Ecuador: Las mujeres van

Por Yurién Portelles *

Quito (PL) El proyecto de la Revolución Ciudadana, del 2007 a la actualidad, tiene en cuenta a las mujeres para poder avanzar en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, al ellas asumir sus espacios naturales aunque no sin obstáculos.

  El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, asegura que su Gobierno cree en la mujer y en los jóvenes, y los hechos apuntan a que no es cuestión de palabras solamente.

En su Gabinete se cuentan por lo menos los nombres de una decena de ministras, viceministras y otras con cargos, las cuales dan cuenta de que en medio de una sociedad machista, ellas son tenidas en cuenta.

Las ecuatorianas se han sacudido el polvo del camino andado durante siglos y ahora emprenden su andar de diversas formas.

El acceso a negocios propios gracias a los incentivos económicos permite a un número importante de ellas cambiar su estatus, mientras otras se rebelan a la tradicional sumisión doméstica, acceden a puestos importantes y están en el centro de las políticas públicas del país.

A ello se añade que el país es signatario de los tratados más importantes de promoción y protección de los derechos humanos, entre ellos las Convenciones sobre los Derechos de la Mujer de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos.

La puesta en marcha de un nuevo proyecto de país, establecido en torno al Sumak kawsay o el Buen Vivir, también deberá redundar en el desarrollo de las féminas y su acceso al avance económico y productivo, en la medida en que participen en los proyectos colectivos.

En Ecuador las mujeres representan el 50,4 por ciento de la población total de 14 millones de habitantes, con una esperanza de vida de 78 años, en contraste con los 72 años calculados para los hombres.

Del 6,8 por ciento de analfabetismo en el país, un alto porcentaje corresponde a las mujeres, las cuales ahora se suman a distintos programas de alfabetización en marcha y que toman por nombre los de las patriotas Manuela Sáenz y Dolores Cacuango.

AZOTES FEMENINOS 

Uno de los problemas que más las azotan en Ecuador es el alto porcentaje de embarazos en adolescentes, de un 17 por ciento en menores de 19 años de edad.

Una estrategia intersectorial desplegada este año busca incentivar una sexualidad con responsabilidad compartida, al registrarse embarazos no deseados en 37 de cada 100 casos.

Datos del último censo de población y viviendas realizado en el país señalan que 121 mil 288 adolescentes entre 15 y 19 años tuvieron al menos un parto, mientras en 2011 se registraron 25 mil abortos.

La Secretaría Nacional del Migrante, una de las instituciones involucradas, trabajará en programas específicos con las familias de los emigrados, un sector de la población vulnerable al embarazo adolescente.

El eje fundamental de la estrategia está encaminado a trabajar sobre los patrones culturales, con una mirada a la sexualidad que trascienda el intercambio físico.

Lastimosamente, la violencia no oculta su rostro en este país, donde una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, difundida en este año 2012, indica que más del 60 por ciento de las mujeres ecuatorianas en las 24 provincias sufre este flagelo.

Del total de entrevistadas, un 54 por ciento dijo padecer violencia psicológica, el 25 por ciento la sexual, el 38 porciento la física, el 35,3 por ciento la de tipo patrimonial, lo que significa transformación, sustracción, retención o destrucción de objetos personales.

El estudio desmitifica la idea que la violencia contra la mujer se da sólo en hogares marginales, pues esa situación está generalizada en el país, tanto en zonas urbanas y rurales, así como en todos los estratos sociales, económicos y sin diferir del nivel de estudios.

Según el informe, las indígenas son las mujeres que sufren más violencia; seguidas por las afroecuatorianas, las blancas, montubias y las mestizas, lo cual da la medida que todas la padecen.

Aunque en la mayoría de los casos las agresiones contra la mujer vienen de las propias parejas, más de la mitad no piensa ni quiere separarse de sus agresores.

BRECHAS DE EQUIDAD 

Un informe difundido este 2012 por la red internacional Social Watch en el Día Internacional de la Mujer sobre la equidad de género asegura que ellas siguen ganando menos que los hombres y su acceso a ciertos puestos todavía no es pleno, tendencias confirmadas en Ecuador.

El 12 por ciento de las ecuatorianas trabaja en el ámbito científico, frente a un 5.8 por ciento de hombres que participan en el mismo campo, y aún cuando el 63 por ciento de las gerencias es ocupado por mujeres, éstas alcanzan menor remuneración.

Las cifras precisan que las mujeres reciben aquí un ingreso laboral promedio de 326.87 dólares y los hombres uno de 408.14, pero los sueldos son considerablemente menores cuando se trata de realizar el mismo trabajo.

En cuanto a las mujeres rurales, aunque todavía está pendiente una Reforma Agraria, la entrega de tierras va contribuyendo un elemento importante para el cambio necesario en el acceso a los medios de producción, la eliminación de la desigualdad y la discriminación hacia las productoras.

Las campesinas trabajan 92 horas semanales más que quienes viven en las ciudades y por lo general adquieren una remuneración ínfima, mientras sus condiciones de vida son todavía precarias, aún cuando garantizan el 80 por ciento de la producción alimentaria en la región andina.

Las estadísticas señalan que el 33,4 por ciento de las mujeres del país en edad de trabajar tienen empleo, frente al 53,8 por ciento de hombres, mientras el 24 por ciento del total de las féminas colocadas son jefas de un hogar.

De toda la población femenina en Ecuador, el 92,8 por ciento es económicamente activa, y aunque ahora las familias se tornan más pequeñas, existe una mayor población en capacidad de trabajar y una activa participación de las mujeres en la economía nacional.

De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2010, en Ecuador el número de hijos por hogar disminuyó de 2,3 en 1990 y 1,8 en 2001, a 1,6 en la actualidad, por lo que si un núcleo estaba integrado en 2001 por 4,2 personas como promedio, ahora es por 3.8.

Se advierte que la tendencia es a una mayor participación laboral, lo cual hace que sus expectativas en cuanto a familia también cambien.

Los datos de 2010 precisan que apenas el 13 por ciento de los hogares tiene acceso a Internet, mientras que un 26 por ciento dispone de computadora.

El 72 por ciento de casas tiene agua proveniente de la red pública, el 93 por ciento posee servicio eléctrico estatal y apenas el 53 por ciento dispone de eliminación de excretas a través de la red pública de alcantarillado. En cuanto a educación, se reduce la brecha entre hombres y mujeres en cuanto a analfabetismo, ya que 20 años atrás, el 14 por ciento de ellas en Ecuador eran analfabetas, comparado con un nueve por ciento de hombres, pero la diferencia es menor en la actualidad.

Para analistas locales, el avance en materia educativa de la mujer en Ecuador queda evidenciado, entre otras cosas, en el mayor acceso tanto a la enseñanza superior como al mercado de trabajo.

Un censo económico precisa que el 49 por ciento de los propietarios o gerentes de todo tipo de negocio en Ecuador son mujeres y el número de empresas creadas por ellas ha crecido desde la década de los 90, siendo el sector comercial el ámbito en el cual tiene mayor participación.

Todavía resta mucho por hacer en relación con la participación laboral y educativa de las mujeres en Ecuador y en la erradicación de flagelos culturales que limitan su acceso al desarrollo y a una vida digna, sin embargo, ellas son más plenas ahora.

*Corresponsal de Prensa Latina en Ecuador.

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