República Dominicana: Pobreza e inequidad persisten, a pesar del compromiso

Viviendo en el Batey Libertad.
(Foto: Yspaniola.org)

Para acabar con la pobreza, las autoridades de República Dominicana deben impulsar un reparto equitativo de la riqueza, ampliar y mejorar la calidad de la educación, la salud, el empleo y la seguridad social, e implementar políticas en beneficio de los más pobres y vulnerables. Pero el gobierno contradice en los hechos su discurso favorable a la inversión social y el desarrollo humano, pues reduce sus gastos y eleva impuestos respondiendo a condiciones del Fondo Monetario Internacional, advirtieron organizaciones de la sociedad civil en su aporte al Informe de Social Watch 2013.

A pesar del constante crecimiento económico de los últimos 20 años, 34,8% de los habitantes de República Dominicana viven en condiciones de pobreza y 9% sufren miseria, porcentajes similares a los de 2000. El producto interno bruto se expande pero no se distribuye de manera equitativa, advierte el informe nacional, según el cual el desamparo y las desigualdades alimentan la violencia y la criminalidad, cerrando un círculo vicioso que complica aun más el logro de las metas.

Por otra parte, agrega el estudio, los planes para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio no han tenido en cuenta la extensión de la economía informal, el predominio de las micro, pequeñas y medianas empresas, las desigualdades en el acceso a y en la calidad de la educación, la salud y el empleo en perjuicio de mujeres, jóvenes y comunidades rurales.

El gobierno admitió en 2011 que habrá grandes dificultades para alcanzar en 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y sugirió que eso sería posible sólo para 2020. El pronóstico oficial apoya sus excusas en las consecuencias de la crisis bancaria de 2003-2004, y establece como condición para lograr los ODM una reducción aun mayor del gasto público, supuestamente necesario para amortiguar las consecuencias de la crisis financiera.

Para cumplir con el compromiso de reducir la pobreza, según el informe de la coalición nacional de Social Watch, República Dominicana debe tomar medidas tendientes a que el crecimiento de la riqueza se distribuya de manera equitativa, implementando políticas que mejoren la calidad en la educación, que creen empleos decentes e incluyan programas sociales dirigidos a los pobres y a los más vulnerables.

El Plan Estratégico Nacional de Desarrollo, aprobado en 2011 para los siguientes 20 años, constituye una buena herramienta hacia el logro de avances en el largo plazo, según los autores. Pero es preciso consolidar ese programa ampliando el acceso a los servicios básicos, mejorando la calidad de la educación y de la salud, promoviendo el registro de los habitantes a la seguridad social, la integración social equitativa y la consecución de los ODM.

La desigualdad se constata en todos los ámbitos, según el estudio de Social Watch. Jóvenes y mujeres carecen de oportunidades, lo cual limita mucho las posibilidades de desarrollo humano. Cerca de 20% de la población dominicana no cuenta con documento de identidad, y 12,7% son jóvenes de 10 a 24 años. A esto se le suma una baja escolaridad y la mala calidad de la educación. Alrededor de 36% de los estudiantes no completan el ciclo de educación básica, la mayoría de ellos pertenecientes a los sectores más pobres, pues se ven obligados a trabajar para aportar dinero a sus hogares, a cuidar a miembros de sus familias, o a realizar tareas domésticas no remuneradas.

En cuanto a las mujeres, la tasa de ocupación de la fuerza de trabajo masculina ascendió a 61% en 2010 y la femenina, a 33%, con lo cual la brecha fue de 27,81%. En 2011, en promedio, el salario femenino equivalía en promedio a 79% de masculino. Sesenta por ciento de los estudiantes universitarios son mujeres, ellas apenas ocupan 17% de los escaños legislativos. Alrededor de 32% de los hogares son encabezadas por madres solas. Entre 2009 y 2012 murieron a manos de sus parejas más de 429, y fueron más de 100 en los primeros 10 meses de 2012.