Transformación de las dinámicas institucionales de poder y gobernanza para conseguir un acceso universal al agua, el saneamiento y la higiene

El ODS 6, garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos, representa una de las partes de la Agenda 2030 más fáciles de conseguir - y una de las más fundamentales. Las dinámicas de poder y desigualdad condicionan el acceso al agua, el saneamiento y la higiene (en inglés «water, sanitation and hygiene», WASH), así como el acceso a otros servicios básicos, lo mismo en función de parámetros cuantificables (renta, cercanía y tipo de fuente para el suministro de agua potable y sanitaria para una familia) como en términos del desequilibrio en la participación e influencia en la toma de decisiones, es decir, que cuenten o no lo mismo la voz y los derechos de unos o de otros. Kathryn Tobyn (WaterAid) plantea que para cambiar la relación de fuerzas entre usuarios y proveedores es fundamental incrementar la influencia política de las comunidades que se enfrentan a discriminación en el acceso a la infraestructura y el servicio. Las condiciones a nivel nacional para que el acceso a los servicios WASH sea universal han de venir acompañadas de compromisos a nivel internacional: un aumento significativo de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), la reestructuración de la deuda, la reducción de los flujos ilícitos de capital y la estimulación de nuevas fuentes de ayuda pública internacional canalizada a través de instituciones democráticas.

Por Kathryn Tobin, WaterAid.

Lea este artículo aquí.

Fuente: Informe Spotlight sobre Desarrollo Sostenible 2019.