La exclusión persiste en uno de los países más ricos del mundo

Coordination SUD, Secours Catholique / Caritas France

La pobreza y la exclusión tienden a empeorar a medida que el sistema económico y social continúa reproduciéndolas. El nuevo gobierno enfrenta el desafío de concretar la inclusión social mediante la reinserción laboral y el acceso universal a la atención médica de calidad. En materia de cooperación para el desarrollo, el monto de la ayuda está inflado por la inclusión de cancelaciones de deuda y rubros artificiales, y a los avances a nivel multilateral es necesario sumar esfuerzos bilaterales.

Las eleccionespresidenciales y legislativas de 2007 representaron para la red deorganizaciones de la sociedad civil ALERTE la oportunidad de dirigirse a loscandidatos para exigirles un claro compromiso de lucha contra la exclusiónsocial.

Si bien Francia se ubica como quinto país del mundo por su riqueza, la pobrezay la exclusión persisten y tienden a empeorar. Tras varias alternancias degobiernos de derecha e izquierda, la situación no ha mejorado ostensiblementedesde 1994. Las organizaciones civiles solidarias constatan que no sirve de nadatomar medidas de emergencia si al mismo tiempo el sistema económico y socialcontinúa produciendo nuevas exclusiones.

Aún hay siete millones de pobres, en una población total de 60 millones. Lapobreza se ha agravado en algunas áreas y las condiciones precarias de vida sehan generalizado, con la consiguiente pérdida de capacidades humanas, socialesy económicas.

Este fracaso ha sido posible porque nuestra sociedad no lo impidió. Aun cuandolos gobiernos han tomado medidas y leyes adecuadas, éstas no han sido aplicadasplenamente. Los poderes públicos no decidieron priorizar la erradicación de lapobreza, más bien la asumieron resignadamente como una fatalidad.

El mensaje del colectivo ALERTE durante la campaña electoral fue el siguiente:“erradicar la pobreza requiere una voluntad política implacable de eliminarla exclusión al más alto nivel del Estado. Esta es la condiciónimprescindible para hacer posible la necesaria movilización de toda la ciudadanía.No se trata de administrar la exclusión, sino de erradicarla, pues escontraproducente para todos.”[1]

Resta por saber de qué manera el nuevo presidente Nicolas Sarkozy, el nuevogobierno y los nuevos representantes actuarán con este fin más allá de lasdeclaraciones.


Garantizar el derecho universal a la protección social


La protección social en Francia hace referencia a todos los mecanismos deprevisión colectiva que permiten a las personas enfrentar las consecuenciasfinancieras de los riesgos sociales. Funciona según tres lógicas: de segurosocial reservado a quienes cotizan (protección frente a la pérdida delingreso: desempleo, enfermedad, vejez, accidentes de trabajo); de asistencia(instauración de una solidaridad entre las personas: ingreso mínimo de inserción,asignaciones al adulto discapacitado); y de protección universal (prestacionesfamiliares). El sistema de protección social francés representa más de 30%del PBI[2].

Empleo: facilitar la reinserción laboraly garantizar el derecho a la formación

El sector laboral se caracteriza por una fragilidad creciente debida aldesempleo, al aumento del empleo precario y a los empleos de medio tiempo noelegidos. De los siete millones de personas que viven bajo el nivel de pobreza,tres millones son trabajadores pobres. Una proporción importante de jóvenestambién vive en la pobreza y está afectada por el desempleo masivo, desertadel sistema educativo con escasa formación y carece de cobertura social ante elriesgo del desempleo. Las condiciones de reinserción y permanencia en el empleoson muchas veces aleatorias (falta de estructuras de atención de los hijos,costo del transporte, horarios cortados y jornadas muy extensas).

Nuestras organizaciones sociales solicitan:

Simplificar los dispositivos que apuntan a la reinserciónlaboral de las personas más alejadas del mercado de trabajo, reformulando ysimplificando los contratos y mejorando el funcionamiento del servicio públicode promoción del empleo.
• Garantizar el derecho equitativo a la formación, al acompañamiento y a latutoría, concentrando el esfuerzo de capacitación en programas extensos queapunten a quienes buscan empleo y a los asalariados con bajo nivel de formación.

Salud: garantizar el acceso universal a laprevención y a la atención médica de calidad

Trece por ciento de la población metropolitana declara haber renunciado a algúntipo de atención médica por razones económicas en los últimos 12 meses; 20%de estas renuncias fueron definitivas y el resto pospuestas (IRDES, 2006). Tambiénsiguen siendo muy numerosos los casos en que se niega el tratamiento a personaspertenecientes a la Cobertura Médica Universal (CMU) y a la Ayuda Médica delEstado (AME). El acceso al sistema de salud no es universal.

Nuestras organizaciones sociales demandan:

Tomar como prioridad la prevención, llevando a un nivelde remuneración adecuado a los profesionales de la salud, mejorando la atenciónde la salud a nivel escolar y laboral, y apuntando prioritariamente a laspersonas desempleadas.
• Reducir las inequidades en el acceso, la prevención y la atención de lasalud, desarrollando los mecanismos existentes de permanencia y utilización delos servicios de atención médica y asegurando que toda persona sin coberturasocial pueda ser orientada para una consulta.
• Desarrollar programas regionales para el acceso a la prevención y a laatención médica que permitan la coordinación de acciones orientadas a laspersonas en situaciones precarias.
• Asegurar un alto nivel de cobertura por seguro de enfermedad, que debeseguir siendo un seguro social obligatorio en el que cada persona pague en funciónde sus posibilidades y reciba lo necesario para satisfacer sus necesidades enmateria de salud. Se debe incrementar el esfuerzo financiero explorando nuevas víascomo por ejemplo una contribución social generalizada y progresiva o unacontribución de las empresas basada en el valor agregado. El acceso al CMU ysus servicios complementarios debe ser ampliado a toda persona con ingresosinferiores a la línea nacional de pobreza, y en particular a los actualesbeneficiarios del AME. La ayuda para el acceso a un servicio complementario desalud de calidad debe estar a disposición de toda persona que tenga ingresosinferiores al salario mínimo.
• Sancionar los casos en que se niega atención médica a los beneficiariosdel CMU y del AME.

Vivienda: que ninguna persona se veaobligada a vivir en la calle o en condiciones indignas

Más de tres millones de personas viven en condiciones indignas o sin techo.Hacen falta por lo menos unas 800.000 viviendas para satisfacer las necesidadesexistentes tras más de 25 años de construcción insuficiente y falta de ayudadel Estado. La reactivación actual no está adaptada a la población másmodesta. Además, se estima que el número de viviendas insalubres asciende a600.000.

Las diversas leyes en materia de vivienda se aplican a duras penas o no seaplican en absoluto, en particular la ley que estipula la provisión de 20% deviviendas sociales en los poblados de más de 3.500 habitantes.

Nuestras organizaciones proponen:

Construir la implementación del derecho oponible a lavivienda, para que sea un derecho efectivo al que puedan acceder todos.
• Tomar la vivienda como una verdadera prioridad, al igual que el empleo.
• Reforzar la eficacia social de los programas de ayuda para compra deviviendas, que deben seguir estando bajo la competencia del Estado.
• Garantizar una oferta de alquileres económicamente accesibles a toda lapoblación.
• Implementar un sistema universal que otorgue seguridad ante los riesgos dealquiler.


Política de cooperación al desarrollo

Aumento de la ayuda: una ilusión óptica

Según las últimas cifras de la Organización para la Cooperación y elDesarrollo Económico, en 2006 Francia habría asignado 0,47% de su ingresonacional bruto (INB) a la implementación de su asistencia oficial al desarrollo(AOD), es decir EUR 8.300 millones (USD 11.439 millones). La AOD aumentó 77%entre 2001 y 2006. Sin embargo, si analizamos en detalle las estadísticas,constatamos que hasta ahora la AOD ‘real’, es decir los gastos quecontribuyen realmente al financiamiento del desarrollo, progresó mucho máslentamente. En los hechos, el aumento de la AOD se explica en gran parte por elfuerte incremento de la cancelación de deudas, tal como sucede con muchos otrospaíses donantes. Por lo tanto, la AOD se está inflando y puede ser calificadacomo ‘artificial’.

En 2006, la disminución del peso de las deudas representó 34% de la AODfrancesa (EUR 2.800 millones), aumentando 450% desde 2001. En muchos casos,estas cancelaciones corresponden a créditos incobrables que jamás hubieranpodido ser pagados. Por lo tanto su anulación sólo tiene un impacto limitadoen el presupuesto de los países beneficiarios. Se trata más de una simpleeliminación contable que de una verdadera contribución al financiamiento deldesarrollo. En este sentido, la contabilización de estas cancelaciones en sutotalidad representa un problema ya que no refleja su contribución real aldesarrollo del país.

Además, una parte creciente de las deudas canceladas ha sido generada por unapolítica activa de apoyo a las exportaciones francesas, cuya lógica es muydistinta a la del desarrollo. Por lo tanto, nada justifica su contabilizacióncomo AOD en el momento de su cancelación. Francia incluye en su AOD el costo deestudiantes provenientes de países en desarrollo en la enseñanza superiorfrancesa. Estos gastos ascendieron a EUR 896 millones en 2006, aumentando 98%desde 2001. La AOD francesa incluye también los gastos vinculados con laadministración de los flujos migratorios, que alcanzaron EUR 458 millones en2006, es decir un aumento de más de 100% desde 2001. Finalmente, secontabilizan gastos asignados a las colectividades de ultramar francesas Mayottey Wallis y Futuna (EUR 273 millones). La ayuda ‘real’, que excluye 90% delas disminuciones de deudas para no crear distorsiones en el indicador de la AODy la totalidad de los gastos artificiales mencionados, no representó más que0,24% del INB en 2006, con EUR 4.200 millones, y no aumentó más que en 27%desde 2001. A diferencia de lo que se anuncia oficialmente, la ayuda disponiblepara el financiamiento del desarrollo sigue siendo muy insuficiente parafinanciar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los sectores socialesen particular[3].

Ayuda insuficiente para las necesidadesprimarias de los países

En el periodo 2004-2005, Francia destinó alrededor de 63% de su ayuda a los PaísesMenos Adelantados (PMA) y a otros países de bajos ingresos. En el mismo período,56% de su ayuda fue otorgada a los países de África Subsahariana. Estopermitiría pensar que Francia respeta sus compromisos de priorizar su ayuda alos países más pobres y a África. Sin embargo, entre los diez primerosbeneficiarios de la ayuda francesa, que concentran un tercio de ella, figuran lacolectividad francesa de ultramar Mayotte y cuatro países de ingresos medios.Uno de ellos es Iraq, país que se vio beneficiado por importantes cancelacionesde deuda en 2005. Finalmente, únicamente dos de los beneficiarios (Senegal yMadagascar) son PMA. Los otros tres países de bajos ingresos que figuran entrelos diez primeros beneficiarios de la ayuda francesa se vieron en realidadbeneficiados por importantes disminuciones de deuda en ese período (Nigeria,Congo y Camerún).

El destino de la ayuda francesa por sector tampoco refleja plenamente loscompromisos asumidos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de Copenhague(1995) y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo(2002) en Monterrey. En 2005, la inversión bilateral francesa seguía siendomuy baja: sólo 4% se destina a los sectores sociales primarios, 2,2% para laeducación primaria y 0,4% para atención primaria de la salud.

A partir de julio de 2004, Francia emprendió una reforma para centrar susacciones en el logro de los ODM, buscando una mayor concentración de la ayuda.En 2005 se adoptaron siete estrategias prioritarias y se firmaron DocumentosMarco de Asociación (DCP) con cada uno de los países beneficiarios de la ayudafrancesa para los siguientes cinco años. Estos DCP definen dos sectoresprioritarios que deben concentrar gran parte de los recursos. Si bien la educaciónforma parte de los sectores de concentración de recursos en muchos casos, noocurre lo mismo con la salud, el agua potable o el saneamiento. Además, pese alesfuerzo de concentración, la ayuda francesa sigue siendo muy dispersa yalgunas actividades transversales han quedado fuera de los sectores deconcentración.

Acciones multilaterales en desmedro de uncompromiso equilibrado en salud

En el ámbito de la salud Francia ha hecho consecuentes esfuerzos a travésde los canales multilaterales. Duplicó desde 2005 su contribución al FondoMundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, asignándole en2007 EUR 300 millones. Esto lo coloca como segundo contribuyente al Fondo despuésde Estados Unidos. Francia también fue pionera en el financiamiento de la luchacontra el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis a través de la implementaciónde mecanismos innovadores de financiamiento al desarrollo. Es así como en 2006y conjuntamente con Brasil, Chile, Noruega y Reino Unido, Francia formó partede la iniciativa de la Facilidad Internacional de Compra de Medicamentos llamadaUnitaid[4].Esta facilidad, alimentada por una tasa internacional aplicada a los pasajes deavión, tiene como objetivo ofrecer acceso a largo plazo a tratamientos contrael VIH/sida, la tuberculosis y la malaria y reducir sus costos. Una de susgrandes ventajas radica en la estabilidad y previsibilidad de susfinanciamientos, garantizados por el mecanismo de la tasa internacional. En 2007Unitaid ya cuenta con un presupuesto de USD 300 millones, monto que podríaalcanzar USD 500 millones en 2009.

Frente a esta inversión consecuente en el ámbito multilateral, el esfuerzobilateral francés en el sector de la salud resulta insuficiente. Es de lamentarque Francia no busque más sistemáticamente una mejor articulación entre lasacciones de financiamiento multilateral y las actividades bilaterales. Por elcontrario, las embajadas que negocian los DCP usan con frecuencia el argumentodel esfuerzo multilateral para explicar la relativa ausencia de la salud en lossectores de concentración de estos acuerdos macro. No obstante, la estrategiafrancesa en materia de salud adoptada en 2005 insiste en la necesidad dereforzar los sistemas de atención de la salud y los considera uno de los cuatroejes prioritarios a apoyar a nivel bilateral. Esta prioridad no parece habersereflejado en los hechos hasta ahora.

En marzo de 2007 tuvo lugar en París la Conferencia sobre el Seguro Social enSalud en los Países en Desarrollo. Este evento organizado por iniciativafrancesa se inscribe en las reflexiones del Grupo de los Ocho países más ricosdel mundo celebrada en San Petersburgo en 2006, que llamaba a “celebrar lasdiscusiones internacionales sobre enfoques prácticos que permitan desarrollarla cobertura de los seguros por enfermedad públicos, privados o de basecomunitaria en los países en desarrollo”. Esperemos que esta iniciativafrancesa constituya un primer paso hacia un reequilibrio entre la ayudamultilateral y bilateral en el sector de la salud, en beneficio de un refuerzode las acciones francesas en el ámbito de la mejora de los sistemas médicos.


Referencias

IRDES(Institut de recherche et documentation en économie de la santé) (2006). “Enquêtesanté, soins et protection sociale 2004: premiers résultats”. Questionsd’économie de la santé IRDES, No. 110, julio. Disponible en: <www.irdes.fr/EspaceRecherche/Qes2006.html#n110>.


Notas:

[1] <www.uniopss.asso.fr/gest-mail-uniopss/commun/Dossier_presse_ALERTE.pdf>
[2] <www.vie-publique.fr>
[3] Para un análisismás detallado de la ayuda francesa, ver el informe de Coordination SUD, L’APDfrançaise et la politique de coopération au développement: Etat des lieux,analyses et propositions, 2006. Disponible en: <www.coordinationsud.org/spip.php?article2380>.
[4] <www.unitaid.eu/en/>

Para este informe, Coordination SUD preparó el análisis del apoyo de Francia a las políticas de protección social en el marco de su cooperación para el desarrollo. Secours Catholique / Caritas France (miembro del colectivo Alerte) desarrolló el aspecto nacional.