El beneficio de una élite a costa de la empobrecida mayoría
Empresarios e inversores mencionan el crecimiento del PBI y una mayor eficacia como resultados positivos de la liberalización, pero la sociedad civil entiende que las reformas económicas redujeron los servicios del Estado en la comunidad, aumentaron los costos individuales de los servicios sociales y causaron la pérdida de empleos. El resultado ha sido sumamente regresivo. Una pequeña minoría se vio beneficiada a costa de una mayoría cada vez más empobrecida y privada de derechos.
A pesar de las prediccionesque anunciaban eficacia e inversiones, las privatizaciones y el ajusteestructural han tenido consecuencias adversas para los pobres del medio rural deTanzanía. El gobierno adoptó en 1992 la llamada Política de ReformaParaestatal, cuyo objetivo era ayudar al sector privado a aprovechar lasoportunidades de negocios, mientras el gobierno cumplía su función tradicionalde resguardar la ley y el orden y proporcionar la infraestructura socioeconómica.Al gobierno le correspondió la tarea de crear un entorno de igualdad decondiciones para que la competencia económica y el desarrollo social sellevaran a cabo bajo el control del sector privado.
La reducción de gastos (osea, de actividades) en los sectores público y privado condujo a una mayorinseguridad laboral, a la caída de salarios y al crecimiento del desempleo,siendo las mujeres de bajos ingresos las más vulnerables. La desigualdad socialse ha agravado, especialmente en lo que atañe a la vivienda, la educación y laatención médica.
Agricultura: una vez más,el monopolio colonial[1]
Mediante las iniciativas deprivatización en curso, el gobierno, en conjunto con las trasnacionalesextranjeras, extrae recursos de las manos de la mayoría de la población para dárselosa unos pocos, dentro y fuera del país. Muchas trasnacionales tienden arepatriar sus ganancias para realizar inversiones en otros países, por lo cualel gobierno sólo se beneficia con los impuestos nacionales, que no benefician alas comunidades pobres ya que los servicios sociales fueron reducidos.[2]
La agricultura y la ganaderíaminifundista, que brinda sustento a la mayoría de la población rural, entraronen crisis debido a medidas liberalizadoras como la eliminación del respaldo alos precios, de préstamos blandos y de subsidios para los insumos agrícolas.La mayoría de los hogares agrícolas en muchas zonas dependen en gran medida deactividades ajenas a la agricultura para complementar sus ingresos. En muchaszonas disminuyeron las ganancias reales procedentes de cultivos con fines deexportación y de alimento. Los pequeños agricultores no tienen acceso a lossubsidios y los préstamos que les permitirían modernizarse y mejorar suproductividad. Por eso sus cultivos son de menor calidad que los de granjeros degran escala, y obtienen precios menores.
Las diferencias entre losagricultores grandes y pequeños, y entre las distintas zonas agroeconómicas,siguen agravándose. Las reformas económicas tienden a favorecer a las empresascapitalistas de gran escala, como las plantaciones y las grandes haciendasganaderas en Tanzanía. Éstas han recuperado el monopolio que poseían en la épocacolonial sobre los sistemas de apoyo como el crédito, los servicios de extensióny los canales de comercialización, y un número cada vez mayor son inversoresextranjeros, entre ellos empresas de propietarios blancos de Sudáfrica.[3]
Como de costumbre, lasmujeres llevan la peor parte
La feminización de lapobreza se ha dado junto con una mayor participación femenina en la fuerzalaboral y un mayor acceso y, por ende, mayor control, de las mujeres en cuanto alos ingresos monetarios. Los cambios en las actividades económicas de lasmujeres, sin embargo, sólo se pueden comprender en el contexto de la drásticareducción del empleo y el ingreso masculinos. La mayoría de las personasempleadas en el mercado laboral formal han sido hombres, y por ende, los másdirectamente afectados por las políticas de reducción del sector público y dereducción de personal en el sector privado.
Al mismo tiempo, el salarioreal ha descendido, tanto en el sector formal como en el informal, al igual quelos ingresos reales en la agricultura. Muchos hombres que ya no pueden mantenera sus familias dependen cada vez más de los ingresos de las mujeres. La migraciónurbana ha aumentado debido al descenso de los ingresos y las penurias económicasde las pequeñas granjas. La mayoría de los nuevos habitantes de las ciudadesson jóvenes y mujeres que buscan ingresos adicionales no agrícolas. El trabajoinfantil es cada vez más importante para la economía del hogar.
Asimismo, debido a laimposición de tarifas para usuarios y a la eliminación del apoyo estatal, granparte de la carga generada por el cuidado de enfermos y ancianos volvió a lafamilia, principalmente recayendo en las mujeres. Se calcula que las mujeres enel medio rural trabajan más de 14 horas diarias comparado con las 10 horas delos hombres.[4]
La degradación ambientalsignifica que las reservas de agua se secan debido a la falta de coberturaforestal, lo cual aumenta la distancia que deben caminar las mujeres paraencontrar agua. En todas estas instancias las mujeres son explotadas aun más através de la aplicación de políticas del FMI y del gobierno que exigenmayores cosechas sin proporcionar las innovaciones tecnológicas que lasfaciliten.
La liberalizacióncomercial y el aumento del trabajo no remunerado
Tanto mujeres como hombresdependen cada vez más del trabajo por cuenta propia en el sector informal, quecarece de protección en cuanto a beneficios laborales, licencia por maternidad,salario mínimo u otros elementos de respaldo al trabajador, y que no harecibido la debida atención de los sindicatos. La mayoría de los trabajadoresdel sector informal reciben ingresos mínimos, que apenas cubren sus costos deproducción. Las mujeres tienden a ingresar a las ocupaciones menos remuneradasdel sector informal. De esta manera, las mujeres predominan en los empleos deproducción/procesamiento/ventas de alimentos, ya sean pequeñas empresarias oempleadas asalariadas.
Las políticas gemelas dereducción de costos y privatización de las empresas paraestatales tuvieron unimpacto devastador en las mujeres, debido a que tienen mayor dependencia delsector público para obtener empleos. El ajuste estructural condujo a la reducciónde los sectores menos competitivos de la industria manufacturera, como el diseñoy la manufactura de ropa y el procesamiento de alimentos, donde, una vez más,se concentran las mujeres.
El trabajo no remunerado demujeres, niños y jóvenes ha aumentado en la agricultura minifundista y en elsector informal, con el fin de reducir los costos de las actividades económicasdel hogar. El trabajo no remunerado está sustituyendo al trabajo asalariado, locual es un retroceso en términos económicos, sociales y políticos. Al mismotiempo, el trabajo no remunerado de mujeres y niños sigue satisfaciendo lamayor parte de las necesidades de las familias y la comunidad.
La mayor pobreza y migraciónrural-urbana también llevaron a que más mujeres, hombres y niños trabajen enla prostitución, que en parte se relaciona con el incremento del turismo sexualy la presencia de trabajadores extranjeros. Las jóvenes que se mudan a lasciudades en busca de una vida mejor son captadas, a menudo cuando bajan de lostrenes y autobuses que las trajeron a la ciudad, para trabajar en burdeles o enlas calles. Muchas más recurren a la prostitución para evitar los bajossalarios y la pésima situación laboral y acoso sexual que experimentan en elservicio doméstico, la otra gran ‘oportunidad’ laboral al alcance de las jóvenesprocedentes del medio rural.
Por lo tanto, lasconsecuencias del ajuste perjudicaron especialmente a la mayoría de lasmujeres: horarios de trabajo más largos, menor acceso a recursos básicos comola tierra y el trabajo en algunos casos, oportunidades reducidas en empleoformal asalariado y educación, y una mayor responsabilidad financiera parafamilias y comunidades, a menudo en ausencia de apoyo de la pareja masculina.
Atención médica: madresy bebés como rehenes[5]
El presupuesto de salud siguesiendo mínimo. En el año fiscal 1998-1999 comprendió menos del 5% del totalde gastos del gobierno. Los servicios de salud pública, entre ellos la atenciónmédica materna, se proporcionaron durante muchos años en forma gratuita ysubsidiada por el gobierno. Con la incorporación de políticas de ajusteestructural, como la distribución de costos a mediados de los años 80, ahorahay que pagar una tarifa para recibir atención médica. Aproximadamente lamitad de los tanzanios ganan por debajo del nivel de pobreza de USD 1 por día yno pueden pagar las tarifas necesarias para recibir tratamiento médico.
Aunque categoríasvulnerables como ancianos, embarazadas e indigentes están exentos del pago pordistribución de costos, las instalaciones son escasas y de pésima calidad.Además, los ancianos deben realizar un trámite engorroso para adquirir elcertificado de exención.
Con frecuencia estos gruposeximidos deben comprar los fármacos que les recetan los médicos en unafarmacia. Deben luchar para obtener el dinero que les permita pagar el elevadocosto de los servicios privados con fines de lucro o perecer, lo cual haríairrelevante a la política de exenciones. Una investigación realizada en eldistrito de Kondoa reveló que, si una paciente de maternidad no paga el montoexigido, el procedimiento habitual es otorgarle el servicio médico pero negarleel alta hasta que pague los costos.[6]
Una investigación recienterealizada en la región de Lindi, en el sur de Tanzanía, mostró que losllamados pacientes “exentos” en el Hospital del Distrito de Nachingweasiguen pagando tarifas por consulta y deben adquirir los fármacos fuera delhospital. En resumen, parecería que todo el proceso de distribución de costosen realidad dificulta el acceso a los servicios médicos.
Agua: sólo para unospocos privilegiados
La privatización delsuministro de agua en los años 90 elevó los precios de este elemento esencial.El gobierno depende de los impuestos que cobra a las empresas privadas, por locual estas elevan las tarifas. Para maximizar las ganancias y mejorar elservicio, las empresas elevan los costos. Esto hizo que muchos clientes dejarande utilizar los servicios de agua o fueran desconectados por la empresa.Asimismo, los proveedores privados de agua no han fomentado la expansión delservicio al medio rural. Las comunidades rurales tienen menos fuentes de aguapotable, como pozos y arroyos protegidos, y muchas de ellas sólo tienen accesoal agua potable en las zonas donde la suministran organizaciones religiosas uotras ONG.
Reproducción delanalfabetismo
Las políticas de ajusteestructural tuvieron efectos adversos en la calidad y la disponibilidad de laeducación. La distribución de costos y la reducción del gasto público en laenseñanza primaria tienden a perjudicar a las niñas más que a los niños. Elajuste estructural exige que los padres contribuyan con la educación de sushijos, pero las costumbres patriarcales favorecieron a los varones frente a lasniñas en la educación. La matrícula de ambos sexos en las escuelas primariashabía disminuido desde 1987, pero ahora la tendencia se revirtió dado que laPolítica de Desarrollo de la Educación Primaria de 2001 ofrece educaciónprimaria gratuita a todos los niños.
A medida que las mujeresasumen más actividades en sectores no agrícolas orientados al mercado, hansido obligadas a retirar a sus hijos de la escuela para que trabajen en elhogar. Eso tuvo un efecto inmediato en el acceso de los niños (especialmente delas niñas) a la educación, y tendrá costos sociales e individuales a largoplazo.[7]
Tarifas depredadoras debosques
El objetivo básico de lasempresas y los inversores privados, extranjeros o nacionales, es maximizar lasganancias. El papel del gobierno, por lo tanto, es velar porque sus ciudadanosno sean explotados y brindarles los servicios básicos mediante los impuestosque cobra a las empresas privadas.
Con la privatización de lasempresas paraestatales que brindan servicios básicos y esenciales, como el aguay la electricidad,[8]en algunos casos prácticamente se ha creado un monopolio. En los casos en quelas tarifas de electricidad son elevadas, los pobres del medio rural no puedensiquiera soñar con acceder a estos servicios. El carbón y la leña son sus únicasopciones para obtener combustible, por lo que deben talar árboles. El mayor númerode hectáreas cultivadas por pequeños agricultores que compiten con las granjasmás grandes y subsidiadas provocó una mayor deforestación debido al sistemaagrícola de ‘talar y quemar’, muy utilizado en Tanzanía. Grandesextensiones de tierra yacen ociosas y estériles. Para la mayoría de lasmujeres del medio rural, esto representa una carga mayor, ya que deben viajar másen busca de la leña.
Referencias
BancoMundial, “World Bank and IMF Support Debt Relief for Tanzania under theEnhanced HIPC Initiative,” Comunicados de prensa, www.worldbank.org/news, 5 deabril de 1999.
FredKaijage, “Gender Impact of Structural Adjustment Programmes on Employment inthe Public Sector,” Informe para la OIT. Dar es Salaam, 1997.
GlobalisationChallenge Initiative 2000a: “The IMF and World Bank-backed ‘PovertyReduction Strategy Papers’ – May 2000,” Tides Centre, Maryland.
GlobalisationChallenge Initiative 2000b: “Structural Adjustment Program (SAP) InformationAlert on the April 2000 IMF Loan to Tanzanían…” Silver Spring, Maryland,sgrusky@igc.org
MarjorieMbilinyi, “Gender and Development: Policy Issues in the Context ofGlobalisation,” Ponencia presentada en el Cuarto Coloquio Inter-universitarioSCUS, Universidad de East Anglia, 1999, a ser publicada por editorial IanLivingstone y Deryke Belshaw. RenewingDevelopment in Sub-Saharan Africa. Londres: Routeledge, 2001.
MarjorieMbilinyi, ed. Gender Patterns in Micro andSmall Enterprises of Tanzanía. Roma: AIDOS para MCDWAC y WRDP, 2000.
NaidooKumi “The New Civic Globalism,” TheNation, vol. 270, No. 18, 2000, pp. 34-36.
RuthMeena,“The Impact of Structural Adjustment Programs on Rural Women in Tanzanía”en Christina H. Gladwin, ed., StructuralAdjustment and African Women Farmers. Gainesville: University of FloridaPress, 1991.
Notas:
[1] Las medidas de ajuste estructural fomentaron la privatización de los mercados locales y limitaron el apoyo financiero estatal a las pocas instituciones locales de comercialización que quedaban, como las asociaciones cooperativas, que se vieron perjudicadas. Por lo tanto, la tendencia imperante es que los precios de los cultivos de subsistencia y comerciales de las comunidades rurales sean fijados por los comerciantes, quienes tienen los medios de llegar a zonas remotas y el acceso directo los compradores extranjeros.
[2] Por otra parte, dado que no ha resuelto problemas como el transporte y los servicios de extensión, la liberalización del comercio ha explotado a los agricultores locales, en lugar de respaldarlos.
[3] Marjorie Mbilinyi, “Women Workers and Self-Employed in Rural Sector,” Informe para la OIT, Dar es Salaam, 1997.
[4] Fenella Mukangara y Bertha Koda, Beyond Inequalities: Women in Malawi Harare: SARDC, 1997.
[5] El informe sobre derechos reproductivos en Tanzanía en 1999 reveló que la esperanza de vida era de 48 años, la mortalidad infantil se calculaba en 99 cada 1.000 nacimientos vivos. La mortalidad materna también es muy elevada, calculada en 529 cada 100.000 nacimientos vivos.
[6] TGNP, “Gender Budget Initiative (GBI)” Dar es Salaam, informe, 1998.
[7] El Informe de Social Watch de junio de 2000 reveló que el analfabetismo de hombres y mujeres iba en aumento.
[8] La electricidad se privatizó en 2001/2002.