Prefacio

La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados unánimemente por los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 abordan de manera exhaustiva los principales problemas mundiales, como la aceleración del calentamiento global, las crecientes desigualdades, la pobreza, la discriminación de género, la violencia y el conflicto, y las fallas estructurales de los sistemas económicos y financieros globales. La Agenda 2030 es universal. Ningún país puede considerar que ya tiene un desarrollo sustentable ni que ya hizo su parte para alcanzar los ODS.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y los movimientos sociales siguen avanzando en sus reivindicaciones transformadoras, que son mucho más ambiciosas que la Agenda 2030. Pero las OSC desempeñan además un papel fundamental como organismos de control independientes en la tarea de responsabilizar a los gobiernos, las organizaciones internacionales, las instituciones financieras y los bancos multilaterales de desarrollo, así como a las empresas transnacionales, con respecto a sus contribuciones para implementar la Agenda 2030. Tanto más cuanto más ricos y poderosos son los actores del sistema global, dada su influencia económica y su peso político en la toma de decisiones a escala internacional.

Esta vigilancia ya ha identificado obstáculos graves para la implementación de la Agenda 2030. Durante mucho tiempo, el desarrollo económico fue moldeado por una aceptación generalizada de políticas neoliberales impulsadas como “única alternativa” por las instituciones financieras internacionales y los think tanks empresariales. Con demasiada frecuencia, las políticas y reglas poco equitativas sobre inversión, comercio y finanzas han exacerbado la pobreza y las desigualdades entre los países y dentro de ellos. Las políticas económicas orientadas al crecimiento a cualquier costo fomentan la sobreexplotación de la naturaleza, la dependencia de combustibles fósiles y la drástica reducción de la biodiversidad. Los países compiten en una carrera hacia el abismo al ofrecer impuestos más bajos y derechos laborales reducidos para atraer inversiones sin la obligación correspondiente de brindar trabajos decentes. El poder de los inversionistas y las grandes empresas se fortalece constantemente a través de la desregulación, la liberalización financiera y comercial, las exenciones y reducciones fiscales, la restricción de las normas de trabajo y la privatización de los bienes públicos. Estas políticas han debilitado el rol del Estado y su capacidad de cumplir con sus compromisos sobre derechos humanos y desarrollo sostenible.

El Grupo de Reflexión sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (www.reflectiongroup.org), creado en el año 2011 para ofrecer análisis y sugerencias independientes al debate internacional, decidió en 2015 supervisar y evaluar la implementación de la nueva Agenda y los obstáculos estructurales para su concreción, y presentar los hallazgos anualmente en el informe “Spotlight”.
El informe cuenta con el respaldo de una gran variedad de OSC y sindicatos, y se basa en las experiencias y los informes de grupos nacionales y regionales y de coaliciones de todo el mundo.

Tras el exitoso lanzamiento del informe piloto de 2016, esta edición de 2017 se centra en la privatización, las asociaciones público-privadas (APP), la influencia empresarial y el impacto de estas cuestiones en la sustentabilidad y la desigualdad. Los artículos y recuadros abordan todos los sectores de la Agenda 2030 y los ODS (y más aún) y reflejan la rica diversidad geográfica y cultural de sus autores. Sin embargo, lo que tienen en común todas las contribuciones es su defensa del interés público y el reclamo de políticas audaces para promover los derechos humanos, aumentar la financiación pública, regular o rechazar las APP y afianzar las estructuras de gobernanza democráticas y participativas en todos los niveles. Estos son prerrequisitos indispensables para alcanzar los ODS y hacer realidad la transformación de nuestro mundo, anunciada en la Agenda 2030.

Barbara Adams and Jens Martens, Global Policy Forum (GPF)
Chee Yoke Ling, Third World Network (TWN)
Gita Sen, Development Alternatives with Women for a New Era (DAWN)
Kate Donald, Center for Economic and Social Rights (CESR)
Roberto Bissio, Social Watch
Sandra Vermuyten, Public Services International (PSI)
Stefano Prato, Society for International Development (SID)
Ziad Abdel Samad, Arab NGO Network for Development (ANND)