Los frutos de un largo camino

Atiur Rahman; M. Ismail Hossain
SHAMUNAY. El Dr.Atiur Rahman es su Presidente Ejecutivo e investigador del Bangladesh Institute of Development Studies (BIDS). El Dr.Mohammad Ismail Hossain es Profesor del Department of Economics, Jahangirnagar University Savar, Dhaka. Se agradece la ayuda del Sr. Shahinur Rahman en la preparación de este informe.

La recuperación de la vida parlamentaria en 1991 ofreció la oportunidad para fortalecer la democracia. Una enmienda constitucional de 1996 que institucionalizó las elecciones parlamentarias bajo un gobierno de transición, sentó las condiciones necesarias para celebrar comicios libres. La formación de comités parlamentarios permanentes dirigidos por legisladores que no fueran ministros fue un paso positivo. La histórica Ley del Gobierno Local de 1997 permitió la elección directa de un mínimo de tres mujeres concejeras en cada Unión. Pero a pesar de estos avances, algunos ámbitos aún arrojan fuertes sombras sobre la democracia. El uso del dinero y de la violencia para determinar los resultados electorales persiste en todos los niveles y se estima que aproximadamente 30% de los recursos destinados al desarrollo son absorbidos por la corrupción. Esta situación coloca a Bangladesh entre los diez países más corruptos del mundo. El Parlamento se ha debilitado por los boicots y la falta de quórum protagonizados por la oposición. Aunque la prensa goza de libertad, el control estatal de los medios de comunicación electrónicos frustra a la oposición, que recientemente exigió la renuncia del gobierno. Esta amenaza de deponer al gobierno mucho antes del término de su mandato creó un elemento de incertidumbre que podría opacar algunos de los logros en materia de desarrollo social conseguidos por iniciativas gubernamentales y no gubernamentales.El alivio de la pobreza ha sido siempre un objetivo principal del gobierno de Bangladesh, pero no se ha fijado una fecha límite para su erradicación. Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales realizan actividades destinadas a ofrecer redes de seguridad y seguridad alimentaria, crear oportunidades de empleo y aumentar el nivel de ingreso. Los programas educativos redujeron los costos y ampliaron las oportunidades. También ayudó la expansión de instituciones de microfinanciación en todo el país. A pesar de la gran cantidad de recursos inyectados mediante programas contra la pobreza, la tasa de la reducción de la misma ha sido muy lenta – 1,6% por año en el caso de la urbana y 0,2% en el de la rural entre 1984 y 1996. Los datos más recientes indican un pequeño aumento de la pobreza en las zonas urbanas y rurales desde diciembre de 1995 a abril de 1998. En las zonas urbanas, 44,3% de la población vive por debajo de la línea de pobreza; en las zonas rurales la cifra es de 47,6%. Evidentemente existe un desfasaje entre la cantidad de recursos dirigidos a aliviar la pobreza y los avances reales conseguidos, lo cual indica la necesidad de repensar las estrategias utilizadas hasta el momento.

Se han registrado avances importantes en el acceso a la educación y la cobertura de la salud. La matrícula de niños y niñas va en aumento, a un ritmo más rápido en el caso de estas últimas. La tasa de alfabetismo entre los adultos está aumentando, aunque sigue siendo baja comparada con países vecinos. La expansión de los servicios básicos de atención médica resultó en una tasa de mortalidad infantil más baja, una menor incidencia de muerte a raíz de enfermedades contagiosas, una menor tasa de mortandad para las madres y una mayor esperanza de vida al nacer. Sin embargo, la calidad de la educación se ha deteriorado. La tasa de abandono escolar es alta, la tasa de asistencia es baja y el nivel de aprendizaje es mucho menor al deseado. La relación entre maestros y alumnos en las escuelas primarias es de 1:70.

El desalojo de habitantes de tugurios por parte del gobierno en agosto de 1999 dañó su imagen y desató una controversia. Aunque el crecimiento sin control de los tugurios provoca muchos problemas, el desalojo sin planificación previa es lo peor que les puede ocurrir a los habitantes pobres del medio urbano. El gobierno prometió rehabilitar a los desalojados, pero las medidas con ese fin aún no se concretan. Mientras, los desalojados padecen una pobreza deplorable. Las ONG y otras organizaciones de la sociedad civil se preocuparon por el problema y solicitaron ayuda a la justicia. Ahora tanto éstas como el gobierno trabajan para lograr una estrategia que resuelva el problema.

Con respecto al empleo la privatización de las empresas estatales y la racionalización de la mano de obra en las empresas del estado condujo a la pérdida de plazas. La generosa indemnización por despido ayudó a los afectados a crear oportunidades de autoempleo y mitigó en cierta medida el problema, aunque no totalmente. Los Programas de Ajuste Estructural causaron la contracción o el cierre de algunas compañías, pero la pérdida de puestos de trabajo se compensó en cierto sentido con actividades económicas nuevas o en expansión. En setiembre de 1998 se creó un Banco de Trabajo para crear empleos rentables y productivos para la juventud. A pesar del compromiso y de las acciones del gobierno, continúan los problemas de subempleo y desempleo encubierto. La violencia callejera y la extorsión generalizadas indican que muchos jóvenes desempleados recurren a actividades antisociales.

La generación de oportunidades de empleo es un importante objetivo del Plan Quinquenal del gobierno.

Fomentando la igualdad

Inmediatamente después de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, el gobierno difundió información e inauguró el proceso de preparación para formular planes de acción sectoriales. Se formuló el Plan de Acción Nacional (NAP) para el Progreso de la Mujer con el propósito de incluir el desarrollo de las mujeres en las políticas y programas de gobierno. El NAP pone énfasis en el desarrollo de mecanismos de control en los ministerios sectoriales a través de la incorporación de indicadores específicos de género y datos discriminados según el sexo. El fin es evaluar los efectos de los programas y proyectos sobre hombres y mujeres, tomar decisiones en políticas estatales y adoptar acciones correctivas. Se propone que ONG y representantes electos participen en su monitoreo.

Para ascender a las mujeres en el servicio público, se reservan cuotas de 10% de puestos oficiales y 15% de puestos no oficiales. El NAP considera que estas cifras son insuficientes y hace hincapié en la necesidad de capacitación y recapacitación gerencial para apoyar a las mujeres gerentes. Algunos ascensos acelerados aumentaron la visibilidad de las mujeres en áreas estratégicas del proceso de decisión.

El alarmante aumento de crímenes contra las mujeres causa preocupación. El gobierno, las ONG y los medios de comunicación masiva trabajan en conjunto para resistir esa violencia. Medidas recientes incluyen la creación de una comisión para impedir la opresión de las mujeres y niñas en el Departamento de Asuntos de la Mujer, que documenta denuncias y ofrece ayuda jurídica. Bajo el Ministerio del Interior se ha abierto en las sedes policiales una comisión para la prevención de la opresión contra las mujeres. Comisiones investigadoras de mujeres funcionan en cuatro estaciones de policía de Dacca y en tres sedes de división para ofrecer mejor acceso a las denunciantes. Un creciente número de organizaciones de asistencia jurídica ofrecen asistencia legal gratuita y capacitación de información jurídica a las mujeres de la capital y de varios pueblos de distritos. La sociedad civil ha sido alertada con holgura sobre este tipo de crímenes y los medios de prensa refuerzan positivamente la resistencia social a ellos.

Educación y salud

La constitución de Bangladesh incluye el derecho de niños y niñas a obtener una educación primaria gratuita y obligatoria. Sin embargo, la Ley de Educación Primaria Obligatoria recién se aprobó en 1990, y se implementó por primera vez en 1992. El gobierno adoptó varias medidas para fomentar la matrícula y retener a los estudiantes. Estas incluyen: la creación de escuelas satelitales administradas por maestras para ayudar a asistir a los niños en situación vulnerable, especialmente a las niñas; la creación de escuelas comunitarias económicas en zonas sin escuelas; y la institución del programa Alimentos por Educación (FFE) en 1993-94, por el cual niños de familias pobres seleccionadas reciben trigo y arroz por asistir. El gobierno también participa en educación no formal con participación de ONG. El Proyecto Difícil Acceso trata de brindar educación a niños y niñas de tugurios en grandes ciudades.

Los esfuerzos del gobierno por mejorar el acceso a la educación junto con un mayor gasto público produjeron un sustancial incremento en la matrícula, actualmente a 84,7% para los niños y 77,1% para las niñas. La tasa de alfabetización de los adultos, aunque sigue siendo baja, (51,0%), también mejoró. A pesar de estos avances, el sector de la educación sigue atrasado. Sólo 7% de los alumnos de escuela primaria completaron la educación secundaria. El sesgo que existe en el gasto público en el área de la educación hacia el medio urbano crea un acceso desigual a la educación.

El principal objetivo de los programas gubernamentales de salud es brindar servicios de atención médica primaria (AMP), que son reconocidos como el enfoque fundamental de “Salud para Todos” para el 2000. El gasto gubernamental para la salud aumentó en términos absolutos y relativos. En consecuencia, se registraron algunas mejorías: aumento de la esperanza de vida al nacer (59,5 años) y un menor crecimiento demográfico (1,6%). Sin embargo, esto sigue estando lejos de asegurar el acceso universal a la atención médica. Cerca de 60% de la población no tiene acceso a los servicios básicos de atención médica, y más de 90% de los niños y niñas sufren de desnutrición. La contaminación del agua potable con arsénico en una vasta zona de Bangladesh supone un gran problema de salud, especialmente para los pobres.

Bangladesh logró un éxito encomiable al elevar la participación del sector social en el gasto total de ingresos, que aumentó de 22,6% en 1990-91 a 25,7% en 1998-99. Esta última cifra, sin embargo, representa un descenso del 27,4% en relación al presupuesto obtenido en 1994-95. El gasto en la defensa también absorbió una parte cada vez mayor del presupuesto, alcanzando 17,8% en 1998-99. La participación del sector social en el presupuesto de desarrollo también aumentó considerablemente de 14,1% en 1990-91 a 23,5% en 1998-99. Este abrupto incremento fue posible debido al recorte del gasto público en sectores económicos como la industria y la agricultura. Estos avances impresionan si se consideran desde la perspectiva de lo que es habitual en los países en desarrollo. Los avances también destacan en términos cuantitativos. De todas maneras, la calidad de la educación y los servicios de salud son notoriamente malos en todos los niveles, lo que indica el gasto ineficaz de los escasos recursos.

Como muchos otros Países Menos Adelantados, Bangladesh experimenta un ajuste estructural. Aparte de los ajustes de la política macroeconómica, muchos sectores, como la agricultura, el comercio, la industria y la energía, fueron ajustados. Los resultados son mixtos. No hay una evaluación integral del impacto de estas políticas. Sólo recientemente se inició la evaluación participativa tripartita de las políticas de ajuste estructural en la que participaron el gobierno, el Banco Mundial y la sociedad civil (SAPRI). Aunque aún no están disponibles los resultados, la medida ha sido calificada por la sociedad civil como un paso en el rumbo adecuado.

Paralelamente, a nivel regional, Bangladesh tomó la delantera en la búsqueda del objetivo de la erradicación de la pobreza en la SAARC (Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional). La SAARC instituyó una comisión independiente de Asia Meridional para el alivio de la pobreza y adoptó ciertas resoluciones de límites de tiempo para erradicarla.