulnerable a la suba internacional de 2008, lo que llevó a que buena parte de la población tuviera dificultades para alimentar a sus familias y creciera la tensión social. Por otra parte, la crisis global de alimentos reveló la importancia de la “autosuficiencia alimentaria” para países en desarrollo como Egipto, la mayoría de los cuales ha desatendido la inversión en la agricultura debido a los bajos precios de los alimentos durante los últimos 25 años.
Luego, con la caída continua de los niveles de fertilidad de los suelos, el cambio climático y la escasez de agua, las cosechas disminuyeron año tras año, a la vez que crecía la importación de productos agrícolas para responder al crecimiento de la población y la demanda, todo lo cual contribuyó a la pérdida total de soberanía alimentaria.

La desaceleración del crecimiento

Desde la asunción como primer ministro de Ahmed Nazif en 2004,  y su política de apertura al mercado, las inversiones extranjeras y los ingresos récord por turismo y actividades del Canal de Suez habían permitido al país el más rápido crecimiento en décadas. Sin embargo, desde el último trimestre del año fiscal 2007/2008, ese crecimiento había empezado a desacelerarse. El alza en el precio de los alimentos llevó el índice de inflación a más del 20%, lo que impactó en el consumo. De acuerdo al ministro de desarrollo económico, Osman Mohamed Osman, el crecimiento se desaceleró 5,8% en el primer trimestre del año fiscal 2008/2009.

La actual crisis económica global ha hecho predecir al Gobierno que, para 2009, las exportaciones descenderán, así como la inversión extranjera, los ingresos provenientes del Canal de Suez y del turismo. Lo mismo sucederá con los índices de crecimiento. Como el 70% del ingreso de divisas al país proviene del sector de servicios, y la crisis ha golpeado fuertemente en los países que más aportan turistas, la economía egipcia experimentará, durante el presente años fiscal, el más lento crecimiento en 5 años.

El ministro de Industria y Comercio, Rachid Mohamed Rachid, disertando durante un almuerzo de la Cámara Americana de Comercio celebrada en El Cairo, en octubre de 2008, dijo que eran necesarias medidas adicionales si el país deseaba mantener el mismo nivel de crecimiento. Rachid puntualizó que, “si continuamos haciendo lo que hemos estado haciendo para alcanzar el 7% de crecimiento, está muy claro para nosotros que no lograremos ese 7% en 2008 ni en 2009”, y que tan importante como apoyar a los sectores más vulnerables era asegurar la viabilidad del sector financiero para continuar creciendo. Además, de acuerdo al ministro, el hecho de que la banca estuviera saludable y contara con suficiente liquidez era una buena noticia, y que esta liquidez debía volcarse a los sectores exportadores, la inversión y el consumo2.

El impacto en la agricultura

La falta de inversiones en agricultura redundará en una inevitable reducción de los niveles de empleo y, como consecuencia, en el aumento de los de pobreza y migración –especialmente en el Alto Egipto. Son necesarios el desarrollo integrado del sector agrícola, la asistencia a los agricultores y la adopción de políticas agrícolas alternativas, que permitan proveer seguridad alimentaria y dignificar la vida de los egipcios a través de un sistema que atienda sus derechos sociales, económicos y políticos.

Desempleo

Adham Nadim, director ejecutivo del Centro para la Modernización de la Industria, anunció la pérdida del 45% de los puestos de trabajo actuales, porque eran puestos no profesionales. El 35% de los 2 millones de trabajadores de la industria no cuentan con ninguna protección laboral, lo que requiere, según Nadim, medidas inmediatas que corrijan la situación.

En marzo de 2009, el ministro Osman declaró que el plan de desarrollo social 2009/2010 tendría inconvenientes debido a la crisis global y su impacto en la economía egipcia. De acuerdo al ministro, la desaceleración del crecimiento acarrearía un aumento del desempleo, con la pérdida de alrededor de 150.000 puestos de trabajo.

Según un relevamiento del Centro de Servicios Sindicales y para los Trabajadores, en abril de 2009 habían sido despedidos 6.100 trabajadores en varios sectores – entre ellos, 3.100 en el textil y 270 en el de turismo, que emplean predominantemente mujeres. Una compañía turística de Hurghada despidió 200 de sus 890 trabajadores. En otras ciudades turísticas, se han reducido los beneficios de los  trabajadores un 25%.

Además, perdieron sus empleos unos 1.400 trabajadores en la construcción, 700 en la alimentación y 550 en la minería. Cuando la industria Assiut Cement, perteneciente a la francesa Siemens, decidió parar la producción para realizar tareas de “mantenimiento”, apenas 680 de 4.400 empleados tenía contratos, mientras el resto realizaba trabajos diarios o temporales. Asimismo, la Orascom Construction despidió a 400 empleados temporales en marzo de 2009 y la constructora CEAC despidió a 150 trabajadores en enero3. En el sector bancario, mientras tanto, se anunciaron medidas de reducción de personal para los meses siguientes.

Inversión y ahorro

De acuerdo al ministro Osman, la reducción en la tasa de crecimiento junto al aumento de los montos de inversión pública – en  programas de desarrollo humano, infraestructura, educación y salud, entre otros – producirá un déficit entre la inversión y el ahorro interno que podría alcanzar los EGP 85.000 millones (algo más de USD 13.000 millones). En cuanto a las remesas, se espera que lleguen a EGP 40.000 millones (unos USD 7.200 millones) en el periodo 2009/2010, unos USD 180 millones menos que el año anterior. Lo mismo pasará con la incidencia de la inversión privada en la inversión total – se espera que llegue al 57%, contra el 67% del período anterior4.

La pérdida de puestos de trabajo entre los egipcios que viven en el extranjero producirá, de acuerdo a las estimaciones de algunos economistas, el retorno de unos 250.000 emigrantes, en un total estimado de 6 millones, que impactarán aun más sobre el mercado laboral. Por un lado, el Gobierno no está en condiciones de absorber la mano de obra que regresa; las empresas privadas, por otro, exigen cada vez más una mayor preparación y experiencia al momento de contratar nuevos empleados. Así, la situación solo puede desembocar en mayor desempleo.

Las respuestas del Gobierno

En respuesta a la crisis, el Gobierno ha implementado una serie de medidas y planificado acciones tendientes a fortalecer aquellos sectores desde los cuales es posible revitalizar la economía egipcia. Algunas de estas medidas son5:

1 – El aumento del gasto en inversión pública y en apoyo a la actividad económica. Esto incluye la implementación de proyectos urgentes, de intensa utilización de mano de obra para generar un aumento del consumo y revitalizar el ciclo económico.

2 – La reducción de los aranceles sobre los bienes intermedios y de capital, que ayude a las empresas a competir en el exterior y a fomentar la inversión.

3 - La exoneración de los impuestos a la importación de bienes de capital durante un año, con el fin de impulsar la inversión.

4 - La implementación de inversiones de unos EGP 15.000 millones (USD 2.700 millones) en proyectos con participación pública y privada.

5 - El diseño de planes destinados a atraer inversiones extranjeras, particularmente de la región árabe, que no deben ser menores a los USD 10.000 millones anuales.

6 - La facilitación de las oportunidades de inversión en proyectos factibles, tales como, entre otros, petróleo, irrigación, aviación civil, zonas francas, turismo, desarrollo urbano, vivienda, agricultura, comercio y tecnologías de la información.

7 - El mejoramiento de la tramitación burocrática a través de la activación de oficinas de promoción de inversiones a nivel de gobiernos locales.

8 - La resolución de problemas y facilitación de las inversiones, especialmente en aquellos sectores de trabajo intenso, como agricultura, industria y servicios.

9 - El logro de la estabilidad en los precios de la energía para la industria.

10 – La asistencia a los sectores productivos y exportadores.

11 – La provisión de tierras necesarias para proyectos de infraestructura y actividades productivas.

12 – La coordinación entre el Gobierno y el Banco Central tendientes a promover la facilitación de créditos para financiar proyectos pequeños y medianos y la explotación de grandes excedentes de liquidez en la financiación de proyectos productivos.

Además se anunciaron varias reformas bancarias, pendientes desde mucho tiempo atrás. Por ahora, de todos modos, falta ver qué impacto tendrán estas medidas en términos de la renovación del crecimiento. Mientras tanto, se hace cada vez más urgente tomar medidas para mitigar el impacto de la crisis económica sobre la población, particularmente en aquellas personas que han perdido su empleo y ya no pueden costear alimentos básicos. Sin estas medidas, es factible que el malestar social se profundice y sea cuestión de tiempo, nada más, antes de que la gente salga a las calles.

1 Utilizando como referencia los informes del Land Center for Human Rights (LCHR) y el Center for Trade Unions & Workers Services (CTUWS).

2 Rachid Mohamed Rachid. “The Financial Crisis: Repercussions on Egypt”. Disponible en: <www.amcham.org.eg/operation/events/events08/FinancialCrisis/FinancialCrisis.asp>.

3 CTUWS. “Impacts of the Global Financial Crisis on Egyptian Workers”. 2009. Disponible en: <www.ituc-csi.org/IMG/pdf/Impacts_of_the_Global_Financial_Crisis_Report_3.pdf>.

4 CTUWS. op. cit.

5 Alasrag, Hussein. Impact of the global financial crisis on the Egyptian economy.

AttachmentSize
egipto2009_esp.pdf185.77 KB
Region: 
left