HUNGRÍA

La crisis mundial empujó a Hungría al peor declive económico que haya experimentado en casi dos décadas. La misma fue parcialmente responsable de la renuncia del primer ministro Ferenc Gyucsany este año. La economía dependiente de las exportaciones padeció de la desaceleración de sus principales socios comerciales. El sistema social está paralizado por la corrupción, la moneda nacional se desplomó y las finanzas públicas soportan la pesada carga de las obligaciones jubilatorias. El nuevo Primer Ministro planea recortar las jubilaciones, las bonificaciones del sector público y las asignaciones por maternidad, hipotecar la energía y los subsidios al transporte, y elevar la edad de jubilación.
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