Integrándose a la economía mundial

Thida C. Khus
SILAKA

Bajo el programa de reconciliación nacional iniciado tras las elecciones de 1993, se emprendió la reconstrucción de la economía en ruinas, la transformación de la economía central en una economía de libre mercado, y la creación de una democracia liberal y un sistema pluripartidista. El camino en esta última década no ha sido fácil, mientras el país se esfuerza por conseguir la estabilidad para el crecimiento económico y el desarrollo social.

El Acuerdo de Paz de París, de fines de 1991, puso fin al conflicto camboyano iniciado hacía más de 20 años. La inestabilidad interna había destruido la totalidad de la infraestructura social y económica del país y había significado un completo aislamiento de la economía mundial desde 1975.

Bajo el programa de reconciliación nacional iniciado tras las elecciones de 1993, se emprendió la reconstrucción de la economía en ruinas, la transformación de la economía central en una economía de libre mercado, y la creación de una democracia liberal y un sistema pluripartidista. El camino en estos últimos 10 años no ha sido fácil, mientras el país se esfuerza por conseguir la estabilidad para el crecimiento económico y el desarrollo social.

La recuperación ha sido inestable desde el conflicto armado en julio de 1997, y se complicó más por la crisis económica de Asia desatada el mismo año.

Desde las segundas elecciones en 1998, Camboya se ha enorgullecido de su integración a la economía mundial y la comunidad económica regional, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA). Los préstamos a Camboya han aumentado, y decreció la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD). El país ha firmado la mayoría de los tratados internacionales, mostrando la voluntad del gobierno a aceptar las normas internacionales. La aplicación de esas normas ha sido difícil, sin embargo, debido a la debilidad de las instituciones de gobierno y a la falta de recursos humanos.

El estado de la economía

Luego de la turbulencia de la guerra civil y tras largos años de descuido, el crecimiento del PBI no pudo alcanzar al crecimiento de la población. La tasa de crecimiento demográfico en el medio urbano ha aumentado, lo cual indica que el crecimiento del desarrollo se concentra en dichas zonas y aleja a los trabajadores del medio rural, tal como se muestra en los cuadros 1 y 2.


Cuadro 1: Expansión del PBI en la última década (%)

Año

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

Expan-

sión del PBI

1,2

7,7

7

4

3,9

7,8

6

2

3,5

5,1

4,8


Fuente: Ministerio de Finanzas.

Cuadro 2: PBI, población y fuerza de trabajo 1999-2000

Unidad

1999

2000

Población millones 11,70 12,23
Crecimiento demográfico % 3 2,36
Crecimiento del PBI % 5 4,5
PBI per cápita USD 268 300
Población urbana/total % 10 12
Fuerza de trabajo millones 5 5,4
Fuente: Datos del Censo 1998.

Finanzas

La recaudación fiscal mejoró en el último año. No obstante, las políticas públicas dependen cada vez más de las donaciones y los créditos extranjeros.

La recaudación fiscal creció 11% en 2001, pero equivale a menos de 6% del presupuesto planeado.[1] El gobierno tuvo muchas dificultades para recaudar sus ingresos, debido a la ineficacia de las instituciones estatales. Además, la población en general no coopera debido a que desconfía del manejo abusivo de los fondos públicos por parte del gobierno, del abuso de poder de los empleados públicos. Con frecuencia el gobierno no respeta el presupuesto aprobado por la Asamblea Nacional. La Oficina del Primer Ministro y el Ministerio de Defensa y Seguridad Nacional a menudo exceden su presupuesto a costa de las políticas social y educativa. El gobierno procura elevar sus ingresos aumentando el impuesto a la gasolina y mediante medios poco convencionales, como la creación de más casinos y loterías, y a través de la cooperación de los donantes y los créditos extranjeros. En este momento, Camboya aún no es considerado un país muy endeudado, pero lo será en el futuro próximo si continúa sin cambios profundos la gestión del gobierno.

Las instituciones estatales son corruptas y funcionan principalmente según pautas político-partidarias. Los empleados públicos están mal remunerados y se espera de ellos que tengan otras fuentes de ingresos para mantener a sus familias. Aquellos que pueden aprovechan sus puestos para obtener más ingresos para sí mismos y sus contactos políticos. La práctica se ha extendido incluso a los maestros, que se ven obligados a solicitar dinero a sus alumnos a cambio de impartirles la enseñanza básica.

La mayor parte de los créditos bancarios destinados al desarrollo se utilizan para construir infraestructura y fortalecer la capacidad de las instituciones públicas para que puedan administrar los contratos públicos. La tendencia actual es que los empleados públicos formen empresas o se asocien a compañías privadas para participar en licitaciones públicas. Esta situación provocó muchos conflictos de interés en la administración y el control de dichos contratos.

El ahorro nacional es mínimo porque la población no confía en el sistema bancario. La situación se agravó porque en los últimos dos años el gobierno clausuró 11 bancos. En consecuencia, muchos de los depositantes, incluso varias ONG y grupos comunitarios, perdieron sus ahorros y fondos. La recuperación del sector bancario llevará mucho tiempo. La falta de un sistema jurídico funcional empeora el panorama, actuando como freno a los inversores extranjeros.

Durante la guerra fría y hasta 1991 se acumuló una deuda nacional de más de USD 1.000 millones. Sólo a Rusia se le deben USD 800 millones.[2] Entre 1993 y 2000 el monto prestado por la agencia de desarrollo francesa (ADF) totalizó USD 461,8 millones.[3] Del total, USD 375 millones procedieron de las Agencias Internacionales de Desarrollo (IDA), USD 87 millones del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros, y USD 81,9 millones provinieron del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Situación de la población por debajo de los promedios regionales

El índice de pobreza de Camboya es el mayor entre los países de ANSEA,[4] por encima de Lao RDP y Myanmar (Birmania).


Cuadro 3: Índice de pobreza humana (IPH) comparado con vecinos de ANSEA

Países

Valor de IPH %

Vietnam

26,2

Myanmar

31,2

Lao RDP

40,1

Camboya

52,5

A pesar del impacto de la guerra en sus recursos humanos, hasta hace poco la educación no había sido una prioridad del gobierno. La tasa de alfabetización es una de las más bajas, apenas por encima de la de Laos. El gobierno espera fondos de los donantes para poner en práctica un plan estratégico quinquenal.


Cuadro 4: Tasas de alfabetización entre vecinos de ANSEA

Países

Ambos sexos

Masculina

Femenina

Vietnam

93,7

96,5

91,2

Myanmar

83,1

88,7

77.7

Camboya

65,9

77,2

55,2

Lao RDP

56,6

69.4

44,4

Fuente: UNESCO, “Informe de la Educación Mundial 1998”; Tasa de alfabetización adulta 1996-EFA The Year 2000 Assessment, MoEYS.

El futuro del país depende de la salud de su población. Las tendencias generales de la salud son alentadoras, aunque hace falta más trabajo. Se ha erradicado la poliomielitis (último caso en 1997). La tasa de mortalidad infantil descendió de 242 cada 1.000 nacimientos) en 1977 a 125 en 2000.[5] Los costos de salud son la principal causa de carencia de tierras (46%),[6] ya que la gente tiene que gastar en ellos unos USD 20 per cápita por año.

El gobierno respondió reformando el sector de la salud. El resultado es un creciente uso de los centros de atención médica y la duplicación de la partida presupuestal de USD 1 millón a USD 2,1 millones en 2000. Sin embargo, el éxito de la reforma sigue siendo cuestionable, ya que dependerá de otros factores, como los bajos salarios de los empleados públicos y la corrupción.

En el último año, los gastos para la defensa y la seguridad descendieron frente a los de otros sectores prioritarios, como la enseñanza, salud, agricultura y desarrollo rural. El gasto en defensa y seguridad cayó del 62% del presupuesto nacional en 1994 al 32% en 2001, mientras el gasto en los sectores de prioridad social aumentó del 17% al 37%.

Cuestiones de género: el mayor peso, por supuesto

Como en la mayoría de los países en desarrollo, las mujeres y los niños camboyanos cargan con el mayor peso sin recibir mucho apoyo del Estado. Las mujeres comprenden el 51,8% de la población, pero no están representadas proporcionalmente en la toma de decisiones en ninguno de los estratos sociales. De los 122 legisladores de la Asamblea Nacional, sólo 14 son mujeres, y entre los 24 ministros del gobierno, sólo dos son mujeres. De los 169 mil empleados públicos, sólo 8% son mujeres, concentradas en cargos no ejecutivos.[7] Hay una mayor proporción de mujeres representadas en las organizaciones de la sociedad civil.

El acceso a los servicios básicos como la atención médica y la educación revela discrepancias entre mujeres y hombres en el medio rural.[8] Sólo 19,5% de los hombres tuvieron acceso a la atención médica frente al 34% de las mujeres del medio rural. La tasa de mortalidad infantil es de 86 por 1.000 nacimientos en 1999, mientras la tasa de mortandad materna es de 473 cada 100 mil partos, comparada con el promedio regional de 160, una de las más altas del mundo. Más de 50% de los niños menores de cinco años están desnutridos, lo cual ensombrece el panorama para la recuperación de la fuerza de trabajo.

Hay igual cantidad de niñas y niños en la enseñanza primaria, pero las jóvenes son sólo el 28% de los alumnos en el 10º grado. A pesar de los esfuerzos de defensores de los derechos de la mujer, el gobierno no tomó medidas políticas para remediar la situación. Por ejemplo, se negó a fijar en la ley electoral una cuota para la participación política de las mujeres.

Notas:

[1] “Flash Report of the Cambodian Economy”. El Instituto Camboya de Desarrollo de Recursos (CDRI), diciembre de 2001.

[2] Publicación Star Kampuchea No. 5, nov-dic. 2001.

[3] Ministerio de Planeamiento y Ministerio de Economía y Finanzas.

[4] PNUD, UNESCO-PROAP, APPEAL, “Basic Education for the Empowerment of the Poor”, 1998.

[5] Desarrollo de los derechos de salud 1991-2000, Ponencia en la Asociación Camboyana para el Desarrollo y los Derechos Humanos (ADHOC) 10 aniversario, 5 de diciembre de 2001.

[6] Shawn William. Cambodian Land Research Report, 1999, Oxfam Research.

[7] Encuesta Socioeconómica Camboyana 1999.

[8] Informe sobre Desarrollo Humano de Camboya 2000, PNUD.

Con la contribución de In Suon Savann.

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