Desafíos energéticos para Europa

Elena Triffonova
Bulgarian-European Partnership Association

La Unión Europea es un enorme consumidor de energía. En 2006 los 25 Estados Miembro1 consumieron 1.722,8 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep). Casi dos tercios provenientes de hidrocarburos: 706,3 millones de toneladas de petróleo (14,9 millones de barriles por día) y 420,6 Mtep (476.400 millones de metros cúbicos) de gas natural. El 34,6% restante provino del carbón y de fuentes nucleares y renovables2. Algunos pronósticos sugieren que hacia 2030 el consumo de energía de la UE habrá aumentado 15%3.

Sin embargo, la UE no tiene un mercado de energía integrado. La fragmentación de este sector se remonta a los años 1970, cuando los Estados Miembro respondieron individualmente a la crisis del petróleo. Algunos de ellos, como Alemania, acumularon reservas estratégicas de gas e invirtieron en el desarrollo de infraestructura; otros, como el Reino Unido, comenzaron a explorar sus propias reservas.

Rusia es el mayor productor de gas del mundo, y actualmente suministra alrededor del 30% de las necesidades de gas totales de la UE4. Se puede dividir a los países europeos en tres grupos con niveles diferentes de dependencia de las importaciones de gas ruso5

  1. Países con dependencia muy baja – aproximadamente 15%: Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, España, Suecia, Suiza y Reino Unido.
  2. Países con dependencia moderada – 20-40%: Francia, Italia y Alemania.
  3. Países muy dependientes – más de 50%: Austria, República Checa, Grecia, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovenia. Algunos países – Bulgaria, Croacia, Finlandia, Letonia, Lituania, Serbia y Eslovaquia – dependen de Rusia para todas sus importaciones de gas.

Por tanto, la disputa del gas entre Rusia y Ucrania a principios de enero de 2009 afectó directamente a un total de 17 países europeos. En una declaración realizada a mediados de 2009, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, llamó la atención sobre la peculiar vulnerabilidad de varios países6, entre ellos, Bulgaria y Eslovaquia.

En Bulgaria, el Estado es el único comprador de energía. Durante la década pasada firmó varios contratos exclusivos con el consorcio ruso Gazprom y, como resultado, el país aumentó su dependencia (de 90%) del gas ruso. Por otra parte, desde 1956 el Gobierno búlgaro ha favorecido el uso de energía nuclear. El IRT-2000 fue construido en un principio como reactor de investigación y luego, en 1966, se firmó un acuerdo con la Unión Soviética para instalar unidades comerciales que proporcionarían la base para el programa de energía del país. Como condición para el ingreso en la UE, Bulgaria clausuró dos reactores nucleares. Los dos reactores restantes generan aproximadamente el 35% de la electricidad del país7. El consumo de electricidad ha crecido desde 1980 y Bulgaria es también un importante exportador de energía. En 2006, la Compañía Nacional de Electricidad (NEK) produjo 46.000 millones de kilovatios hora y exportó 7,8 de ellos a Grecia, Macedonia, Serbia y Turquía8

En el caso de Eslovaquia, aunque su mercado de generación y distribución de energía eléctrica sea pequeño, comparado a otros países de Europa Central, las proyecciones indican que su red eléctrica deberá ser ampliada para satisfacer la creciente demanda. La generación de electricidad depende principalmente de recursos hidroeléctricos y nucleares, aunque esto se equilibre en cierta forma con centrales eléctricas térmicas (carbón, gas natural y petróleo). El mercado de gas eslovaco se caracteriza por un alto nivel de dependencia del suministro ruso y el dominio de una empresa predominantemente estatal e integrada verticalmente.

Eslovaquia desempeña un papel significativo en la red de gas europea, ya que es un imporante país de tránsito para el transporte del gas natural a los países de Europa Central y Occidental. En general, uno de los desafíos en las relaciones relativas a la energía entre Rusia y la UE es el transporte de gas por terceros países. Aunque Europa atribuya su “vulnerabilidad” a Rusia, parte del problema – como ocurriera con Belarús a principios de 2007 y con Ucrania a principios de 2006 y 2009 – está en los países de tránsito.

La crisis energética de enero de 2009 pone de manifiesto la carencia de una política de energía integrada de la UE, aunque la Comisión Europea haya aprobado la necesidad de tal política y se hayan presentado varias propuestas. La carencia se refleja en el hecho de que la energía proveniente de Rusia no fluye en cantidades iguales a toda la región. Además, el problema de la dependencia mutua es especialmente complejo. No es difícil entender por qué la Comisión Europea ha sido incapaz de coordinar una visión común, ni por qué algunos países, entre ellos Francia, Alemania e Italia, han tratado de desarrollar sus propias relaciones de dependencia energética. Los gobiernos nacionales tienen que decidir sobre el equilibrio entre dependencia y diversificación y sobre las alternativas para el futuro.

Durante la última década la presión en favor de la industria de energía renovable ha ganado terreno en la UE. Una de las propuestas contenidas en la Política Energética 2007 para Europa fue incorporar un mínimo de 10% de biocarburantes en el total de combustibles transportados hacia 2020, a ser acompañado por la introducción de un plan de sustentabilidad para los biocarburantes. La regulación existente fija el objetivo en 5,75% para 20109. También se ha propuesto un objetivo obligatorio del 20% para la participación total de la energía renovable hacia 2020, esfuerzo que será compartido de modo apropiado entre los Estados Miembro.

Los objetivos principales a lograr en la implementación de una estrategia europea común para promover los biocombustibles son: 1) aumentar la seguridad energética, ya que los crecientes precios del petróleo afectan rápidamente el costo de la energía y reducen el poder adquisitivo de los europeos y 2) reducir la emisión de gases de efecto invernadero, el principal determinante del cambio climático. El aumento de la temperatura y los cambios en las temporadas de precipitaciones podrían afectar los recursos acuíferos así como la producción agrícola.

El futuro de los recursos energéticos alternativos pone sobre el tapete el tema de la nutrición y el futuro de la Política Agrícola Común de la UE. La diversificación del suministro de energía y la inversión en fuentes de energía alternativas son más asequibles entre los Estados Miembro más antiguos. En medio de las exigencias de reducir las centrales eléctricas de carbón debido a razones ambientales y la resistencia al desarrollo de la energía nuclear, es limitado el potencial de energía renovable para los recién llegados a la UE.  

Con el fin de afrontar posibles desavenencias políticas entre Rusia y Europa en relación al gas, así como los riesgos específicos a la seguridad del suministro de gas de los países de Europa Central y Oriental, la UE debería priorizar la integración del mercado del gas en su política estratégica de energía10. También deben tomarse medidas para mejorar el desarrollo de la seguridad energética, incluyendo la eficiencia, las fuentes renovables y la administración de acuerdo a la demanda.

 

1 La integración de Bulgaria y Rumania en 2007 llevó el total a 27 miembros.

2 Los datos son de BP, “BP Statistical Review of World Energy”, junio de 2007, pp. 11-12, 27-28, y 41. Disponible en: <www.bp.com/productlanding.do? categoryId=6848&contentId=7033471> (consultado el 20 de agosto de 2007).

3 Comisión Europea, Dirección General de Energía y Transportes, European Energy and Transport: Trends to 2030 – Update 2005, 2006. Disponible en.

4 Las relaciones respecto del gas datan de 1968, cuando la Unión Soviética suministró gas a Austria por primera vez.

5 La presente clasificación se extrajo de Sánchez Andrés, A. (2007). “Russia and Europe: Mutual Dependence in the Energy Sector”. Disponible en.

6 Barroso, J. M. “Statement of President Barroso at European Council Press Conference”. 19 de junio de 2009. Disponible en: <europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=SPEECH/09/303&format=HTML&aged=0&language=EN&guiLanguage=en>.

7 Datos de la Compañía Nacional de Electricidad (NEK). Ver: <www.nek.bg/cgi?d=1000>.

8 World Nuclear Association. “Nuclear Power in Bulgaria”, 2009. Disponible en: <www.world-nuclear.org/info/inf87.html>.

9 Directiva 2003/30/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE, del 8 de mayo de 2003, relativa al fomento del uso de biocarburantes u otros combustibles renovables en el transporte. Diario Oficial de la Unión Europea, 17 de mayo de 2003, No. 15. Disponible en: <www.miliarium.com/Legislacion/Energia/Europa/D03_30.asp>.

10 Noël, P. “Beyond Dependence: How to Deal with Russian Gas.” Policy Briefs, European Council on Foreign Relations (ECFR), noviembre de 2008.Disponible en.