¿América Latina y el Caribe o "las Américas"?

Este año se celebra el 75º aniversario de las Naciones Unidas. El Secretario General, António Guterres, ha iniciado una "conversación global" sobre el futuro de la ONU. La actual pandemia del Covid-19 ha hecho imposible las reuniones físicas y nos abruma a todos con nuevas responsabilidades y demandas ante su enorme impacto sanitario, social y económico.

En este difícil contexto, se presentó un documento a las Naciones Unidas como resultado de un diálogo de "las Américas". Preocupados por que esta sea la única visión de nuestra región que llega a la ONU, y disconformes con las opiniones muy sesgadas que contiene, que subestiman el papel de las mujeres y los movimientos sociales, entre otras recomendaciones cuestionables, como la promoción de una alianza más estrecha entre la ONU y la OEA, la siguiente carta conjunta fue enviada a la ONU, la CEPAL, la CARICOM, el GRULAC y los co-patrocinadores del documento.

(Las respuestas recibidas se encuentran a continuación)

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PARA: Fabrizio Hochschild, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y Asesor Especial sobre los preparativos para el UN75.

CC: Patrocinadores del "UN75 Regional Dialogue for the Americas"

CC: Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL

CC: Embajadora H. Elizabeth Thompson, Presidencia de CARICOM

CC: Embajador Néstor Popolizio, Presidencia de GRULAC

4 de Junio de 2020

Estimado Sr. Hochschild,

En nuestros esfuerzos por seguir la evolución de la “conversación global” sobre el futuro de las Naciones Unidas, convocada por el Secretario General António Guterres como parte de las celebraciones del 75 aniversario, los abajo firmantes hemos leído con preocupación un documento titulado "UN75 Regional Dialogue for the Americas: Toward Innovation and Renewal of Regional and Global Governance". El documento, del cual no encontramos una versión en español, es presentado como el “resumen del diálogo" entre actores “de las Américas” y se propone aportar "perspectivas regionales e ideas para la acción" a la Cumbre de Líderes de las Naciones Unidas.

El documento está firmado, en el sitio web del Centro Stimson, por tres funcionarios de esta institución, pero la versión en PDF que este mismo sitio distribuye lo atribuye solamente a las organizaciones co-patrocinantes: el Stimson Center, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Asociación Global para la Prevención de Conflictos Armados, la Global Challenges Foundation, el Instituto Igarapé, adelphi, Together First y UN2020.William Durch, Cristina Petcu y Richard Ponzio, funcionarios del Centro Stimson, con sede en Washington, y co-patrocinado por las organizaciones arriba mencionadas. Tiene por objeto aportar en su 75 aniversario.

Como el documento sintetiza un diálogo virtual “sobre la base de aportes no atribuibles” se nos induce a pensar que los co-patrocinadores, que incluyen una importante organización intergubernamental y grandes coaliciones de la sociedad civil, son también endosantes de su contenido, lo que sería altamente problemático de ser cierto.

Dado que no hemos visto publicados otros aportes de nuestra región, como ciudadanos latinoamericanos y caribeños preocupados por los Derechos Humanos, el desarrollo sostenible y el multilateralismo nos sentimos obligados a alertar sobre los muchos sesgos políticos e ideológicos de este "resumen" y su no correspondencia con ningún tipo de consenso regional.

En primer lugar, "las Américas" no constituyen una región reconocida por las Naciones Unidas, sino una particular construcción política transregional. América Latina y el Caribe (ALC) es la región oficializada por las Naciones Unidas, representada por el grupo intergubernamental GRULAC y asistida por la CEPAL, una entidad de Naciones Unidas que recientemente ha formalizado un diálogo fluido y consultas con la sociedad civil, civil, en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible - principal espacio de seguimiento de la implementación de la Agenda 2030 en la región.

Cualquier diálogo puede, por supuesto, atraer a participantes de diferentes regiones y autocalificarse como "eurasiático" o "francafricano" o de "las Américas", pero ese tipo de confluencia entre componentes muy asimétricos está usualmente asociado con relaciones de poder centro-periferia o dominante-dominados.

Además, la OEA, que es uno de los patrocinadores del diálogo y con la que se pide a las Naciones Unidas que establezca una relación más estrecha, es una organización que no incluye a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas de la región de América Latina y el Caribe y está internamente polarizada, como se puso de manifiesto en la reciente votación para designar a su secretario general, lo que puso fin a una larga tradición de consenso.

En su segmento sobre Gobernanza Global el documento describe a la OEA como teniendo "un mayor compromiso con la democracia representativa" mientras que "la ONU parece dar mayor énfasis a los principios de soberanía y no intervención" porque "un número sustancial de sus Estados miembros son todavía autocracias". Esto constituye una importante distorsión de los hechos e ignora la realidad regional de múltiples "democracias iliberales", como lo evidenciaron las multitudinarias protestas en varios países en los meses que precedieron a la pandemia de Covid-19.

Despreciar el valor de la soberanía y la no intervención y luego mencionar sólo un país, Venezuela, como ejemplo de una situación en la que "los derechos civiles han sido atacados y severamente reducidos" es una visión completamente desequilibrada de la situación y evoca las amenazas de intervención que los latinoamericanos temen. Incluso los gobiernos más críticos con el actual gobierno venezolano han expresado su rechazo a la intervención extranjera y a las soluciones militares para una crisis interna.

En ese contexto, es una omisión grave en el resumen de marras que el capítulo sobre "Promoción de los Derechos Humanos, la Justicia y la Acción Humanitaria" ni siquiera menciona el Acuerdo de Escazú (Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, Participación Pública y Justicia en Materia Ambiental en América Latina y el Caribe), que ha sido firmado por 22 países de la región de ALC y tiene a la CEPAL como su secretaría técnica.

Para un documento procedente de instituciones que estudian el mantenimiento de la paz y los derechos humanos es sorprendente que se ignore por completo algunos importantes logros recientes de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe, como por ejemplo la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), mientras que en su sección sobre migración, el movimiento de personas no es visto como una fuente de esperanza para los migrantes ni de ingresos adicionales para sus países de origen, sino apenas "una fuente adicional de inseguridad". La emigración venezolana es la única que se menciona y se la identifica como creadora de "inestabilidad y violencia transfronterizas", sin pensar en la situación de los derechos humanos a lo largo de la frontera que divide a la región de ALC del resto de "las Américas".

Finalmente, en una región que está siendo testigo del surgimiento masivo de mujeres que reclaman sus derechos y que en alianza con los trabajadores están cambiando la seguridad social con un enfoque de cuidados y desafiando el machismo secular con la promoción y reconocimiento formal de sus derechos sexuales y reproductivos, incluido el derecho al aborto seguro y gratuito, el documento sólo menciona dos veces la palabra "mujeres". Y en ambos casos lo hace después del adverbio "incluyendo", agrupando a las mujeres con otros actores como los jóvenes y el sector privado. Los "trabajadores" no son mencionados como actores ni una sola vez.

En lugar de elevar a las Naciones Unidas las preocupaciones y los consensos regionales, el documento, si se aplicaran sus sugerencias, menoscaba el papel de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe, resta importancia a la contribución de las mujeres al tratarlas apenas como uno más de los "grupos marginados" que necesitan ser empoderados, exacerba los conflictos geopolíticos, demoniza a los migrantes e ignora a los trabajadores. Evidentemente, no son éstas las Naciones Unidas que quieren los ciudadanos de América Latina y el Caribe.

A la luz de lo anterior y comprometidos a seguir aportando puntos de vista del Sur Global a la "conversación global" en curso iniciada por el Secretario General, instamos a las Naciones Unidas a ser más cuidadosas sobre cómo conducir diálogos regionales o procesar sus resultados, así como sobre el uso engañoso del nombre y el logo de la organización por las autodenominadas "asociaciones". Y exhortamos a las organizaciones de la sociedad civil que figuran como co-patrocinadoras de estas sugerencias a que aclaren si respaldan este documento o simplemente apoyaron un proceso de consulta y, si es así, a que se esfuercen por garantizar que los ricos y diversos puntos de vista de la sociedad civil de la región de América Latina y el Caribe estén adecuadamente representados en la conversación.

Atentamente,

Roberto Bissio, Social Watch, Uruguay

Iara Pietricovsky de Oliveira, co-directora, INESC, Brasil

Jorge Carpio, Director Ejecutivo, INPADE FOCO Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos, Argentina

Nicolás Rosenthal, Director Ejecutivo, Fundación Protestante Hora de Obrar, Argentina-Uruguay-Paraguay

Stefano Prato, Society for International Development, Italia

Emilia Reyes,  Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia, México

Chee Yoke Ling, director of Third World Network, Malaysia

Horacio Verbitsky, periodista, Argentina

María Graciela Cuervo, Development Alternatives with Women for a New Era (DAWN), República Dominicana

Miguel Santibáñez, Fundación Agenda Ciudadana, Chile

Héctor Béjar, abogado y sociólogo, Perú

Jorge Alejandro Gaggero, economista, miembro del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Argentina

Alejandro Aguirre Batres, Director de la Coordinación de ONG y Cooperativas CONGCOOP, Guatemala.

Laura Becerra Pozos, Directora de DECA, Equipo Pueblo, (México)

Nathalie Seguin Tovar, Coordinadora General, Freshwater Action Network Mexico (FANMex)

Esperanza Delgado Herrera, Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, AC MEXFAM México

Marilea Reynosa, Coordinadora Civil (CC), Nicaragua

Pablo José Martínez Osés, Colectivo La Mundial, España

Eugenia Mata, Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña AC (IDEMO), Mexico

Hanaa Edwar, Iraqi Al Amal Association, IRAQ

Svetlana Aslanyan, Center for the Development of Civil Society, Armenia

Alexandrina Wong, Women Against Rape Inc., Antigua

Mildred Mata, Núcleo de Apoyo a la Mujer, República Dominicana

Caribbean Solidarity Network, Toronto, Canada

Kimalee Phillip, Caribbean Solidarity Network, Canada/Grenada

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18 de Junio de 2020

Estimado señor Bissio y colegas,

Muchas gracias por su correo electrónico y por informarme sobre estas inquietudes.

Como saben, este evento no fue organizado por nosotros. Hemos transmitido sus comentarios a los organizadores y les hemos pedido que le respondan.

La iniciativa UN75 está destinada a ser abierta e inclusiva para todos. Estamos buscando activamente una diversidad de voces de todas las regiones y ámbitos de la vida. Para facilitar la participación de las personas, creamos materiales de marca disponibles públicamente (que no incorporan el logotipo de la ONU, que está reservado para actividades oficiales).

Ha habido varios diálogos de UN75 que involucran a grupos de América Latina y el Caribe, aunque ciertamente no tantos como nos gustaría. Por lo tanto, le animo a que celebre más eventos (nuestro kit de herramientas de diálogo se puede encontrar en www.un.org/UN75) y que pida a las personas que compartan sus puntos de vista a través de nuestra encuesta (www.un75.online).

Atentamente,

Fabrizio Hochschild

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18 de Junio de 2020

Estimado señor Hochschild,

Agradezco muy sinceramente su respuesta y clarificaciones que transmitiré a todas las personas y organizaciones que expresaron su preocupación. Ha sido, precisamente, nuestro compromiso con las Naciones Unidas y su futuro lo que nos ha motivado a escribirle. Los co-patrocinadores nos han hecho saber que no apoyan todas las ideas expresadas en el documento, el cual, por otra parte, explicita que éstas se han incluído “on a not-forattribution-basis”. Sin que nadie asuma su contenido, el documento se vuelve una intervención anónima con la cual no vale la pena debatir.

Continuaremos comprometidos con un multilateralismo basado en la justicia, la sustentabilidad y el respeto a los derechos humanos y seguiremos asumiendo la autoría de los puntos de vista que hacemos llegar a las Naciones Unidas por los mejores canales disponibles.

Atentamente,

Roberto Bissio

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Dear Mr. Bissio,

Thank you for your letter which has been shared with all partners of The Americas Regional Dialogue. The Stimson Center, Organization of American States, the Global Partnership for the Prevention of Armed Conflict, Global Challenges Foundation, Igarapé Institute, adelphi, Together First, and UN2020 acknowledge and appreciate your feedback.

We would like to clarify several points that we believe were incorrectly interpreted in your letter.

The UN75 Dialogue for the Americas is one of several hundred dialogue meetings that have been organized by independent civil society actors around the world under the UN75 heading (which is available to use for all of those organizing similar meetings) on the Future we want, the UN we need. This particular meeting was organized in collaboration with partners from the Americas region and outside, aiming to provide input to the UN75 global dialogue led by the UN@75 Office. In addition, it aimed to refine and promote ideas on global governance reform by complementing a series of Global and Regional Policy dialogues over the last year, as well as a series of civil society consultations conducted by the networks Together First and UN2020.

The meeting was meant to take place in person in Bogotá on 19-21 March but had to move online at short notice due to the COVID-19 pandemic. The organizers tried their hardest to be inclusive of as many voices as possible from the region despite the exceptionally difficult and unprecedented circumstances of the early stages of the global COVID-19 lockdown (we have sent you an invitation letter to attend the dialogue on February 19th as well, see attached). We invited over 200 people from diverse constituencies to attend the online dialogue of which approximately 70 confirmed their participation and contributed to the discussions. Furthermore, a link to request participation was available on the Stimson Center webpage of the event, providing any actor with the opportunity to contact the organizers. Among the participants, we had representatives from civil society, governments, regional organizations, and UN entities (including UN ECLAC). The methodology of the online consultation provided the participants with multiple opportunities to contribute their views on the respective thematic segments (a week each) during the webinars and via email.

The summary of the dialogue (to which you refer in your letter) represents merely a synthesis of views collected from the participants who voluntarily committed to attend and share their experiences in a free and open space the organizers have provided. The full list of participants is publicly available. It was never intended nor did it claim to be more than a synthesis of the discussion. Specifically, it does not claim to be an all-encompassing representation of the views of civil society in Latin America, nor does it stem primarily from the research and opinions of the organizers. As noted on the first page of the dialogue summary:

“The dialogue serves as a platform to open the conversation around key issues and questions on the future of multilateralism and its impact at the global, regional, and national levels in the Americas. The inputs have been synthesized—on a not-for-attribution-basis—and consolidated in this summary report, with the following objectives:

  • To shed light on the role of the United Nations in the Americas and its collaboration with regional organizations (such as the Organization of American States) on issue areas such as peace and security, sustainable development, climate governance, humanitarian action, justice, and human rights.
  • To offer policy recommendations on how to build on successes and strengthen multilateralism through the United Nations, Organization of American States, and other regional actors that engage the UN system.”

The process of consolidating the summary was led by the Stimson Center and GPPAC based on the content of webinar recordings, which are available online, and email submissions, and was reviewed by the partners. Participants were given one week to comment on the draft of this document and make any amendments they desired.

We believe the summary document is a true reflection of the conversation, and we will not be disassociating ourselves from the document or the process. This is not to say we endorse every idea within the document, but that we do not understand it to be the sort of document where endorsement is applicable: we believe that the document is a fair reporting of a conversation that was held.

We did not receive any complaints regarding the process or the document before receiving your letter. Until now, we were not made aware that the signatories of the sign-on letter had these concerns. If concerns had been raised as feedback prior to or after the release of the report, they would have been taken seriously, and we would most certainly have acted upon any concerns or feedback had we received any.

The UN has invited people worldwide, from across the political spectrum, both its allies and its fiercest critics, to engage in the UN75 dialogues. The UN's UN75 website makes copious tools and resources available to allow any individuals and organizations to hold dialogues in various forms, and some of the partner organizations have been making considerable efforts to raise awareness of this fact. Together First conducted extensive public outreach encouraging individuals and organizations to hold their own dialogues and encouraging them to get in touch should they wish to partner on delivering a dialogue. Granted, the unprecedented severity of the global Covid-19 crisis caused many plans for in-person dialogues to be canceled and disrupted, but the offer to facilitate such dialogues remained and still remains.

Finally, we note and respect the substantial political objections that you put forward in your letter, and welcome discussion on such differences in opinion, just as we welcome different opinions at all dialogue meetings that we participate in or facilitate. While we regret not being informed earlier about your concerns to be able to address them in the regional report in question, the political critique you offer is the very type of deep engagement we welcome as a part of the UN75 dialogues. Therefore, we encourage you and other organizations and coalitions to initiate your own UN75 dialogues that would capture and reflect a broader variety of opinions and perspectives. Alternatively, you can simply send those thoughts directly to the UN75 process via one of the various other consultative mechanisms UN75 has set up.

Respectfully,

Cristina Petcu | Research Associate | Just Security 2020 Program, The Stimson Center and Coordinator, UN75 Regional Dialogue for The Americas

and the partner organizations:

Adriana Abdenur | Coordinator | Peace & Security Division, Igarapé Institute

Yadira Soto | Senior Advisor | Organization of American States

Darynell Rodriguez Torres | Executive Director | Global Partnership for the Prevention of Armed Conflict

Lukas Rüttinger | Senior Project Manager | adelphi

Magnus Jiborn | Head of Research | Global Challenges Foundation

Fred Carver | Head of Policy | Together First, UNA-UK

Fergus Watt | Coordinator | UN2020

Richard Ponzio | Director | Just Security 2020 Program, The Stimson Center

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Dear co-sponsors of “The Americas Regional Dialogue”,

Thanks for your reply to our letter, which I will forward to all signatores.

We had read in the Dialogue's Summary that the list of people taking part in it was provided "on a not-forattribution-basis" (underlined in the original) and now I take note that you do not “endorse every idea within the document” and “do not understand it to be the sort of document where endorsement is applicable”. Thus, contrary to our letter, which is signed by people and organizations that are accountable for what they say, the summary we criticized is actually anonymous. If no one takes responsibility for it, further debate would be a waste of time.

Nevertheless, since you insist that “we will not be disassociating ourselves from the document or the process” and that you  "believe the summary document is a true reflection of the conversation" let me just note that there is no issue dealt with by the summary where more than one opinion is reported. I have no reason to doubt that every commentary collected by the summary was made by someone during the “conversation”, but by selecting some over others, the unattributed summary is taking positions that appear to be the result of a consensus without any guarante that this was actually the case.

It is difficult for me to believe that a conversation about the future of the UN in “the Americas” forgets to mention women except in a list among other victims and does not even mention workers in those lists, or people of African descent, and identifies migrants only as a source of insecurity, instability and violence. If you feel this is a fair result of a “process” I would advise co-sponsors to be more careful in the future about that kind of process, as the people out there without daily access to the corridors or zooms of power tend to ignore the intrincacies of processes and judge by their fruits.

Yours,

Roberto Bissio