Más pobre que hace 15 años

Susana Cruickshank; Mary Purcell
Equipo Pueblo

En 1997, hubo importantes avances en términos de equidad política, resultado de una combinación de reformas electorales y una participación ciudadana amplia, determinada a acabar con el partido de Estado y la corrupción que ha invadido a virtualmente todas las instancias públicas. Estos avances, sin embargo, son sólo el principio de un largo camino hacia la plena democracia en México. Cuando vemos la situación socioeconómica, nos damos cuenta que allí la desigualdad y la polarización siguen profundizándose, como resultado de la política económica, la falta de una democracia plena, y la persistente corrupción. La polarización se evidencia en muchos ámbitos: entre mujeres y hombres; entre ladinos e indígenas; entre los habitantes de zonas rurales y los de zonas urbanas; entre los grandes empresarios y los pequeños productores; y entre los pocos que están insertos en el mercado internacional y los demás.

La Reforma Electoral

Durante 69 años, México había sido gobernadopor un solo partido: el Partido de la Revolución Institucional yaunque también había partidos de oposición (con una crecientepresencia desde los años ochenta), los poderes Ejecutivo,Legislativo y Judicial del gobierno, siempre habían sidocontrolados por éste.

En 1996, después de una serie de negociacionesentre los principales partidos políticos, se aprobó una reformaelectoral con la sola votación del PRI. Los partidos deoposición insistían en reformas más comprehensivas, con lascuales el PRI no estaba dispuesto ceder. Una importantelimitación era que enfocaba estrictamente sobre partidospolíticos, dejando a la sociedad civil organizada afuera de lasconsideraciones. Propuestas concretas para construir unademocracia más accesible para todos —como el reconocimientolegal del plebiscito y el referéndum— han sido ignoradashasta ahora. Hubo un avance con respecto a la equidad entrepartidos políticos, pero quedó una brecha grande entreestos y la sociedad civil organizada.

Aunque las reformas no fueron completas,lograron nivelar el campo político en varios aspectos,incluyendo una mayor equidad en el acceso a los medios decomunicación, el financiamiento público de los partidos y en elnombramiento de funcionarios electorales. En los medios decomunicación del DF, la cobertura para los tres partidos (segúnel periódico de La Jornada), el tiempo dedicado fueprácticamente igualitaria, con 24% al partido del gobierno (PRI)y 25% a cada uno de los dos principales partidos de oposición.En el resto del país, el PRI se quedó con la mayor parte deltiempo en radio y televisión, con 43%. El financiamientopúblico a los partidos fue de $1,031,750 pesos (aproximadamenteUSD133 millones de dólares), cantidad que fue repartida entrelos partidos por porcentaje de representación. Esta cantidad fuealtamente cuestionada por ser tan alta en comparación con lodestinado al gasto social.

El resultado fue una de las elecciones máslimpias en la historia reciente, donde el PRI perdió su mayoríaabsoluta en la Cámara de Diputados (aunque en el Senado de laRepública sigue representado con el 61%), las oficinas delgobernador del Distrito Federal y dos estados en el norte delpaís. Dos partidos de oposición: el Partido de la RevoluciónDemocrática (PRD) y el Partido de Acción Nacional (PAN),tuvieron importantes avances electorales. Estas eleccionesreflejaron un rechazo tajante de la ciudadanía al modeloeconómico neoliberal del gobierno y a la corrupción que hainfiltrado a la instancia gubernamental. Estas eleccionestambién son vistas por la misma ciudadanía como el principio deun largo periodo de democratización del país.

Equidad de Género, Regional, y Étnica

Con más equidad entre partidos en el Congreso,viene también un mejoramiento en términos de equidad degénero, aunque esto no significa que no siga habiendodesigualdad. Durante la LXVI legislatura de la Cámara(1994-1997) el porcentaje de mujeres que ocupó los curules fuede 12.3% y en la actual legislatura el porcentaje aumentó a 18%(el promedio desde que las mujeres ganaron el derecho a votar en1953 ha sido de 8%). Sin embargo, en otras áreas de gobierno,las mujeres no tienen este nivel de representación. En 1995, eltotal de funcionarias gubernamentales es de sólo 6.7%. LasSecretarías de Estado que están al mando de una mujer son solodos, y estas son las de menor peso político: la Secretaría deTurismo y la Secretaría de Pesca. Un dato representativo, es elde 1993 en donde tan sólo 2.8% de las presidencias municipaleseran mujeres. Estas cifras están mejorando, pero el proceso eslento, considerando la larga historia de desigualdad en elámbito político. Dos de los partidos principales —el PRI yel PRD— han adoptado la política de integrar un mayornúmero de mujeres en sus candidaturas, como un mecanismo decompensación temporal. Finalmente, es visible que el rezago delas mujeres es mucho mayor en los puestos de toma de decisiónque en el de educación y el empleo.

Los avances en la dimensiónpolítico-electoral son muy desiguales entre las regiones delpaís. Los mayores avances democráticos se encontraron en elDistrito Federal y en zonas de clase media/alta urbanas. Enáreas rurales y en zonas urbanas marginales, las"irregularidades" electorales fueron mucho máscomunes, y por eso sus habitantes cuestionan fuertemente lapropaganda alrededor de la "nueva democracia" enMéxico. En las regiones más pobres, las prácticastradicionales de comprar votos, usar programas gubernamentalespara beneficiar a candidatos oficiales, y transferir fondospúblicos a las campañas de estos ¾ ahora a un nivel mássofisticado— continúan. Por eso, la Comisión Mexicana deDefensa y Promoción de los Derechos Humanos ha expresado: "laequidad electoral sigue siendo mucho más real en las zonasurbanas, donde los ciudadanos tienen una mayor oportunidad deinformarse y de defender sus intereses legítimamente... así laelección fue técnicamente pareja, pero en un país en el quelas diferencias sociales entre campo y ciudad son todavíaabismales."

El estado en donde las elecciones fracasaronfue Chiapas. La situación militarizada y de conflictos socialesdel estado obstaculizó cualquier posibilidad de libertad deexpresión en las urnas. En algunas zonas, el abstencionismollegó al 80 por ciento. El Ejército Zapatista de LiberaciónNacional (EZLN) decidió no votar por "no reconocer unsistema que no nos reconoce a nosotros". Este es uno de losestados más pobres, con mayor porcentaje de indígenas en todoel país. Es donde los indicadores socioeconómicos soncomparables con los de los países más pobres del mundo. En esteestado, la inequidad económica, social, política, étnica yreligiosa ha llegado a extremos.

Los acuerdos de San Andrés Larrainzar,resultado de una larga negociación entre el Ejército Zapatistay el gobierno, plantean que los pueblos indígenas seanreconocidos jurídicamente en sus propias instituciones sociales,económicas, políticas y culturales; que accedan de maneracolectiva al uso de las tierras que ocupan, entendiendo que losdominios de la nación son excepción; y poder preservar yenriquecer sus lenguas y sus ritos. A la fecha dichos acuerdos nohan sido cumplidos porque el gobierno de Ernesto Zedillo harechazado los cambios Constitucionales necesarios para suimplementación. La intolerancia religiosa en las zonas rurales(sobre todo en el estado de Chiapas) ha sido manejadapolíticamente, provocando violencia y discriminación. Con elsurgimiento del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en 1996,las poblaciones indígenas han sido víctimas de continuasvejaciones por parte del ejército en los estados de Chiapas,Oaxaca y Guerrero. Además, agentes del gobierno, en vez deproteger los derechos de la libre expresión religiosa, hanapoyado a grupos priistas y católicos en sus campañas deviolencia contra otros grupos.

La inequidad económica

El modelo económico neoliberal impulsado enMéxico desde el principio de los años ochenta, combinado con ungobierno autoritario y una profunda corrupción de las instanciasgubernamentales, ha resultado en una polarización económica dela sociedad.

Las políticas gubernamentales, promovidas porla Banca Multilateral de Desarrollo y el gobierno estadounidense,han resultado en un crecimiento insuficiente e insustentable. Dehecho, México es más pobre hoy que hace 15 años. ElProducto Interno Bruto por habitante disminuyó el 7.79% entre1981 y 1996. Aunque parcialmente esto se pueda atribuir a lacrisis económica más reciente (de 1995), eso no explica todo elfenómeno, ya que antes de la crisis en 1994, el PBI porhabitante ya había disminuido el 2.51% con respecto al 1981. Ladistribución regional de este PBI es totalmente desigual:mientras el PBI por habitante en el ámbito nacional era de$3,030 en 1996, en el estado de Oaxaca fue de $1,446 y en Chiapasde sólo $1,227.

Al mismo tiempo que la riqueza total porhabitante cae, la distribución de la misma se vuelve cada vezpeor. De acuerdo con estimativos recientes, el 10% más pobre dela población recibe sólo el 1% del ingreso nacional, mientrasque el más rico recibe el 40% Entre 1984 y 1992, el coeficienteGini para Mexico aumentó en forma significativa de 0, 473 al0,533, lo que ilustra una mayor inequidad en el ingreso

Según varias fuentes, de 1994 a la fecha elnúmero de mexicanos en condiciones de miseria se amplió de 14 a21 millones, mientras las 15 familias más ricas del país hanaumentado sus fortunas de 16 mil 400 millones de dólares a 27mil millones. Esta fortuna es el equivalente a 9 por ciento delPBI y sería suficiente para pagar los ingresos durante un añode los 12 millones de trabajadores que ganan hasta dos salariosmínimos. La bolsa de valores da otro ejemplo de laconcentración de la riqueza: inversionistas en la bolsarepresentan solo 0.15% de la población, pero sus inversionesrepresentan el 25.9% del PBI. Además, las ganancias de estesector huyen cada vez más hacia el extranjero. Durante 1996, losdepósitos mexicanos en bancos estadounidenses se incrementaronde $22.56 a $27.97 mil millones de dólares.

Al mismo tiempo, estas políticas siguenfavoreciendo a los intereses del gran capital sobre los de losmexicanos más desprotegidos. Mientras el gobierno ha decididodestinar más de $26 mil millones de dólares al rescate de labanca privada (del cual solo 20% cubrió el monto de los deudoresde la banca y el 80% el de los accionistas) y otros $13 milmillones de pesos al rescate de compañías multinacionalesconstructoras de autopistas, ha recortado subsidios a latortilla, la leche y el transporte público para la población demenos recursos. En contraste, durante el 97 destinó 9 por cientodel PBI al gasto social.

Después de que durante más de una décadabajaran los coeficientes de pobreza, como consecuencia de unacrisis económica y de la imposición del ajuste estructural,desde 1984 los niveles de pobreza crecieron. Entre 1989 y 1994 elcoeficiente de pobreza declinó levemente, pero se ha disparadonuevamente a consecuencia de la última crisis económica. Deacuerdo a las cifras del gobierno, el nivel de pobreza no havariado significativamente entre 1996 y 1997, y ha permanecido enla cifra aproximada de 42 millones de personas (aproximadamenteel 44% de la población), de las cuales 22 millones viven enestado de extrema pobreza.

La pobreza extrema en México esprimariamamente (y de manera creciente) un fenómeno rural.Alrededor del 12% de los 15 millones de hogares urbanos sonpobres en extremo, en tanto que el 60% de los 5 millones dehogares rurales se encuentran en ese nivel de pobreza. En lasáreas rurales de la parte sur del país, los niveles de pobrezaextrema constituyen el triple que el promedio nacional y diezveces el promedio de los estados más ricos. La mayoría de estagente realiza trabajos agrícolas y, según admite el BancoMundial, 'las políticas macroeconómicas del gobierno hanproducido un impacto negativo en el sector agrícola'

Mientras que la pobreza ha crecido, losrecursos del gobierno canalizados hacia los programasanti-pobreza han disminuido en términos reales. En elpresupuesto de 1995 este item cayó un 20%; en 1996 cayó otro10,5% y en 1997 volvió a caer otro 11,7%. El presupuestoanti-pobreza de hoy alcanza sólo el 60% de lo que era en 1994.

Después de casi tres años de haber accedidoal gobierno, la administración Zedillo acaba de lanzartardíamente su programa para aliviar -no para erradicar- lapobreza. El programa para Educación, Salud y Nutrición(PROGRESA)intentará proveer asistencia directa a unas 400.000familias pobres. Es uno de los primeros y más importantesprogramas gubernamentales anti-pobreza que se orientadirectamente hacia mujeres y niños y que aborda de formaintegral los problemas de la educación, salud y nutrición. Eneste sentido, esto representa un avance.

Sin embargo, es todavía un programacompensatorio y no aborda los problemas estructurales de lapobreza en México, especialmente la falta de empleo y lossalarios extremadamente bajos. Como añadidura, el monto dedinero destinado dista mucho del que se necesita para solucionarlas necesidad de las familias pobres. Este año, el programatienen un presupuesto de 160 millones.

Equidad social

Salud y nutrición

En la medida en que la situación económica sevuelve más polarizada, el problema del acceso a los serviciosmédicos también empeora en las zonas rurales pobres y aisladas.La cobertura en estas zonas no ha crecido al mismo ritmo que lapoblación y sus necesidades. Los proveedores de serviciosmédicos más calificados se concentran en áreas donde lossalarios y las condiciones de trabajo son mejores, lo quegeneralmente quiere decir las áreas urbanas. Es importanteseñalar también que,para resolver los problemas de salud en laszonas rurales, existe un problema cultural, dado que ha habidorenuencia a aceptar, por parte de la medicina occidental, lamedicina tradicional como una realidad nacional y una alternativaviable en muchas áreas pobres y rurales.

Las mujeres, los niños y la poblaciónindígena son los más afectados por esta carencia de serviciosmédicos. Un estudio reciente muestra que el 55% de lasmuertes maternas se da en pueblos de menos de 2500 habitantes.En tanto que a nivel nacional el porcentaje promedio de muertesmaternas es aproximadamente de 40 por cada 100.000 nacimientos,en Chiapas el porcentaje es de 117. La reproducción sigueconstituyendo un riesgo para las mujeres, y se da en unporcentaje directamente proporcional a la ubicación goegráficay al estatus socioeconómico.

La malnutrición es también un síntoma deinequidad en México. De acuerdo a las Comisiones Nacionales deNutrición, en 1997 aproximadamente 4 millones de familias (oaproximadamente 20 millones de mexicanos) padecieron deficienciasnutricionales. Según los investigadores de la UniversidadIberoamericana, sin embargo, la malnutrición afecta cerca del40% de la población (alrededor de 38 millones de personas).

Entretanto, los investigadores de la Escuela deMedicina de la Universidad Autónoma de México estiman que latercera parte de la mortalidad infantil es debida a desórdenesbiológicos resultantes de la malnutrición. A nivel nacional, sedan 10,5 muertes debidas a malnutrición por cada 100.000personas, en tanto que en el estado de Chiapas esta cifra es másdel doble: 22,3 cada 100.000. Las mujeres en las áreas ruralesson particularmente afectadas por la malnutrición dado que ellastienden a priorizar el proveer alimento a sus hijos y esposos. Seestima que el 29% de las mujeres entre 12 y 49 años de edadtienen un peso más bajo que el normal.

Empleo/Salarios

Durante los últimos 13 años, se crearon sólo3.2 millones de puestos de trabajos (un promedio de 249,000 poraño), mientras la demanda de nuevos puestos llegó a 9.3millones. Para poder incorporar todos estos trabajadores, laeconomía debe crecer a 7% por año, lo cual no ha pasado en losúltimos 15 años. De los trabajadores que forman parte de la PEAen 1997, un 18.7 por ciento son profesionales y técnicos,mientras el porcentaje de comerciantes, vendedores y trabajadoresde la industria suman un total de 67%, dejando el porcentajerestante en áreas de servicios a niveles medios.

En 1997, se comenzó la privatización delsistema de seguro social, lo cual tendrá implicacionesimportantes en términos de equidad. Se elimina un sistemapúblico y colectivo a favor de un sistema privado e individualde pensiones. Nunca más los ahorros por pensiones de lostrabajadores con más recursos contribuirán a las pensiones delos trabajadores pobres. El nuevo sistema ha sido ampliamenterechazado por la población: casi la mitad de los trabajadores seha negado registrarse con una compañía privada, optando pormantener sus ahorros en el Banco Central del Estado.

Según las estadísticas del Instituto Mexicanodel Seguro Social, el porcentaje de trabajadores registrados quegana hasta tres veces el salario mínimo se ha incrementado de65% a 72% entre 1994 y 1997, mientras el porcentaje que gana másde tres salarios mínimos se ha reducido de 35% a 28% durante elmismo periodo.

Al mismo tiempo, el salario mínimo ha idoperdiendo su valor. Según una investigación de la UNAM, elsalario promedio ha perdido 69% de su poder de compra en losúltimos diez años. La mitad de los trabajadores ganan dos vecesel salario mínimo y en ocasiones menos, lo que significa que nopueden comprar ni la quinta parte de la canasta básica.

Aunque la participación de la mujer en elmercado de trabajo se ha incrementado de una manera importante enlos últimos siete años (de 28% de la PEA en 1990 a 38.8% en1997), las cifras muestran que en tiempos de crisis, es la mujerla que sigue siendo la más vulnerable a los despidos. En 1991,la tasa de desempleo abierto (oficial) para las mujeres era de3.0% y para los hombres de 2.5%. En 1997, después de la crisis,dichas tasas ascendieron a 4.7% y 3.4% respectivamente.

Las mujeres también siguen recibiendo unsalario promedio menor que los hombres aunque realicen un trabajosimilar. A pesar de que la Ley Federal del Trabajo, basándose enel artículo 4º Constitucional, establece igualdad en los salarios y enlas condiciones de trabajo, en casos extremos, hay una diferenciasalarial de hasta 50% por la misma actividad. Además, lasmujeres enfrentan una serie de discriminaciones dentro del lugarde trabajo basadas en su sexo, dada la probabilidad de serdespedidas si están embarazadas, es apenas una de ellas.

Educación

El acceso a una educación de calidad enMéxico sigue estando restringido de acuerdo a la clase social,el género, la etnia y la ubicación geográfica. Las cifrasoficiales muestran que el porcentaje de la poblacióneconómicamente activa (PEA) que carece de educación mínima haaumentado de un 1,8% en 1990 a un 2,6% en 1997. Entretanto, losporcentajes de analfabetismo en Chiapas (30,12%) y otras zonaspobres de los estados sureños triplican el porcentaje nacional(12,44%).

El desigual acceso a la educación tambiénrepresenta una carga relativamente más grande para las mujeres,especialmente si viven en áreas rurales o son indígenas. Entanto el percentaje de mujeres que carecen de educación formal anivel nacional es 15,3%, en las zonas rurales es 25,4% y entremujeres indígenas es 45,8%. Según el INEGI, las tresprincipales razones para no asistir a la escuela son: lanecesidad de trabajar; la falta de una escuela en las cercanías;y la negativa, por parte de la familia, a registrar a su hijo. Enel último caso, es en su mayoría a niñas a quienes no se lespermite asistir a la escuela. En 1997, el 22,8% de las 4.654.651mujeres mayores de 12 años que no habían estudiado no lo hizoporque su familia no se lo permitió.

Estas cifras son ilustrativas de la importanciade la ubicación geográfica, la clase social, la etnicidad y elgénero como determinantes principales en el acceso a laeducación y, a partir de ahí, en las futuras oportunidadeslaborales.

Crédito

Entre los problemas más graves que enfrentanproductores micro, pequeños y medianos está la falta decrédito accesible. La crisis de 1994-95 resultó en cambiosdrásticos en las políticas de préstamos entre los bancoscomerciales. Como resultado de la crisis de la cartera vencida(la cual llegó a un total de aproximadamente 12 mil millones dedólares), los bancos virtualmente dejaron de prestar a laspequeñas empresas, canalizando sus créditos sólo a las grandescompañías y productores. Mientras tanto, el gobierno poco apoco intenta eliminar a los bancos de desarrollo, que han perdidodinero durante los últimos tres años. Un sector importante delas compañías grandes, con ingresos en divisas, busca créditoen el extranjero, pues su costo (en dólares) resulta ser lamitad del doméstico. Mientras tanto se estima que sólo el18% de los productores agrícolas tienen acceso al créditoformal.

Uno de los sectores que da cuenta de lapolarización que sufre el país es el agropecuario, en donde apesar de que la inversión extranjera mostró crecimiento entre1985 y 1994 pasando del 0.04% al 0.4% del total, el ProductoInterno Bruto agropecuario en 1995 mostró una disminución del2.5% con respecto al de 1994. Dicha inversión, lejos de ayudar ala economía de los pequeños productores ha provocado un abismoentre estos y los agricultores que cuentan con tierras de riego ybuen potencial productivo. Esta misma inversión incrementa lapolarización debido a la alta tecnología que caracteriza a unárea y de la que carece la otra. Aunque el sector agrícolarepresenta el 23 % de la PEA en México, contribuye con sólo 7%del PBI. En el mismo sentido, vemos una creciente feminizacióndel trabajo en las principales zonas de producción del noreste,que asciende hasta el 50% de los trabajadores, en parte resultadode la mano de obra barata.

 

En la industria la apertura comercial haagravado sus problemas estructurales. A pesar de que el sectorexportador ha mostrado crecimiento, la exportación de laindustria manufacturera muestra una debilidad creciente. Son 300empresas, la mayoría transnacionales, las responsables del 70%de la exportación total. Las exportaciones primarias son en elperiodo 1990-94 aproximadamente la mitad de las exportaciones(46.68%), y las maquilas el 19.41%. En términos netos sólo haaumentado el 2.75% de 1990 a 1994. El crecimiento del PBI se basaen gran parte en el crecimiento del sector exportador; pero estasexportaciones tienen cada vez menos contenido nacional,resultando en menos efectos multiplicadores en el resto de laeconomía. Esto quiere decir que, no obstante las cifras deexportación, la industria nacional muestra un gran rezago frentea la industria transnacional con la cual compite, teniendoconsecuencias de desempleo y de amplia polarización entre lagran industria y la planta productiva nacional.

En suma, hemos asistido a algunos avancesrelativos, en lo que respecta a la democracia electoral formaly,en algunas áreas, a un lento progreso en términos de equidadde género. Sin embargo,la inequidad social y económica siguevigente, e incluso empeora en algunas áreas, especialmente en lorelativo a clase social, etnicidad, género y ubicacióngeográfica. La existencia en México de leyes que promueven laequidad de ningún modo garantizan su cumplimiento. Se requieretanto un monitoreo como una presión constantes para asegurar queexista progreso en el futuro.