Gobierno de Filipinas no puede impedir la emigración, dijo el vicepresidente

Copresidentes de Social Watch Tanya
Dawkins y Emily Sikazwe, principal
coordinadora de SW Filipinas Leonor
Briones y coordinadora Marivic Raquiza,
coordinador de Social Watch Roberto Bissio
y vicepresidente de Filipinas, Jejomar Binay.
(Foto: Social Watch)

Fuentes: Manila BulletinGMA News.

El gobierno de Filipinas no tiene motivo alguno para disculparse por la persistente emigración de trabajadores, dijo el martes el vicepresidente Jejomar Binay en la sesión inaugural de la 5ta. Asamblea Mundial de Social Watch en Manila, según un informe del diario Manila Bulletin.

Binay observó que "los sectores público y privado están creando empleos bien pagados dentro del país", no obstante lo cual el gobierno no puede impedir la emigración de personas "que desean trabajar y vivir en el extranjero, así como no podemos impedir el creciente flujo de extranjeros que desean asentarse aquí", en el contexto de un "mundo globalizado y sin fronteras".

"La diáspora ha creado una enorme comunidad filipina que abarca hoy el planeta entero. No podemos, y no debemos, seguir disculpándonos por eso", dijo. "Hoy existe un mercado global de empleos donde las oportunidades y la excelencia no tienen nacionalidades en particular."

Lo que el gobierno filipino puede hacer es asegurarse de que los emigrantes cuenten "con capacitación técnica adecuada y con destrezas para adaptarse a la cultura" de los países en los que eligieron residir. "Al mismo tiempo, continuaremos trabajando por un acuerdo internacional que permita a las familias de los emigrantes unirse a ellos donde quiera que vayan. Debemos proteger a las familias del ruinoso costo social de la separación prolongada", sostuvo.

Binay aseguró que el gobierno también negocia acuerdos bilaterales para garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores filipinos emigrantes en los países de destino.

La diáspora no supone necesariamente una fuga de cerebros, añadió. "Nuestro país tiene una de las poblaciones más jóvenes en un mundo que envejece, y debemos darle a nuestros jóvenes la mejor educación posible y capacitación para que constituyan el principal recurso y el más perdurable", explicó.

Organizaciones de defensa de los emigrantes advierten que la economía nacional depende demasiado de las remesas enviadas por los emigrantes a sus familias. Unos ocho millones de filipinos viven en el exterior.

Binay consideró en otro pasaje de su discurso que el gobierno de Benigno Aquino III se propone un intercambio intenso de información con la ciudadanía, el fortalecimiento de todas las instituciones, la plena transparencia y la responsabilidad en todas las áreas de la administración y en todo proyecto o contrato, siempre de acuerdo con una concepción compartida de justicia, informó el portal de noticias GMA News.

 "La democracia no tiene significado alguno a menos que los filipinos obtengan lo que merecen. La búsqueda de la justicia económica y social nos convierte a todos nosotros en colaboradores del orden social y copropietarios de la economía nacional. El cambio prometido por la administración de Aquino no solo debe beneficiar a todos los filipinos, sino que debe transformarlos a ellos mismos en agentes de cambio", concluyó Binay.