El perjuicio de la disminución de la inversión pública en servicios

Dr. Hassan Abdel Ati; Dr. Galal El Din El Tayeb
National Civic Forum

Las políticas de liberalización y privatización y los nuevos términos del comercio internacional han impactado negativamente en la economía nacional y la situación socioeconómica de la población. La disminución de la inversión pública en los servicios deterioró el desarrollo humano, como lo indican el descenso del consumo de calorías y el incremento de la población bajo la línea de pobreza. También se expresó en la incapacidad prácticamente total del gobierno para realizar sus objetivos en los ámbitos de la salud, la educación, el agua potable y el saneamiento.

Factoresque afectan el desarrollo humano

En1996, la población bajo la línea de pobreza en el norte de Sudán ascendía al84,6% del total en las zonas urbanas y al 93,3% de la población rural. Ningúnestado tenía un porcentaje de pobreza inferior al 76% para los centros urbanosy al 80% para las zonas rurales. Se estima que las tasas de pobreza ydeficiencia nutricional son muy superiores en Sudán meridional, devastado porla guerra y para el cual no existen cifras confiables. La guerra civil, que seextendió geográficamente y aumentó su intensidad, tuvo altísimos costos en términosde vidas humanas, con unos 2,9 millones de muertos desde 1983. La guerra hadestruido los recursos naturales y financieros y generó inestabilidad social ypolítica. La degradación ambiental causada por el conflicto bélico, la sequíay la mala administración de los recursos también provocó una bioproductividadinferior.

Laspolíticas de liberalización y privatización y los nuevos términos delcomercio internacional ejercieron un impacto negativo en la economía nacional yla situación socioeconómica de la población. Ese impacto se reflejaespecialmente en el colapso de las empresas de la industria nacional, que nopueden competir con los productos importados. El embargo económico declarado yno declarado que sufrió Sudán durante gran parte de la década de 1990 limitóla ayuda extranjera para el desarrollo, los préstamos y las inversiones. Estoha sido consecuencia de la política exterior del régimen gobernante.

LaAsistencia Oficial al Desarrollo (AOD) por habitante cayó de USD 32 en 1989 aUSD 3 en 1995, y a menos de USD 0,50 en 1997. La suspensión de la AOD y elflujo limitado de Inversión Directa Extranjera en el sector productivo tambiéncontribuyeron con la salida de capitales y ahorros (destinados a la compra deimportaciones), a un ritmo mucho mayor que los ingresos generados por lasexportaciones. Los créditos extranjeros, en lugar de resolver los problemaseconómicos, se convirtieron en un problema más al reducir el gasto público.La deuda externa de Sudán ascendía a USD 24 mil millones a fines de 1999, unincremento del 77,4% en 10 años que implica un pago anual por servicio de ladeuda de USD 1.300 millones.[1]

Empleo,salarios, trabajo y mendicidad infantil

Segúnestadísticas del Ministerio de Recursos Humanos (1990), la tasa nacional dedesempleo constituye 16,5%, discriminada en 13,0% para los hombres y en 28,0%para las mujeres, y en 15,5% en el medio rural y en 19,6% en el urbano. Paradójicamente,el desempleo es mayor en los estados donde el Estado es la principal fuente detrabajo, principalmente por los despidos de trabajadores, junto con lascondiciones impuestas por los Programas de Ajuste Estructural y las políticasde privatización.

Queel ingreso per cápita haya aumentado del equivalente de USD 284 en 1996 a USD288 en 1999 puede causar confusión, ya que el poder adquisitivo se hadeteriorado seriamente debido a la inflación. El alza de precios y elcongelamiento de los salarios son indicadores de la mala situación de losempleados del sector público y los asalariados en general, y explican el éxodoque afecta al sector público.

Losniños que trabajan constituyen el 10% de la fuerza laboral y el 24% de lapoblación infantil en general. Otro fenómeno social, estrechamente vinculadoal trabajo infantil, es el de los niños de la calle dedicados a pedir limosna.Las cifras existentes sugieren que 66 mil niños viven en la calle en Sudán,con un incremento del 5,4% entre 1996 y 1999. Se calcula que esta cifra habráaumentado a 13,9% en 2002.

Indicadoressanitarios

Morbilidady mortalidad subregistradas

Lascinco enfermedades principales (malaria, neumonía, diarrea, deficiencianutricional y septicemia) tienen en conjunto una tasa de morbilidad 20,2%superior a la tasa nacional y más del 64% por encima de la tasa general. Sinembargo, estas cifras sólo reflejan a los pacientes internados y registrados enhospitales. Gran cantidad de los casos de enfermedades no se reportan porimposibilidad de acceder geográficamente a los centros de salud y por la faltade información sanitaria. Muchos carecen de acceso a las institucionessanitarias, sobre todo después de la incorporación del programa de recuperaciónde costos con el paquete de ajuste estructural que fue aplicado enérgicamenteentre 1996 y 1998.

Secalcula que en 1997 el 98% de los niños menores de cinco años y el 81% de lasmadres en Darfur del Norte padecían anemia.[2]La tasa de mortandad infantil muestra una tendencia a la baja en las regionesdel norte en el período de 1993 a 1999, pero aumentó para la región australdel país. La tasa más baja se registra en Khartoum, lo cual indica unaconcentración urbana de los servicios. La tasa de mortandad materna aumentóconsiderablemente, de 365 muertes cada 100 mil nacimientos vivos en 1995 a 504en 1999, un incremento del 38% en cuatro años.[3]

SIDA

Segúnestadísticas oficiales, los casos diagnosticados con SIDA pasaron de dos en1986 a 2.607 en 1999, a 8.222 (4.190 casos confirmados de SIDA, 4.032 portadoresde VIH) en abril de 2002.[4]La tasa promedio anual de incremento entre 1996 y 1999 llegó a ser del 27%, yla tasa actual es del 1,6%. Más del 71% de los casos diagnosticados sonhombres, de los cuales el 93% pertenecen a la franja etaria de 15 a 49 años. Enlos últimos dos años se reconoció oficialmente la propagación del SIDA,antes negada, y más recientemente el gobierno formó un consejo encargado detomar las medidas necesarias para combatir la enfermedad. La promoción deconductas de sexo seguro, información y educación parece ser el medio másefectivo de combatir la enfermedad, aunque hasta el momento se ha hecho muy pocoen este sentido.

Educaciónbásica: abandono y ausentismo

Elabandono y el ausentismo escolar son problemas graves. La tasa de conclusiónanual promedio para el período 1996-1999 fue del 53,6% para ambos sexos, 50,8%para los varones y 57,2% para las niñas. Las instalaciones de la enseñanza(como edificios y materiales de enseñanza) y la capacitación de maestros, queafectan directamente el desempeño académico y la eficacia educativa, son pésimasen la gran mayoría de las escuelas. El porcentaje de maestros capacitados en elnorte de Sudán, que ascendía al 75% en 1991, cayó al 68,3% en 1996 y al 54,7%en 1999.[5]Las variaciones regionales son enormes, por ejemplo, el 86% en DarfurOccidental, el 67,1% en Kordofan del Norte y el 50% en el estado de Gezira.

Agua:90% de epidemias por falta de agua potable

Lasituación general con respecto al agua es sombría. Según estimaciones de laOrganización Mundial de la Salud (OMS) respecto a las necesidades porhabitante, el consumo actual constituye respectivamente 58,2%,24,4% y 35,9% del total de las necesidades urbanas, rurales y totales del agua.[6]Según la OMS, aproximadamente el 90% de la epidemias en Sudán son transmitidaspor el agua y derivadas de ella, lo cual provoca la muerte del 40% de los niñosmenores de cinco años.[7]El gobierno de Sudán se fijó la meta del acceso universal al agua potable y alsaneamiento. Para conseguirla, la Estrategia Nacional Integral (ENI) (1992-2002)otorga prioridad a las estrategias siguientes: protección del agua de lacontaminación, una mayor participación comunitaria, tecnología apropiada debajo costo, y la disponibilidad de 18 litros por habitante por día (l/h/d) enlas zonas rurales y de 90 l/h/d en los centros urbanos.[8]

Suministrode agua rural

Elvolumen total del suministro rural de agua en todos los estados de Sudán secalcula en 528,336 metros cúbicos, lo cual equivale a un suministro promediodiario por habitante de 0,025 metros cúbicos para la población rural. Unaparte considerable del recurso se pierde por evaporación y derroche. Lacontribución de los pozos de agua al suministro total es importante yrepresenta el 69,2%, seguido por las bombas manuales (12,1%), el sistema derecolección de agua de lluvia conocido como hafir(11,8%), los filtros de arena (6,4%) y los manantiales (0,5%).[9]

Algunasregiones, especialmente en el medio rural, padecen grave escasez. El consumopromedio diario por habitante varía entre un máximo de 35,3 litros en Khartoumy un mínimo de 2,3 litros en el estado de Darfur Occidental. Las cifras máximasy mínimas de consumo de agua potable en Sudán comprenden 35,4 y 1,5 l/h/drespectivamente.

Elsector rural del agua ha dependido de fondos extranjeros, con cierta participacióncomunitaria local. La caída de la inversión pública perjudicó el avance delos programas rurales de abastecimiento de agua. El programa de tres añosrealizado con la ENI tuvo tasas muy bajas de consecución en el período1992-1995. Las tasas más elevadas de consecución logradas por el programa debombas manuales son, principalmente, resultado del fuerte apoyo de UNICEF, de laparticipación efectiva de la comunidad y de la utilización de tecnologíasapropiadas y eficaces en función de los costos.

Suministrode agua urbano

Enla última década se experimentó un crecimiento en la migración del mediorural al urbano. La población urbana creció de 6,8 millones en 1993 a 10,3millones en 1999 (un incremento del 51,5%). Esto generó una mayor presiónsobre los limitados servicios hídricos urbanos. El objetivo del gobierno esproporcionar conexiones al suministro de agua por cañería al 85% de la poblaciónurbana para el año 2002, y el 15% restante será abastecido por grifos públicos.

Elobjetivo del consumo de agua en el sector urbano (90 l/h/d) no se había logradoen 1999 en ninguno de los 26 estados del país. La tasa de consecución fue del56,8% para toda la población urbana. La tasa más alta se logró en Khartoum(81%) y la menor en la región de Bahr El Ghazal (13,6%). En cuanto al tipo deabastecimiento, aproximadamente el 30% de la población urbana poseíaconexiones a cañería en 1999 (35,1% del objetivo) y en ningún estado laproporción de población urbana con conexión en su vivienda superaba el 40%.Se calcula que ninguno de los objetivos de la ENI con respecto a ladisponibilidad, el tipo y la calidad del abastecimiento del agua urbana sealcanzarán para fines del período de la ENI (2002). Tampoco se atendió elproblema de la desigualdad entre las regiones.

Conclusión

Lacaída de inversión pública en los servicios se refleja negativamente en eldesarrollo humano. Esto se indica por la caída en el consumo de calorías porhabitante y en el incremento del porcentaje de la población bajo la línea depobreza, de por sí elevado. También se refleja en la imposibilidad de cumplirninguna de las metas fijadas por la ENI en los campos de la salud, la educación,el agua potable y el saneamiento. Varias tendencias merecen una atenciónespecial:

·        A pesar del crecimiento del PBI, la balanza comercial positiva y elincremento de la deuda externa, el presupuesto para el desarrollo y el gastosocial han descendido. Posibles explicaciones son el elevado gasto destinado ala guerra (defensa y seguridad) y el cese de la AOD y las sanciones comercialesa las que fue sometido el país en gran parte del decenio de 1990.

·        Aunque disminuyó la incidencia de enfermedades, la mortalidad infantil ymaterna se agravaron, lo cual sólo puede atribuirse a la pobreza y los malosservicios.

·        El fuerte crecimiento en el número de niños de la calle está muyvinculado al descenso en las inscripciones escolares y a las elevadas tasas deabandono. El creciente número de niñas en la calle también representa unaamenaza para la propagación del SIDA.

·        Todos los indicadores empleados confirman que persisten grandesdisparidades regionales.

Referencias

AliAbdalla Ali, Inversión Extranjera Directa en Sudán1990-1999, informe inédito,Banco de Inversiones Financieras, agosto de 2000.

BancoMundial, Sudan at a Glance, 2000.

Centrode Estudios Estratégicos (Sudán), InformeEstratégico de Sudán, 1998,1999 y 2000, Khartoum (en árabe)

CorporaciónNacional del Agua, Informe Anual 1999,Khartoum.

Gobiernode Sudán, Cuarto Censo de Población de Sudán1993, Departamento de Estadística,Khartoum, 1995.

Gobiernode Sudán, Enciclopedia de los Estados2000, Khartoum, 2000.

Gobiernode Sudán, Encuesta Económica,1994 y 1995, Departamento de Estadística, Khartoum, 1994.

Gobiernode Sudán, Estrategia Nacional Integral1992-2002, Informes del Subgrupode Desarrollo de Recursos Humanos, 1995-1998, Khartoum.

Gobiernode Sudán, Estrategia Nacional Integral1992-2002, Khartoum, KUP, 1992.

Gobiernode Sudán, Informe Estratégico del País,1997 y 1999, Khartoum.

Ministeriode Recursos Humanos, InformeEstadístico Anual, 1996 y 1999,Khartoum.

MinisterioFederal de Educación, AnuarioEstadístico, 1996 y 1999,Khartoum.

MinisterioFederal de Salud, E.P.I., InformeEstadístico Anual, 1996 y 1999, Khartoum.

UNFPA,Informe Anual, 1996 y 1999, Khartoum.

UNICEF,SituationAnalysis of Women and Children in the Sudan,Oficina de Sudán, Khartoum, 1996.

Notas:

[1] H. A. Abdel Ati, Ed. "International Commitments and Developments Since 1992 and their Implications for the Implementation of Agenda 21”, Sustainable Development in Sudan Ten Years After Rio Summit: a Civil Society Perspective, Khartoum, 2002.

[2] UNICEF, Situation Analysis of Women and Children in the Sudan, Oficina de Sudán, Khartoum, 1999.

[3] A. Ali, The Role of Population Education in the Process of Family Welfare in the Sudan, Tesis de Ph.D., Departamento de Geografía, Facultad de Artes, Universidad de Khartoum, 2001.

[4] Ver el Informe Ockenden en Abdel Ati, op. cit.

[5] UNICEF, 1999, op. cit.

[6] Proyecto de Agua y Saneamiento 2000; Cuadros 28 y 34.

[7] UNICEF, 1999, op. cit.

[8] La OMS indica que la necesidad asciende a 20 l/h/d en el medio rural, a 100 en Khartoum y a 80 en otros centros urbanos.

[9] UNICEF, 1999, op. cit.