La CSI insta a la Cumbre de la ONU a aprobar un Impuesto sobre las Transacciones Financieras para contribuir a financiar el desarrollo y el crecimiento

10 de agosto 2010 - La CSI insta a los Gobiernos a que se comprometan a introducir un impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) durante la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo, con objeto de contribuir a combatir la pobreza y acelerar la acción respecto al empleo y el cambio climático.

La Cumbre de la ONU, cuyo cometido es revisar los progresos en relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), se celebrará teniendo como telón de fondo crecientes desigualdades y desempleo e importantes retrocesos respecto al desarrollo económico en diversos países del mundo entero.

“La crisis económica mundial sigue causando estragos, sumiendo a otros 200 millones de personas en la más absoluta pobreza desde 2008, dejando a millones de jóvenes con pocas o ninguna esperanza de encontrar trabajo, y manteniendo en particular a muchas mujeres fuera del mercado laboral. Es posible que la recesión haya llegado a su fin para los bancos y las finanzas, pero las perspectivas para el empleo y para los servicios públicos esenciales no son muy halagüeñas ahora que los Gobiernos proceden a reducir gastos a fin de satisfacer a los mercados de capital. Un impuesto sobre las transacciones financieras no sólo tiene sentido desde el punto de vista económico – además es una cuestión de justicia y equidad”, comentó la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.

Un ITF conseguiría recaudar entre US$200.000 y US$900.000 millones, dependiendo de la manera en que se estructure y el nivel al que se sitúe, según la declaración de la CSI, que será enviada por sus afiliadas nacionales a sus respectivos Gobiernos en preparación para la Cumbre. Apenas un pequeño porcentaje de los fondos recaudados por un ITF serviría para instaurar un piso de protección social, que aportaría un importante impulso para combatir la pobreza. La declaración de la CSI propone situar un ITF en el centro de un paquete global de medidas que aborden igualmente la evasión fiscal de las empresas y garanticen una regulación eficaz de los bancos y las finanzas.

“En lugar de limitarse a recortar gastos, los Gobiernos deben incrementar sus ingresos para garantizar el empleo, los servicios públicos y la ayuda al desarrollo. Parte del sector financiero dispone de dinero a raudales, apenas dos años después de que se recurriese a los contribuyentes para rescatar unos bancos que no estaban regulados adecuadamente. Un ITF quizás no resolvería todos los problemas que tiene el mundo, pero sin duda supondría un buen punto de partida, haciendo que el capital pase de alimentar beneficios especulativos a impulsar la economía real, y contribuyendo a evitar una recaída en la recesión que tendría consecuencias terribles para los países más pobres en particular”, afirma Burrow.

La declaración de la CSI a la Cumbre establece unas políticas y acciones precisas que darían un impulso renovado para alcanzar los ODM, que con las actuales medidas es muy poco probable que se alcancen, pese a las continuas promesas de los Gobiernos. Las medidas van desde una importante restructuración de la economía mundial para situar el trabajo decente en el centro de la toma de decisiones, hasta acciones a nivel nacional y local para combatir la pobreza, la discriminación y la explotación. Aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT, adoptado durante la última Conferencia Internacional del Trabajo, figura como un elemento central de las demandas de la CSI a la Cumbre de la ONU, que tendrá lugar en Nueva York del 20 al 22 de septiembre.

Para más información, véase la declaración de la CSI (PDF)

 


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