El crecimiento económico no implica reducción de la pobreza
En las últimas dos décadas el grupo de los países con valores medio y aceptable y el de los que tienen niveles bajo, muy bajo y crítico invirtieron sus posiciones, pasando los primeros de 40% a 61% del total de países para los que se puede calcular el ICB y los segundos de 60% a 39% del total de países considerados. En ambos casos, la gran reducción en el grupo con peores situaciones y el crecimiento del número de países en niveles relativamente mejores se produjo antes del año 2000, desacelerando el ritmo en el nuevo milenio.
Dada la evolución reciente en los valores del ICB, la pobreza extrema - medida a través del acceso a un pool de servicios básicos para la supervivencia humana - va a seguir disminuyendo a través del tiempo, pero la velocidad de reducción de la pobreza no está automáticamente determinada por la economía. Mientras que el crecimiento del ingreso per cápita se aceleró y pasó de 17% entre 1990 y 2000 a 19% entre 2000 y 2009, el crecimiento del ICB se desaceleró y pasó de 4% en la última década del siglo XX a 3% en los primeros años de este siglo. Esto indica que la Declaración del Milenio y los esfuerzos de la comunidad internacional para alcanzar los objetivos incluidos en ella no se tradujeron en progresos más rápidos en los indicadores sociales, aún existiendo recursos disponibles. Por el contrario, los datos coinciden con los hallazgos de investigaciones recientes, en las que se reporta una desaceleración en el progreso de los indicadores desde el año 2000.