Cerrando la brecha

Por Ernesto Cabrera Tejad

La celebración ayer del día internacional de la mujer sirve entre otros aspectos para echar un vistazo al recorte que vienen haciendo las féminas con respecto a las posiciones de la masculinidad.

Los progresos en equidad en la educación de las mujeres de todo el mundo aún están lejos de asegurarles la parte que les corresponde de la economía o el poder político. Esta conclusión surge de las cifras actualizadas del Índice de Equidad de Género (IEG) 2012, divulgado por Social Watch y promedia tres dimensiones: En materia de alfabetización, estudia la brecha de género en la matricula en todos los niveles de la enseñanza; la participación económica calcula las brechas de los ingresos y el empleo; y el empoderamiento mide las brechas en los empleos altamente calificados, los cargos parlamentarios y las cúpulas empresariales.

La participación de la mujer en la fuerza laboral es apreciablemente menor que la de los hombres. Tienen sueldos menores por el mismo tipo de trabajo, y un porcentaje mayor trabaja en empleos vulnerables. Lo más destacado del índice es que los logros inferiores de las mujeres en participación económica y empoderamiento se repiten en cada uno de los 154 países estudiados.

Colombia, con promedios de 0,99 en educación 0,71 en economía y 0,21 en fortalecimiento, promedia 64 (IEG bajo). La brecha de género mide cinco niveles (crítico, muy bajo, bajo, medio y aceptable), ningún país del mundo logra ser aceptable. Los mejores índices son Noruega (89), Finlandia (88), Islandia y Suecia (87), y España (81), todos con un IEG medio. Los tres países del mundo en la peor situación son Chad (25), Yemen (24) y Afganistán (15), todos con IEG crítico.

Con estas cifras las mujeres no pueden seguir conformándose con flores y chocolatinas, si bien existe superioridad femenina en la condición educativa para el caso de Colombia, esta misma condición no les ha garantizado más ingresos. En cuanto empoderamiento y pese a que como en el Huila tenemos gobernadora (que ha ofertado la ley de cuotas y que ha de ser mucho más) son pocas las mujeres en la actividad, situación sostenida por factores patriarcales que bloquean la entrada de la mujer en la política.

No se pueden dejar de lado casos aislados que han frenado el crecimiento desde lo institucional, pero las líderes negativas de igual manera hacen su aporte al no rendimiento de las cifras, (Teodora, Ingrid, Lucero, Gloria, Petrona, etc.) metidas en intríngulis poco ortodoxas de la cosa pública. Pero también tantas (Shakira, Cristina Lelievre, Cecilia Paredes, Alejandra, Amparo etc.), otras que hacen de esta vida un elixir.

PUA: Para todos aquellos que las ven: Madres, hijas, nietas, abuelas, solteras, casadas, divorciadas y separadas, felices, tristes, risueñas y lloronas, empleadas, estudiantes, jóvenes, maduras, viejitas, lindas, feas y peores, ejecutivas, deportistas, pobres, ricas y millonarias, positivas, retrecheras, imprudentes y criticonas…hay que adorarlas. Sin ser feministas irreductibles, ellas están haciendo lo suyo a su manera.