Líbano en el centro de la tormenta

Foto: ACNUR/S. Malkawi

No se pueden discutir las prioridades y desafíos políticos en el Líbano sin abordar primero los peligrosos acontecimientos que están ocurriendo actualmente en la región. La opresión, el atraso y las deficiencias de la democracia, en conjunto son obstáculos graves que podrían cambiar el rumbo y revertir las tendencias más positivas. Los acontecimientos actuales demuestran claramente el potencial de cambio en la región: la gente ya no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados ante la tiranía, la pobreza, el desempleo y la marginación.

Líbano se enfrenta aún problemas sistémicos del sistema político confesional. El Estado debe ser una expresión institucional y constitucional de la democracia y de los derechos de las personas. La ciudadanía genuina no se puede lograr sin el imperio de la ley, sin un sistema que otorgue a los ciudadanos sus derechos y deberes para con la sociedad y el Estado, que también son condiciones previas para una sociedad civil eficaz.

El principal reto que el Líbano enfrenta en la actualidad es la inmensa afluencia de refugiados sirios que huyen de la escalada de la violencia y el dramático deterioro de la situación política en su país. La mayoría de ellos viven en condiciones muy difíciles. Las autoridades libanesas han sido, desde el principio, reacias a darles ningún tipo de apoyo, limitándose a organizar el proceso de registro. Con esto, las autoridades libanesas intentaban hacer responsable de la situación desesperada de los refugiados a la comunidad internacional. Sin embargo, como el número de refugiados aumentó drásticamente y sus condiciones de vida se deterioraron seriamente, la falta de apoyo llevó a la agitación.

Líbano se enfrenta a retos alarmantes derivados de la situación regional, en especial la escalada del conflicto armado en Siria. Al mismo tiempo, la sociedad libanesa está altamente polarizada, lo que tiene implicaciones directas en la toma de decisiones públicas. Es evidente, por lo tanto, que los nuevos retos provocados por el deterioro de la situación en los países vecinos, además de los viejos problemas derivados de la naturaleza estructural y sectaria del régimen, hacen necesario la urgente adopción de medidas importantes.

Ciudadanos libaneses, refugiados (incluidos los palestinos y los sirios), así como los trabajadores migrantes, todos viven bajo fuertes y crecientes presiones económicas y sociales. Estos retos requieren medidas inmediatas a nivel de políticas, así como la asignación de recursos adecuados. Sin embargo, Líbano no es capaz de hacer frente correctamente a estos desafíos debido a la profunda división política del país, que colocan a un Estado frágil bajo una tremenda amenaza.

Fuente: Informe de Líbano, Informe Social Watch 2013