El resultado de la Cumbre sobre los ODM: ¿qué sigue?

El 4 de octubre de 2010, en Ginebra, el SENG organizó un panel informativo e interactivo de múltiples partes interesadas para evaluar los resultados de la "Cumbre sobre los ODM" – la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la ONU que se llevó a cabo en Nueva York entre el 20 y el 22 de septiembre – para examinar y acelerar los avances hacia la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Los ODM, que surgieron de la Cumbre del Milenio en el año 2000, se componen de ocho Objetivos, la mayoría de los cuales tiene plazos de realización concretos, y van desde reducir a la mitad el hambre y la pobreza para el 2015 hasta hacer frente, de manera exhaustiva, a los problemas de endeudamiento de los países en desarrollo. La Cumbre sobre los ODM de 2010, que reunió a alrededor de 140 jefes de Estado y de Gobierno, adoptó un documento final que identifica las lecciones aprendidas durante los últimos 10 años y una agenda de acción con recomendaciones para promover avances en cada uno de los Objetivos.

El panel fue una ocasión oportuna para examinar – desde la perspectiva de los representantes de la sociedad civil, el sector privado y el sistema de la ONU – las oportunidades contenidas en el documento final así como también los desafíos y brechas que necesitan ser abordados. Dada la elevada participación de la sociedad civil en el proceso preparatorio de la Cumbre, la reunión se centró en tres áreas en particular, donde las expectativas de un "Plan de Avance de los ODM" fueron especialmente altas: • Reforzar los marcos de rendición de cuentas basados en los derechos humanos para mejorar la implementación de los ODM; 

• Trazar nuevos caminos de desarrollo que sean más consecuentes con el empleo pleno y productivo, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental;

• Emprender reformas importantes en la cooperación económica internacional y para el desarrollo en relación al Objetivo 8, las cuales se hacen mucho más imperativas a la luz de los catastróficos reveses ocasionados por la crisis económica mundial.

 

Un resultado "de aspiraciones"

La mayoría de los interlocutores describió al documento final como más orientado a las "aspiraciones" que a la acción, muchas veces basado en un lenguaje intergubernamental ya preestablecido. Como punto positivo, los panelistas esbozaron una serie de áreas que podrían usarse como "anclas" para fomentar un progreso significativo, las cuales incluyen:

 

• Reconocer que el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos son parte integral de un trabajo efectivo hacia el logro de los ODM, con particular énfasis en los derechos a la alimentación, la salud y la educación, y en los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas;

• Promover el acceso universal a los servicios públicos y sociales y proveer de "pisos de protección social";

• Comprometerse a nuevos enfoques macroeconómicos y políticas sectoriales para hacer avanzar los objetivos de construir capacidades productivas, pleno empleo productivo y trabajo decente para todos, implementar el Pacto Mundial para el Empleo, y mejorar los ingresos y capacidades de pequeños agricultores; y

• Reconocer la "importancia central" del Objetivo 8 – y que, sin un apoyo internacional significativo, es posible que varios Objetivos no se logren en muchos países en desarrollo para el 2015.

Sin embargo, la mayoría de los panelistas sostuvo que estaban desilusionados de que en el documento final hubiera muy pocas o ninguna indicación sobre cómo estos y otros compromisos darían lugar a una implementación concreta.

 

¿Más de lo mismo, o un enfoque diferente?

La Secretaria General de CIVICUS, Ingrid Srinath, dijo que en la cumbre observó dos tendencias diferentes sobre cómo avanzar en la agenda. Para algunas instituciones y donantes, acelerar el proceso consiste principalmente en construir sobre el éxito logrado, mediante una escalada o transferencia de buenas prácticas entre países. Para otros, existen desafíos mucho más esenciales, los cuales, según dijo, ascienden a "colocar a los derechos humanos en una posición prominente, redefinir de manera fundamental los paradigmas de desarrollo y asegurar la gobernanza democrática en todos los niveles, desde lo local hasta lo global."

Roberto Bissio, Coordinador de Social Watch, sostuvo que la evaluación del progreso logrado hasta la fecha por parte de la cumbre "no es un análisis muy honesto". Dijo que por ejemplo, la pobreza, aún al usar las medidas metodológicamente cuestionables del Banco Mundial, de hecho aumentó entre 1995 y 2005 si se excluye a China de las estadísticas promedio. Remarcó una evidencia creciente (que incluye investigaciones para el Informe de Desarrollo Humano de la ONU y de Social Watch) de que el progreso en indicadores sociales disminuyó en promedio después del año 2000.

Estuvo de acuerdo en que realmente se necesita un progreso acelerado en los cinco años que quedan, pero alertó que el documento final es poco claro respecto a cómo esto podría suceder en un contexto de crisis económica mundial en curso, mientras que la desaceleración del progreso de hecho ocurrió durante la década previa, de una prosperidad económica excepcionalmente alta.

Richard Kozul-Wright, Director de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, según sus siglas en inglés), enfatizó la enormidad de este desafío en sus últimas observaciones. "Sólo con mirar las cifras de crecimiento crudas, históricamente muy altas", señaló, "la última década debería haber sido ideal para lograr los ODM." El problema es que no fue el tipo apropiado de crecimiento: fue impulsado por un financiamiento creciente, un consumo orientado hacia el endeudamiento y políticas macroeconómicas con grandes altibajos – nada de lo cual condujo a lograr los ODM. Por el contrario, estas políticas contribuyeron de manera directa al crecimiento de las desigualdades de ingreso, al crecimiento sin empleo y a los principales contratiempos de los ODM causados por las crisis económicas y alimenticias recientes.

Todas estas lecciones se han comprendido muy bien, pero desafortunadamente no encontraron cabida en el documento de resultados – agregó, señalando los riesgos de un regreso a "más de lo mismo".

Muchos participantes remarcaron que los desafíos de encontrar nuevas fuentes de crecimiento equitativo y más orientado al empleo en este período de recesión están compuestos por el imperativo de la sostenibilidad ambiental – el cual sustenta la viabilidad de cualquier desarrollo futuro. Tal como lo señalara la Sra. Srinath: "¿De qué serviría alcanzar los Objetivos 1 a 6 si a tales logros casi literalmente se los llevara el agua como consecuencia del fracaso en atender el Objetivo 7 [sobre sostenibilidad ambiental]?

 

Avanzar a través de una rendición de cuentas bien afianzada, basada en los derechos humanos

Peter Splinter, director de la Oficina de Amnistía Internacional en Ginebra, esbozó una agenda exhaustiva de derechos humanos para lograr avances en la agenda de los ODM en los próximos cinco años, pese a lo que percibió como la "escasez de recomendaciones de acción en el documento final." "Afortunadamente, el fracaso de la cumbre no impide que los Estados implementen, de manera individual, sus obligaciones de derechos humanos en sus propios esfuerzos, nacionales e internacionales, en dirección de los ODM." Subrayó seis pasos clave que Amnistía Internacional cree que los gobiernos deben tomar en los cinco años que quedan: 

1. Asegurar que sus esfuerzos hacia el logro de los ODM sean consecuentes con los estándares de derechos humanos: los Estados deberían, de manera individual, tomar la iniciativa de emprender una revisión de sus esfuerzos en dirección a los ODM, incluyendo leyes, políticas y estrategias existentes, para asegurar que concuerden con los estándares internacionales de derechos humanos, especialmente según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR, según sus siglas en inglés); y asegurarse de que las perspectivas y experiencias de quienes se ven afectados por iniciativas vinculadas a los ODM sean escuchadas y tenidas en cuenta.

2. Eliminar la discriminación y combatir la exclusión: los Estados deberían asegurar que sus esfuerzos por alcanzar los ODM sean inclusivos, en línea con sus obligaciones legales; y tomar plenamente en cuenta la necesidad de poner fin a la discriminación, garantizar la igualdad de género y priorizar a los grupos más desfavorecidos.

3. Establecer objetivos nacionales para un progreso real: los Estados deberían ir más allá de las metas de los ODM a nivel mundial y establecer objetivos nacionales, que se adapten a los contextos de cada país y se propongan satisfacer las obligaciones legales del ICESCR, tales como "dar los pasos necesarios hasta el máximo de recursos disponibles."

4. Garantizar una participación plena e informada: los gobiernos deben garantizar la libertad de expresión, asociación y asamblea y el derecho a la información; promover y proteger los derechos de los defensores de los derechos humanos; y asegurar una participación libre, significativa e informada de las personas que viven en la pobreza durante la planificación, implementación y monitoreo de los esfuerzos por el logro de los ODM, "como la mejor garantía de que estos esfuerzos realmente beneficien a la gente."

5. Reforzar los mecanismos nacionales e internacionales de rendición de cuentas: los Estados deberían asegurar que los tribunales, los organismos reguladores y las instituciones nacionales de derechos humanos tengan la autoridad, la independencia y la capacidad de llevar a cabo un monitoreo independiente y proveer de remedios para el fracaso en satisfacer las obligaciones de derechos humanos vinculadas a los ODM; reforzar el control parlamentario; e integrar la presentación de informes sobre la implementación de los ODM al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos y a órganos internacionales relevantes de monitoreo de tratados sobre derechos humanos.

6. Alinear la Cooperación Internacional con la realización de los derechos humanos: entre los pasos clave que los Estados en posición de asistir a otros deben emprender para cumplir con sus obligaciones conforme a los tratados de derechos humanos y a la Carta de la ONU se encuentran: proveer de asistencia para el desarrollo con el fin de asegurar la realización de niveles por lo menos mínimos y esenciales de derechos económicos, sociales y culturales para todos; y adoptar medidas de protección adecuadas, mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas para asegurar que la cooperación para el desarrollo cumpla con los estándares de derechos humanos.

 

Para acceder al documento de posición completo de Amnistía Internacional, haga clic aquí (en inglés).

Durante la discusión interactiva que tuvo lugar a continuación, muchos participantes apuntaron la necesidad de un debate más "maduro" sobre la relación entre derechos humanos y desarrollo, especialmente a la luz de la resistencia que mostraron algunos Estados miembros durante las negociaciones a simplemente reconocer las obligaciones existentes de tratados sobre derechos humanos que ya habían ratificado. Algunos de los puntos discutidos fueron:

• La presentación de informes de ODM basados en derechos humanos, ¿supondría una "capa adicional" de entregas para gobiernos de países en desarrollo, a los que ya se sobreexige con los múltiples requerimientos de informes dirigidos a sus donadores?

• ¿Debería la comunidad de derechos humanos enfrentar de manera más enérgica lo que muchos describen como la necesidad de una "agenda de retroceso" sobre ciertos derechos corporativos que han ganado un terreno muy significativo en las últimas décadas, muchas veces en detrimento de cumplir con las obligaciones de derechos humanos?

• En un mundo globalizado, ¿cómo asegurar una rendición de cuentas más equilibrada entre los diferentes niveles de obligaciones estatales, incluyendo el impacto en términos de derechos humanos de políticas nacionales unilaterales sobre otras jurisdicciones, o responsabilidades colectivas de los Estados vinculadas a las políticas de las instituciones financieras internacionales, reglas de comercio injustas, y el fracaso en afrontar de manera exhaustiva la incompatibilidad aparente del orden financiero mundial actual con el principio de la realización progresiva y el no-retroceso?

 

Los desafíos de la coherencia y la coordinación de políticas a todos los niveles

Katherine Hagen, Directora Ejecutiva del Council for Multilateral Business Diplomacy (Consejo para la Diplomacia Empresarial Multilateral) subrayó que un logro clave de la cumbre fue colocar el empleo en el centro de las estrategias de ODM con vistas al futuro. "Empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos" era lo que faltaba en el marco original de los ODM, ya sea a través del incremento de mejores empleos y medios de subsistencia, lo que incluye apoyar las capacidades y el acceso al crédito de empresas pequeñas y agricultores, que una reducción significativa de la pobreza se haga palpable en el terreno, dijo.

Alice Ouedraogo, Directora Adjunta del Departamento de Integración de Políticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo que el documento final realmente tenía muchas limitaciones, pero que el marcado cambio a favor de alinear las políticas económicas y sociales con el empleo pleno y decente y pisos de protección social era un "rayo de esperanza". Esto implicó desafíos muy importantes para la coherencia de políticas a todos los niveles.

 

A nivel nacional, remarcó cómo los objetivos de empleo y protección social podían presentarse de manera más prominente en iniciativas tales como, el "Marco para Acelerar el Logro de los ODM" del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (el cual apunta a proveer de un modo sistemático la identificación de cuellos de botella a nivel nacional y soluciones para resolverlos), o la implementación del Pacto Mundial para el Empleo en países piloto.

A nivel internacional, la Sra. Ouedraogo remarcó la importancia de que las políticas de las instituciones financieras internacionales sean más coherentes con el empleo y los objetivos de protección social. Destacó el mensaje clave que resultó de una Conferencia en Oslo, organizado por la OIT y el Fondo Monetario Internacional (FMI) apenas una semana antes de la cumbre de los ODM, la cual, de hecho, concluyó en lo siguiente: "para evitar el riesgo de una nueva crisis económica y afrontar los desequilibrios mundiales, es imperativo concentrarse en una recuperación más orientada al empleo, una protección social más sólida y salarios más altos para el trabajador promedio."

Se hizo notorio que esta perspectiva era convergente con el mensaje común del Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2010 de la UNCTAD, que también fue publicado la semana anterior a la cumbre. Una preocupación principal es la precipitación hacia la austeridad fiscal de muchos países europeos en respuesta a las presiones de los mercados financieros, lo que podría generar una "doble recesión" o incluso una espiral deflacionaria. Si esto sucediera, la perspectiva de alcanzar los ODM se vería incluso mucho más desalentadora que hoy.

 

Una atención renovada en los Objetivos 7 y 8

El avance de la reunión del 4 de Octubre sugirió que gran parte del seguimiento de la cumbre sobre los ODM debe realizarse a nivel nacional. Muchas organizaciones de la sociedad civil planearon movilizarse en torno a demandas concretas frente a gobiernos nacionales para convertir la "agenda de aspiraciones" de la cumbre en políticas más concretas y en reformas legales.

Sin embargo, se consideró que la acción internacional intensificada es esencial para hacer avances decisivos en los ODM, los cuales mostraron poco o ningún progreso hasta la fecha y que, por su naturaleza, requieren de la acción internacional. Entre ellos, el fracaso de lograr el objetivo de reducir de manera significativa la pérdida de biodiversidad para el 2010 o de lograr un pacto justo y significativo a nivel mundial sobre cambio climático generaron una particular preocupación. Esto puso en evidencia la necesidad de avances urgentes en la próxima Conferencia de las Partes (COP) de la Convención de la ONU sobre Diversidad Biológica en Japón (18-29 de Octubre de 2010) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en México (29 de Noviembre al 10 de diciembre de 2010), así como en la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) programada en Brasil para el 2012.

Además, los compromisos sobre ayuda, comercio, transferencia de tecnología y endeudamiento del Objetivo 8 evidenciaron poco o ningún progreso, o incluso mostraron signos claros de retroceso. Roberto Bissio remarcó sobre este aspecto: "Todos sabemos que la ayuda se está reduciendo cada vez más, ya sea porque se ve afectada por recortes presupuestarios, o …[porque] como la economía de tantos países se está hundiendo, el porcentaje destinado a la ayuda se hunde junto a ella en los mejores escenarios." Mientras que una de las metas del Objetivo 8 era el de tratar de manera exhaustiva el problema de la deuda de los países en desarrollo, la ausencia de un mecanismo de resolución que sea justo y soberano ahora también se ha convertido en un serio problema para los países desarrollados.

Tal como lo señalara Richard Kozul-Wright, la demanda de nuevos caminos de desarrollo más sostenibles es ante todo un "proyecto nacional". Pero es necesario enfrentar con urgencia las restricciones internacionales que limitan el espectro para una acción nacional significativa (sea por falta de recursos financieros, condicionamientos externos inapropiados, reglas injustas o ausencia de reglas a nivel mundial). Se consideró imperativo a este respecto realizar muchos más avances en la agenda de reformas monetarias y financieras de la ONU, lo que fue esbozado particularmente en los resultados de la Conferencia de la ONU de 2009 sobre la Crisis Económica y Financiera Mundial y su Impacto en el Desarrollo.

 

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