El compromiso es insuficiente

Bruno Gurtner
Alliance Sud

Uno de los países más ricos del mundo, Suiza incumple sus compromisos internacionales. El país proporciona escasa ayuda para el desarrollo, no participa de las gestiones para desarrollar mecanismos innovadores de financiación internacional y, aunque sigue siendo un imán para los fondos derivados de la evasión fiscal, no coopera en asuntos de política tributaria internacional. Es importante que Suiza modifique su política fiscal para ayudar a los países en desarrollo a generar recursos para el desarrollo

La economía suiza tuvo un desempeño notable durante la reciente curva ascendente de la economía internacional, según el análisis anual del Fondo Monetario Internacional sobre la política económica y monetaria del país en 2008 [1] . Efectivamente, Suiza ha transitado por la expansión económica mundial con mucho éxito. Su crecimiento económico superó el promedio de la eurozona en los últimos cuatro años. Las exportaciones y las importaciones tuvieron un crecimiento robusto. El superávit de cuenta corriente alcanzó 17% del producto bruto interno. La inflación permaneció baja y el desempleo cayó a 2,6%. En general, los presupuestos públicos (confederación, cantones, municipalidades) exhiben superávits considerables y las deudas se redujeron.

Es verdad, la economía suiza fue afectada por la crisis financiera que proviene de Estados Unidos – UBS y Crédit Suisse asumieron pérdidas considerables y pagarán menos impuestos – y los pronósticos de crecimiento, aunque optimistas, son cautos. A pesar de ello, el nivel de satisfacción de los trabajadores es mayor que nunca, si bien la desigualdad en el ingreso ha crecido, la cantidad de receptores de asistencia pública sigue siendo elevada y las prestaciones de seguridad social están siendo discretamente recortadas. La nueva pobreza afecta a las familias jóvenes en particular, y especialmente a los hogares monoparentales. La situación es difícil para los inmigrantes indocumentados. Se emplean asignaciones diarias mínimas para que la estadía en Suiza no les resulte atractiva a los buscadores de asilo que fueron rechazados.

Como agencia de desarrollo, Alliance Sud no atiende los problemas de pobreza dentro del país [2] . A continuación, este trabajo se concentra en la forma en que Suiza practica la solidaridad con los pobres del mundo.

La meta de AOD sigue sin cumplirse

Suiza nunca reconoció oficialmente la meta internacional – apoyada por el Consenso de Monterrey en 2002 – de otorgar 0,7% del ingreso nacional bruto (INB) a la asistencia oficial para el desarrollo (AOD). En la Cumbre de la Tierra celebrada en 1991 en Río de Janeiro, Suiza prometió aumentar la ayuda a 0,4%. En la Cumbre del Milenio de la ONU, en septiembre de 2005, planteó la posibilidad de elevar su AOD después de 2008. Las ONG suizas y el Comité Asesor Gubernamental para el Desarrollo Internacional han exigido en reiteradas ocasiones que la ayuda se incremente a 0,5% para 2010.

La ayuda de Suiza llegó a 0,39% en 2003. Un año después se elevó a 0,4%, y a 0,44% en 2005. Pero ese incremento es esencialmente atribuible al alivio de deuda extranjera (principalmente de Nigeria e Iraq) y al gasto relacionado con los buscadores de asilo. El alivio de deuda extranjera se contabiliza como ayuda desde 2003, y el gasto derivado del asilo desde 2004. En 2006, la cifra retrocedió a 0,39% y en 2007 a 0,37%. Si se restan el gasto derivado del asilo y del alivio de la deuda, la partida suiza destinada a la ayuda se reduce sólo a 0,31%, equivalente al nivel de 1990.

Con su plan de financiación a mediano plazo, Suiza se compromete a alcanzar 0,4% para 2015. Este año, el Parlamento deberá votar la nueva estrategia de cooperación para el desarrollo propuesta, basada en tres pilares: reducción de la pobreza, seguridad humana y globalización favorable al desarrollo. Esta propuesta mantendría el nivel de AOD a 0,4% del INB, pero se están redactando iniciativas legislativas para incrementarla. Con respecto a las discusiones en curso sobre Financiación para el Cambio Climático (mitigación y adaptación) y Financiación para el Desarrollo, el Gobierno exhorta a sus socios en el desarrollo que distingan entre los dos y se aseguren de que el incremento de fondos disponibles para el cambio climático no se dé a costa de una reducción de la AOD.

Alliance Sud lanzó una campaña conjunta con 70 agencias de ayuda, protección ambiental, organizaciones juveniles y femeninas, sindicatos e iglesias para elevar la AOD suiza a 0,7% del INB para 2015. Más de 200 mil personas firmaron un petitorio que fue entregado al Parlamento y al Gobierno a fines de mayo.

Eficacia de la ayuda y financiación para el desarrollo

Suiza reiteró su compromiso con la agenda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre eficacia de la ayuda como marco general para alcanzar las metas de desarrollo acordadas por la comunidad internacional, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Reconoce la necesidad de alinear la ayuda con las prioridades nacionales de desarrollo y las estrategias de reducción de la pobreza y de utilizar los sistemas nacionales para su aplicación. Exhortó a los países en desarrollo a continuar mejorando la gobernanza democrática y la administración pública, para que el gobierno sea más sensible y transparente. El país aboga con energía para que los donantes ajenos a la OCDE se integren a las discusiones relativas a eficacia de la ayuda, y recomienda la coordinación y el intercambio de información entre la reunión de Accra sobre eficacia de la ayuda, a celebrarse en septiembre, y la reunión de Doha sobre financiación para el desarrollo, a celebrarse en noviembre y diciembre de 2008.

La Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral y la reposición de fondos de la AIF y el FAD

Suiza dudó en comprometerse de manera concluyente con el segundo tramo de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) y con la reposición de fondos acordada por la comunidad internacional de la Asociación Internacional de Fomento (AIF, una entidad del Banco Mundial) y del Fondo Africano de Desarrollo (FAD), y decidió en enero de 2008 apoyar esa reposición sólo parcialmente. Esto significó una reducción de la financiación que le correspondía a Suiza en la AIF, de 2,26% a 2,1%, y en el FAD, de 3,38% a 2,3% – un ahorro de CHF 138 millones (USD 125 millones). En los próximos tres años, la AIF recibirá aun más fondos de Suiza de lo que recibió en años anteriores. Por el contrario, la contribución suiza al FAD será CHF 8 millones (USD 7.25 millones) inferior a lo que era. Para compensar esa diferencia, la mitad de los fondos adicionales necesarios se desviarán de la ayuda bilateral, y el restante se financiará del presupuesto general. Por lo tanto, queda claro que el segundo aporte de Suiza a la IADM no será totalmente independiente del resto de la asistencia para el desarrollo.

Suiza, tesorera del mundo

La plaza financiera suiza sigue administrando un tercio de todos los activos mantenidos fuera de sus países de origen, donde una parte importante de los mismos no están debidamente gravados, y Suiza no ha modificado la configuración de esta plaza financiera en lo absoluto [3] . El Banco Nacional Suizo calculó los paquetes accionarios de sus clientes particulares extranjeros a fines de 2007 en CHF 1,036 billones [4] (USD 937.582 millones). Además, existen fideicomisos por CHF 328 mil millones (USD 296.840 millones). La mayor parte del pasivo de los estados financieros de los clientes extranjeros (CHF 629 mil millones – USD 569.250 millones) también corresponden a clientes particulares. Por último, se debe agregar parte de los activos de empresas domiciliadas en Suiza y de propiedad extranjera, aunque en las estadísticas del Banco Nacional Suizo aparecen como clientes nacionales.

En el ámbito internacional se calcula que estos paquetes accionarios extranjeros de clientes particulares son aun mayores. El Informe 2007 de Merrill Lynch/Cap Gemini sobre la Riqueza Mundial calcula que los activos totales que mantienen en el exterior clientes particulares ascienden a USD 12,4 billones; la consultora Boston Consulting Group calcula la cifra en USD 5,7 billones. La opinión general es que aproximadamente un tercio del total es gestionado por la plaza financiera suiza.

Por lo tanto, los fondos que administra Suiza actualmente se encontrarían entre CHF 2,5 billones y CHF 4 billones (USD 2,26-3,62 billones), de los cuales entre un tercio y la mitad proceden de países en desarrollo. Se calcula que entre 50% y 90% de esa cantidad no fue gravada por sus países de origen, total o parcialmente. De esta manera, las tesorerías de los países en desarrollo se privan de miles de millones de dólares en ingresos que no pueden utilizarse para financiar los ODM.

La necesidad de una nueva política fiscal

Suiza se muestra reacia y poco cooperativa en lo que concierne a la política fiscal internacional. El país rechazó en 2005 propuestas para instaurar impuestos mundiales y no se sumó al Grupo Piloto sobre las Contribuciones de Solidaridad a Favor del Desarrollo [5] . Sigue negándose a incorporarse al Foro Mundial sobre Tributación, en el cual los países de la OCDE elaboran normas vinculantes junto con centros offshore, por ejemplo, para compartir información fiscal transfronteriza. No ha firmado la convención conjunta entre el Consejo de Europa y la OCDE sobre Asistencia Administrativa Mutua en Asuntos Tributarios. Ha aplazado en forma indefinida la ratificación de la Convención contra la Corrupción de la ONU.

Alliance Sud aboga porque Suiza adopte una política fiscal internacional que sea menos perjudicial para los países del Sur y que, en su lugar, los ayude a generar recursos internos para el desarrollo. Esa política también debe incluir la lucha contra la fuga de capitales y la evasión fiscal. En particular, Suiza debe eliminar su distinción entre el fraude fiscal y la evasión fiscal, y también proporcionar asistencia jurídica y oficial en los casos de evasión fiscal. De hecho, Suiza ha firmado tratados de doble fiscalización con muchos países en desarrollo, pero no les proporciona el mismo acceso a la información que brinda a los países de la Unión Europea y a Estados Unidos.

El país sólo contribuye activamente, y de distintas maneras, con la recuperación de los activos públicos ilegalmente adquiridos. El país apoya la iniciativa conjunta de la ONU y el Banco Mundial conocida como StAR (siglas en inglés de Recuperación de Activos Robados) y también inauguró y financia al Centro Internacional para la Recuperación de Activos, que ayudan a los países en desarrollo en la construcción de sus capacidades y la creación de instituciones que hagan un uso efectivo de la asistencia jurídica internacional en asuntos penales relacionados con la recuperación de activos robados.

Suiza devolvió más de CHF 400 millones (USD 362 millones) al presupuesto central de Nigeria y firmó un tratado con Angola para la repatriación de USD 21 millones identificados y congelados en cuentas bancarias suizas. Sin embargo, varias ONG de Nigeria y Suiza criticaron el control insuficiente que se hizo de la restitución de los fondos a Nigeria, que no brindó garantías de que los mismos fueran a destinarse al desarrollo social. Los fondos deben destinarse a programas sociales y humanitarios bajo la supervisión de la oficina local de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.

Financiación innovadora

Suiza reconoce el potencial innovador de ciertas fuentes internacionales de financiación y la necesidad de una mayor investigación de su factibilidad y aplicabilidad. No obstante, el país hace hincapié en que los fondos recaudados a través de planes innovadores de financiación se desembolsen a través de instituciones y mecanismos multilaterales existentes.

En resumidas cuentas, si Suiza ha de transformarse en un auténtico socio del desarrollo, en línea con los países de la UE cuyo crecimiento iguala o supera, deberá modificar su arraigada postura sobre la política tributaria internacional y adherir a los compromisos internacionales sobre la financiación de la AIF, la IADM y el FAD. Sujeto a su política interna, también deberá comprometerse a elevar el porcentaje de INB que destina a la AOD de conformidad con las normas europeas.


 


[1] Suiza: 2008 Article IV Consultation, Declaración final de la misión del FMI en Berna, 17 de marzo de 2008, <www.imf.org/external/np/ms/2008/031708a.htm>.

[2] Consulte el anuario de Caritas sobre la situación social en Suiza: Caritas, 2008 Sozial-Almanach, Luzern, diciembre de 2007 (en alemán).

[3] Informe 2006 de Social Watch, capítulo sobre Suiza, p. 250.

[4] Banco Nacional Suizo (SNB), Banks in Switzerland edición 2007, Zurich 2008, disponible en <www.snb.ch>.

[5] Informe 2006 de Social Watch, op. cit.

Alianza Suiza de Organizaciones de Desarrollo: Swissaid, Catholic Lenten Fund, Bread for All, Helvetas, Caritas, Swiss Interchurch Aid.