Países Bajos: Lanzamiento del Informe Social Watch 2003

Author: 
Sita Dewkalie

El 23 de abril Novib, en colaboración con la Comisión Nacional para el Desarrollo Sostenible (NCDO), presentaron el informe de Social Watch 2003 titulado “Los Pobres y el Mercado” ante el parlamento holandés.

En 1995, durante la Cumbre Social de Copenhague, 120 jefes de estado y de gobierno juntaron fuerzas para abordar los temas de pobreza, exclusión y desempleo. Las organizaciones civiles presentes en la conferencia decidieron seguir de cerca a sus gobiernos y monitorear el cumplimiento de las promesas. Este hecho señaló el lanzamiento de Social Watch, una red de 503 organizaciones civiles del norte y del sur. Cada año, Social Watch publica un informe en el cual cada organización analiza la situación en su propio país. Novib es miembro de Social Watch y formó parte de la creación de la iniciativa Social Watch en Copenhague. Muchas de sus contrapartes son miembros y también contribuye con el financiamiento.

El 23 de abril Novib, en colaboración con la Comisión Nacional para el Desarrollo Sostenible (NCDO), presentaron el informe de Social Watch 2003 titulado “Los Pobres y el Mercado” ante el parlamento holandés. El informe emplea estadísticas y “estudio de casos” para mostrar el grado de cumplimiento de los países con los objetivos sociales y económicos acordados en el marco de Naciones Unidas. Asimismo, examina el progreso de cada país en las áreas de salud, saneamiento, educación y emancipación o si el estancamiento está afectando el alcance y la calidad de los servicios y la situación socioeconómica de los grupos desfavorecidos dentro de la sociedad. En 2003, los temas centrales del informe fueron la privatización de bienes, servicios y derechos públicos, el rol del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros bancos de desarrollo, y los efectos de la privatización de los servicios sociales básicos en los pobres y las mujeres.

Los mercados no son iguales

Novib opina que los mercados para el agua, la salud y la educación no iguales a los mercados para los bienes de producción. Considera que tales mercados no deberían estar sujetos a las mismas reglas. Los derechos humanos, la justicia social y la responsabilidad de los gobiernos son cuestiones de vital importancia y juegan un rol en esos mercados.

Esos bienes públicos tienen efectos críticos, no sólo en el bienestar de las personas, sino en el bienestar de toda la sociedad. El acceso al agua potable, por ejemplo, es de crucial importancia para la situación sanitaria de grandes grupos de personas.

Privatización del agua potable en Ghana

La oposición social a los planes de privatización va en aumento. Para ilustrar este punto, Novib invitó a Gyeke Tanoh, de su contraparte ghanesa la Coalición Nacional contra la Privatización del Agua, para que expusiera las consecuencias negativas de dicha privatización para la población pobre de su país. En Ghana, el plan de privatización de los sistemas de aguas urbanas y nacionales. El foco de la discusión se centra en determinar si el agua es un derecho o una mercancía. El gobierno ghanés estima que cerca del 66% de los residentes urbanos y el 37% de la población rural pueden, en teoría, acceder al agua potable por cañería. Sin embargo, resulta que el 78% de los pobres urbanos no tiene prácticamente acceso al agua potable porque no están conectados al sistema. La mayoría de los residentes urbanos deben comprar el agua necesaria diariamente a comerciantes por la que pagan hasta siete veces más que los hogares más ricos. Gayeke Tanoh observó que la privatización del sector del agua en Ghana implica fundamentalmente una absorción del sector público por grupos privados o multinacionales.  A éstas últimas se les ofrece un libre acceso y total control sobre el sector del agua. Más aún, se les dan garantías de ganancias y los riesgos de variaciones cambiarias o inflación a futuro están cubiertos mediante la llamada “fórmula automática de ajuste de las tasas de cambio” del FMI.

Inasequible para los pobres

Actualmente, los sistemas de agua potable están siendo adquiridos por dos compañías, cada una con un monopolio sobre la parte del sistema que le corresponde. El gobierno está reduciendo sus inversiones en el sistema de agua potable y también tendrán que contribuir. El gobierno sigue siendo responsable de las instalaciones que generan poco ingreso y, por lo tanto, se les garantiza a las compañías los ingresos de los usuarios del sistema de agua potable a través de la aplicación de tarifas comerciales. Esto significa que el agua ya no es asequible para los pobres. La creación de una coordinadora contra la privatización del agua ha conducido a una creciente oposición. Actualmente, está llevando adelante una campaña en contra de los planes del gobierno.

Una misión internacional ha investigado las consecuencias de la privatización, llegando a la conclusión de que la propuesta no es la mejor opción para el agua potable asequible, y ha recomendado iniciar un diálogo abierto y consultas con todas las partes interesadas a fin de alcanzar una propuesta alternativa. En los Países Bajos, el sector del agua está todavía bajo control del gobierno, pero éste no aplica las mismas políticas en su relación con los países en desarrollo.

Sita Dewkalie, Novib

Email: sita.dewkalie@novib.nl

Asesora en Políticas, Servicios Sociales Básicos

Novib-Oxfam Netherlands

NETWORK No. 3 / Junio 2003

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