Las capacidades humanas y sociales deben ser la prioridad

SILAKA
Thida Khus

Después de 18 años de liberalización económica, el país enfrenta apremiantes desafíos económicos, sociales y ambientales, como por ejemplo la creciente vulnerabilidad a los desastres naturales y la falta de un sistema de riego adecuado. El Gobierno no protege los derechos de los pueblos indígenas del país, que afrontan apropiaciones por parte de las empresas en nombre del desarrollo. Para mantener el rápido crecimiento económico, brindar empleo y reducir los niveles de pobreza, Camboya debe diversificar su economía pero, para poder lograrlo, debe invertir antes en el capital humano. Si se impulsa el desarrollo económico sin tomar medidas básicas para fortalecer las capacidades sociales y humanas, el país no podrá evitar una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres.

Después de dos décadas de guerra civil y luego de las elecciones de 1993 patrocinadas por las Naciones Unidas, Camboya se ha integrado a la economía mundial. Desde entonces, el país se ha unido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2000 y a la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN, por sus siglas en inglés) en 2009. También ha adoptado un proceso de ajuste estructural que abarca la privatización de empresas y servicios estatales; tras 18 años de liberalización económica, Camboya ha alcanzado cierta prosperidad sobre todo  por la creación de una nueva y moderna infraestructura. Sin embargo, queda la duda de si los modelos de desarrollo aplicados son realmente sustentables y si lograrán reducir la brecha entre los camboyanos ricos y los pobres.

El crecimiento del PIB alcanzó un máximo del 13,4% en 2007, luego cayó al 7,2% en 2008, subió al 10,1% en 2009 y llegó a su punto más bajo en 2010, con el -1,5%[1] . Las industrias de mayor crecimiento han sido el turismo, la vestimenta y la construcción, pero todos estos sectores fueron muy afectados por la reciente crisis económica y financiera.  

Además, los beneficios del crecimiento no se extienden a todos. Por ejemplo, en 2010 casi 4.000 turistas por día visitaron Angkor Wat, dejando unos USD 4,5 millones por mes de ingresos[2] . Sin embargos, estos beneficios no han llegado a los pobres: aunque la industria del turismo de Camboya ha creado 10 mil empleos, gran parte de las ganancias no se filtran hasta las comunidades locales. Por ejemplo, según las estadísticas de 2010 del ministerio de Planeamiento, entre el 6 y el 10% de los 173.000 habitantes de la Ciudad de Siem Riep ganan menos de USD 2,5 por día[3] . El año pasado llegaron 289.702 turistas de Corea del Sur y 177.000 de la China, pero eso sirvió de poco a la economía local[4] . Según el periódico The Cambodia Daily: “ellos (los turistas surcoreanos y chinos) llegan al país gracias a sus propios transportistas, se alojan en hoteles contratados con anticipación y comen en restaurantes que sirven sus propios platos típicos”[5] .

Vulnerabilidad ambiental y económica

Cambodia es particularmente vulnerable a los fenómenos climáticos extremos y las desaceleraciones económicas pues carece de una red de seguridad social adecuada. Un estudio realizado por la Asociación Económica Camboyana de varias comunidades pobres en algunas aldeas seleccionadas demostró que ha aumentado la vulnerabilidad de los pobres rurales a la inseguridad alimentaria[6] .

Las estrategias que adoptan las comunidades pobres para enfrentar la merma de sus ingresos son sumamente perjudiciales para su dignidad humana y su bienestar. Por ejemplo, el 55% de los camboyanos que se encuentran en esta situación tienden a reducir la cantidad de alimentos que consumen; esto es más frecuente en la población femenina, ya que el 64% de las madres y niñas están reduciendo su ingesta de alimentos para que quede más para los otros miembros de la familia[7] . Si se considera la calidad además de la cantidad de alimentos consumidos por miembro de la familia, el 75% de las personas en las aldeas seleccionadas están poniendo en grave peligro su nutrición, su salud y su calidad de vida.

Minería

Recientemente la gestión de la industria minera también ha despertado preocupaciones, no solo por su fuerte impacto sobre el medio ambiente sino además porque ilustra la mala administración económica y social del Gobierno. Por ejemplo, una mina de cobre en la comuna de Kvav (provincia de Siem Riep) llegó a estar casi en pleno funcionamiento sin que los aldeanos de la zona supieran nada. Según un artículo en The Cambodia Daily: “Un funcionario declaró que las Reales Fuerzas Armadas de Camboya (RFAC) y empresarios chinos están detrás de la minería. Está todo envuelto en el mayor secreto. Se celebró un acuerdo entre el ministerio de Industria, Minería y Energía y la empresa constructora china Nim Meng Group por el que los datos de la exploración, el estudio de factibilidad y la operación minera eran todos confidenciales”[8] .

Por el acuerdo se concedieron 80 km2 para extracción (por 6 años) y exploración (hasta 30 años). Desde 2008 existe un sistema de patrocinio entre las RFAC y la comunidad empresarial, y esto se ha vuelto la política oficial. Ahora la militarización de las minas camboyanas está tomando estado público y en Siem Riep se obligó a los periodistas a retirarse del recinto de la mina. La empresa ha indicado que construirá un sistema de riego para los arrozales y también caminos, pero seis aldeas cercanas ya han presentado reclamos por apropiación de tierras contra la empresa.

Desafíos a la agricultura

A efectos de apoyar al sector agrícola, el Gobierno deberá mejorar los servicios públicos a los granjeros. El plan de riego – que atiende a casi el tercio de las tierras de cultivo del país – se está desmoronando pues los administradores locales no se ocupan del mantenimiento[9] . Además, un estudio de la Agencia Internacional de Cooperación de Japón informó en un reciente congreso en Phnom Penh que en 2009 solo 1 millón de hectáreas de tierras de cultivo recibían riego; ahora se han emprendido planes para aumentar la superficie de riego en 25.000 hectáreas por año.

Las asignaciones presupuestarias para la agricultura han sido mínimas, por más que se la considera una prioridad. Entre 2005 y 2009 las asignaciones al sector han sido de entre el 1,5% y el 2,5% del total del presupuesto[10] .

El saqueo de tierras sagradas

El pueblo suy es uno de los grupos indígenas más pequeños del país. Casi 900 suy viven en cinco aldeas de la comunidad Treapang Chor, del distrito O Ral, cercano al santuario de vida silvestre del monte O Ral que se estableció en 1997. Este santuario comprende sus tierras agrícolas y un bosque que se usa según las costumbres del grupo y se considera tradicionalmente como el hogar de la diosa suy Yeay Te[11] . En 2009 el Gobierno otorgó varias concesiones de más de 10.000 hectáreas [12] en las laderas del monte O Ral para turismo y plantaciones de maíz, sin pedir autorización a los pobladores de la zona, entre los cuales los suy, que protestaron de inmediato afirmando sus derechos sobre estas tierras y sus recursos[13] . A pesar de eso en junio de 2009 se empezó a plantar maíz. Nueve meses después el Gobierno devolvió 6.000 hectáreas a los suy, pero como no se devolvieron tierras a los pobladores no indígenas se temía que estos trataran de asentarse con violencia en la zona del pueblo suy[14] .

Por desgracia no se trata de un caso aislado. Casi todas las comunidades indígenas de Camboya enfrentan graves problemas por las tierras, principalmente asociados a las apropiaciones por empresas en aras del desarrollo. El Gobierno sigue haciendo caso omiso de sus propias leyes sobre el reconocimiento jurídico de las tierras y las reservas comunales, y omite proteger los derechos de los pueblos indígenas del país. También infringe sus obligaciones internacionales de derechos humanos en virtud de la Convención Internacional contra la Discriminación Racial (CIEDR), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas[15] .

Desarrollo económico y diversificación
La economía de Camboya depende de unos pocos sectores, como la agricultura centrada en el arroz, la vestimenta, el turismo y la construcción[16] . La crisis mundial de 2008 mostró claramente la vulnerabilidad de la estrecha economía camboyana, por lo que muchos expertos coincidieron en que era preciso diversificarla. El arroz sigue siendo el principal cultivo, y aunque los pimientos, el azúcar de palma, el anacardo y el caucho tienen buenas perspectivas, la mayoría de los granjeros siguen dependiendo casi totalmente de la producción de arroz. El sector de la vestimenta ha crecido en forma sostenida y ahora es un gran empleador industrial, especialmente para las mujeres. Pero es sumamente sensible a la demanda internacional; de hecho, la caída de demanda proveniente de los EE. UU. y la Unión Europea durante la crisis lo golpeó duramente[17] .

Resulta claro que para mantener el rápido crecimiento económico, brindar empleo y reducir los niveles de pobreza, Camboya debe diversificar su economía, pero no es una tarea fácil. Para hacerlo el país deberá aumentar su competitividad regional y también adquirir más tecnología y conocimientos. Esto supone grandes esfuerzos en términos de recursos humanos, gestión de recursos naturales y reformas estructurales. La búsqueda de diversificación también debería tener en cuenta las posibilidades de las microempresas y las empresas pequeñas y medianas de todo el país. Estas, junto con los agricultores, podrían ser los verdaderos motores del crecimiento económico y es preciso incluirlas en cualquier estrategia de diversificación que tenga como meta el desarrollo sustentable, una mayor seguridad alimentaria y la disminución de la pobreza.

Las organizaciones de la sociedad civil (OCS)

La sociedad civil camboyana ha enfrentado muchas dificultades en los últimos años, entre las cuales algunas leyes pensadas especialmente para poner en peligro su libertad de funcionamiento. La primera es la Ley Anti Corrupción, que exige que los informes de casos de corrupción brinden gran cantidad de pruebas y recursos. El otro texto legislativo que afectará directamente a las organizaciones se refiere a la inscripción de las OSC: todos los miembros de una OSC deberán inscribirse antes que esta pueda comenzar actividad alguna y todas las OSC deberán presentar informes anuales de sus actividades y finanzas al Gobierno. Esto será una gran limitación a las iniciativas ciudadanas y golpeará especialmente a las organizaciones comunitarias. Los aldeanos y los pueblos indígenas (tales como los suy y los pnong) no podrán tomar ninguna medida hasta que estén inscritos.

Esta ley es vista como una amenaza a los derechos humanos y la democracia pues le da carta blanca al Gobierno para clausurar organizaciones sin proceso alguno.

El aspecto prometedor de la descentralización es que el Gobierno ha iniciado la segunda etapa, que transfiere a las autoridades locales la responsabilidad de evaluar el desarrollo democrático.

Conclusiones

Es necesario que Camboya tome el control de sus propios recursos y mejore la gestión de los mismos para impulsar el desarrollo sustentable. Si se impulsa el desarrollo económico sin tomar medidas básicas para fortalecer las capacidades sociales y humanas, el país no podrá evitar una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres.  

 

[1] Index Mundi, Cambodia GDP – real growth rate, (2011), <www.indexmundi.com>.

[2] Khmer News, Angkor Wat revenues rise on Chinese flights, (2010), <khmerweekly.com>.

[3] Ibíd.

[4] English People Daily Online, Cambodia sees Chinese visitors as potential boost to tourism, (15 de enero de 2011), <english.peopledaily.com.cn>.

[5] The Cambodia Daily, (24 de febrero de 2011).

[6] CEA, The Impact of Economic Downturn on Households and Communities in Cambodia, (mayo de 2010).

[7] Ibíd.

[8] The Cambodia Daily, (1º de marzo de 2011).

[9] The Cambodia Daily, 26, 27 de febero de 2011.

[10] Ngo Sothath y Chan Sophal, Agriculture Sector Financing and Services for Smallholder Farmers, (Cambodia, NGO Forum, Action Aid Cambodia, septiembre de 2010), <www.ngoforum.org.kh>.

[11] OMCT Action File, Cambodia: Suy Indigenous Peoples at Risk of Extinction, (2010), <www.omct.org>.

[12] Indigenous People Land and Resources, Ethnocide – Cambodia’s indigenous people under attack, 1º de marzo de 2010, <indigenouspeoplesissues.com>.

[13] Ibíd.

[14] Ibíd.

[15] Ibíd.

[16] V. Salze-Lozac’h,  “Diversifying Cambodia’s Economy, Easier Said than Done”, In Asia, (The Asia Foundation, 15 de septiembre de 2010), <asiafoundation.org>.

[17] Ibíd.